Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 46

Everything that's broke, leave it to the breeze. Why don't you be you, and I'll be me - James Bay

1 de mayo, 2023

«Querida Alexandra,

Siempre me he preguntado lo que sería no ser el hermano mayor, ahora creo que podría saberlo puesto que eres la primogénita de papá. Algo breve que quizá quieras saber, soy diseñador de interiores, me gradué hace unos años y trabajo en el mismo París, nunca me ha interesado demasiado salir de Francia, pero si aceptas conocernos no dudaría ni un instante en viajar a América. Ya papá debe haberte dicho lo emocionados que estamos de saber que tenemos una hermana, debo confesar que reí cuando él nos lo dijo, no lo creía cierto y Gilbert Marie tiene un característico sentido del humor; sin embargo, cuando nos contó toda la historia, no pude hacer otra cosa que no fuera apoyarlo en su decisión de ir tras de ti. Eres nuestra hermana, parte de la familia y hemos sido criados con la ferviente idea de que el amor se comparte. No diré más, espero poder decírtelo de frente cuando haya oportunidad. Cuídate mucho y felicitaciones por el Globo de Oro que ganaste hace poco.

Con cariño, tu hermano, Dean.»

«Ale,

Soy Claude, tu hermano menor, segundo hermano menor. No creo que haga falta que te dé contexto porque podría apostar a que eso ya lo hizo Dean (le encanta poner en contexto a los demás), en fin, solo quiero decirte que me alegra tener una hermana mayor, con Dean nunca congenié demasiado e Ivette es muy pequeña como para mantener conversaciones sustanciales, pero creo que tú y yo nos parecemos un poco más, al menos por lo que Ivette nos dice de ti (ya te dirá ella por qué, apuesto a que lo hará). Tengo diecinueve años, estoy en medio de un año sabático, decidiendo que quiero para mi futuro, me gustaría hablar sobre ello contigo, si no te molesta, claro. Espero que consideres venir, o que nos permitas ir contigo, no vamos a enfadarnos si no, lo entendemos. Papá no es malo, es la personificación de la comprensión, es muy gracioso, le encanta comer helado cada domingo por la tarde y ve los partidos de fútbol con el alma en la boca. Puede ponerse algo gruñón de vez en cuando, pero se le pasa rápido y dibuja una sonrisa con la facilidad de alguien que adora a su familia, él nos adora, incluyéndote. Eso es todo lo que tengo que decirte, al menos lo que quiero decir ahora que tengo el papel sobre las manos.

Un abrazo, Claude.»

«Hola, Lexie, soy tu hermana Ivette. ¡Hermana! Siempre quise tener una hermana, Dean y Claude son tan difíciles de tratar, son gentiles, pero no me entienden del todo. No son chicas. Fue mamá quien creyó que sería oportuno que te escribiéramos notitas, para que supieras que te esperamos con los brazos abiertos, somos una familia unida y sería maravilloso que desearas ser parte también; entendemos si no quieres, descuida (mamá dice que debo dejarlo en claro para que no te sientas presionada, espero funcione). Te sigo desde hace mucho, por supuesto, no sabía que eras mi hermana. Tenemos el cuerpo similar, no sé si te ha sucedido, pero al menos yo no la he pasado tan bien en la escuela, ingresé apenas a la secundaria y empezaron las inseguridades (leí en internet que es típico de la adolescencia, realmente no lo creo). La cuestión, Lexie, es que verte con tanta seguridad en televisión me sirvió para ir perdiéndole el temor que le agarré a mi espejo, en mi mente decía: Lexie Jones es hermosa, yo tengo el mismo cuerpo y guardamos cierto parecido, ¿por qué no puedo considerarme así de bella? (Mamá dice que a veces pienso demasiado, no me regaña por ello, pero siempre me advierte que no debo dejar que mis pensamientos me abrumen). Me hace muy feliz saber que no solo guardamos parecido, sino que ¡eres mi hermana! (por favor, que esto no te presione, es solo que no puedo evitar resaltarlo). Tampoco iré diciéndolo por ahí, imagino que no quieres más escándalos. Soy pequeña, si una niña de doce años puede considerarse como pequeña, pero soy consciente de que es injusto todo lo que repiten sobre ti en televisión, ellos no me agradan (hablo mucho, lo siento). Creo que cortaré esto aquí, se supone que serían notas cortas, pero me he explayado mucho. Te quiero, hermana, espero que quieras conocernos para poder abrazarte de verdad.

Muchos besos, cuídate, Ivette.

Pd: perdóname si dije algo de más, por favor. A veces uso frases extrañas, dicen que es porque leo mucho, pero... mejor lo dejo ahí.»

Las tres cartas reposan sobre mi cama, Gilbert me las dio antes de irse y ya he llorado en más de una ocasión leyéndolas. Creo que la de Ivette es la que más me ha tocado. Me enternece lo similares que somos, me asusta de igual modo porque siento la necesidad de ir con ella y asegurarle que es hermosa, porque no me apetece que sufra lo que yo he sufrido debido a las inseguridades. Quiero conversar con ella sobre los libros que lee, hacer lo que hacen las hermanas, aunque ahora mismo no sepa lo que es. Sería como tener a una Kiara para mí.

Miles de dudas me asaltan, ya no solo sobre ella, sino sobre Claude y Dean. ¿Sobre qué quiere conversar Claude? ¿Es Dean feliz con su trabajo? ¿Por qué le gusta tanto Paris? ¿Se habrán enamorado?

Suspiro y me dejo caer sobre la cama. Me percato de que Finn ha estado mirándome desde el marco de la puerta, le devuelvo la mirada, él me sonríe.

—Llevas más de media hora releyendo esas cartas —señala.

—¿Llevas más de media hora mirándome? —pregunto divertida.

Se encoge de hombros y se acerca a donde estoy, apoya las manos en el colchón para inclinarse sobre mi rostro.

—Llevo mirándote desde que te conozco —responde.

—Ya debes haberme memorizado, entonces —replico sonriente.

Estas conversaciones casuales me distraen el cerebro de las decisiones que debo tomar.

—Eso no tienes que dudarlo —ríe antes de besarme la nariz—. Nunca está de más mirarte un poco más, por mero placer.

Lo atraigo a mí para darle un beso corto en los labios. Me siento junto a él.

—Aún no sé qué hacer —le digo.

—Te las dieron apenas ayer, amor —me acaricia la mano—. No hay apuro.

—Es que... —cierro los ojos con fuerza—. Es que sé lo que quiero hacer, pero me preocupa que no sea lo correcto.

—¿Lo correcto?

—¿Qué tal si llego a importunarlos? Tienen una familia sólida, Finn —frunzo los labios.

—No creo que las cartas te den a entender eso —tantea.

—¿Si lo hicieron por compromiso?

—Creo que una carta por compromiso habría sido un poco más formal —opina—. Pero es decisión tuya, Lex. Tienes tiempo para pensar, amor.

—¿No crees que Marina podría incomodarse si llego a su casa?

—Eso no puedo respondértelo yo —suspira—. ¿Por qué no se lo preguntas a Gilbert? Ya dijo que no quiere ganarte a base de mentiras, no creo que vaya a mentirte.

Me acomodo para recostarme sobre sus piernas.

—Pienso que me da miedo —confieso en voz baja—. Me da miedo que sean especiales, que cada palabra escrita ahí sea cierta, que puedan darme el calor de hogar que he anhelado durante mi infancia —sus dedos se deslizan por mi cabello—. Me da miedo que sucedan cosas buenas.

—Mereces cosas buenas —me dice.

—Quiero... —susurro.

Me pone el teléfono delante.

—No pierdes nada preguntando, amor.

Tomo el aparato. Lo observo por un rato antes de enviarle un mensaje a Gilbert preguntándole si puede venir. Su respuesta no tarda en llegar, vendrá dentro de media hora. Finn me sonríe cuando se lo informo.

—¿Cómo es tener hermanos? —le pregunto tras un rato en silencio.

—A veces son un dolor de cabeza, pero los amas tanto que acabas disculpando las idioteces que pueden hacer —sonríe—. No esperes que todo de ellos te agrade, amor, no quieres decepcionarte, lo importante es que te quieren en su familia y que no son malas personas. Es complicado que congenies con cada uno de ellos, viste a Cris y Minnie, se adoran, pero siempre están discutiendo. Es así, Lex.

—Necesito un curso intensivo de cómo es tener hermanos —me quejo—. No quiero ser mala hermana.

—No podrías serlo —me consuela—. Eres una buena persona, jamás les harías daño y eso te aleja del camino de los malos hermanos.

Intento interiorizar lo que me dice para calmar mis miedos de fracasar en esta nueva faceta que al parecer enfrentaré.

—¿Puedo echar una siesta hasta que él venga?

—Claro que sí. ¿Estás cómoda ahí?

Asiento girándome un poco. Cierro los ojos, pero siento que es solo un parpadeo porque vuelvo a abrirlos cuando Finn me dice que Gilbert está en la sala aguardando por mí. Me pongo de pie, voy al baño para lavarme la cara y dientes antes de acercarme a él, beso sus labios, cargándome de energía positiva para poder preguntar.

—Estaré aquí.

—Vale.

Cruzo el pasillo hasta llegar a donde él se encuentra de pie. Me sonríe apenas me ve, pido disculpas por la ropa porque no he estado demasiado entusiasmada en todo lo que involucra acicalarse de más; llevo puesto una camiseta de Finn que me queda como saco de dormir y unos pantaloncillos de algodón que me llegan a la pantorrilla.

—Estás en tu casa —me recuerda—. ¿Todo bien, hija?

Lo invito a sentarse, yo también lo hago, junto a él.

—Quería saber sobre Marina —respondo.

—Claro, pregúntame lo que desees —se acomoda sobre el sofá, en una posición cómoda, luce relajado.

—¿Sabe que estás aquí?

Frunce ligeramente el ceño.

—Claro, Alexandra, no podría ausentarme tanto tiempo de casa sin decirle por qué —me dice con sencillez—. No guardo secretos con ella, fue la primera persona a quien le comenté sobre ti.

—¿Cómo reaccionó?

—Me incitó a que me acercara —responde—. Ella me ayudó a contactar con Alex.

—¿No la incomodaría que llegue a su casa?

—¿Qué? No, Alexandra, por supuesto que no —me tranquiliza, alcanzando una de mis manos, abrigándola entre las suyas—. Marina es una mujer con un corazón inmenso, fue mi amiga antes de ser mi novia, le comenté sobre tu madre, sabe que no la engañé, que sería incapaz de hacerlo. Además, me conoce, sabe cómo soy con mis hijos.

—Ivette...

—Te adora —sonríe—. No leí su carta, pero imagino que te comentó lo referente a la escuela.

Asiento.

—Si me aseguras que no incomodaré a nadie, me gustaría conocerlos.

Su sonrisa se ensancha. Me transmite su calor.

—¿De verdad?

—Te voy a ser sincera —suspiro—. Me aterra muchísimo no ser lo que ellos esperan, pero tengo malas experiencias huyendo de algo que se siente correcto y conocerlos se siente así. Solo dame una semana, necesito prepararme para ir con ellos, ¿sí? Por favor, tengo que conversar con Lila, ella es...

—Está bien, Alexandra —me acaricia el dorso de la mano—. Te espero el tiempo que necesites, soluciona lo que haga falta. Te quiero feliz, hija, no me apetece apurarte y que el resultado sea algo diferente a esa sonrisa tan preciosa que tienes.

—Gracias —siento el calor en mis mejillas—. ¿Gustas algo de cenar? Finn preparó macarrones.

—Ese muchacho —asoma la cabeza mirando detrás de mí—. ¿Es tu novio?

Sonrío divertida

—Lo es —me pongo de pie—. ¿Quieres que te lo presente?

Abre demasiado los ojos. Suelto una risita.

—¿Cómo qué?

—Como Gilbert —me apeno un poco, pero aún no me sale el decirle papá—. Por ahora.

—De acuerdo —accede, se pone de pie junto a mí.

Noto el detalle de cómo limpia las palmas de sus manos en su pantalón mientras yo me alejo para llamar a Finn que no tarda en llegar con nosotros. Me pregunta que sucede, le sonrío antes de tomar su mano para acercarlo al pequeño círculo íntimo que he formado con Gilbert.

—Gilbert, él es Finn Dolcetti, mi novio —Finn capta de inmediato lo que intento hacer y extiende su mano que es estrechada sin demora—. Finn, ya lo conoces, pero es Gilbert.

—Un placer, señor Marie —asiente con la cabeza.

—Gilbert, no soy tan mayor como para que me llames señor —devuelve el asentimiento con un apretón de manos antes de que liberen el agarre—. Y el placer es mío también, Finn. Es bueno que Alexandra tenga a alguien como tú junto a ella.

—Hago lo mejor que puedo —le sonríe—. Es una mujer maravillosa, no merece menos.

—Concordamos en algo —sonríe Gilbert también.

Ellos se miran y yo paseo la mirada de uno al otro, con las mejillas sonrojadas porque es de mí de quien están hablando. Luego se coordinan para mirarme, Finn me pone una mano en la cintura, pegándome a su cuerpo.

—¿Gusta macarrones?

—Claro.

Los tres nos dirigimos a la cocina. Gilbert se sienta y yo ayudo a Finn con los platos que él sirve. Nos sentamos juntos en la mesa y la conversación fluye sin presiones ni dificultades. Finn le comenta a Gilbert sobre Cristina, hablan sobre arte e intervengo resaltando lo bonito que trabaja mi cuñada. Se siente bonito. Se siente paz y durante unos segundos, en los que ellos se entretienen dialogando, me permito cerrar los ojos para disfrutarlo.

Hablaré con Lila, necesito mis herramientas listas para cualquier pisada en falso. Necesito dejar ir antes de viajar y conocer a personas que podrían cambiar mi vida, para bien, espero. Tendré mi sesión de terapia y me embarcaré en esta nueva misión a la que pienso llamarle: Probadita de una felicidad diferente a la que me creía capaz de conseguir.

________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Me paso de Inefable Amor para aquí jsjdghfjsf  

Ya es más de medianoche aquí así que dejo esto y me voy a dormir :') Acabé mis exámenes, pero aún tengo trabajos pendientes y este es el último cap que tengo corregido, así que imagino que no habrá cap nuevo hasta el fin de semana. Si encuentro algún hueco, se los traigo antes. 

Mi bebé Lex se merece todo lo lindo de este mundo y espero dárselo en los 4 capítulos que quedan, más el epílogo que amo con todo mi ser. Queda poquito para terminar y estoy en un limbo de no querer y a la vez ansiar que lean todo lo que tengo escrito. 

En fin, me fui con las palabras jeje <3 espero que disfruten el capítulo y, si leyeron también Inefable Amor, vayan a leer el super extra de 13k palabras que les dejé jhsgjds 

Las amo y gracias por las 2k de lecturas, me tengo que poner a hacer promociones para TIL, los nuevos lectores no caen del cielo, aunque a veces pareciera que sí porque ustedes son como angelitos para mí <3 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro