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—¿Estás molestó?. —pregunto muy bajo pero tímido. JungKook apartó la vista del televisor.
—No mi amor. —respondio, sonriendo un poco.
—¿Seguro?. —no estaba muy seguro, el pelinegro había estado muy callado por casi dos horas.
—Sí. —volvio a responder cortante— ¿Tienes hambre?.
—Gukie. —TaeHyung no era ningún idiota, sabía muy bien que aquella pregunta que hizo, incómodo demasiado al otro.— Háblame.
—Estoy hablando. —rió sin humor— Iré a preparar algo de comer, ¿Hamburguesas está bien?. —hizo el ademán de levantarse, pero el peligris se lo negó, tomándolo de las manos.
—Solo tienes que pedirmelo y me iré. —dijo con algo de tristeza, no esperaba que una simple pregunta pusiera a JungKook molesto, porque lo estaba.
—¿Quieres irte?. —dijo sin animos de pelear.
—No tienes que soportar mi precencia, sé que estás enojado, conmigo. Por preguntar algo que no debía, lo sé, pero no voy a discúlparme, porque no hice nada malo. —dijo apretando el agarré— Solo no quiero estar en un lugar donde no soy bienvenido.
—TaeHyung. —el menor apretó las manos del peligris, casi que diciendo con ese simple acto— No quiero que te vayas, solo, me hiciste recordar a alguien muy especial para mí. Lamento haberte hecho sentir mal.
—Esta bien, arruine nuestro día juntos. —se sentía decepcionado, de seguro JungKook le pediría que se fuera y lo dejara solo, pero no fue así, JungKook solo rió un poco, abrazándolo de la cintura, meciéndose de un lado a otro, como si bailarán algún vals.
—No arruinaste nada, apenas son las once de la mañana. Tenemos mucho tiempo para estar juntos, estoy muy feliz de que estés aquí, conmigo.
—¿Entonces —le vio a la cara—, ya no estás enojado?.
—Contigo nunca mi amor, eres demasiado lindo que es imposible enojarse contigo. —comento viendo con total ternura a su novio.— No quiero que te vayas, no te lo voy a permitir. Espere mucho tiempo para poder tener este tiempo a solas contigo y no voy a desperdiciar ni un solo minuto.
—Eres tan cursi. —eso los hizo reír— pero así me gustas. —estaban a punto de darse un beso, pero alguien llamo a la puerta de JungKook.
—¿Sí? —pregunto casi molestó, no le gustaban las interrupciones.
—Kookie, ¿Estás ocupado?. —El pelinegro se encogió de hombros, al parecer ya había llegado su hermano mayor.— ¿Puedo pasar?.
—Sí pero no. —TaeHyung rió por lo dicho, aún así se sentó en la cama, cuando NamJoon abrió la puerta.
—¡Oh, wow! Hola. —dijo apenado.— No sabía que estabas acompañado.
—Mgh si bueno, es nuestro día de solo parejas, eso significa que nada de hermanos.
—De acuerdo entendí, solo quería preguntarte si querías ir a ya sabes dónde.
—Paso —respondio— hoy solo quiero pasar tiempo con Tae, ¿Verdad mi amor?. —con las mejillas calientes el peligris se vio en la obligación de responder.
—Sí, hoy es día de pareja, nada de trabajo ni estudios.
—Bien, entonces me retiro. No hagan nada que yo no haría. —dijo con humor, antes de irse le dio un pequeño paquete al menor.— Los nuevos auriculares que querías, intenta esta vez no perderlos.
—Gracias Nam Hyung. —el mayor solo murmuró más de algo sin prestar mucha atención a lo que decía o hicieran ese par, JungKook ya era adulto.
—Regreso hasta la noche, diviertanse. —fue lo último que dijo, el hermano mayor de JungKook era alguien educado y sobre todo muy agradable.
—Tu hermano es genial. —comento el de cabellos grises— Es un hermano con onda.
—¿Tú tienes hermanos Tae?. —el mencionado solo negó.
—No, pero... JiMin es como si fuera uno. Desde que tengo memoria él ha estado ahí, siempre conmigo. Supongo que eso es tener un hermano ¿No?.
—Justo así. —TaeHyung sonrió, JungKook a veces solo necesitaba unas cuantas palabras para hacerlo sentir feliz. Solo esperaba que siempre fuera así.— ¿Escuchas eso, es un teléfono móvil?. —el menor busco con la vista, no era su teléfono— Parece que es el tuyo. —comento, el sonido venía del teléfono de TaeHyung, que estaba en su bolsón.— ¿Vas a contestar?. —el peligris estaba confuso, el creía haber dejado en claro que no lo llamaran hoy. Gruño un poco cuando vió de quien era la llamada. Kim SeokJin era el causante. No, no iba a contestar, las cosas del trabajo las vería el día siguiente, como había dicho, le sonrió un poco al pelinegro, apagó el teléfono, con una sonrisa muy, pero muy coqueta.— ¿Y eso?. —dijo divertido, notando como el otro tiró el bolsón a algún lugar de la habitación, poco a poco se acercó hasta quedar sentado a horcadas en el regazo del pelinegro.— Tae.
—Hazme tuyo. —pidio, acariciando el pecho del muy sorprendido JungKook— ¿Por fis? —dijo como niño.
—Actuas extraño. —JungKook lo tomo de la cintura, muy fuerte, casi posesivo, poco a poco su agarré se fue a otra zona del cuerpo de TaeHyung.— Sin duda me gusta cuando eres tú mismo. —comento, apretujando los glúteos formados del chico, quien gimió bajito, haciendo movimientos lentos sobre la pelvis de JungKook, ambos enfrascados en su propia burbuja, donde todo se estaba poniendo muy caliente.
Lo único que TaeHyung hacia era gemir, como todo un hormonal, su rostro estaba pegado al colchón de la cama, la mitad de su cuerpo estaba de rodillas sobre el piso, hincado, dándole la espalda a un pelinegro que arremetia duramente contra su prostata— Gukie~ —chillo agudo, cuando JungKook toco esa parte que lo hacía ver estrellas, siguió gimiendo, aún cuando el otro le besaba la espalda y le mordía cada parte de piel expuesta.
—Eres hermoso Kim TaeHyung. —susurro JungKook, abrazando con sumo cariño el cuerpo debajo de el.— Por favor, nunca me dejes. —y TaeHyung muy en el fondo, sabía que era imposible, ya estaba enamorado.
—N-Nunca... te dejare. —pudo decir, su pecho dolía, porque algo estaba en claro, JungKook le escondía un secreto peligroso, aún así, no pudo evitar que las palabras salieran— Creo... —sintio como la semilla de JungKook lo llenaba por completo, dejándolo mudó por un segundo, mancho las sábanas del menor, riendo un poco porque sabía que JungKook haría un berrinche por haber manchado las sábanas de Ironman—, JungKook, creo que te amo. —confeso avergonzado, una lágrima resbaló por su rostro, el menor estaba callado, incluso dejo de moverse, ¿A caso había dicho algo malo?. Escondió su rostro entre las sábanas, no quería escuchar alguna burla o algo, aunque no lo hizo. JungKook empezo a moverse de nuevo, ahora más lento, gruñendo en bajo, poco a poco hizo que el cuerpo del peligris se diera la vuelta y lo viera a la cara. JungKook estaba sonriendo.
Tomó las piernas del mayor, enredandolas en su cintura, siguió con sus movimientos lentos, viendo las expresiones de placer que TaeHyung hacia, con cada estocada que le daba, como sus pieles se pegaban una con la otra. Los gemidos y palabras amorosas que salían de los labios de Kim, hacia JungKook.— Creo que yo también te amo TaeHyung. —dijo con un poco de vergüenza— Kim TaeHyung, te amo. —era la primera vez para el pelinegro, que decía esas palabras, unas simples palabras, que lo hicieron ver vulnerable.
—Jeon JungKook, te amo. —contesto el mayor, dándole una pequeña sonrisa, el también estaba avergonzado. Solo esperaba, que ese amor fuera real y no una mentira.
Pero JungKook si se había enamorado, y no debía hacerlo, pero no pudo evitarlo.
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Lamento haber tardado en actualizar.
No hay excusas, solo no había escrito el capítulo.
One lo siente.
Seis capítulos para que terminé la historia.
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