-ˋˏ 𝑪𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟰: El Regreso de Newt
Ellie's POV
Habían pasado dos días después de mi duelo final con Dumbledore, y desde entonces no pude dejar de pensar en lo que me dijo. Hoy, sin embargo, nada estaba en mi mente más que el 1 de septiembre, o en otras palabras, el primer día antes de empezara el año escolar, ¡lo que significa que Newt volvía!
No podía esperar a ver de nuevo a mi amigo amante de las criaturas para el nuevo curso, y espero que podamos compartir clases juntos a pesar de estar en casas separadas la una de la otra. Me pareció increíblemente extraño e increíble cómo pude llegar a estar tan encariñada con él y estar tan apegada a él después de solo conocernos por un breve período de tiempo.
Era tan torpe, tímido y apasionado. Todas las cosas que me parecieron extremadamente adorables en él. Caminé alrededor de la sala común de Gryffindor durante horas antes de finalmente decidir que necesitaba una distracción adecuada, así que cogí mi bolso y rápidamente utilicé un encantamiento para revelar mi lado mágico antes de entrar en él y bajar.
Phil saltó inmediatamente de su cesta colgante donde guardaba su colección de objetos brillantes y corrió a saludarme trepando por mi pierna y mi espalda antes de acomodarse en mi hombro. Lo miré con una sonrisa y solté una carcajada cuando lo vi mirándome con la cabeza ligeramente inclinada hacia la izquierda y sus ojos brillantes mirando a los míos.
—Yo también te eché de menos —murmuré. Hubiera bajado antes, pero hoy he estado un poco ansiosa. Bueno, por más tiempo que hoy, pero especialmente hoy.
Phil me hizo un sonido parlanchín preguntándome por qué estaba tan ansiosa.
—Porque Newt vuelve hoy —le respondí. Phil me miró sin entender cuál era el problema—. Newt es un buen amigo mío —aclaré. Phil me miró como si pensara que había algo que no le estaba diciendo. Me reí—. Así es. Un amigo —Phil volvió a parlotear antes de subir a mi otro hombro. Suspiré y me senté en una silla dejando que Phil me entretuviera mientras hacía todo lo posible para no pensar en Newt.
Bajé corriendo hasta donde el tren estaba llegando prácticamente saltando arriba y abajo con alegría mientras miraba cómo llegaba el tren.
Los estudiantes comenzaron a salir de las puertas del tren y pude distinguir inmediatamente a los estudiantes de primer año de los estudiantes que regresaban, ya que los de primer año miraban alrededor con expresiones temerosas, alegres y ansiosas.
Me recordó a cuando llegué a Hogwarts y conocí a Harry, Ron y Hermione. No había pensado en ellos por un tiempo desde que conocí a Newt y el recuerdo trajo una sonrisa triste a mi cara, pero pronto fue reemplazada por una llena de alegría porque vi un mechó familiar de pelo castaño casi rubio rizado de un chico que tímidamente hacía su camino a través de la multitud.
—¡Newt! —llamé con una voz que salió casi como un chillido de la emoción. La cabeza de Newt se levantó y de repente se dio cuenta de lo que le rodeaba tratando de encontrar a la persona que gritaba su nombre—. ¡Newt! —llamé de nuevo, pero esta vez alcé mi brazo en el aire y lo moví tratando de saludarlo.
—¡Elle! —gritó él. Ambos corrimos y nos encontramos en el medio envolviéndonos en un abrazo lleno de anhelo. Me alejé con una enorme sonrisa en mi cara y sentí que mis mejillas se volvían ligeramente rosadas cuando a Newt le pasó lo mismo.
—Es bueno verte de nuevo, Newt —sonreí con una pequeña risa. Newt se sonrojó y miró hacia abajo mientras nos separábamos. Su mano fue a la parte posterior del cuello y pasó a través de su cabello.
—Es absolutamente maravilloso verte de nuevo también, Ellie —dijo en voz baja con una sonrisa en su cara y con sus mejillas aún de color rosa. Dejé escapar otra risa, esta más alta que la otra y la sonrisa de Newt se amplió.
Nos miramos a los ojos por un momento más antes de dirigirnos a los carruajes para hacer nuestro camino hasta el castillo, hablando alegremente sobre lo que no discutimos en nuestras cartas y eventos que ocurrieron al final que nunca escribimos. Yo, por supuesto, omití lo que Dumbledore me pidió. Ni siquiera le había contado a Newt sobre mis lecciones con el profesor Dumbledore. Realmente todo lo que le dije, ya que él tampoco sabía sobre mi caso, fue que caminé alrededor del castillo, volé ocasionalmente en el campo de Quidditch, me quedé en la torre Gryffindor, y pasé tiempo con Dumbledore.
Newt felizmente me habló de los hipogrifos de su madre tan pronto como le pregunté. Él fue capaz de darme suficiente información y hacer suficiente conversación sobre eso todo el camino hasta que tuvimos que despedirnos mientras caminábamos hacia nuestras mesas separadas en el Gran Comedor para estar con nuestras casas. Pronto encontré otra cabeza castaña familiar, Theseus estaba sentándose sin pretensiones en la mesa de Gryffindor sin darse cuenta de mi presencia, así que usé esto como una ventaja y me acerqué a él por detrás.
—¿Y qué? —pregunté haciendo que Theseus se diera la vuelta para mirarme—. ¿Te apareces en Hogwarts después de que esperé aquí todo el verano para que regresaras y luego ni siquiera saludas? —pregunté en broma con una sonrisa burlona en mis labios. Theseus, consciente de darse cuenta de que estaba jugando con él, me devolvió la sonrisa.
—Bueno, entonces tendré que compensarte —contestó él. Dio una palmada al asiento al lado de él—. Siéntate, mi querida Ellie Vance —lo hice, mi sonrisa aflojando para darle una sonrisa genuinamente feliz. Él devolvió mi sonrisa con una sonrisa genuina propia antes de abrazarme fuertemente.
—Hola —susurré.
—Hola —se rió—. Te eché de menos, Ellie —me soltó, aún sonriendo ampliamente—. Aún te ves genial. De hecho, incluso mejor que la última vez que te vi, si eso es posible.
Me ruboricé ante su cumplido. ¿Estaba Theseus Scamander intentando coquetear conmigo?
—Bueno, gracias, Theseus. Tú no te ves tan mal —le respondí con un guiño. Su sonrisa creció más y más con cada momento que pasaba y durante todo el banquete nos pusimos al día compartiendo los eventos de nuestro verano. Le conté las mismas historias que le conté a Newt, asegurándome de dejar fuera todas las sesiones de entrenamiento con Dumbledore.
—Intenté escribirte —explicó Theseus—. Pero entonces Newt me dijo que dejara de escribir en sus cartas cuando no estaba mirando.
Me reí.
—Bueno, si tanto querías escribirme, ¿por qué no me escribiste en tu propia carta?
Theseus frunció el ceño, e instantáneamente me preocupé de haber dicho o hecho algo malo.
—Lo pensé, pero pensé que estabas ocupada escribiendo a Newt y que no querrías responderme.
Me quedé allí sentada mirándolo fijamente, pero él estaba mirando hacia su plato lleno de comida, tratando de evitar mi mirada jugando con su puré de patatas.
—Theseus, mírame —dije firmemente. Finalmente me miró y mi mirada se ablandó—. Eres mi amigo, y siempre tengo o consigo tiempo para mis amigos. Lo creas o no, Newt y tú son los únicos amigos que tengo aquí, así que les estaré eternamente agradecida a ustedes dos por serlo.
La cálida sonrisa de Theseus volvió ligeramente y continuó mirándome. Tan pronto como nuestros ojos se encontraron, me di cuenta de que era diferente de cuando miraba a los ojos de Newt. Claro, Theseus tenía la misma mirada cálida, pero me sentía diferente al mirarlos. Cuando miraba a los ojos de Newt podía sentir cómo mi estómago se revolvía y se retorcía, mi respiración se agitaba, y el mundo a mi alrededor se derretiría en la nada, pero en Theseus encontraba la comodidad que encontré en Newt y sentí que podía confiar en él. Como si fuera mi amigo. ¿Por qué eran los dos sentimientos tan diferentes?
Después del banquete de bienvenida, Theseus y yo salimos juntos del Gran Comedor para dirigirnos a la Torre de Gryffindor. Sin embargo, al salir, me encontré buscando esa familiar mata de cabello castaño claro que me hubiera gustado poder ver todo el tiempo. Vi a Newt sosteniendo un libro y caminando entre la multitud de Hufflepuffs con la cabeza gacha intentando evitar las miradas inquisitivas de los demás. Rápidamente murmuré un hechizo por lo bajo para poder enviarle un mensaje a través de nuestros pensamientos y que nadie más lo supiera.
—Hasta mañana —susurré. Newt levantó la cabeza y miró a su alrededor hasta que su mirada se encontró con la mía. A pesar de la distancia entre nuestros ojos, todavía podía sentir todas las sensaciones familiares y el mundo desapareciendo a nuestro alrededor, de modo que solo éramos él y yo. Me dio una sonrisa y aunque estábamos muy lejos, aún podía ver el rubor que se deslizaba por sus mejillas.
—Hasta mañana —susurró él. Ahora fue mi turno de sonreír. Continuamos mirándonos el uno al otro y nuestras miradas sólo se rompieron una vez que nos habíamos alejado y teníamos una pared que nos separaba mientras íbamos a nuestras salas comunes. Rápidamente volví a mi conversación con Theseus, que estaba divagando sobre Quidditch.
—Espero que hagas las pruebas, ya que te perdiste las del año pasado —dijo Theseus guiñándome un ojo.
—Puedo intentarlo, pero te digo que no soy muy buena —dije tímidamente, un poco sonrojada. Nos dimos las buenas noches y caminamos por las escaleras separadas que una te llevaba a los dormitorios de las chicas, y las otras a la de los chicos. Nada más llegar, me tiré en mi cama y rápidamente caí en un sueño pacífico, sabiendo que mis amigos estaban de vuelta conmigo en Hogwarts.
Me desperté a la mañana siguiente lista para mis clases, que por lo general eran bastante fáciles el primer día. Bajé al Gran Comedor, desayuné un poco y cogí mi horario antes de ir a mi primera clase, que era Encantamientos con Slytherin. Trabajamos con los Encantamientos Animadores toda la clase, lo que para mí eran muy simples.
A continuación tuve Defensa Contra las Artes Oscuras con Hufflepuffs, que era mi favorita. ¡No sólo era mi clase favorita con mi profesor favorito, sino que mi mejor amigo también estaba en esa clase conmigo! Empezamos trabajando en hechizos aturdidores y nos dijeron que nos emparejáramos.
—¡Newt! —grité. Me sonrió y se acercó a mí—. ¿Compañeros?
—Compañeros —contestó él. Nos turnamos toda la clase para aturdirnos el uno al otro, yo siendo más hábil que Newt debido a mis lecciones durante el verano.
Al final de la clase, Newt estaba exhausto y jadeaba muy fuerte con gotas de sudor en la frente. Extendí mi mano para ayudarlo ya que lo había aturdido y él estaba tendido sobre su espalda en el suelo.
—Eres muy buena en esto, Elle —jadeó. Me reí.
—Gracias. Es mi mejor y favorita asignatura —respondí.
—Ya me di cuenta —Newt se rió.
Por el rabillo del ojo vi a Dumbledore sonriéndonos a Newt y a mí mientras lo ayudaba a levantarse cuando finalmente decidió tomar mi mano. Salimos juntos de la clase, y desafortunadamente no tuvimos ninguna otra clase juntos por el resto del día. Al menos tengo mi clase favorita con él. Eso solo hará que este año sea genial. Será interesante ver cuánto he mejorado desde el verano.
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