(PRÓXIMAMENTE)

Alarma a las 5:30, desayuno a las 6, escuela a las 7. De 4 a 6 el gimnasio, de 7-8 tareas, dormir a las 10. Al día siguiente alarma a las 5:30, desayuno a las 6, escuela a las 7. De 4 a 6 el gimnasio, de 7-8 tareas, dormir a las 10. No fumes, no bebas, vuelve a la casa a las 11. Alarma a las 5:30, desayuno a las 6, escuela a las 7. De 4 a 6 el gimnasio, de 7-8 tareas, dormir a las 10. Falda muy corta, vestido muy corto, shorts muy cortos, cámbiatelos. Alarma a las 5:30, desayuno a las 6, escuela a las 7. De 4 a 6 el gimnasio, de 7-8 tareas, dormir a las 10. No hables con desconocidos, no digas groserías. Pero la más importante, no hables con chicos.

A los 17 años Emily había pasado toda su vida con un programa planeado a la perfección por sus padres. Notas perfectas, sonrisa perfecta, educada, limpia, ordenada. Se graduaría a los 18, iría a Massachusetts a estudiar leyes, se graduaría como abogada, tendría una casa muy bonita y dos hijos. Todo era planeado a la perfección, lo único que Emily tenía que hacer era seguir el plan. Pero todo cambió esa noche en la que Emily decidió tener una vida social. Tal vez romper las reglas no sería tan malo después de todo.