Volvimos a casa y Cinco me dijo que debía reposar en su cama. Últimamente se estaba comportando muy bien conmigo. 

-Cinco, de verdad que estoy bien- dije levantandome de la cama antes de que saliera del cuarto.

Gruñó antes de asentir y fui tras él. Llegamos a la puerta del cuarto de Klaus. Cinco y yo nos fijamos en que había manchas de sangre en el cuarto de baño de enfrente y en el suelo. Con cuidado, entré yo primero seguida de Cinco. Klaus se estaba poniendo una camiseta cuando toqué la puerta.

-¿Estás bien?- pregunté al ver que no tenía buena cara.

-Sí, es que...- respondió no muy convencido- He tenido una noche muy larga-

-Yo diría que más de una- intervino Cinco acercandose a Klaus.

-Sip- respondió mientras pasaba su cabeza por el agujero del cuello.

-¿A qué te refieres?- pregunté desconcertada.

-No recuerdo las chapas- dijo Cinco haciendo que me fijara en cuello de mi hermano.

-Ya...- respondió Klaus sentandose a mi lado en su cama- Eran de un amigo-

-¿Cuándo te has hecho ese tatuaje?- pregunté fijandome en su hombro izquierdo.

-Ni siquiera recuerdo habermelo hecho- respondió mirando donde yo me había fijado anteriormente- Ya digo que ha sido una noche muy larga-

-Lo has hecho, ¿verdad?- preguntó Cinco con su típica cara de maníaco.

-Por Dios Cinco- dije llamando su atención- Ya sabiamos que Klaus no era virgen, no tienes que preguntarselo cada vez que lo hace-

-Nonono- dijo casi al instante- Se reconocer los sintomas, Klaus-

Ambos le miramos confusos.

-¿De qué hablas?- preguntó Klaus cansado de tanto misterio- ¿Sintomas de qué?-

-Jet lag- comenzó a ennumerar- Picor en todo el cuerpo. Dolor de cabeza como si te hubieran metido un algodón por la nariz hasta el cerebro-

Klaus se toacaba la cabeza y se rascaba la nuca mientras Cinco decía aquello. Tal vez, no estaba tan loco como pensaba. Klaus comprendió a que se refería mientras que yo seguía sin entender ni torta. 

-¿Me lo cuentas?- preguntó Cinco tras aquello.

-Tus colegas- comenzó a contar lo que sucedió días atrás- cuando entraron en la casa y no te he encontraron, nos llevaron prisioneros a ______ y a mi-

Cinco me miró mientras yo bajaba la vista al suelo recordando aquellos días atada a la silla sin siquiera probar bocado alguno, mientras Klaus era torturado enfrente de mi sin que yo pudiera hacer nada.

-Y les robaste el maletín- interrumpió Cinco.

-¿Maletín?- pregunté para mi misma.

-Sí- respondió Klaus a Cinco- Creía que había dinero, que podría empeñarlo o algo así. Y lo abrí-

-¿Y dónde apareciste?- preguntó Cinco dando vueltas por el cuarto- O mejor dicho, ¿cuándo apareciste?-

¿QUÉ? ¿Klaus había viajado en el tiempo?

-¿Qué más da?- dijo Klaus sin importancia.

-¿Que qué...- dijo Cinco perdiendo los estribos- ¿Cuánto has estado fuera?-

-Casi un año- respondió mirando a la nada.

Le miré sorprendida y apoyé mi cabeza en su hombro dandole apoyo.

-¿Un año?- la cara de Cinco cada vez parecía más maníaca- ¿Sabes lo que supone?-

-Sí...- respondió Klaus soltando una risa- Soy 10 mese más viejo que vosotros-

-¡No es ninguna broma!- interrumpió Cinco ganandose una mala mirada por mi parte- Hazel y Cha-Cha harán lo que sea por ese maletín. ¿Dónde está?-

-Destruido- respondió Klaus con indiferencia- Me lo he cargado-

Con sus manos hizo el gesto de abrir y cerrar el puño simulando una explosión.

-¡Mierda!- gritó Cinco enfurecido- ¿Cómo se te ocurre?-

-¿Qué más te da?- intervino Klaus de nuevo.

-Que qué más me da- gritó de nuevo Cinco- Lo necesitaba para poder volver-

Esas palabras resonaron en mi cabeza mientras ellos dos seguían hablando. ¿Poder volver? ¿DE nvo sería capaz de abandonarme? ¿Al futuro? ¿Ese del que vino traumatizado? Me levanté de la cama y me dirigí a mi cuarto bajo la atenta mirada de Cinco. Segundos después noté como Klaus salía del cuarto también. Llegué a mi habitación y cerré la puerta con la mente (extrañaba usar mis poderes) mientras me sentaba en la cama dando la espalda a la entrada. Decidí cambiarme de ropa ya que la que llevaba estaba cubierta de sangre. Iba a levantarme para mirar en mi armario pero entonces recordé. Chasqueé mis dedos haciendo que las olas de energía en mis manos me dieran esa sensación de poder que tanto anelé. Con un movimiento rápido de mis manos y la capacidad de creación de mi mente, logré diseñarm eun atuendo adecuado para poder entrenar mis poderes (multimedia). Me miré al espejo amando el resultado. Usé mi telekinesis para mover todos los muebles de mi cuarto hacia una esquina dejando muchisimo espacio libre en mi cuarto. Con mi mente creé una diana con forma humana y la desplacé hasta el final del cuarto (a unos 10 metros de mi). Mi padre me tuvo bien cuidada y es por eso que mi cuarto es más grande que el de mis hermanos. Activé la radio para que sonara algo de música mientras entrenaba. Comenzó a sonar "Believer" de Imagine Dragons. Me emocioné con la música y comencé a disparar al objetivo. Las canciones de Imagine Dragons iban sonando sin parar, todas emocionandome e intensificando mis poderes cada vez más. Me sentía libre, me sentía bien. Me sentía poderosa.

(...)

Una hora después la radio se apagó dejando un increible silencio reinando en el cuarto. De fondo se oían las pocas cenizas que quedaban de la pobre diana en el suelo. Decicí que ya era hora de recoger y salir un poco. Coloqué todos los muebles en su sitio y salí de la habitación. Iba caminando por los pasillos cuando me encontré a Cinco y a Luther discutiendo. El techo verde de Cinco estaba lleno de cuentas matematicas escritas en tiza blanca. Les miré confundida y entrésin hacer ruido hasta quedar a un lado de Luther.

-Milton Greene- leyó Luther confundido- ¿Es un terrorista o algo así?-

-Creo que...- comenzó a responder Cinco mientras revisaba sus apuntes-...es un jardinero-

-No vas en serio- dijo Luther al darse cuenta de la situación.

-¿Alguien me explica la situación?- pregunté haciendo que el grandullón se sobresaltase.

-Cinco- respondió tras recuperarse del susto- Quiere matar a un... ¿jardinero?-

-¿Qué?- dije yo mirandole con los ojos abiertos como platos- Cinco, esto es demencial-

Luther y yo vimos como Cinco sacaba la funda de un fusil. El fusil de papá.

-¿De dónde has sacado eso?- preguntó Luther asombrado y asustado a la vez.

-Del cuarto de papá- respondió Cinco sacando el arma- Creo que cazaba rinocerontes con esto-

-Cazaba leones- susurré para mis adentros conociendo la historia de mi propia familia.

-Se parece al que usaba yo para trabajar- dijo mientras miraba por el objetivo- Cómodo en el hombro y muy fiable-

¿Trabajar? ¿En qué va a trabajar un crío de 16 años con un fusil?

-Pero...- Luther me interrumpió.

-No puedes matarlo- dijo mientras miraba a Cinco con miedo- Es un hombre inocente-

-Son matemáticas- rebatió Cinco desinteresado- Su muerte puede salvar las de millones. Si no hago nada, morirá en cuatro días- entonces dirigió su mirada a mi- El apocalipsis no discrimina a nadie-

-No hacemos eso- dijo Luther desafiando a Cinco.

-Nosostros no haremos nada- dijo volviendo hacia Luther- Yo lo haré-

Me quedé mirando tan fijamente la escena, quedando tan asombrada con la discusión entre ambos que no noté el momento en el que sentí una presión en mi brazo. Luther me había cogido de la muñeca y ahora me sacaba por la ventana sosteniendome con un solo brazo. Solté un grito de terror haciendo que Cinco se girara con el arma apuntando a Luther. Yo solo podía fijar mi mirada en el suelo. Intentaba crear algo con mi mente para poder caer segura, pero nada pasaba por mis pensamientos. Entonces noté como la presión en mi brazo desaparecía y la gravedad comenzaba a hacer efecto. Cerré los ojos preparandome para un impacto de muerte, pero este nunca llegó. Unos brazos me agarraban de la cintura y de la espalda. Abrí los ojos poco a poco y vi a Cinco mirando hacian arriba, donde Luther estaba sujetando el fusil que antes sujetaba mi salvador. 

-¿Por qué lo has hecho?- pregunté haciendo que me mirara.

-Porque te amo- respondió mientras me miraba con delicadeza- No puedo dejar que te pase nada malo-

Pasé mis brazos alrededor de su cuello y lo pegué a mi. Aún seguía con el susto en el cuerpo, pero estando junto a él poco a poco se iba.

-Yo también te amo- dije mientras plantaba un corto beso en sus labios.

-Ahora tenemos que averiguar como detener el apocalipsis- anunció Cinco dejandome en el suelo.

-¿Tenemos?- pregunté convencida de que me iba a volver a abandonar en casa.

-Sí- puso sus manos sobre mi cintura haciendo que yo posara las mias en sus hombros- Tú y yo, Número 10, contra el mundo-

Se acercó a mi y me beso lenta y delicadamente. Me separé juntando nuestras frentes y nos fuimos de allí para averiguar como salvar el mundo. Juntos.

He vueltooooooo. Perdón de nuevo. No soy capaz de sacar tiempo para escribir y estudiar al mismo tiempo. De todas maneras como veo que mucha gente se está interesando por la historia, he podido quedarme hasta tarde escribiendo vuestro hermoso capitulo.

Como en los anteriores os animo a que voteis y comenteis vuestras opiniones e ideas. Todas ellas serán tomadas en cuenta. Y, además, así sabré si os está gustando la historia.

En fin, os quierooooooooo. Besosssssssss <3 <3 <3