Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

3.

Esa noche, el sueño no te dio tregua. Los recuerdos se arremolinaron en tu mente como un torbellino, obligándote a revivir cada momento con Bakugou. Los regalos y detalles que le habías dado sin recibir siquiera un "gracias", las veces que tomaste la iniciativa para todo porque él nunca lo hacía. La relación había sido una calle de un solo sentido, donde tú dabas y dabas, mientras él apenas se molestaba en recibir.

En medio del sueño, te viste a ti misma, o mejor dicho, a la persona que eras antes de él. Una chica brillante, feliz, llena de sueños y entusiasmo. Y luego viste en lo que te habías convertido: alguien callada, insegura, con miedo y ansiedad marcando cada uno de tus pasos.

No podías seguir así.

Despertaste con una determinación que no habías sentido en mucho tiempo. Bakugou no tenía derecho a interponerse entre tú y tu futuro. Tú querías entrar a la U.A., y nadie, ni siquiera él, iba a impedirlo.

—Si realmente me ama, lo entenderá… ¿no? —susurraste para ti misma.

Pero fue un error pensar eso.

Los días pasaron y comenzaste a enfocarte en lo que realmente importaba: tú. Volviste a entrenar con disciplina, a estudiar con intensidad, a salir con amigos sin sentir la necesidad de revisar el teléfono esperando un mensaje suyo. Y aunque tú no lo buscaste, él tampoco lo hizo.

Hasta que una semana después, Bakugou apareció en la puerta de tu casa, con el ceño fruncido y los ojos encendidos de furia.

—¡Dime la verdad! —exigió sin siquiera saludarte—. ¿Tienes a alguien más? ¿Es por eso que me estás ignorando?

Lo miraste confundida.

—¿De qué hablas? Solo he estado estudiando y entrenando.

—¡No me jodas! —gruñó, dando un paso hacia ti—. ¡Eres una maldita zorra! Seguro que ya te largaste con cualquiera.

El miedo se instaló en tu pecho, pero no dejaste que te dominara. Apretaste los puños y lo enfrentaste con firmeza.

—¿De verdad crees eso de mí? —le preguntaste con voz serena—. Si es así, entonces no tienes por qué estar aquí.

Bakugou se quedó en silencio por un momento, apretando la mandíbula, hasta que finalmente resopló y se dio media vuelta.

—Lo que sea —murmuró antes de marcharse.

Cerraste la puerta con un suspiro. Sentías una mezcla de emociones, pero sobre todo… alivio.

Dos horas después, tu teléfono vibró con un mensaje suyo.

"Terminamos. Esto no está funcionando."

Por un instante, te quedaste inmóvil, como si tu cuerpo necesitara procesar esas palabras. Pero entonces, algo dentro de ti se relajó. No había dolor, solo la confirmación de lo que ya sabías.

Con manos firmes, escribiste una simple respuesta:

"Está bien. Gracias por todo. Suerte con tu vida."

Pensaste que eso sería el final, pero otro mensaje llegó casi de inmediato.

"A menos que vengas a mi casa y me ruegues por una segunda oportunidad, podemos intentarlo otra vez."

Leíste sus palabras con incredulidad y negaste con la cabeza. Sin titubear, respondiste:

"No."

Su respuesta fue rápida y furiosa.

"¿Así de poco te importo? ¿Nuestra relación no significó nada para ti?"

Respiraste hondo antes de escribir tu última respuesta.

"Claro que me importó, pero sé respetar decisiones y límites. Si esto es lo que quieres, entonces así será. Te quiero, pero no puedo seguir así. Te perdono, pero no quiero que sigas en mi vida."

Y con eso, eliminaste su contacto y todo rastro de él de tu vida.

Bakugou no volvió a escribirte.

Sin embargo, la semana siguiente no fue tan tranquila como esperabas. En cada clase, sentías su mirada clavada en ti. Sabías que era él, pero también sabías que no tenía el valor de acercarse. En cambio, intentaba llamar tu atención de otras formas: hablaba más fuerte de lo normal, se esforzaba por impresionar a sus compañeros… pero tú lo ignorabas por completo.

Hasta que, un día, su voz resonó en el aula.

—Obviamente, yo entraré a la U.A. —declaró con arrogancia—. No como ciertos ilusos que creen que pueden lograrlo sin un don.

Sabías perfectamente a quién iba dirigido su comentario. Te detuviste un segundo y, al verte reaccionar, Bakugou sonrió con satisfacción. Pero cuando simplemente volviste a concentrarte en lo tuyo, su expresión se torció en frustración.

Murmuraste un "Maldición" en voz baja al darte cuenta de que tendrías que verlo en la U.A., pero no te importó. Ahora estabas enfocada en lo que realmente importaba: tu futuro.

Después de clases, te reuniste con Deku para estudiar. Estaban en plena conversación cuando, de repente, Bakugou apareció y, sin previo aviso, le arrebató el cuaderno de las manos.

—¿En serio sigues con esta basura de querer ser héroe sin un don? Eres patético.

Te hervía la sangre. Con rapidez, le quitaste el cuaderno de las manos y lo miraste con frialdad.

—¿Sabes qué es realmente patético? —dijiste en un tono seco—. Seguir menospreciando a los demás solo porque te sientes inseguro.

Bakugou abrió la boca para responder, pero el odio en tu mirada lo hizo detenerse. No dijiste nada más. Solo tomaste a Deku del brazo y te alejaste.

Bakugou se quedó en shock. Por primera vez, no había visto miedo ni tristeza en tus ojos. Solo desprecio.

Sus amigos se rieron de ti y de Deku, burlándose de lo patéticos que se veían juntos. Pero Bakugou no se unió a ellos. Se quedó ahí, inmóvil, con los puños temblorosos y la mirada clavada en el suelo.

Para evitar que las lágrimas escaparan, hundió las manos en los bolsillos y se alejó en silencio. Sus amigos lo siguieron, confundidos por su repentino silencio.

Mientras tanto, tú y Deku caminaban juntos, soñando con el futuro, con la promesa de convertirse en héroes. Por primera vez en mucho tiempo, te sentías libre, fuerte y dueña de tu destino.

Eras una chica de 15 años con un camino lleno de desafíos por delante, pero ahora sabías que tenías la valentía para enfrentarlos con una sonrisa.

Y, lo más importante, habías entendido algo crucial:

Eras demasiado para alguien tan superficial.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro