〃
Cada dedo de mis manos se hundió y se enredó entre mis menesterosos mechones rubios para a continuación ejercer fuerza hacia el lado contrario de sus raíces sintiendo en mi piel la consecuencia de ese zarandeo. En mi garganta se había formado un gran nudo el cual me privaba el lujo de poder gritar o poder expresarme, mis pulmones aún funcionaban; se apoderaban del oxigeno que entraba y con dificultad se vaciaban, podría jurar que mi corazón estaba encharcado de masa oscura y ya no recorría sangre por sus venas, y mi cuerpo ya no sentía el dolor en mis extremidades, torso, piel o cabeza y solo me limitaba a menospreciar mi respiración.
Casi no podía abrir mis ojos al completo o al menos ni un poco más de su cincuenta por ciento, ya que se hallaban muy hinchados por haber estado cada minuto de mi estancia en ese lugar llorando. Pero aunque pareciera de locos, aún seguía vivo, aún seguía con ese ligera vibra de esperanza y llena de luz que me mantenía activo.
El inconveniente era que ese fulgor se encontraba muy remotamente lejos de mi.
Inesperadamente, en esa negrura la imagen de mis ojos se empezó a volver borrosa así que parpadeé varias veces y antes de que pudiera ni siquiera reaccionar, mi cuerpo se desplomó por los aires hasta que aterricé contra un suelo rugoso y polvoroso recubierto por textura repugnante que se encolaba a mi piel. Al pasar segundos, sentí como mis costillas eran golpeadas por un objeto punzante causando que me retirara hacia atrás, dejando mi espalda descender hacia el suelo con ferocidad y solté un gemido de dolor, experimentando como mis costillas ya perjudicadas intentaban moldear a la forma de mis pulmones otra vez al mismo tiempo que éstos se movían para que entrara aire en ellos. Mi cabeza no era consciente de que estaba pasando, sin embargo hacia ya tiempo que no lo estaba. Súbitamente, algo incorpóreo tomó cada uno de mis brazos alzando mi cuerpo demasiado bárbaro causando unas náuseas nacer en mi vacío estómago. Mi visión era nula mientras era usado como una muñeca de trapo hasta que un aire gélido atravesó mi piel provocando miles de desagradables escalofrío por mi sistema nervioso y acabé abriendo los ojos al completo.
- Despierta, asquerosa rata- escupió una voz, la cual había estado cada día dedicándose a amargarme la existencia en mi alojamiento allí. Como no pude responder por la sequedad extendida en mi garganta, recibí un golpe seco contra mi cráneo causando que mi torso cayera, estampando mis dos manos contra el suelo para no golpear más partes de mi cuerpo y por último no pude evitar soltar por mis labios un gemido. Oí su risa amarga de fondo-. La inmortalidad te esta sentando mal, eh.
- ¿Q...Qué queréis?- consegui susurrar, causando un dolor extravagante vagar por mi garganta.
- Gracioso que me lo preguntes- respondió con cierto tono de diversión y tuve la impresión que se había acercado más a mi cuerpo rendido en el suelo, ya que había notado como su cantidad de inmoralidad y oscuridad acumulada hacían contrapeso encima mio-, porqué si que queremos algo.
Antes de poder agarrar aire o mover algún musculo de mi afligido cuerpo, sentí una fornida presión contra mi cuello ocasionando que mi cabeza colisionara contra la pared de manera bestial y mis pulmones pidieran urgentemente oxígeno. Jadeé ahogado e intenté deshacerme del agarre con cero unidades de probabilidades de poder escapar. Al principio necesité un porqué de su acto, sin embargo no tardé mucho en descartar esa estúpida pregunta. Llevaba siendo torturado durante tanto tiempo que ya mi mente se había concienciado de ello.
- Te crees que somos estúpidos, crees que después de todo puedes ganar en este juego, que puedes devolvérnosla- habló con esa voz grave que podría poner la piel de gallina hasta a la persona más valeroso del mundo, no obstante a mi ya no me creaba ningún efecto. Inesperadamente, una apuñalada atravesó mi estomago, justo donde ya tenia una herida bastante infectada y produje otro gemido, mucho más alto-. Eres patético al pensar que podrás superarnos esta vez.
- ¿Q-Qué...hice?- pregunté a la vez que solté un gemido dejando ir aire por mi boca y respirando levemente y de una manera rápida.
- No te hagas el loco Hemmings. Mis compañeros descubrieron como una energía de luz intentaba penetrar en tu cabeza- contestó con rabia y apretó cabreado más mi herida-. Pero ¿Sabes lo más curioso de todo? No hemos podido destruirla del todo- masculló entre dientes y asqueado, manteniendo esa presión contra mi estomago más fuerte, provocando otro gemido de mi parte. La confusión fluía por mi cerebro y realmente sentí una pizca de miedo, sin entender esa luz que comentaba y quise saber que quería de mi-. Dinos ahora mismo que coño es eso o vas a visitar la zona de almas perdidas, otra vez.
Cuando mencionó esa zona, abrí los ojos atemorizado recordando mi primera estancia ahí, pudiendo casi volver a escuchar esos agobiantes bramidos y llantos de auxilio, angustia y pánico. El frío del lugar te penetra el alma de manera inhumana causando que tu corazón pueda experimentar su pesadumbre y desconsuelo. No desearía a nadie humano mantener un encuentro con ese espeluznante sitio jamás.
- No...no sé nada sobre...sobre una luz blanca.
- ¡No te atrevas a mentir!- me gritó y apretó más las dos presiones contra mi cuerpo que tenía, gemí pero retuve el sonido mordiendo con muchísima fuerza mi labio inferior, causando que de tantas heridas ya creadas en mi dañada piel surgiera una ligera cantidad de sangre que saboreé-. Habla ahora o llamaré a mis compañeros.
Algunas lágrimas yacían en mi rostro sintiendo un cúmulo de sensaciones que atormentaban mi cabeza, parpadeé desorientado y agobiado, necesitando respirar y al no poder perdí durante un segundo la consciencia pero volví a abrir los ojos al instante. Miré fijamente a ese cabrón y con toda la impotencia reunida en mi interior, conseguí alzar mi torso hacia delante para plantarle cara y sentir toda su electricidad mortal y maligna rozarme la piel de la nariz.
- Te he dicho; que no tengo ni puta idea de que me hablas.- susurré sin voz y después cedí mi cuerpo caer contra la pared detrás mio.
Dejé de sentir la presión contra mi cuello y la de mi estómago, experimentando una especie de liberación placentera provocando que por mis labios se escapara un suspiro. Sin embargo, no duró mucho esa sensación tan agradable ya que instantáneamente una especie de garra afiladissima se clavó en mi tobillo, dejándome sin respiración y grité de dolor sintiendo como había perforado mi piel de manera profunda. Pero nada terminó allí, en seguida sentí como algo desconocido empezó a arrastrar mi cuerpo a partir de esa perforación. Empezó con lentitud y por cada segundo iba adentrándome más en esa oscuridad terrorífica.
- Esto te pasa para enfrentarte a mi y no decirme la verdad. Descubriremos quien es ese ser de luz y cuando tenga algo que ver contigo, ya sabes que haremos...- empezó susurrando el hijo de puta de antes y oí como soltó una leve carcajada. Supe a que se refería con eso al instante y lo busqué con la mirada desesperado, negando con la cabeza al mismo tiempo. No podía permitir que esas consecuencias ocurrieran. Iba a hablar, pero me interrumpió-. Que te lo pases bien malnacido.
Y con eso, todo mi cuerpo fue llevado a la completa oscuridad.
___________________________
💌dios mio, hola !! cuanto tiempo jo :( qué tal habéis estado?
como prometí,,, he vuelto! y como habéis podido leer con muchos enigmas y mucha fuerza asgfdfew esto solo acaba de empezar y estoy ansiosa para que lo veais.
muchas gracias a todos para leer y haber seguido las novelas, lo aprecio un montón de verdad❤❤❤
nos vemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro