Subimos de nuevo a la habitación de Cinco para encontrarnos a Luther con el arma apoyada en su pie. Cinco lo miraba amenazante y viceversa. Ambos nos sentamos en la cama en frente del grandullón. Chasqueé mis dedos silenciosamente y envié una ola de energía al pecho de Luther haciendo que este retrocediera con dolor.

-Eso es por tirarme por la ventana- dije yo viendo como Luther se levantaba mosqueado.

Miré a Cinco preocupada. Su rostro mostraba concentración y arrepentimiento.

-¿Qué vamos a hacer?- pregunté apoyando mi cabeza en su hombro- No podemos ir matando a inocentes esperando a que eso nos salve del fin del mundo-

-Se que eres una buena persona, Cinco- dijo Luther mientras se acercaba un poco- Si no, no lo habrías arriesgado todo para venir a salvarnos- me miró a mi y rectificó- Para salvarla a ella-

Cinco soltó un pequeño suspiro antes de que Luther continuara hablando.

-Pero ya no estás solo- continuó haciendo que la mirada de Cinco se fijara en la nada.

-Hay una forma...- anunció tras varios segundos- Pero es casi imposible-

Levanté mi cabeza y le miré confundida, al igual que Luther.

-¿Más de lo que te trajo aqui?- pregunté intentando sonar positiva.

Cinco giró su cabeza de nuevo a la nada y comenzó a pensar en un plan para salvar el mundo.

(...)

Una hora después, Luther, Cinco y yo estabamos en un coche camino a una carretera desierta. Cinco había quedado con ambos de mis secuestradores para hacer un trato con ellos. Cinco y Luther iban delante mientras que yo había preferido sentarme en la parte de atrás para poder pensar con claridad. Durante el viaje estuve jugando con mis olas de energía las cuales cambiaban de color según mi estado de animo. Ahora eran de color negro, por la tensión que me suponía ver de nuevo sus caras. El coche paró y enseguida las olas se fueron de mis manos. Cinco se desabrochó el cinturón de seguridad y comenzó a hablar con Luther.

-Nunca lo disfruté, ¿sabes?- dijo mirandonos a ambos- Matar. Quiero decir, se me daba bien mi trabajo. Me lo tomaba en serio. Pero nunca- me miró al decir esto- me resultó agradable-

Le miré intentando transmitirle tranquilidad, pero solo conseguía asustarme más a mi misma.

-Fueron todos esos años solo- continuó relatando- La soledad te enturbia la mente-

-Estuviste mucho tiempo fuera- le calmó Luther- Yo solo pasé cuatro años en la Luna y fueron suficientes. La soledad te destroza-

¿Por qué en cada conversación que tenemos saca el tema de la Luna? ¿No tiene otra cosa de la que hablar?

-¿Crees que se lo tragarán?- preguntó el grandullón señalando el falso maletín que habíamos creado.

-Bueno, lo que sí se es que están desesperados- respondió mirando el maletín- Es como si un poli pierde la pistola. Si la Comisión se entera, lo llevan crudo. Por no decir que no pueden irse hasta que lo recuperen-

-Entonces no lo suelto- anunció Luther- Por si intentan algo-

-Vale, pero ten cuidado- dijo Cinco antes de mirarme a mi- Y tú también, sabes que no puedo perderte- volvió su vista a Luther y continuó- Yo... He vivido una larga vida, tú aún eres joven, tienes toda la vida por delante. No la eches a perder-

Ambos le miramos confundidos y seguimos esperando a que llegaran los agentes de la Comisión. A los pocos segundos, un coche se acercó en dirección contraria a la que habíamos llegado nosotros. Eran ellos.

-Allá vamos- anunció Cinco preparandose para aquello.

Los tres salimos del coche y nos situamos a la derecha de este.

-Quédate detrás de Luther y bajo ninguna circunstancia te dejes ver- me dijo Cinco antes de abrazarme e irse.

Antes de que se alejara mucho lo agarré del brazo y lo acerqué a mi para besarle. Sus manos apretaron mis mejillas durante varios segundos justo antes de que se separara de mi rozando nuestros labios.

-Te amo- susurró sobre ellos.

-Yo a ti más- susurré de la misma forma.

Cinco se fue y yo me coloqué tras Luther el cual tenía la mirada preocupada. Solo esperabamos que este plan fuera bien. Ambos de los agentes tenían sus mascaras puestas, pero segundos después se las quitaron y comenzaron a hablar con Cinco. Yo estaba detrás de Luther, tal como me había dicho Cinco que hiciera. Yo podía verlos, pero ellos no podían verme a mi. La pena de todo esto es que ni Luther ni yo oiamos nada de lo que decían. La mujer sacó una pistola haciendo que los dos nos estremecieramos pero casi al instante, Cinco consiguió calmarla. Poco después Cinco volvía al coche y yo me abalanzaba sobre él. Luther tapaba mi pequeño cuerpo además de que los agentes estaban ocupados con su parte, así que no había problema.

-¿Y ahora qué?- pregunté mientras miraba fijamente a los ojos de Cinco.

-Ahora esperamos- respondió mientras fijaba su mirada en Hazel y Cha-Cha.

Pasó al menos media hora cuando de repente, el sonido caracteristico del camión de helados comenzó a sonar por aquella carretera. Todos nos giramos sorprendidos y pudimos ver como un camión de helados blanco atravesaba la carretera. Me fijé en las personas que había dentro y eran... ¡Klaus y Diego! Según pasaba el camión por enfrente de nosotros pude ver la sombra de Ben sentado en el salpicadero mientras sonreía. Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro justo antes de que Luther se pusiera delante de Cinco y de mi para protegernos. Entonces, todo se congeló.

~Narra Cinco~

Todo se quedó congelado en el tiempo. Salí de detrás de mi hermano dejando a ______ allí, creo qeu también estaba congelada. Miré a todos lados intentando encontrar una explicación lógica a lo que estaba pasando. Entonces, la voz de una mujer habló detrás de mi.

-Buen truco ¿eh?- 

Me giré y la vi. El Enlace. Así es como la llamaba todo el mundo en la Comisión. Era la jefa de la sede. Me acerqué a ella al tiempo que se quitaba el velo de la cara y las gafas de sol.

-Hola, Cinco- me saludó con su típica sonrisa cínica- Tienes buen aspecto, dadas las circunstacias-

-Me alegro de verte- respondí sarcástico.

-Es como si nos hubieramos visto ayer- dijo mientras sonreía- Claro que estabas algo más mayor. Enhorabuena, por la regresión de edad. Muy ingenioso. Nos despistó completamente

-Bueno, ojalá pudiera atribuirme el mérito- respondí intentando conseguir algo más de tiempo- Calculé mal las proyecciones de expansión temporal y, bueno, aqui estoy-

-Sabes que tus esfuerzos son inútiles- anunció no muy interesada en mis datos- Así que cuéntame qué quieres-

-Quiero que te detengas-

-Sabes que lo que pides es casi imposible, hasta para mi- respondió sin mover un músculo en su rostro- Lo que pasará, pasará. Es nuestra raison d'être-

-¿Sí?- pregunté mientras sacaba una pistola de mi bolsillo- ¿Qué te parece la supervivencia como raison?-

-Me reemplazaran- respondió tranquila- No soy más que... una pieza del engranaje. Esta fantasía que has alimentado de convocar a tu familia para impedir el apocalipsis no es más que eso: una fantasía-

Se acercaba cada vez más a mi.

-Debo decir que...- continuó hablando mientras miraba a su alrededor- ...que nos hab impresinonado tu iniciativa, tu determinación. Eres... bastante especial- siguió hablando mientras andaba en circulos a mi alrededor- Asi que... queremos ofrecerte un nuevo puesto en la Comisión. En la dirección-

-¿Cómo dices?-

-Vuelve a trabajar con nosotros. Es tu sitio- dijo acercandose a la punta de mi pistola.

-La última vez no salió del todo bien- 

-Pero ya no estarás en el departamento de correciones- dijo tranquilizando la situación- Hablo de... la oficina central. Tendrás el mejor seguro y la mejor pensión, y se acabarán los viajes constantes. Eres un profesional distinguido... vestido de colegial. Tenemos la tecnología para revertir el proceso. No puedes sentirte feliz así-

-No busco la felicidad-

-¿De verdad?- preguntó mientras acariciaba mi mejilla con el dorso de su mano- ¿Y qué te parecería si no trabajaras más solo?-

-¿A qué te refieres?- pregunté desconcertado.

-¡Ya puedes salir!- gritó de repente hacia donde estaba Luther congelado.

Entonces, la figura de _____ se asomó y comenzó a andar hasta su lado mostrando una sonrisa.

~Narra _____~

-¡Ya puedes salir!- gritó El Enlace haciendo que yo saliera de detrás de mi hermano.

Caminé hasta estar al lado de mi jefa mostrando una ligera sonrisa a Cinco.

-¿Qué?-

-Cinco- anunció El Enlace- Te presento a Lythia, nuestra mejor agente de la Comisión-

Cinco me miró sorprendido y yo solté una pequeña risa.

-¿Te creías el único capaz de matar a alguien por su familia?- pregunté sonriendo- Yo maté a esa gente porque me prometieron llevarme contigo, al fin mi recompensa-

-Podemos hacerte felices- dijo El Enalce- Podemos hacer que tú vuelvas a ser... tú-

-¿Cómo es que sigues igual que antes?- me preguntó Cinco con ira en sus ojos.

-Una de mis condiciones para trabajar con ellos fue la inmortalidad corporal- respondí para luego explicarme- Mi mentalidad seguirá creciendo en edad pero mi cuerpo no, entonces cuando mi mente muera, mi cuerpo seguirá siendo de 16 años-

Volvió su mirada al Enlace y observó a sus lados contemplando a nuestra familia.

-¿Qué hay de mi familia?- preguntó pensando en aceptar el trato.

-¿Qué ocurre con ellos?- preguntó sin entender a que se refería.

-Quiero que sobrevivan- respondió obvio.

La mujer me miró buscando aprovación y yo asentí.

-¿Todos?- preguntó de nuevo.

-Sí, todos- repondió cansado de la conversación.

Se puso las gafas de sol que se había quitado antes y extendió su brazo a Cinco mientras yo me aferraba al maletín.

-Veré que puedo hacer- dijo justo antes de que Cinco estrechara su mano.

Una sacudida nos sacó de allí haciendo que el tiempo corriera normal de nuevo. Era hora de presentar a Lythia.

Holaaaaaa, siento haber tardado en escribir pero no tuve tiempo, ya sabeis con el instituto y demás no he podido tener ratos libres para escrbir. Pero bueno, aquí teneis otro capitulo con una trama bastante interesante, le he dado un giro completo a la historia y espero que os guste.

De nuevo, como siempre, os animo a comentar ideas y opiniones acerca de los capitulos y a votar en vuestros favoritos. Aprecio mucho el apoyo que esta teniendo esta historia y es todo gracias a vostrxs así que GRACIAS.

Os quieroooooooo. Besosssssssss <3 <3 <3