¿Por qué cuando era un adolescente le gustaba tanto como se sentía el sol del verano? 

Sinceramente no lo entiende. El sol es tan fuerte que arde sobre su piel y no recordaba que intentar mirar hacia el sol doliera tanto. Antes solo parecia un reto peligrosamente divertido, ahora es molesto, es molesto que duela tanto al intentar mirarlo y también le molesta que antes era divertido, como muchas otras cosas. 

Baekhyun suelta un suspiro y eleva la vista hacia el cielo otra vez. Ya no mira directamente al sol, solo tiene los ojos cerrados en su dirección y aún así duele. 

El sol trae memorias y se habia olvidado también de cuanto dolía pero es un dolor que se siente muy ajeno hoy en día, y lo que se le despierta es una rabia por haber sentido tanto dolor. Una rabia indefensa, solo melancólica, molesta. 

Hay memorias de pantalones cortos y un par de gafas de pasta gruesa deslizándose por su nariz con cada risa. Una mata de pelo negro siempre corriendo delante de él, siempre adelantandolo en todo. 

¿Cómo podian andar en bicicleta bajo el sol? tal vez por eso Baekhyun siempre caía, por estar encandilado con el sol.

Y por cada caída la mano de Kyungsoo siempre tomaba la suya para levantarlo. 

La tarde de mas calor del 2009 se cayó 4 veces y en la última Kyungsoo lo miró fijamente a los ojos, juzgandolo y con una sonrisa triste mientras Chanyeol y sus amigos se unían a ellos para andar en bicicleta también, riéndose de que Kyungsoo siempre le tenía que salvar el culo. 

Kyungsoo era su mejor amigo, su hermano.

Baekhyun tendía a decir mucho que era como su hermano, con una convicción en su tono de voz que prácticamente le dolía. 

Estaban tan conectados como hermanos gemelos ¿pero eran hermanos? 

No. Rotundo no. 

Ese pensamiento se hace claro en la cabeza de Baekhyun y resuena por toda la calle vacia que ahora está fotografiando. 

El título para su proxima exposición aún no existe, pero prevee que todos estos recuerdos que se están despertando dentro de él sacaran un nombre tarde o temprano. 

(...) 

—¿Es pan de orégano? —pregunta Baekhyun a su madre y la señora le sonrie ampliamente mientras asiente.

Está tan feliz de que volviera al pueblo luego de tanto tiempo que desde que llegó lo tiene consentido. 

Baekhyun toma la cámara que cuelga de su cuello y le toma una foto a las manos de su madre amasando y tan pronto como ve la fotografía que ha capturado se da cuenta de que aunque no lo planeara en absoluto, sin duda, tiene que estar entre las fotos de la exhibición. 

—Estará listo en menos de dos horas, justo a tiempo para la merienda —informa la calida mujer—. Deberias descansar, cariño, no trabajes tanto. 

Le da una sonrisa a su madre y sube las escaleras hacia su habitación. Es bastante reconfortante que aunque sea fotógrafo su madre se tome su trabajo en serio como cualquier otro, solo pocas personas lo hacían y por eso le costó mucho decirse a si mismo que quería vivir de eso. 

—Tal vez debería seguir mi sueño. 

Eso fue lo que le dijo Baekhyun aquella noche que Kyungsoo se durmió a su lado y los latidos de su corazón se sentían en su espalda. 

Ellos no se besaban. Ellos no tenían sexo. Ellos solo se divertían, mucho, muchisimo. 

Estando acostado Baekhyun coge la cámara y apaga la luz de la mesa de noche, esperando que sus sentimientos se apaguen también. Llama su atención la forma en que el sol del atardecer entra por su ventana y hace perfecta la toma, que incluye sus pies, embutidos en calcetines que obviamente ya no le quedan cómodos, la ventana y el viejo póster de "out of the blue".

Mr. Bkue Sky siempre sonaba cuando Kyungsoo estaba dentro de su rango visual. 

—Era perfecto —murmura Baekhyun dejando a un lado su cámara—, ¿Por qué yo sentía otra cosa? 

Ya no tiene 18 años, no va a conseguir la respuesta de un yo que ya no prevalece en él. Solo tiene memorias y fotos que no son lo suficiente para recordarse como era su propia persona antes.

Recordarse a uno mismo es extrañamente más difícil.

(...) 

—¿Me puedo llevar la camioneta? —el rubio pregunta con esperanzas de que su viejo le diga que sí. 

El señor pausa la película que se encuentra viendo y voltea la cabeza hacia su hijo, hay una extraña aspereza en su expresión. 

—Claro, las llaves están en la cocina junto al tarro de galletas —dice y Baekhyun sonrie de medio lado—, ¿Seguro que recuerdas como manejarla? hasta donde yo sé no conduces en la gran ciudad. 

La preocupación de su padre se enrolla en su corazón como un tierno abrazo. Es extraño sentirse querido de esa forma y sinceramente extraña la sensación de otra persona a parte de si mismo cuidándole. 

—Te prometo que no le haré lo que le hice hace años. 

Su padre gruñe por lo bajo y su hijo suelta una carcajada antes de ir a por las llaves y marcharse. 

Lo cierto es que si él fuera su padre no le dejaría el auto, lo que le hizo esa noche, lo que él y Kyungsoo le hicieron esa noche fue magnífico y terrible. En pocas palabras piede decir que fue el peak de sus travesuras de adolescente.

Baekhyun se sube a la vieja camioneta y antes le deja un mensaje a Chanyeol diciendole que en breves llegará a la fiesta, que no le llame mientras conduce. 

Cuando lleva rato conduciendo se da cuebta de que el camino es un poco mas largo de lo que lo recuerda. ¿Las risas de Kyungsoo lo acortaban? también puede que se tratara de que no dejaban de hablar ni un solo segundo de lo aburrido que era que la camioneta no tuviera mas que reproductor de cassettes y se vieran en la necesidad de tener que escuchar una y otra vez las canciones que le gustaban a su padre. 

Ojalá poderle tomar una foto a su yo del pasado hablando con Kyungsoo. Sería la mejor foto de su carrera, está seguro de eso. Una foto única y buena, de un momento único y bueno. ¿Cómo sería ponerlo en palabras? 

Puede intentarlo, hay un largo camino de carretera para intentarlo. 

Y eso hace. Su mente no pierde la concentración en la carretera pero sus sentimientos se convierten en un metrónomo que va demasiado rápido. Visiones fugaces de un flequillo negro un poco mas largo de lo que debería se cruzan en su mente, la forma en que sus camisetas estaban en su cuerpo o en el de él y las vans rotas, rayadas con rotulador. También piensa en su mano, su mano siempre siempre a punto de entrelazarse con la de Kyungsoo. 

Comenzó todo eso que eran con la extraña casualidad de que ambos terminaran sus propias frases, los dos pensaban igual sobre muchas cosas y, cuando no era ese el caso, sabían explicarse mutuamente el uno al otro las cosas hasta que las interiorizaban y algo cambiaba en ellos. Era extraño cuando hablaban, pero era maravilloso. Borraron la línea que hay en una conversación y parecían una misma mente recitando un monólogo. 

No era aburrido, no era cansado, eran ellos y era como si un conducto conectara la parte de atrás de sus cabezas. 

—Extraño eso. 

Las palabras salen de su boca sin que se de cuenta y también se asombra de encontrarse ya aparcado fuera de la casa de Chanyeol, en una pieza, sin chocar el auto, sin derrumbarse por dentro.

—¡Te he extrañado muchísimo! 

La voz de Chanyeol se escucha lejana aunque está justo ahí, con su cara pegada a la ventana del conductor, con sus ojos siempre jovenes escudriñandole. 

Chanyeol fue la primera persona en darse cuenta que le gustaba Kyungsoo, mucho antes de que él mismo lo terminara de aceptar. 

Sin pensarlo dos veces decide que antes de bajar del coche lo mas conveniente es fotografiar la carota de su amigo alto. ¿Por qué no? capta su escencia y esa esencia fue importante en la historia que quiere contar a través de fotos. 

—Tú estás saliendo con Kyungsoo —le dijo Chanyeol convencido y con la poca seriedad que existe en su cuerpo. 

—¿Cómo...? No nos besamos, no follamos, apenas nos tocamos... —medio balbucea Baekhyun, sorprendido por el repentino tema que Chanyeol ha traído a colación. 

—Están conectados como lo están las parejas, hasta más diría yo. 

Sale del brumoso flashback cuando nota que está en medio de gente, con el brazo de Chanyeol sobre sus hombros y con Zhang Yixing empujando gente para abrirse paso y envolverlo en un abrazo. 

Estos son sus amigos, estás son las mismas personas por las que antes hubiera hecho todo, aún cree que lo haría. Kyungsoo era su amigo e incluso se enamoró de él.

Los pensamientos se borran de la cabeza de Baekhyun cuando además de Yixing se siguen sumando personas de su pasado que aun quiere en presente. Se borran cuando vaso de alcohol es depositado en sus manos. La memoria se acuesta a dormir completamente cuando Baekhyun baila como si tuviera 17 otra vez y nada más que no fuera la escuela le importara.

Danza junto a Chanyeol, junto a Yixing e incluso de alguna manera termina tonteando con Yifan. La cámara bota en su pecho, y su mente hace fotos borrososas de ese momento y es cuando ve a lo lejos y todos los recuerdos vuelven a flotar en su mente, a bailar en su mente. 

Una sonrisa se planta en su rostro, una extrañeza recorre su cuerpo y una buena vibra sacude sus recuerdos. Por supuesto que no se imaginaba que esa sería su reacción al ver a Kyungsoo.

El muchacho se encuentra de espaldas pero Baekhyun tiene toda la seguridad de qué es él, despues de todo, a esos hombros les vendría bien un abrazo, o eso solía pensar cuando no se atrevía a abrazar a Kyungsoo. 

—¿Hace cuanto no hablas con él? 

La voz de Yifan lo desconcentra y Baekhyun baila más cerca de él para que escuche mejor su respuesta. 

—¿4 años? —responde dudodoso. 

Fue una navidad y tenía 23. Ambos vinieron a pasar navidad a su pequeño pueblo para específicamente verse y hablar. 

—Porque no terminó nada bien...

El eco de palabras pasadas de Kyungsoo resuena en su cabeza y le toma la muñeca a Yifan para que salgan al patio trasero en donde todo está más calmado. 

—¿Estás bien? 

Y la sombra de Yifan de hombros mas delgados y un peinado con forma de tazón pasa entre ellos con tan solo esa pregunta. 

—Estoy bien. 

Eso solo son memorias ya. 

A Yifan no le hace falta preguntar nada más. Su amigo realmente está bien. No es un niño, no está enamorado y ha superado los recuerdos así que le sonríe porque recuerda como Baekhyun se perdió a si mismo en una ruptura que venía más que anunciada y que lo tomó por sopresa por estar en una fantasía. 

Baekhyun probablemente ya ni recuerde exactamente la forma en que disociaba mientras estaba en su relación con Kyungsoo. 

Bajo la atenta mirada de Yifan, el bajito decide tomar su cámara, limpiar el lente y enfocar las puertas de cristal que dan al interior de la casa. Luces de colores chocan contra la oscuridad natural de la noche y las lámparas cerca de los arbustos que desprenden una fastidiosa luz amarilla. Tal vez hacer una fiesta es recrear un episodio donde alguien disocia y hacer que más gente lo experimente. 

—Iré a ver tu exposición —confirma Wu Yifan—, pero debes avisarme con tiempo. 

—¿Agenda llena? —pregunta bromeando el bajo. 

—Siempre. 

Y ríen como si tuviera 18 y todo el mundo se les estuviera viniendo encima de la misma forma en que Baekhyun reía y lloraba mientras veía fotos en su móvil de momentos que no se iban a repetir. Ahora los revive, pero son solo fotos de una cámara chula, una exposición y pasado. Aunque lo recuerde en el presente, ya no lo trae al presente, ya no siente esas cosas en el presente. 

—¿Quieres que me lleve a Chanyeol? —pregunta Yifan y cuando ve que Baekhyun no entiende señala discretamente con su barbilla a las dos personas que se acercan a ellos. 

Esto será extraño, se dice pero cuando sus dos amigos llegan hasta donde están nada se siente absolutamente extraño, por lo menos no para él, por lo menos no para Kyungsoo. 

Hablan entre los cuatro un rato. Chanyeol no para de comentar lo feliz que es con su pareja y Kyungsoo hasta le tiene que interrumpir para poder hablar, y todos se lo toman con risas porque nada ha cambiado pero a la vez todo sí. 

El momento de quedarse solos es cuando Yixing llega bailando como quien tenía años sin hacerlo y se lleva a Yifan y Chanyeol para recrear una escena de baile de una película que Baekhyun no logra recordar. 

Entonces se queda junto a la persona que creía tenía la misma mente que él y deciden reposar en la hierba. Se observan, se entienden, se analizan y el silencio no se encuentra en el entorno sino que lo generan ellos y se aíslan. Es una conexión única en la vida, pero no son dos cables que deban tocarse.

—¿Quieres dar una vuelta en la camioneta? —pregunta Baekhyun de la nada. 

—¿La de tu padre? 

—Esa misma. 

No necesitan más palabras, simplemente se ponen de pie y se escabullen sin que nadie los vea. Caminan como si fueran la sombra de una misma persona y se rien al mismo tiempo cuando la camioneta deja la manzana en donde está la casa de Chanyeol. 

—¿Estamos bien? —pregunta Kyungsoo, revisando la guantera en busca del cassette de Fleetwood Mac o por lo menos eso espera Baekhyun. 

El menor de ambos coloca Landslide y Baekhyun sonríe porque ha acertado, incluso sabía que canción iba a colocar y siente que cuando la escuchaban de jovenes era una bola mágica de esas que te revelan el futuro, pero siempre ignoraron esas cosas, sin embargo ahora entienden la letra, de la misma forma y ya no dejan que las cosas se caigan por su propio peso. 

Su cámara que hasta ahora colgaba del espejo retrovisor es robada por las inexpertas y desconocidas manos de Kyungsoo, que juega con ella y saca fotos de todo lo que le parece interesante en él auto, incluido Baekhyun. 

Yo amo a esta persona, piensa profundamente Baekhyun y cuando Kyungsoo lo mira fijamente a los ojos, lo sabe. Sabe lo que tiene que saber. 

Se había lastimado lo suficiente cuando comprendió que había convertido su relación con Kyungsoo en una fantasía de iguales amándose. No eran completamente iguales como dos pilares que sostienen una casa; la forma de procesar los pensamientos no era la misma y Baekhyun se habia atrapado en una fantasía en donde Kyungsoo era su copia y por eso discutían sin fin, por eso cada vez que se tocaban, eran como imanes, y no de la forma en que estando lo suficientemente cerca se atraen rápidamente y cuesta separarlos. Se comenzaron a repeler fuertemente sin darse cuenta.

Eran lo suficientemente iguales para no poder estar juntos y lo suficientemente diferentes para querer con cada parte de su cuerpo estarlo. 

Se quemaron, más que todo por culpa de Baekhyun, por no querer ver que no era Kyungsoo exactamente igual a él y por no ver que unas personas como ellos no podían estar tan enfermizamente juntos. No tenían un conducto en la parte de atrás de sus cabezas que conectara sus mentes. Era una mentira que se decía Baekhyun. 

De haber sabido como gestionar la relación sin disociar de lo que era en realidad, tal vez se verían más a menudo. Pero ya no pueden y sin embargo en un punto del tiempo siempre van a existir juntos y eso le trae consuelo a Baekhyun o por lo menos durante muchos años sin poder superar lo que pasó ese fue su consuelo. 

En ese punto del tiempo, siempre estarán bien, nada se ha arruinado y en el punto del tiempo actual están bien de nuevo, aunque no se vean casi nada. Están bien, la fantasía de dos cuerpos que en realidad eran uno ya no existe y se han separado dolorosamente como si hubieran siado siameses. Dos cerebros distintos, iguales, da igual, en el presente da igual. Están mejor ahora y los recuerdos solo son recuerdos y las fotos solo son recuerdos. 

Y pueden reír, pueden reir juntos otra vez. 

—Can I handle the seasons of my life? —cantan juntos y las ruedas de la camioneta siguen girando y parece que será infinito, aunque no lo es, nada lo es. 

Estuvieron conectados, piensa Baekhyun y también decide que ese será el nombre de su exhibición.