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Raven emergió de la mina jadeando, con Spike aún aferrado a su pecho. El aire fresco fue un alivio momentáneo,
pero la escena que encontró la dejó sin aliento. La muralla, esa imponente estructura que protegía al pueblo, estaba completamente destruida.
Los Mobians corrían en todas direcciones, algunos empujando carretillas con heridos o pertenencias, mientras otros trataban de organizar a los niños y ancianos. Los soldados, armados con lanzas, espadas y martillos, gritaban órdenes que apenas se escuchaban por el ruido de los gritos y las explosiones. Sin embargo, sus rostros estaban marcados por el miedo.
A medida que Raven avanzaba entre la multitud, sus ojos se posaron en los cuerpos inertes de los Mobians que no lograron escapar. Vio cómo un niño pequeño era llevado a la fuerza por otra mujer, alejándolo de una piedra gigantesca que había aplastado a alguien cercano a él. El niño gritaba, sus lágrimas empapando su rostro mientras extendía la mano hacia el lugar donde había quedado el cuerpo.
Raven apretó los dientes, tratando de bloquear el horror de su entorno, pero no pudo evitar notar cómo una familia entera había sido aplastada al intentar huir de su hogar. El Kaiju, inmenso y siniestro, avanzaba implacable. Las catapultas, cañones y proyectiles apenas le rozaban, incapaces de detener su marcha destructiva.
Y 2 Mechas estaban averiados siendo el de color rosado el que estaba reparado por algunos Mobians
Spike: Raven... Susurró Spike, señalando su brazalete mientras el miedo brillaba en sus ojos. Tal
vez pueda hacer algo.
Raven: ¿Cómo que? ¿Crear un escudo más grande? Replicó Raven, su voz cargada de desesperación y sarcasmo. Dudo que ese maldito no pueda detenerlo.
Spike: Debo intentar...
Raven: ¡No vas a intentar nada! Lo interrumpió Raven, su tono firme mientras lo apretaba más contra ella.
Con esa declaración, Raven corrió con Spike hacia las filas de Mobians que huían del desastre, dejando atrás el caos inmediato del campo de batalla.
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Big, dentro de su tanque, maniobraba con valentía hacia el Kaiju, intentando dispararle una bala masiva. El proyectil fue atrapado con facilidad por las mandíbulas del monstruo, que lo aplastó como si fuera papel. Un rugido ensordecedor escapó de sus fauces, y Big, consciente de su destino, abrazó su pequeña almohada con la imagen de Froggy mientras el inmenso pie del Kaiju se levantaba.
El impacto fue devastador. La mitad del tanque quedó aplastada, y Cream, observando desde su robot, gritó con horror:
Cream: ¡Big, NOOOO!
Jalando una palanca, Cream activó los propulsores de su mecha, envolviendo la máquina en electricidad. Con movimientos rápidos, atacó varias partes del Kaiju, buscando vengar a su amigo. Pero el monstruo rugió con tal fuerza que todos los combatientes se tambalearon. La boca en su estómago se abrió y comenzó a succionar todo a su alrededor, arrastrando rocas, escombros y cualquier cosa que estuviera cerca.
Knuckles: Eso es nuevo. Comentó Knuckles, sus ojos clavados en la aterradora escena.
Cream: ¡Ayuda! Gritó Cream con desesperación. ¡Me va a-
El impacto de su robot contra una roca desactivo sus propulsores y la mando directo a las fauces del monstruo.
Cream: ¡COMEEEEEEER!
Knuckles, viendo la situación, agarró el martillo del mecha de Amy y se posicionó detrás del Kaiju.
Knuckles: ¡No en mi guardia! Gritó mientras lanzaba un golpe devastador que hizo que el monstruo cayera de rodillas.
Desde el suelo, el vehículo taladro conducido por Tails emergió disparando un rayo congelante que impactó el hombro del Titán, cubriendo de hielo el brazo donde estaba su espada de hueso. RED, desde una posición estratégica, saltó y golpeó con fuerza la parte congelada, logrando cortarle el brazo.
El Kaiju rugió de dolor, pero Amy ya estaba lista. Con su mecha reparado, voló directo hacia el monstruo, recuperando su martillo.
Amy: ¿Tienes hambre, niño grande? Gritó Amy mientras clavaba el martillo en el cráneo del Kaiju. ¡Pues come esto! Jalando una palanca marcada como Propulsores, liberó llamas a máxima potencia desde el martillo, quemando al monstruo desde dentro.
El calor extremo afectó también a Amy, que dentro de su mecha gritó mientras la temperatura aumentaba. Sin embargo, el Kaiju, con un último esfuerzo, golpeó el mecha de Amy con su único brazo restante. El impacto rompió el martillo, desactivó el brazo izquierdo del mecha y finalmente lo dejó completamente inoperativo.
El mecha de Amy cayó al suelo con un estruendo, mientras el Kaiju, aunque herido, se alejaba lentamente, dejando caos y destrucción a su paso.
Knuckles, dentro de su Mecha maltrecho, se tambaleaba mientras intentaba mantenerse en pie. Su mirada estaba fija en el Kaiju, que se alejaba herido pero aún con fuerza suficiente para causar más destrucción.
Knuckles: ¡A por él! Rugió con una determinación feroz. ¡Está muy herido, podemos terminar con esto aquí!
Desde el vehículo taladro, Tails salió apresuradamente, su voz llena de urgencia.
Tails: ¡No! ¡No podemos! Gritó mientras señalaba alrededor. Mira a tu alrededor, Knuckles. Big está medio destrozado.
Knuckles observó cómo Cream, con lágrimas en los ojos, intentaba sacar a un moribundo Big de los restos del tanque.
Tails: Amy está agotada. Continuó Tails, señalando a Amy, que había salido de su Mecha con movimientos lentos. Blaze the Cat, bajando de su propio Mecha, se acercaba a Amy para levantarla y ayudarla a mantenerse en pie. Tuvimos suerte salir vivos de esta.
Knuckles, frustrado, golpeó el monitor del interior de su Mecha, rompiéndolo con un estruendo.
Knuckles: ¡Argh! Gritó mientras salía del Mecha, agarrándose la cabeza. ¡Pero estamos tan cerca! Tu horrible-
La voz en su mente, aquella que no podía ignorar, le susurro:
Knuckles: (Lo está protegiendo, protege a Sonic).
Knuckles: Por supuesto. Masculló Knuckles, su tono lleno de veneno mientras saltaba de su Mecha y al caer alcsuelo, se acercaba a Tails. ¡Dices que lo quieres muerto, pero estás de su lado! ¡¿Lo quieres de vuelta, no es así?!
Amy, tambaleante pero decidida, intervino.
Amy: Eso es una locura. Déjalo en paz, Knuckles.
Knuckles giró hacia ella, su mirada ardiente.
Knuckles: ¿Loco, Rosey? Espetó con sarcasmo. Loco como un zorro, tal vez.
Se giró de nuevo hacia Tails, sus pasos firmes y amenazantes.
Knuckles: ¡Dile, Tails! Exigió, su voz temblando de rabia. ¡Diles por qué no me dejas matar a esa bestia que amenaza todo y a todos los que amamos!
Tails levantó las manos, intentando calmarlo.
Tails: Knucks, este no es el momento...
Knuckles: ¡DILES! Knuckles no cedió, su voz creciendo con cada palabra. ¡Diles que no es ninguna bestia, al menos no en el fondo! ¡Diles lo que me dijiste! Cuéntales... Lo que realmente le pasó a Sonic.
El resto del equipo, herido y agotado, pero incapaz de ignorar el intercambio, dirigió su atención hacia Tails. Las palabras de Knuckles flotaron en el aire, cargadas de un peso que nadie esperaba.
Todos miraron a Tails, confusos y expectantes.
El zorro, tras unos segundos de silencio, dejó escapar un largo suspiro.
Tails: Muy bien. Dijo finalmente.
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Raven y Spike caminaban con un grupo de Mobians que intentaban mantenerse unidos mientras la confusión y el caos reinaban alrededor. Las murallas destruidas habían dejado expuestos a todos, y el miedo era palpable en el aire. Entre los escombros y el polvo, Raven divisó a Silver, quien estaba ayudando a organizar a los refugiados. A su lado, una figura tímida con orejas puntiagudas se mantenía cerca, mirando nerviosa a su alrededor: Succie the Hedgehog.
Raven se acercó, arrastrando consigo a Spike, quien miraba a su alrededor con la mirada baja.
Raven: Silver, necesitamos ayuda para salir de aquí. Dijo mientras se detenía frente al Mobian de pelaje plateado.
Silver se giró hacia ella, con una expresión preocupada pero amable.
Silver: Estamos haciendo lo que podemos. El Titán sigue moviéndose, pero debemos aprovechar esta pausa para evacuar a los que podamos.
Succie, quien había estado en silencio, dio un paso adelante.
Succie: ¿Están bien? No los había visto antes.
Raven: Sí, acabamos de salir de las minas. Respondió Raven con voz firme.
Mientras los tres hablaban, Spike miró hacia un grupo de Mobians cercanos. Entre ellos, notó a uno que llevaba vendas apretadas alrededor de lo que alguna vez fue su brazo izquierdo. El Mobian, un conejo de mirada cansada, estaba sentado en el suelo, jadeando de dolor mientras otros intentaban consolarlo.
Spike sintió una punzada de culpa y empatía. Miró su brazalete, recordando cómo había creado el escudo que los salvó en las minas. ¿Y si podía hacer algo más?
Spike: Tal vez... pueda ayudar... Murmuró en voz baja.
Sin saber exactamente qué hacía, Spike alzó su brazalete y lo apuntó hacia el Mobian. De repente, un rayo verde salió disparado del dispositivo, envolviendo al conejo. Para sorpresa de todos, el brazo faltante comenzó a regenerarse frente a sus ojos.
Los murmullos se extendieron por el grupo, y todos comenzaron a mirar a Spike con asombro y confusión.
Succie: ¿Qué fue eso? Preguntó, acercándose.
Raven reaccionó de inmediato.
Raven: Spike. Exclamó mientras lo tomaba del brazo y lo apartaba rápidamente del grupo. Lo siento, él está cansado. Disculpen. Debo llevarlo a un lugar menos ruidoso.
Antes de que alguien pudiera detenerlos, Raven llevó a Spike a un lugar más apartado, detrás de unas cajas apiladas.
Raven: ¿Qué hiciste? Le preguntó, sus ojos llenos de preocupación.
Spike, aún sorprendido, miró su brazalete.
Spike: Creo que... lo ayudé. Puedo hacer más que escudos, hermana. Puedo ayudar a la gente.
Raven suspiró y puso las manos sobre los hombros de Spike.
Raven: Sí, pero no puedes ir por ahí exponiéndote así. ¿Qué pasaría si alguien intentara quitarte ese brazalete?
Spike:Puedo defenderme. Insistió, con un poco de terquedad. Puedo usar los escudos.
Raven: ¿Y si estás dormido o indefenso? Respondió rápidamente. Mira, no te estoy diciendo que no ayudes a los demás, pero hazlo de manera discreta. Si alguien descubre lo que puedes hacer, podríamos meternos en problemas serios.
Antes de que Spike pudiera responder, Succie apareció detrás de ellos.
Succie: Bueno, eso fue impresionante. Tal vez podrían usar ese poder para ayudar a Big.
Raven, sorprendida, giró rápidamente hacia ella con una daga en la mano.
Raven: ¿Cómo te escabulliste?
Succie levantó las manos con inocencia.
Succie: No me escabullí. Apenas y se alejaron unos pasos de mí.
Raven frunció el ceño, pero al mirar hacia atrás, se dio cuenta de que Succie tenía razón.
Spike: ¿Quién es Big? Preguntó, desviando la atención.
Succie señaló hacia el campo de batalla, cuando el Titan ya se habia ido. Big, malherido, era sacado del tanque destrozado por Cream. Su enorme figura estaba desprovista de una mano, y su expresión era de puro dolor.
Spike no lo pensó dos veces y corrió hacia él.
Raven: ¡Spike! Gritó, siguiéndolo de cerca. ¡Parte de "discreto" no entendiste!
Succie, también se fue con ellos, pero por otra razón.
Succie: Voy a ver cómo está Amy.
Raven apenas tuvo tiempo de replicar, ya que Succie ya estaba caminando con aparente calma hacia donde Amy estaba.
Cuando los 3 llegaron, escucharon a Knuckles en medio de una acalorada discusión.
Knuckles: Cuéntales... lo que realmente le sucedió a Sonic. Dijo, su voz resonando con rabia y dolor.
Succie y Raven se detuvieron en seco, sus ojos bien abiertos.
Fin
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