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CAPITULO 1: Bienvenida a Everton

Las horas habían pasado, Twilight y Cadance habían dejado atrás la ciudad para internarse hacia las montañas. Durante el trayecto no hubo sorpresas, salvo preguntas incomodas de Twilight sobre la situación sentimental de Cadance con su hermano Shining Armor que casi hicieron que la pobre mujer perdiera el control del vehículo.

A pesar de todo, ambas se la estaban pasando bien escuchando la radio y comiendo papas fritas de una bolsa que Cadance tenía guardada en la guantera.

-Entonces, ¿la directora Cinch se fue? –pregunto Twilight a Cadance mientras comía una papa.

-Si –respondió Cadance -al parecer al consejo de maestros no le pareció que la directora Cinch te chantajeara de una manera tan cruel.

-Entiendo, pero... ¿Qué fue de ella?

-Se fue con rumbo desconocido, ¿A dónde? No tengo idea. Lo que sí puedo asegurarte Twilight es que te la pasaras muy bien en donde vamos. Siempre me dijiste que tu sueño era estudiar en Everton, ¿verdad?

-Pues... si, aunque no esperaba que esa oportunidad llegase de manera inesperada.

-Lo sé. De hecho, cuando me llego la carta recordé que a Moon Dancer le paso lo mismo.

- ¿Moon Dancer? –pregunto confundida Twilight - ¿Mi compañera Moon Dancer está en Everton?

-Sí, por eso ella no estuvo con nosotros en los Juegos de la Amistad. La señorita Cinch no quería que lo supieras, ya que Moon entro a Everton gracias a un proyecto que desarrollo en biología. Y como bien sabes, Cinch te quería chantajear haciéndote creer que la única manera de entrar a Everton era con sus influencias, pero en realidad hay muchas formas de entrar al Instituto. Dancer lo hizo gracias a un proyecto que le encargaron desarrollar, realmente es una chica muy inteligente como tú. Estoy segura que si se unen, ambas harán un gran equipo.

-No lo dudaría –dijo Twilight nostálgica y recordando su infancia –Ella es una chica muy lista...

Flashback.

El día era hermoso, el sol brillaba y los pájaros cantaban. En el jardín de un preescolar, varios niños se encontraban jugando o platicando. Algunos jugaban a la pelota, otros al avioncito y algunos más con muñecas o juguetes. Pero de todos, sobresalían dos niñas pequeñas con peinados similares que se encontraban sentadas en una mesa con varias latas de conservas apiladas y con líneas pintadas como si fueran frascos de laboratorio. Ambas llevaban puesto unas batas blancas y unos gorritos como si fueran enfermeras.

- ¡Doctora Twilight! ¡Doctora Twilight! –grito una niña de piel color crema tomando una de las latas –La fórmula necesita más medicina purpura.

-Si Doctora Moon Dancer –respondió la otra niña mientras tomaba otra lata y hacia ruidos con su boca imitando el sonido de una sustancia que se vaciaba - ¡Listo Doctora! La fórmula está lista para el paciente.

-Bien Doctora, ahora tenemos que checar el corazón de este paciente –dijo la pequeña Moon Dancer tomando un oso de peluche y colocándose un estetoscopio de juguete para revisarlo –Esto no me gusta, ¡Necesita gomitas sanadoras!

- ¡Aquí tiene Doctora Dancer! –dijo Twilight dándole un frasco de gomitas en forma de lombriz a su amiga.

-Una para el paciente –dijo Moon poniendo una gomita sobre el oso - una para ti y otra para mí. Doctora, ¡hemos salvado a otro paciente de manera exitosa!

- ¡Si! –gritaron ambas al unísono y saltando de emoción mientras chocaban las manos.

Fin del Flashback.

-No puedo esperar a verla –dijo Twilight sonriendo –quiero saber que ha sido de ella. La medicina siempre fue su pasión, como lo mío es la química y la tecnología. Aunque... claro, a veces en química no soy muy buena, ya varias veces me han explotado sustancias en el rostro.

-Debo admitir que era hermoso verlas a ambas juntas –dijo Cadance igualmente recordando aquellos momentos de la infancia de Twilight –Incluso aunque era tú niñera favorita siempre querías que te dejara quedarte un rato más con ella. Eran como almas gemelas, nunca se separaban.

-Y estoy segura que nunca lo haremos –dijo Twilight mientras encendía su celular y daba clic en la galería de imágenes donde estaba una foto de ella y Moon Dancer de pequeñas –Amigas por siempre.

El auto continúo avanzando por la carretera hasta dar vuelta por una desviación donde podía leerse un letrero que decía: Instituto Everton 5 Km.

Twilight volteo hacia el frente y pudo ver como a pesar de la frondosidad de los árboles que estaban a ambos lados del camino, podía notarse a lo lejos un enorme edificio hecho de cantera negra, con detalles góticos y vitrales que le daban un aspecto extraño e imponente.

La edificación tenía la apariencia de ser una abadía, muy parecida a las que existían en los países europeos, solo que esta tenía un aspecto un tanto aterrador y lúgubre.

Twilight trago un poco de saliva en cuanto el auto entro a un camino de tierra totalmente oscuro debido a que el camino estaba rodeado de árboles cuya frondosidad bloqueaba la luz del sol.

El auto se acercó hacia una reja que delimitaba a la escuela del resto del bosque.

Para sorpresa de Twilight la reja se abrió por si sola y se escuchó una voz robótica que decía:

-Bienvenidos al Instituto Everton, cuna de la ciencia y la tecnología. Pedimos a nuestros visitantes favor de mantener las luces encendidas.

El auto continuo por un camino empedrado dejando atrás aquella reja que nuevamente se cerró.

Cadance redujo la velocidad mientras que Twilight vio como de repente varias luces extrañas comenzaban a salir del suelo.

Luego de esto aparecieron varios hologramas en ambos lados del camino, algunos con anuncios o información sobre la misma escuela tales como horarios, fechas de inscripción o becas.

-Hola –saludo el holograma de un hombre con traje victoriano que apareció del lado de Twilight y que comenzó a caminar al ritmo de este –mi nombre es Joseph Marie Everton, filántropo, médico y científico de enorme peso. Tuve mi formación en Escocia, llegué a estas tierras gracias a mis contribuciones a la medicina. ¿Cuál es vuestro nombre?

-Um... Twilight Sparkle –respondió Twilight bajando el vidrio y sintiéndose extraña por hablar con un holograma.

-Muy bien Twilight Sparkle –dijo el holograma sonriendo –Espero que te sientas orgullosa, muy pocos jóvenes logran entrar a un colegio tan exclusivo como este. Solo los mejores alumnos pueden entrar aquí, la mayoría de ellos gracias a que su esfuerzo y talento son vitales para contribuir al desarrollo de la ciencia en el mundo. Dime, ¿conoces a alguien que estudie aquí?

-Pues... -dijo Twilight volteando a ver a Cadance.

-Adelante Twilight, díselo –respondió la directora sonriendo.

-Mi amiga Moon Dancer estudia aquí.

-Moon Dancer ¿eh? Oh ya lo recordé –dijo el holograma asintiendo con la cabeza –es la encargada del departamento de virología y medicina. Trabaja en un proyecto bastante importante, debo advertirte que no quiero demasiadas distracciones para ella, ya que su trabajo es de suma importancia para la salud del mundo.

-Um... señor holograma, quiero decir, señor Everton, ¿En que está trabajando Moon Dancer?

- ¿Por qué deseas saberlo?

-Bueno, es que... ella siempre fue una gran apasionada de la medicina y pues quiero saber en qué ha usado su talento.

-Ella trabaja en el Proyecto EVE X-2020. El proyecto consiste en desarrollar un medicamento que sea capaz de terminar con las enfermedades sin cura, como lo son el cáncer, el sida, la hepatitis, la cirrosis, etc. Claro que ella necesita más manos para terminarlo, pues se considera un proyecto de alta relevancia que podría incluso competir por el Premio Nobel de Medicina.

- ¿En serio? ¡Uy! –exclamo emocionada Twilight -Eso significa que voy a poder trabajar con...

-Por suerte Moon Dancer ya tiene a alguien que le está apoyando con todo –interrumpió el holograma haciendo que la expresión de Twilight cambiara a una de sorpresa y decepción.

- ¡¿Qué?! ¿Quién?

-La estudiante Ximena Martínez Xocoyotzin –respondió el holograma mientras mostraba la foto de una adolescente de piel morena, cabello negro y que vestía un chaleco verde, falda gris, calcetas blancas y zapatos escolares negros –Ella es originaria de Puebla de los Ángeles, México. Estudia tercero de secundaria e ingreso a Everton gracias al desarrollo de un potente gel antibacterial contra la influenza AH1N1 que salvo a varias vidas en su país. Desde que esta alumna se incorporó al proyecto, Moon Dancer ha logrado avances bastante fuertes en la investigación, demostrando con ello que el trabajo en equipo siempre da buenos frutos. Pero no te preocupes Twilight Sparkle –dijo el holograma desapareciendo la imagen de la compañera de Moon Dancer –el Instituto Everton aún tiene un lugar para ti. De acuerdo a tus expedientes, tú lugar estará en el desarrollo de inteligencia artificial y robótica, el proyecto de tu perrita robot fue analizado y consideramos que necesitamos más talentos como tú. En fin –dijo el holograma observando que el auto se acercaba al final del camino -me tengo que despedir, Bienvenida a Everton y suerte con vuestros estudios señorita Sparkle.

- ¡No! ¡Espere! ¡Oiga! ¡¿Puede haber cambio de materias?! –grito Twilight desesperada al ver que el holograma desaparecía - ¡Rayos!

-Lo siento mucho Twilight –dijo Cadance al ver a la chica triste –Entiendo que tenías la ilusión de estar con Moon Dancer, pero pues... podrías convivir con ella en los recesos.

-Es que yo no quiero solo convivir, quiero trabajar con ella como cuando jugábamos a las doctoras. Lo que más me enoja es saber que esa tal "Ximena" llego antes que yo.

-Bueno tampoco puedes culparla a ella, las reglas las impuso el instituto y lamentablemente las tienes que acatar.

-Es injusto –dijo Twilight agachando la cabeza.

-Mira, llegamos –dijo Cadance señalando hacia el frente.

Twilight levanto nuevamente la vista y observo como el auto salía de aquel camino oscuro para salir nuevamente al exterior como si fuera la salida de una cueva.

Ahí observo la enorme escultura del Dios Atlas quien cargaba un globo terráqueo de color dorado en sus hombros. Alrededor de la misma se encontraban varias fuentes de agua que la mojaban, así como flores de distintos colores que le daban una vista hermosa.

La chica estaba maravillada con aquel paisaje que parecía sacado de algún libro de ficción, el lugar era un auténtico palacio, no obstante, aun seguía triste por la noticia sobre Moon Dancer. Ella, aunque intentara volver a sentirse feliz por lograr su sueño, consideraba que su estancia no sería igual si Moon Dancer no estaba a su lado.

Twilight realmente quería trabajar con su antigua amiga del jardín de niños, pues a pesar de que ambas tomaban clases en Crystal Prep, los horarios de clases las habían separado y por ende no habían vuelto a verse.

-Solo... solo con saludarla estaría bien –pensó ella en silencio –quizás así podamos acordar una reunión.

El auto se detuvo cerca de las escalinatas que conducían a la entrada principal de la escuela.

Ahí ya esperaba un grupo de varios chicos y chicas de varias nacionalidades que vestían uniformes de diferentes instituciones educativas. Todos iban acompañados de sus profesores o padres.

Cadance y Twilight bajaron del auto y se acercaron al grupo que aguardaba pacientemente en la escalinata. Ambas caminaron lentamente entre aquel grupo de chicos que solo se limitaban a hablar entre ellos sin prestar atención a las recién llegadas.

- ¿Y tú que creaste? –preguntaba un chico de cabello rubio a una chica de cabello negro y ojos rasgados.

-Una mano robótica que puede operar a la gente que tiene algún tumor en el cerebro –respondió la chica –incluso una revista de mi país me dio un premio por ello.

-Escuche que son bastante estrictos, por lo que espero que mi alumno sepa aprovechar esta oportunidad –decía un hombre anciano con bata blanca a un grupo de maestros.

-Everton es la meca de las oportunidades para los chicos como nosotros –decía un adolescente a un grupo de chicos de raza negra –yo espero sobresalir en el área de física nuclear.

-Realmente están emocionados –dijo Twilight a Cadance mientras escuchaba de manera discreta todas aquellas conversaciones.

- ¿Y cómo no lo iban a estar? Están en la escuela más prestigiosa del país –respondió Cadance –Como dijo el señor Everton, muy pocos entran aquí.

-Y... ¿Qué se supone que esperamos?

-Va a haber un tour por la escuela, de ahí se nos dará de almorzar y formalmente mañana comienzan tus clases.

-Entiendo, aunque presiento que no hare buena compañía con algunos de ellos –dijo Twilight señalando a los demás alumnos –Realmente me gustaría que mis amigas estuvieran aquí.

-Tranquila Twilight, estoy segura que algunos de ellos pueden ser... simpáticos –dijo Cadance riendo mientras un alumno daba un eructo debido a que estaba bebiendo un refresco.

- ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! –interrumpió emocionada y tocando una campanita una joven de piel gris dorado claro y cabello color tangelo moderado que vestía un uniforme escolar de color verde - ¿Cómo están chicos y chicas?

- ¡Bien! –respondieron al unísono los nuevos alumnos.

-Eso espero, mi nombre es Autumn Blaze, soy alumna del Kirin Institute, y les doy la más cordial bienvenida a esta institución que se enorgullece de recibirlos con los brazos abiertos. Yo seré su guía por la escuela. Por favor síganme, hay mucho por ver.

Autumn comenzó a subir por las escaleras mientras el grupo la seguía de cerca.

- ¡Vamos! ¡Venga! ¡No se arrepentirán! –gritaba Autumn emocionada al ver que los jóvenes subían lentamente.

Después de unos segundos, Autumn junto con el resto se encontraban frente a la puerta, la cual estaba hecha totalmente de madera y tenía varias figuras de animales mitológicos talladas junto con el escudo de la institución que estaba conformado por un blasón con la figura de una flor de lis, lambrequines, un yelmo de caballero, una corona, dos unicornios en ambos lados y el lema de la escuela que decía: Scientia enim Dei nostri.

-Impresionante, ¿verdad? –pregunto Autumn emocionada –este escudo es el escudo de armas del fundador Joseph Marie Everton. La corona simboliza la realeza, el yelmo nuestra fuerza, la flor de lis la elegancia y los unicornios la inmortalidad del conocimiento. Pero eso no es lo único que verán, entren –dijo la chica abriendo la puerta.

El grupo entro al vestíbulo en cuanto la puerta se abrió. Todos quedaron sorprendidos al ver la belleza del interior. El lugar estaba decorado con columnas dóricas de estuco blanco, el piso era de mármol con la gigantesca figura de un sol mientras que arriba sobresalía una cúpula con pinturas al óleo y un enorme candelabro dorado.

-Impresionante, ¿verdad? Estos murales datan de hace casi cien años, fueron pintados por orden de nuestro fundador Joseph Marie Everton. Deben saber que este hombre –dijo Autumn acercándose a un holograma del personaje que estaba parado en el centro del vestíbulo –fue un genio en su tiempo, pocos como él han contribuido tanto a la ciencia del país y del mundo. Pero la escuela no solo es el vestíbulo, ¿Qué tal el muro de honor? –pregunto la chica señalando un enorme muro donde se encontraban trofeos, medallas y fotografías de diversos alumnos –Aquí están todos los premios que los alumnos de nuestra institución han recibido por sus contribuciones a la ciencia, estoy segura que a ustedes también les gustaría ver su fotografía en este lugar. Pero, en fin, sigamos –dijo Autumn emocionada guiando al grupo.

-Se ve que le gusta hablar –dijo Cadance haciendo que Twilight se riera un poco.

El grupo continuo su camino a través de una puerta que los comunico a un pasillo que lucía totalmente moderno y futurista. A un lado se encontraban las puertas de los salones junto con algunos casilleros mientras que del otro lado estaba un enorme ventanal que mostraba una enorme habitación donde se encontraban varios alumnos trabajando.

-Bienvenidos al Área de Física –dijo una voz artificial -En el Instituto Everton buscamos mejorar al país al mundo con nuevos descubrimientos y avances en esta ciencia. Nuestros laboratorios están equipados con tecnología de punta.

- ¡Aquí tenemos el área de física! Impresionante, ¿verdad? –pregunto Autumn señalando hacia el ventanal desde donde podía verse como reposaba un avión que era revisado por varios alumnos –Este avión que ven se está construyendo con apoyo de la iniciativa privada, el propósito es crear un vehículo que pueda escapar de una explosión nuclear o de una catástrofe natural como un tsunami o una erupción. Así, podremos salvar miles de vidas inocentes en tan solo unos segundos.

- ¡Wow! –exclamaron los alumnos impresionados.

-Sigamos –dijo Autumn guiando al grupo mientras que los alumnos que trabajaban en el avión solo saludaron al grupo de forma amable.

Después el grupo continuo por otra puerta que los condujo a un lugar similar al anterior, solo que esta vez el laboratorio estaba lleno de alumnos trabajando con brazos mecánicos o dispositivos electrónicos.

-Aquí estamos en el área de robótica. Nuestros alumnos pueden desarrollar su talento fortaleciendo esta área que no ha sido explorada en su totalidad. Cabe destacar que contamos con un software más avanzado que el de las computadoras comunes, desarrollado y donado por nuestra empresa donante: La Pharmahorse Corporation. Por cierto, sabían que... ¿Oigan a dónde van? –pregunto Autumn molesta al ver que dos alumnos bajaban por unas escaleras metálicas que estaban al final del pasillo y que conducían al área donde trabajaban los alumnos.

-Pues... ver de cerca –respondió nervioso uno de los chicos.

- ¡No!, ¡No! Y... ¡No! Los únicos autorizados en usar los laboratorios y entrar a ellos son los alumnos avanzados o encargados de algún proyecto importante. Pero no se preocupen, en cuanto presenten un buen proyecto en esta área podrán hacer uso de toda esta tecnología. Ahora, continuemos.

El grupo continuo su recorrido mientras que los dos alumnos fueron regañados por sus tutores.

Luego de pasar por aquel lugar, el grupo llego hasta otra puerta, en la cual Autumn Blaze se emocionó y antes de abrir dijo:

- ¡Ahhhh! ¡Llegamos a mi lugar favorito! El área de medicina. Aquí nuestros alumnos podrán ayudar a combatir las enfermedades e infecciones que aquejan al mundo, debo decir que, si alguno de ustedes llego a este instituto gracias a algún invento o proyecto relacionado con esta rama, este lugar... ¡es para ustedes! ¡Oh miren! –dijo señalando Autumn al ventanal -De hecho, parece ser que el director Gerald Everton está observando el avance de dos alumnas. ¡Shhh! Miren con atención.

Los chicos del grupo (incluida Twilight) se acercaron a la ventana.

Ahí Twilight pudo reconocer a una chica de piel color crema, cabello rojo con franjas moradas y que vestía uniforme de Crystal Prep.

- ¿Moon Dancer? –exclamo sorprendida en voz baja Twilight.

Ella siguió observando la escena y vio que junto a su amiga estaba la alumna de piel morena que el holograma le había presentado como la compañera de trabajo de Moon Dancer.

-Esa ha de ser Ximena –dijo Twilight sintiendo celos –no le veo cara de científica, parece más una presumida como mi compañera Trixie. Y ese debe ser el director –dijo Twilight viendo a un hombre de piel blanca, cabello negro, con lentes y que observaba una sustancia a través de un microscopio.

-Um... felicidades –dijo el hombre terminando de observar la sustancia y dándole la mano a ambas chicas –la empresa estará complacida en cuanto se entere de los avances que han logrado. Señorita Dancer, señorita Martínez han sido las mejores alumnas que hemos tenido, espero que esto pueda estar listo el día de mañana para probarlo en nuestros sujetos de prueba.

-No se preocupe señor Everton –dijo Moon Dancer sonriendo orgullosa –le aseguro que todo estará listo.

-Confío en la capacidad de ambas, han sido una inversión muy buena y que da resultados. Me gustaría charlar más, pero...tengo que retirarme, si quieren pueden ir a descansar.

-Gracias señor, no le fallaremos –dijo Ximena despidiéndose del hombre que salió por una puerta que comunicaba a un pasadizo bajo el pasillo donde estaba parado el grupo de alumnos.

-Oiga señorita Blaze, ¿por dónde salió el director? –pregunto un alumno a la guía.

-Por un pasillo especial, verás, los laboratorios están comunicados por pasillos especiales que solo pueden ser usados por el director o invitados especiales. El acceso es solamente con una tarjeta que poseen nuestras fuerzas de seguridad y los maestros. Pero bueno, no podemos quedarnos aquí, ¡sigamos! –grito Autumn haciendo que todo el grupo la siguiera.

-Vaya, sí que es interesante –dijo Cadance quien siguió al grupo sin percatarse de que Twilight se había quedado atrás.

-Es ahora o nunca –dijo en voz baja Twilight quien comenzó a caminar por el pasillo lentamente.

Después se asomó por una de las esquinas, espero a que el grupo saliera del lugar para así dar poder bajar por las escaleras metálicas que conducían al laboratorio.

Twilight bajo rápidamente hasta llegar a una puerta metálica que era la entrada al laboratorio. La chica observo por varios lados buscando la forma de abrirla, pero al no encontrarla dijo:

-Muy bien, llego la hora.

- ¡Identifíquese! –dijo una voz artificial en cuanto Twilight intento poner la mano sobre la puerta.

-Twilight Sparkle, alumna de nuevo ingreso.

-...Acceso Denegado –dijo la voz -Tú sección es robótica, no medicina. Por favor retírese.

-Conozco a Moon Dancer, soy su amiga señor voz –dijo Twilight de forma retadora a la puerta –por ende, le pido que me deje pasar.

-Moon Dancer puede pasar, pero tú no. Regla No. 25 del Reglamento de Seguridad de Empresas Pharmahorse Corporation: Solo tienen acceso al laboratorio aquellos alumnos que cuentan con apoyo económico o son contratados por la empresa. Por segunda ocasión: Retírese o aténgase a las consecuencias.

-Entonces gritare para que me abra –dijo Twilight.

-Niña, el cristal que rodea al laboratorio es vidrio acústico. Aunque grites, Moon Dancer no te escuchara. Retírate por favor.

Twilight volteo hacia el laboratorio nuevamente y observo como Moon Dancer junto con Ximena se encontraban bebiendo juntas un vaso de café en el escritorio del lugar.

Moon Dancer comenzó a reír en cuanto Ximena pronuncio unas palabras, lo cual hizo que Twilight se sintiera celosa y pateara la puerta gritando:

- ¡Vete al demonio! ¡Ábreme puerta de mierda!

-...Te lo advertí –dijo la voz para de repente activar una alarma que puso en alerta a Moon Dancer y a Ximena.

Ambas voltearon y vieron a Twilight que las observaba desde las escaleras con una mirada molesta.

- ¿Y esa quién es? –pregunto Ximena a Moon Dancer.

Después las dos chicas escucharon como la puerta por la que había salido el director se abría y de esta salían varios guardias de seguridad que comenzaron a apuntar sus armas a la puerta.

La puerta se abrió y Twilight al ver que estaba rodeada solo se agacho con las manos en la nuca.

- ¿Twilight? –pregunto Moon Dancer saliendo de entre los guardias y reconociendo a la chica.

-Um... Sorpresa ¡JEJEJE! –rio nerviosamente Twilight.

- ¿La conoces Moon Dancer? –pregunto Ximena colocándose al lado de Moon Dancer - ¿Quién es ella?

-Una ex amiga –respondió Moon Dancer con un tono frio como si no conociera a Twilight.

La chica cambio su semblante a uno de tristeza al escuchar el tono de voz con el que había respondido Moon Dancer.

-Moon... soy yo.

-Sí, ya sé que eres tú y no me importa.

- ¿Acaso no somos amigas?

-No, ya no –dijo Moon Dancer rompiendo el corazón de Twilight, luego viendo a los guardias les dijo -Llévensela antes de que ocasione más problemas.

-Si señora –respondió el líder del grupo –Ven acá niña

-Esperen... ¡Moon! ¡Moon! –grito Twilight mientras era esposada y sacada del laboratorio ante de la indiferencia de Moon Dancer que regreso al escritorio junto con Ximena para continuar tomando su café.

Las horas habían pasado y con ello la noche se hizo presente. La noticia de la detención de Twilight no causo eco en los pasillos, la única que conocía lo que había pasado fue Cadance, ya que uno de los guardias la mando a llamar durante el tour.

Dentro de una enorme oficina llena de libros, instrumentos científicos y trofeos se encontraba sentado el director Gerald Everton, en el lugar también se encontraban Moon Dancer y Ximena. Cadance y Twilight estaban frente al escritorio.

Twilight se veía visiblemente nerviosa mientras que Cadance la observaba enojada y con un rostro lleno de decepción y enojo.

-No paso ni un solo día –dijo el director sacando de su cajón una caja de puros –y esta niña ya ocasiono problemas.

-Lo sé director Everton y también estoy molesta con ella, lamento lo sucedido el día de hoy –respondió Cadance con arrepentimiento –Debí tenerla más vigilada.

-Yo en lo personal esperaba una alumna comprometida, aplicada e inteligente tal y como la carta me lo decía. No una chica problemática que pateara las puertas y que entrara sin autorización a los laboratorios de medicina.

-Entiendo director, y... nuevamente pido su perdón.

El director encendió su puro y comenzó a fumar, luego dijo:

-Usted sabe muy bien los riesgos biológicos que se corren cuando se entra sin autorización a estos lugares especiales. Pero lo que no entiendo es: ¿Qué necesidad tenía esta niña de entrar en un lugar que no le corresponde?

Cadance volteo a ver a Twilight quien agacho la mirada y murmuro en voz baja:

-Yo... solo quería saludar a mi amiga... yo... lo siento.

-Yo digo que la expulsen –propuso Ximena sin sentir ninguna empatía por Twilight –puso en riesgo a toda la escuela, especialmente a Moon Dancer y a mí.

Un silencio invadió la sala, Cadance y Twilight estaban nerviosas por la sugerencia de la chica mientras que Moon Dancer solo permanecía indiferente como si no le importase lo que le pasara a su amiga.

-Sabe señorita Ximena, creo que tiene toda la razón –dijo el director sacando una hoja que tenía el nombre de Twilight en ella –voy a firmar el acta de expulsión inmediata.

- ¡No! ¡Espere! –grito Cadance poniendo su mano sobre la hoja.

-Directora Cadance, entienda que esta institución se rige por reglas bastante rigurosas y totalmente estrictas –dijo el director mirando de forma seria a Cadance -Su alumna pudo ocasionar un grave accidente y no necesitamos incidentes en esta escuela. Así que... con su permiso, voy a firmar.

-Por favor... se lo pido –suplico Cadance deteniendo la mano del director –solo... solo dele otra oportunidad, le prometo que esto no volverá a pasar.

El director volteo a ver a Twilight y después de examinarla unos segundos tomo un respiro, guardo la pluma y dijo:

-Ah... está bien, pero solo una oportunidad escucho.

-Gracias director, se lo agradezco.

-En cuanto a usted señorita Twilight –dijo el director levantándose y viendo a Twilight de forma amenazante -Quiero verla en sus clases mañana temprano en la sección que le corresponde, tiene prohibido acercarse a otras secciones que no sean la suya. Si quiere hablar con su... "amiga", hágalo en los recesos y no durante las clases. ¿Entendió?

-Si director, lo prometo.

-Puedes retirarte a tu habitación, los guardias te escoltaran.

-Gracias por la oportunidad señor –dijo Twilight levantándose y saliendo por la puerta mientras era conducida por los guardias que la habían arrestado.

-Ustedes también señoritas –dijo el director a Moon Dancer y a Ximena –tienen aún mucho que hacer.

-Sí señor, que tenga buena noche –dijo Ximena saliendo de la oficina seguida por Moon Dancer.

-Señorita Cadance –dijo el director –ya es muy tarde para que conduzca, dormirá en una de las habitaciones para profesores.

-Agradezco su hospitalidad señor director.

-No tiene nada de que agradecer, pero si agradezca que el peso de su apellido y el de su tía Celestia le haya ayudado por esta vez.

-Entiendo director, paso a retirarme –dijo Cadance quien se fue de la oficina dejando al director solo y que continúo fumando su puro.

En otra parte de la escuela, los guardias arrojaron a Twilight dentro de una habitación que tenía una litera, varios posters de hipogrifos, dos escritorios, una televisión, una lámpara de noche y un telescopio.

-Aquí dormirás –dijo uno de los guardias.

- ¿Y mi equipaje? –pregunto Twilight sobándose debido al empujón que le dieron los guardias.

Los guardias aventaron la mochila donde Twilight llevaba sus cosas, así como la maleta color purpura que había llevado durante su viaje al campamento Everfree y en donde ella había guardado su ropa.

-Descanse señorita –dijeron los guardias que cerraron la habitación.

-Genial –dijo Twilight sentándose en el colchón de abajo y quitándose los zapatos –Casi me expulsan y todo porque Moon Dancer no quiso saludarme. Además, esa Ximena... ¡¿Quién se cree que es?! Suerte que ahora solo tengo que dormir y relajarme después de este día de pesadilla. Ah... no más sorpresas por ahora –dijo Twilight quitándose la ropa para ponerse el pijama y acostarse sin darse cuenta que unos ojos salían de la oscuridad.

- ¡Hola! –grito una chica de piel color gris magentoso claro y cabello azul aciano claro desde la litera de arriba

- ¡AHHHH! –grito asustada Twilight y cayendo en el suelo - ¡Ouch!

- ¿Tú debes ser nueva? Soy Silverstream, encantada de conocerte –dijo la chica emocionada bajando de la litera y dándole la mano a Twilight.

-Lo que faltaba, una loca como compañera de cuarto –dijo Twilight poniéndose la mano en el rostro.

-Um... no me considero una loca, pero te puedo asegurar que la pasaremos a todo dar durante todo el año –dijo emocionada la chica de pelo azul.

-No me quedare todo el año, solo estaré una semana.

-Uy eso decía mi antiguo compañero Gallus. Si supieras que en tan solo unos meses se lo llevaron a trabajar. Ahora le va bien, tiene todo lo que quiere, autos, mansiones y hasta un yate. Por cierto, ¿Cómo te llamas?

-Twilight Sparkle, y si me disculpas quiero descansar –dijo Twilight volviendo a acostarse en la cama -Hoy tuve un día pesado.

-Oh entiendo, te aseguro que no te daré problemas –dijo Silverstream subiendo nuevamente a su cama y acostándose, luego dio un aplauso y dijo –Buenas noches.

-Sí, lo que digas –respondió Twilight a punto de dormir y apagando la lámpara de noche.

-Oye, ¿y de que escuelas vienes? –pregunto Silverstream en medio de la oscuridad.

-Canterlot High.

-Yo vengo del Instituto Queen Novo que está en Mount Aris City. ¿Te gustan las almejas?

-No.

- ¿Y qué vienes a estudiar?

-Robótica, y ya déjame dormir. Te pareces mucho a una amiga que tengo en mi ciudad, no deja de hablar y hablar hasta que alguien le dice que guarde silencio.

- ¿Esa amiga se parece a mí? ¿Crees que puedas presentármela?

-Ahhhh... mira porque no jugamos a guardar silencio.

-Uy me encanta ese juego, a mis padres les gusta jugarlo todo el tiempo.

-Bien pues juguemos, a la de tres nos quedamos calladas, ¿va?

- ¡Va!

-Tres.

El silencio reino durante unos segundos hasta que de repente Silverstream dijo:

-Oye, ¿era contar hasta tres o solo era tres y nos callábamos?

-Ahhhh...

Continuara...

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