[Reproducir: All things in time - The Goodnight proyect]

Sparta había dejado su casa por completo, mudándose permanentemente al hospital.

Tenía miedo de que algún día, Raptor se fuera sin estar junto a él.
Sabía que no le quedaba mucho tiempo, Raptor tenía un aspecto tan diferente ahora, era como si el sol hubiera desaparecido, como si todas las estrellas simplemente dejaran de brillar. Raptor estaba terriblemente mal, ya no decía nada, solo estaba recostado en cama en un estado hipnagógico.

Era una noche tranquila, Sparta descansaba su cabeza en la clavícula de Raptor, cuando de pronto, unos temblores de parte de su amigo lo despertaron.
Raptor aún sufría de más temblores, acompañado de pequeñas explosiones para debilitar por completo el cuerpo de este.
Sparta no tardó en abrazarlo para calmarlo, tratando de murmurarle cosas tranquilas para hacerle saber que estaba allí. Para que Raptor no piense que no era lo que pensaba por sus alucinaciones.

No le importaba nada más, si estuviera con truenos, con nieve, si fuera de madrugada o si fuera de noche, o si tendría que dejar todo, no le importaba nada. Solo le importaba que Raptor aún estaba a su lado, con vida.

Que aún él estuviera en este mundo.

"Te queda poco tiempo, permaneceré aquí para que veas que estuve contigo hasta el final." Pensaba el de chaleco celeste mientras colocaba su rostro sobre el cuello de Raptor. Esto calmó a su enfermo amigo unos minutos después.

Ambos estaban recostados en la cama, Sparta parpadeó cansado, Pensando en la nada y mirando a esta misma mientras mantenía su mano entrelazada con la del bi color y frotando su pulgar ocasionalmente para consolarlo. Raptor débilmente posó su cabeza contra Sparta, para quedar juntos bajo la manta azul acolchada que los protegía del frío de la tarde. El ambiente era cálido y silencioso.
Mientras Sparta yacía allí tranquilo, escuchó una respiración algo agitada de su amigo. No tardó en abrir la boca para hablar.

"¿Raptor?"

Se aseguró de hablar lo suficientemente fuerte para qué Raptor lo escuchara, pero también lo suficientemente suave para no alterarlo. Sintió como la palma de su mano se apretó en su respuesta, así que este continuó.

"Sé que pronto todo terminará. Aún no estoy para nada listo, pero, quería recordarte que he disfrutado de cada momento a tu lado.

Raptor ya se había tranquilizado para ese entonces. Sparta respiró hondo y trató de evitar el escozor en sus ojos.

"Y ... Gracias, gracias por llenar mi vida de color cada día, gracias por ser mi mejor amigo."

Terminando aquellas frases que deseaba decir con tanto anhelo, Sparta giró la cabeza para acercarse a Raptor, este lo abrazó cuidadosamente, para finalmente oír los latidos acelerados de Raptor, viendo así la respuesta a sus palabras.

Sparta se acomodó colocando su barbilla en el hueco del cuello de raptor para descansar un poco, descubriendo que no tenía nada más que decir. O bueno, a lo mejor sí. Sparta dudó en decir aquellas palabras, pero sus sentimientos lo controlaron haciendo que las pronunciara.

"Te quiero"

Raptor no podía hablar, y casi ni moverse, pero Dios, él estaba tan feliz en ese momento.
"Yo también te quiero." Pensó entre sus difusos pensamientos.

Ambos se quedaron acurrucados por un largo, largo tiempo.
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[Reproducir: Loneliness - Martin Czerny]

Pasó alrededor de una hora después de eso, el cielo se oscurecía mientras el dúo adyacia aún en la cama.

Sparta se levantó de su pequeña siesta, gracias a un ligero movimiento de Raptor.

Y de pronto notó que algo no estaba bien.

"Raptor qué pasa?" Dijo Sparta en tono preocupado

Raptor no reaccionó, al contrario, su cuerpo se debilitaba. Sparta sentía como poco a poco, la mano del otro se hacía cada vez más y más ligera.

Como poco a poco, Su mano lo soltaba.

A Sparta le dio un escalofrío que recorrería todo su cuerpo, este estaba empezando a asustarse.

"R-Raptor?"

Raptor solo estaba con los ojos cerrados, ligero, sin ningún movimiento.

Este buscaba su respiración, apretaba la palma del bi color, su mano temblaba cada vez más fuerte con cada segundo que pasaba, con la falsa esperanza de que Raptor abriera los ojos. Este acercó su rostro hacia la oreja de Raptor diciéndole que despierte, sus manos temblaban descontroladamente sin parar.

Sparta ya no pudo encontrar su pulso.

No quería aceptarlo, no quería.

"No, no, Raptor, por favor, no" El nudo en su garganta se hacía más y más intenso. No sabía que decir, no sabía cómo reaccionar.

El mundo se estuvo cayendo en ese momento para Sparta. Sentía como su corazón se estuviera rompiendo en miles de pedazos dentro de él.

Pequeños sollozos salieron de la garganta de Sparta.
Trató de contenerse desesperadamente, Pues él sabía que si comenzaba a llorar, probablemente no podría detenerse, pero ya estaba demasiado débil para hacerlo así.

"por favor, no me dejes. ¡Abre los ojos Raptor!"

Otro sollozo salió de él, ya no había forma de ocultarlo, simplemente ya no podía, estaba destrozado.

"No me abandones..." Pensaba mientras por fuera solo eran gritos de dolor, destrozados, por temor de que esta sería la última vez que tendría a Raptor en sus brazos.

Todo se convirtió rápidamente en  fuertes lamentos. Ambas manos cubrían su boca, su cuerpo se movía con cada llanto que salía de él, era un mar de lágrimas. Se tumbó junto al cadaver que estaba a su lado.  Lo abrazaba tan fuerte, no quería soltarlo. No quería que se fuera, aún no.

No supo cuánto tiempo estuvo así, llorando junto a su mejor amigo mientras lo abrazaba fuertemente, no se dio cuenta de cuando las enfermeras habían llegado a la habitación, qué tal vez fueron por los fuertes llantos de Sparta que se oían en casi todo el piso.

Era tanto para él, que no estaba pensando con coherencia.
Ela lo sacó de la habitación cuidadosamente para luego lamentarse e irse nuevamente. Cuando Sparta se dio cuenta ya estaba entre el pasillo blanco del hospital, ignorando todo lo demás se tiró de rodillas hacia el suelo. Sentía como la cabeza le palpitaba, lo débil que se sentía.
Con la poca fuerza que le quedaba, llamó a la persona que podría
ayudarlo en un momento como este. No le importaba quien lo mirase o quien lo escuchase, a él en ese momento solo le importaba Raptor.

Tenía tantas cosas que hacer con él, tantas cosas que le había querido decir. Todas esas cosas se habían desvanecido una vez que el momento había llegado.

Sparta permaneció sentado en el suelo esperando su consuelo, mientras se lamentaba por lo sucedido una vez más.