Capítulo I: De mal en peor.

When I am looking at you• It's like looking at a film on pause • Your pitch black eyes (No) • And frowning face

("Salón 1-B")

Cada vez que leía ese conjunto de palabras, se sentía tan frustrado como era acostumbrado. De solo pensar que debía de pasar todo el año escolar en la misma clase que el idiota de Shirazu le hacía revolver el estómago. Pero, aguarden, ese no era el único problema. También había cierta persona que no toleraba, es decir una de las tantas a las que tenía en su lista de: "ignorar por toda la eternidad". Saiko Yonebayashi. Una chica tan molesta y melosa que podría tener una jaqueca eterna de solo pensar en ello.

De pronto suspira, otra vez, sus ojos continúan inspeccionando la lista que se erguía imponente frente a sus ojos. Un nombre común, simple. Mutsuki Tooru. Esa persona que es tan simple y frustrante, tan insoportable. Esa persona compartiría su mismo aire en los próximos 10 meses. Creía que de todas las posibilidades que existían de combinar a los alumnos había sido la más desafortunada que había podido experimentar en su corta vida.

Los maestros, aquellos encargados de reorganizar los grupos anuales, seguramente aquel día se la habrían pasado bebiendo, podía imaginarlo. Personas desagradables, la cuales siquiera su trabajo pueden hacer adecuadamente. Hablando de banalidades y cosas que tenían poco que ver con la tarea que los había reunido. Pero claro, que ingenuo era, su mala suerte no era tan mala... después de todo.

Sigilosamente una sonrisita muy tacaña se asomó por ese rostro imperturbable. Un nombre, Takeomi Kuroiwa. De pronto no vio todo tan negro en su planeta con número de habitantes: 1. Ese despreciable y bueno para nada había quedado en el salón A. Quiso reír fuertemente, pero dañaría su estilo, así que no, no se daría ese día.

Claro que él no era el único leyendo su propia suerte. Varios estudiantes se amontonaron para observar con satisfacción o con suma tristeza sus nombres en las listas. Era el momento indicado para encaminarse a su destino, de lo contrario perdería el lugar que tenía en mente. ¡Vamos... que era sólo un escritorio de madera! pero, resultaba ser que él ya lo tenía asignado mentalmente y por ende solo le pertenecía a él.

Las voces no tardaban en llegar a sus oídos, pescando afortunadamente una conversación medianamente interesante.

— Es verdad, este año también habrá comité estudiantil— (esa chica es mil sonrisas y mucho rubor).

— Así es. — una sonrisa surco por ese rostro femenino—El presidente Sasaki-san ocupará el cargo nuevamente.

— (Sasaki)

Ese nombre que entraba y salía de sus orejas como un tren que le perfora los tímpanos. Era tan irritante. Ese nombre era tan pronunciado y alabado. Como lo aborrecía. Sasaki era la suprema perfección para todo el maldito mundo. Hablar de Sasaki Haise, era como hablar del ángel más perfecto, del rey, desde que le fue cedido aquel puesto por el superior Arima Kishou. Había oído que luego de su egreso, ingresó a una universidad prestigiosa en Alemania y poco se sabía de él. Sin embargo todos estaban más que dichosos con el insuperable Sasaki, nunca podrían elegir a alguien como él, sino se creara un perfil perfectamente falso.

Ser de aquella manera no era algo que amara con todas sus fuerzas ni que lo odiara con la misma intensidad. Sin embargo resultaba conveniente para lograr uno de sus cometidos, ser el presidente del consejo estudiantil y demostrarle al mundo que él es una supremacía jamás vista antes, que ni siquiera podría ser comparado con Sasaki o el tan apreciado Arima-san.

De más estaba decir que no podría poner una sonrisa en su rostro, por muy conveniente que resultase. No obstante, dudaba que siendo tan directo y poco sensible podría ganarse el pulgar arriba del resto. Debía de entrar en el juego de "llevémonos bien" y "Que bueno volver a verte este año también". Palabrería sin sentido.

— ¡Oye!—aquella voz la conocía tan bien, que lograba exprimirle el cerebro— ¡Urie! ¡¿También te tocó en este salón?!—El "dientes de tiburón" se aproximó rápidamente y alzó su mano esperando a que Urie respondiera con el mismo gesto.

— (¿Por qué tiene que gritar tanto?)—No es como si no pudiera reconocer mi nombre en la lista...— (No te me acerques tanto)

— Es verdad...— Comentó entre dientes—Tú nunca cambias ¿eh? – De pronto le había dado una palmada en la espalda mientras reía, logrando la inestabilidad en su cuerpo—Mírate...—lo señaló agraciado— ¡Pareces una vieja histérica con esa cara!

Las risas de Shirazu le recordaban a los chillidos de las ratas siendo despedazadas por alguna ave carroñera, ese pensamiento le hacía sentir un poco, muy poco, mejor.

— ¡YO! —  Aquella voz de pronto se escuchó y su figura no tardó en ser reconocida por Urie— ¡Shiragin tiempo sin vernos!—Su voz era gangosa y bastante molesta.

Ese uniforme que portaba se veía bastante diferente en comparación al que tenían las demás chicas. La mirada azul de la chica se posó sobre su persona y provocó en él el arqueo de una ceja.

— ¡Uriiii!... ¿me has extrañado?—Preguntó un poco ansiosa.

— (¿Habla en serio?) – En lo absoluto.

— Siempre tan serio Uri-kun...— Comentó con reproche de pronto, haciendo un ademan con su mano.

— ¡Yo sé que me has extrañado!

— (....)

Prefirió no decir nada más a esa bola de inútiles que ya lo estaban sacando de quicio, a sencillos 5 minutos del primer día de clases. Aquello sí que iba a ser exasperante. Hasta que llegó a su asiento, el que tanto ansiaba, sin embargo estaba ocupado.

La mirada de Urie se clavó con tanta intensidad en la cabeza descuidada de esa persona, él casi literalmente le perfora la cabellera con su intenso odio. Acaso, ¿ella no sabía de sus gustos por ese preciado lugar? Bueno, no es como si le hubiera comentado con anterioridad. Sin embargo, deseaba ocupar ese lugar. Estaba situado en el lugar perfecto, ni tan lejos, ni tan cerca del frente. Cercano a la ventana, ese paisaje de cemento crudo y algunas jovencitas practicando deportes le ayudaban a escapar de lo tortuoso que era aguantar todo el día con las mismas personas decadentes que tenía como compañeros.

Al parecer su odio alcanzó a esa persona que se movió ligeramente. Tenía la nariz metida en uno de esos libros de física avanzada. ¿Por qué demonios leería material que no puede entender? Echando un rápido vistazo por el nombre de los demás libros sobre esa mesa, que era suya por deseo y propiedad mental; descubrió que se trataban de libros bastante avanzados, de asignaturas que aún no habían tenido siquiera. ¿Ingles nivel III? , esa persona seguramente quería obtener el mejor promedio, para ingresar con mayor facilidad al concejo de estudiantes. Todo encajaba, primero se adueña de su lugar y luego se adueña de su meta. Era muy ingenuo suponer que se lo iba a dejar tan fácil ¿Verdad?

— Tú...—Mencionó bastante seco— Ese es mi lugar.

Shirazu y Saiko que estaban hablando de sus cosas, pusieron atención cuando Urie habló de aquella manera.

La chica de cabellos verdes lo encaró con los ojos bastante cansados, al parecer había estado leyendo desde hace mucho tiempo. Ladeó el rostro un poco confundida, notando que el salón ya se había poblado con chicos despreocupados.

— ¿Huh?  ¿Este es tu lugar dices?— Preguntó impresionada por aquello apuntando al mismo con su dedo índice, era el primer día de clases y todos podían escoger sus asientos después de todo.

Urie había puesto una mano sobre el escritorio y se acercó lo suficiente como para intimidarla. Ella se retrajo un poco inflando su mejilla.

— Es mi lugar, así que lárgate a otra parte.(vete)

— ¿Quién te lo ha asignado? — Volteó la mirada hacia otro lado, lo sentía muy cerca de su rostro — Quiero decir... ¿es posible que tú hayas llegado antes que yo?

— Este lugar es mío y no tengo porque darte ninguna explicación al respecto. (Si no te largas te haré la vida imposible)

— En ese caso...— mencionó volviendo su vista a la lectura—Este es mi asiento también.

— ¿Cómo dices?— Su voz sonaba bastante molesta.

Shirazu decide acercarse pero otra persona le gana llegando hasta ellos, colocándose a un lado de Mutsuki. Ambos encaran al recién llegado que sonreía cordial.

— Urie-kun, no iras a pelearte con Mutsuki-chan por un simple lugar ¿verdad?

Esa sonrisa resplandecía con la intensidad de un rayo. 

—Anda... hay otros asientos que puedes escoger también, por ejemplo— Echa un vistazo a su alrededor—Pues ahí.—señaló el asiento junto al que tanto quería ocupar.

— No quiero ese asiento, quiero éste. (No te entrometas bastardo)

— Lo siento, pero este asiento está ocupado, por favor no molestes más a Mutsuki-chan. —Sus ojos mantenían una mirada severa a pesar de su sonrisa —Toma asiento junto a ella si prefieres.

— (Borraré muy pronto esa patética sonrisita tuya) — Hmp.

Urie no tuvo otra opción que tomar el asiento disponible junto a la rata de biblioteca "Mutsuki-chan", como había pronunciado el estúpido de Sasaki. Ese sujeto era lo peor de esa escuela ¿Quién se pensaba que era interrumpiendo sus acciones?

— Espero se lleven bien durante todo el año.

Comentó hacía los enfrentados recalcando esa mirada gélida sobre Urie y se echó andar, no sin antes voltear su cuerpo hacia la chica de cabellos verdes.

—Mutsuki-chan por favor ven al consejo estudiantil al finalizar las clases, hay algo que quiero comentarte.

— C-claro presidente-san— Pudo decir un poco nerviosa—Allí estaré, cuente conmigo.

— De acuerdo. Nos vemos luego— Saludó para alejarse del salón.

Urie mantenía su ceño fruncido, como odiaba toda su maldita suerte. Primero el salón de la bola de idiotas, luego la traga libros de Mutsuki refregándole en la cara que le iba a quitar su preciado lugar. Y por último, como si fuera poco, Sasaki haciéndose el héroe, interfiriendo en una lucha que era suya. Para acotar, el hecho de que Mutsuki fuera a ser parte del consejo estudiantil hacía que su sangre hirviera de rabia. Vamos... que él tiene el 1er lugar en las listas de promedios anuales y Mutsuki va por el 3ero. Aquello debía de estar mal, seguramente se trataba de una tarea denigrante, después de todo era sólo una estudiante de 1er año.

(Como yo, pero yo soy mejor).

•••

Hola, estimado lector.

Aquí estamos, nuevamente iniciando una nueva historia. Esta vez, aparte del mal humor de Urie-kun♥, tendremos un poco de celos dramáticos, un poco más de envidia de los viejos tiempos para no olvidar la evolución de Urie como personaje. Y por otro lado, veremos a una Mutsuki enamorada de su sempai Sasaki-san. Pero el problema radica en que Mutsuki irradia en los ojos de Urie, tanto, tanto que avería sus corneas. Ellos se odian, o eso cree Urie y luego...Sasaki metiéndose en medio...

Espero sea de su agrado y Gracias por leer♥ 

Recomendación musical: Instant Love • Junho.♫