020
Jin era alguien muy atractivo.
Tenía los ojos profundos, dulces y oscuros, con una nariz recta y fina, su tez blanca como la azúcar, unos labios carnosos y rojos y el cabello lacio, sedoso y chocolate. Era demasiado para la vista, y eso que no era su imagen real. Jungkook sabía de antemano que su real forma debía ser impresionante, pero no esperó lo que vio.
Porque Jungkook se quedó sin aire cuando Jin se transformó en el hermoso corcel con cuerno y alas gigantes, fuertes y majestuosas que en realidad era. Su cuerpo era totalmente blanco a excepción del cabello y cola que eran de un púrpura mágico.
El menor tuvo que tomarse un momento antes de poder montarlo y dejarse llevar donde sea que Jin estuviera por llevarlo. Se alzaron por los aires luego de un trote para impulsarse y Jungkook tuvo que sujetarse del cuello para no caer.
La ciudad estaba bajo sus pies, totalmente extraña para Jungkook; tan vacía, rota y llena de personas sin esperanza alguna. No podía creer que alguna vez había recorrido muchas de sus calles para entregar paquetes, conocerlas de memoria y ahora eran nada, solo testigos de peleas sin objetivo, de gritos de dolor y de muertes espontáneas ante la nueva enfermedad.
Estaba tan centrado en ella, que ni siquiera se dio cuenta de que estaban empezando a elevarse demasiado, yendo directamente por sobre las nubes. Jungkook cerró los ojos cuando lo hicieron y se sintió ajeno al mundo cuando se mantuvieron nadando en ese río de nubes.
De pronto, Pegasus se elevó aún más hacia el cielo y Jungkook pensó que algo estaba mal hasta que el cielo pareció abrirse cortándose hasta que se encontraron con el universo. Su boca no podía expresar lo que sentía, ni siquiera su cara podía hacerlo, mucho menos cuando Pegasus se posó en las estrellas, siguiendo un camino determinado hasta que entraron en un agujero negro.
Jungkook se mareó al entrar, sintiendo demasiada presión, frío y, al mismo tiempo, un calor abrasador. Sintió como daban un par de giros, a los cuales Pegasus ya estaba acostumbrado, pero Jungkook se aferró aún más, cerrando los ojos para dejar de ver esa oscuridad girando y girando.
Fue interminable para él que ni siquiera se dio cuenta de que habían logrado entrar y que Pegasus estaba quieto esperando que abriese los ojos para continuar el camino. Jungkook pudo despegarse cuando escuchó sonidos extraños, pero bonitos.
Curioso abrió los ojos y se encontró con un bosque con los troncos negros, con hojas turquesas, rosas, amarillas, todas luminosas. Con pequeñas esferas de luz moviéndose de un lado a otro, como luciérnagas que iluminaban el bosque. El suelo estaba lleno de césped verde luminoso con pequeñas gotas de rocío y Jungkook bajó con cuidado, sintiendo la grama abrazar sus pies y tobillos con cuidado.
Pegasus volvió a transformarse mientras Jungkook miraba el cielo totalmente blanco que estaba encima de ellos donde no existía el sol, al parecer. Sin embargo, el lugar no era frío ni menos, tenía una temperatura bastante agradable y las esferas de luz moviéndose le daban la iluminación suficiente que la carencia de sol no otorgaba.
"Vamos" Jin murmuró al cabo de unos segundos, acercándose a él un poco y buscando su mirada. "Debemos apresurarnos si no queremos que sea tarde para los demás."
"Tienes razón" Jungkook pareció reaccionar y observó como Jin comenzaba a caminar sin dudar, sabiendo el camino de antemano.
Decidió seguirlo lo más cerca posible, hasta que todo el lugar se transformó en un microsegundo y se detuvo de golpe ante la presencia en su espalda.
"Tae..." susurró, quedándose lo más quieto posible para sentir la espalda de Taehyung pegada a él.
"Lograron salir, es un alivio" Taehyung comenta soltando un suspiro feliz luego. "Pero ¿qué haces aquí?"
"Me has llamado."
"No" Taehyung ríe suavemente. "No me refiero aquí, me refiero a... A Madre."
"Hay una manera de traerte de vuelta; si me hablas y te escucho, la hay, ¿no es así?"
Un silencio sepulcral se abre entre los dos y Jungkook es tomado por un pánico agonizante y asfixiante cuando la posibilidad de no poder traer a Taehyung de regreso fuera totalmente real lo invade.
"Tae..."
"No sé si quiero volver."
"¿Por qué no?" Jungkook está preguntando de forma apresurada, queriendo girarse y abrazarlo como se debe.
Quizá incluso besarlo.
"Si regreso, seguiremos sin poder estar juntos. Al menos así y aquí" es su respuesta con voz baja "puedo verte cuando quiera, abrazarte cuando quiera y pereceré cuando tú lo hagas. No me quedaré sin ti."
Jungkook analiza sus palabras y se pregunta una y otra vez si realmente está bien estar así; en ese lugar al que solo iba cada que Taehyung lo deseaba, donde ni siquiera podía girarse a ver su hermoso rostro porque perderían la conexión, mientras el nenúfar esperaba moribundo a que Taehyung regresara.
"No... No me gusta."
Taehyung no responde y Jungkook decide continuar hablando.
"Sé que sonaré egoísta, pero no quiero esto así; no puedo verte, no puedo tocarte y aunque escuchar tu voz sea magnífico, sigue sin ser suficiente para mí. No puedo conformarme, Tae, yo lo quiero todo de ti" toma aire antes de seguir hablando "Quiero hundirme en tus brazos mientras hablamos y reímos en tu nenúfar, quiero llorar contigo. A lo mejor también me gustaría pelear y luego reconciliarnos con una cita debajo de las estrellas. No, yo lo deseo fervientemente. Mi corazón anhela todo de ti, lo malo y lo bueno. Quizá ahorita no sea capaz de ver lo malo porque las situaciones que hemos vivido no nos han dejado vernos por completo, pero estoy dispuesto a descubrirte hasta el final... Y no voy a cansarme de ti, Tae, por favor... Dime si quieres volver, y haré lo posible por traerte, pero si no... Si no quieres volver, no me tengas así; no soportaré esta tortura de no poder sujetarte contra mí, de no poder verte."
"Jungkook, yo..."
"Jungkook."
Jin ahora se encuentra frente a él mientras el mundo de Taehyung y Taehyung se esfuman como acuarelas. Está de regreso al momento y parpadea un par de veces cuando recuerda que están por ir a ver a Madre, que estaba siguiendo a Jin y que seguramente se había quedado de pie para no perder la conexión con Taehyung. Sin embargo, desea volver a hablarle porque no recibió una respuesta, ¿ahora qué? ¿Qué pasaba si regresaba a Taehyung y él ya no quería seguir vivo? ¿Lo odiaría? Seguramente no lo haría, pero estaría furioso o decepcionado de él.
"¿Me estás escuchando? ¿Estás bien?" Pegasus insiste, acercándose más. "Ibas detrás de mí y de pronto te has quedado estático mirando hacia la nada, ¿qué pasa?"
"Estaba hablando con Taehyung" la honestidad se apodera de él, mezclada con el miedo y la incertidumbre de no saber qué hacer. Da un paso hacia a él, en busca de consuelo y consejo. "Me dijo que no sabe si está seguro de regresar, ¿qué hago ahora? ¿Y si lo traemos y no quiere estar aquí?"
Pegasus lo mira incrédulo mientras procesa lo que le dice y frunce el ceño.
"Primero tenemos que convencer a Madre, Jungkook. Una vez logrado eso, podremos preocuparnos de lo demás. ¿Por qué no le dices a Taehyung que si regresa habrá una cura para el geostigma?"
"No quiero que regrese por eso" Jungkook admite. "Quiero que piense en él; en que es lo que realmente quiere. No quiero que se vea obligado a regresar solo por salvar a alguien más..."
"Quieres que Taehyung piense en sí mismo, ¿no?" Jin comprende y Jungkook asiente de forma ferviente.
El menor da un par de vueltas en su lugar, cerrando los ojos de forma desesperada antes de mirar a Jin.
"No sé cómo volver a contactarlo."
"Hagamos esto; tratemos de convencer a Madre, una vez hecho podríamos intentar contactar a Taehyung de nuevo y ver qué es lo que quiere hacer" propone, deteniéndole con una mano sobre el pecho.
"¿Y si Madre solo quiere dar una cura a cambio de que Taehyung viva? ¿Qué hacemos ahí?"
"Madre respetará la decisión de Taehyung, te lo aseguro por mi vida" él mantiene su palabra, mirándole con cariño. "Y creo que podremos convencerla cuando se dé cuenta de lo mucho que quieres a Taehyung."
Seokjin no tiene que decir más para convencerlo y continúan el camino. Jungkook se percata que con cada paso que dan el bosque va desapareciendo poco a poco, hasta enfrentarse a un enorme palacio con las paredes totalmente negras y los tejados rojos. Descubre que algunas bisagras de puertas y ventanas están hechas de algo parecido al oro, pero Jungkook supone que los materiales usados no son de la Tierra, porque es algo que jamás ha visto. El palacio está rodeado de un río totalmente transparente que mantiene seres vivos parecidos a los peces, solo que con combinaciones de colores más estrambóticas y hasta algunos fluorescentes. Las mismas esferas brillantes del bosque se encuentran en el exterior del palacio y una pasa muy cerca de él, encontrando que son hadas, con sus alas y cuerpos brillantes.
Una que otra lo mira con curiosidad y tratan de mantenerse alejados de él. Jin lo empuja a caminar sobre el puente que une el palacio con la tierra y no puede evitar mirar hacia el agua donde puede ver a todos esos peces con grandes colmillos haciendo espectáculos, algunos incluso encendiendo sus cuerpos y dejando estelas de luz en el agua.
Una vez frente a la puerta se sorprende que no haya guardianes, así que decide cuestionar a Jin.
"Este lugar es..." él lo mira "parte del cuerpo de Madre."
"¿Cómo?"
"Ella ya sabe que estás aquí; no hay cosa que suceda aquí que ella no lo sepa. Estás caminando sobre ella, estás respirando el aire que ella ha creado y seguro que, si prestas atención, podrás escuchar su latir."
Jungkook se mantiene quieto en su lugar en cuanto lo dice y el portón enorme comienza a abrirse. Cuando mira hacia el interior descubre que está completamente solo, con una sala de recepción que tiene el suelo lleno de azulejos negros con divisiones doradas tan limpios que reflejan todo a su alrededor. Hay unas escaleras que se abren en dos en algún punto y muchísimas puertas. No hay cuadros ni fotos, solo decoraciones de dragones, monstruos y bestias que Jungkook nunca ha visto.
Descubre en un momento que son los hijos de Madre porque en un momento se encuentra con múltiples sirenas, y en otra pared logra ver a Pegasus con sus alas sobresaliendo de la pared, y no puede evitar tocarlas suavemente, descubriéndolas frías y suaves.
Sube las escaleras con Jin que lo mira de reojo antes de indicarle sutilmente que mire hacia el alto techo. Una vez lo hace, se queda sin aire al encontrarse con una extraña imagen de relieve donde Capricornus y Aquarius se encuentran. Ambos están uno frente al otro y una de sus manos está alzada hacia el pecho del otro, sosteniendo una esfera de luz. Taehyung posee una corona alta de oro y un traje blanco ajustado que abraza su piel desde el cuello hasta la cintura, con hombreras doradas en forma de cabeza de dragón mientras que de la cintura para abajo tiene una licra azul oscuro con un cinturón que posee dos alas doradas que abraza su cadera, y una capa dorada con detalles blancos que se extiende hasta la mitad de sus muslos. Unas botas altas, con un poco de tacón y ajustadas de oro abrazan toda la pantorrilla con gemas incrustadas.
Por su parte, Aquarius no se queda atrás con su belleza; su cabello está atado en una coleta alta con otra corona que sujeta también su cabello y lleva un vestido corto azul oscuro decorado con destellos blancos que te hacen creer que tiene una constelación sobre él. Un corsé negro abraza su cintura y realza su busto, posee hombreras parecidas a las de Taehyung y lleva guantes negros más unas medias que se degradaban del blanco al celeste, y tacones dorados.
"Ellos están ahí porque tienen demasiado poder, sobre todo si están unidos" Jin explica, sujetándolo de la mano para que siga caminando porque Jungkook se ha quedado de pie admirando la belleza del cuadro.
"Es impresionante... Así que ella es Aquarius" Jin lo mira, deteniéndose. "Taehyung me habló sobre ella y sobre como lo lastimó su abandono."
"Jungkook..." Jin parece nervioso mirando por sobre su hombro.
"Déjale" una voz femenina menciona y Jungkook se gira en su lugar encontrándose con Aquarius con el cabello totalmente suelto, el rostro apagado y una mirada afilada. Su traje poseía una cola bastante larga que acariciaba el suelo con cada paso que ella daba por los escalones. "No es la primera persona que lo menciona."
Jungkook palidece. Su mirada busca a Jin en una súplica silenciosa de que Aquarius no lo asesine por lo que dijo, sin embargo, Aquarius parece ser otra porque no está siendo pasivo-agresiva ni mucho menos está mirando hacia a Jungkook con desdén. Ella llega cerca y mira entre ambos.
"Perdón" es lo primero que Jungkook dice en cuanto sus miradas conectan y ella no responde más que desviando su atención hacia Jin que sigue guardando silencio hasta el final.
"La muerte de Taehyung no es tu culpa" Jin comenta, creyendo que posiblemente Aquarius tenga otros tipos de pensamientos en su cabeza.
"No te preocupes por mí; no creo ser la única culpable. Su muerte fue todo un error tras error de gente en quien confiaba y gente en la que no" ella se encoge de hombros, cruzándose de brazos e impidiendo que Jin refute. "¿Qué están haciendo aquí? ¿Por qué lo trajiste a casa?"
"Venimos a hablar con Madre, sobre Taehyung."
"¿Qué hay que hablar de Taehyung?" ella cuestiona, alzando ambas cejas, expectante.
"Traerlo de regreso" Jungkook se apresura a decir y solo eso parece traer de regreso a la Aquarius que Jin conoce porque se lanza inmediatamente hacia los dos, tomándolos por el cuello y alzándolos del suelo. "Agh..."
"Aquarius... No es... Lo que... Lo que pien... piensas" Jin intenta hablar, sujetando la muñeca de Aquarius con ambas manos, tratando de soltarse.
"Yo pensé lo mismo, Jin, créeme que lo hice" su voz es dura y sus ojos se iluminan. "Pero entendí que no podemos ser tan egoístas robándole la imagen a mi hermano solo porque queremos tenerlo con nosotros de nuevo."
"Aquarius... no lo... entiendes... Jungkook" Jin parpadea, poniéndose realmente rojo por la falta de aire "Jungkook tiene... una parte de Taehyung... dentro de él... El nenúfar... sigue... vi... vo..."
Los dos caen al suelo de un segundo a otro, Jungkook no logra apoyar los manos en el suelo y se resbala un poco por las escaleras antes de sujetarse de la baranda y llevar la mano libre sobre su garganta. Puede sentir la cola del traje de Aquarius a su lado y solo puede escuchar la tos repetitiva de Jin que no quiere esperar a recuperarse para hablar de nuevo.
"¿Estás loca?" es lo que él pregunta, sintiéndose muy molesta. "¿Ibas a matarnos?"
"No podría matarte; eres mi hermano" ella responde, agachándose hasta su altura. "¿Cómo que Taehyung le dio una parte de él? ¿Por qué? ¿Quién demonios es él?"
"Jeon Jungkook" Jin murmura "Recibió un beso de Taehyung."
Aquarius se gira hacia a Jungkook que está detrás de ella recuperándose. El menor la mira cuando su barbilla es sujetada entre las falanges de ella y se encuentra con su ceño fruncido.
"¿Cómo está el nenúfar?"
"Decaído" Jungkook tose y traga saliva. "Como si le costara sobrevivir..."
"El beso no podría mantenerlo vivo, ¿qué te dio? Te dio algo más, ¿no es así?" ella presiona un poco y Jungkook asiente.
"Una esfera... Pequeña."
"Madre va a perder la cabeza" ella responde, soltándolo y mirando a Jin. "Vamos, los está esperando."
Jin no pensaba mentir; le agradaba saber que Aquarius era la que guiase el camino hacia la habitación de Madre. No es que estuviera asustado de ella, porque sabía que Madre jamás lo dañaría, sin embargo, sabía que ella seguiría afectada por la muerte de Taehyung. No importaba cuanto lo amara él, ni cuanto lo amara Jungkook; nadie podría amar más a Taehyung que Madre.
Entre todos sus hermanos se sabía y aceptaba sin problema ni envidia que Taehyung de cierta forma podía llegar a ser el favorito de Madre. Su personalidad dulce, ingenua y bondadosa atrapaba a cualquiera. Siendo un rayo de luz en toda la oscuridad, una brisa fresca en un calor intenso y una fuente de agua en un desierto, Taehyung había capturado de forma natural el corazón de Madre, de sus hermanos y de los seres humanos con los que convivía.
Por ello la única que había intentado consolar a Madre era Aquarius, en un vano intento porque esa herida era incurable y demasiado grande. Los demás se habían quedado al margen, apoyándola silenciosamente mientras lidiaban contra su propio duelo y la observaban apagada y marchitada.
A sus aposentos la entrada estaba prohibida, aunque no explícitamente; la única que entraba era Aquarius, solo para cerciorarse de que su estado no hubiese empeorado. Jin sabía de antemano que su estado no sería el mejor, sin embargo, tampoco se esperaba que Madre estuviese sentada en su cojín...
Con el cuerpo de Taehyung en sus brazos.
No había heridas esta vez; Madre había regenerado sus heridas y mantenía su cuerpo envuelto en un traje blanco que solo hacia a su cabello azul brillar más. Sobre él poseía una corona de rosas azules, moradas, celestes y rosas. Su cadáver parecía simplemente dormido sobre el pecho de Madre mientras ella miraba hacia un punto fijo.
Ni siquiera se inmutó cuando entraron, ni siquiera miró a Jungkook.
"Madre"
Aquarius fue la única que pudo hablar, porque tanto Jin y Jungkook estaban mirando hacia a Taehyung o, bueno, a su cuerpo. Jungkook se sujetó del brazo del mayor, sintiendo que las lágrimas regresaban a él. Se volvió a sentir tan destruido, recordando lo que le habían hecho, la forma tan brutal en que se lo habían arrebatado y en un parpadeo.
Cuando la mirada de Madre se fija en ellos, Jungkook la mira por un segundo, solo un segundo y su mirada regresa hacia a Taehyung. Ella lo nota, porque de pronto el cuerpo desaparece y entonces tiene que volver a mirarla.
"Aquarius, ¿qué hacen ellos aquí?" a pesar de que la ha nombrado, su atención no se dirige hacia a ella, simplemente se queda estática en Jungkook quien de pronto siente el cuerpo pesado y que debe limpiar su rostro.
"Quieren hablar con usted, Madre."
Madre entonces habla hacia a Jin, dejando de un lado a Jungkook quien se toma el momento para esconderse levemente de la conversación.
"Has vuelto pronto, Pegasus. Has vuelto para rogarme, ¿no es así?"
"Madre" Jin da un par de pasos. "Sé que no debería ir contra su palabra, sé que lo que ha hecho hacia esos seres tiene una razón, que no lo hace por maldad o crueldad, lo entiendo muy bien, sin embargo, debe entender que ha sido una situación bastante complicada; todos ellos estaban cegados por las comodidades y porque no podían salir de esa cápsula en la que fueron encerrados para ver el precio a pagar por esa falsa vida de beneficios."
"Lo lamento, Pegasus, pero ellos ya no me interesan" Madre baja la cabeza a sus manos ahora vacías. "No hay forma de apagar este fuego que arde dentro de mí; donde el asesinato de Capricornus ha dejado un vacío tan desolador para todo mi ser. Yo de verdad lo lamento; sé que hay personas que son inocentes, sé que hay personas a las cuales amas, a las cuales él amaba, pero yo no puedo... Estoy tan dolida, tan furiosa..."
Jungkook la observa erguirse y se queda de piedra ante su exagerada altura. Sus piernas largas caminan hacia Pegasus que la mira con respeto y en silencio.
"Si los curo, Capricornus seguirá muerto..." ella se inclina hacia a Jin quien no aparta la mirada. "Lo único que puedo hacer, Pegasus, es curar a tus amigos, pero solo a ellos, ¿entiendes?"
Jungkook boquea y observa a Jin, mas él está procesando la idea, negando rápidamente al pensar en Seulgi, en Taehyung, en que la muerte de ambos no tenía que ser en vano.
"No puedo aceptar eso, Madre" él responde y se apresura a continuar. "Pero... Capricornus puede regresar y hablar con usted."
"Todos sabemos que, si traigo a Capricornus de nuevo, solo será su imagen; nada más de él quedará, no es lo que quiero... Ninguno de ustedes es reemplazable."
"No se trata de reemplazarlo, ni siquiera yo quisiera eso, simplemente... Simplemente usted podría llegar a algún acuerdo con él."
Madre guarda silencio, lo que le da espacio a Jin de continuar, mirando levemente a Jungkook para indicarle que se acerque y Madre sigue cada paso del menor hasta que llega frente a ella.
"El nenúfar de Capricornus sigue vivo, y todo porque Jungkook, tiene una parte de él en su interior" declara, sujetando a Jungkook del codo, mostrándoselo a Madre. "Jungkook recibió un beso de él, Madre, realmente... Los dos se amaban."
Aquarius espera algún movimiento por parte de Madre, alguna expresión o reacción, pero ella sigue en silencio, simplemente sin decir nada. No sabe cuantos minutos pasan en los que ninguno dice nada, en los que nadie se mueve y la tensión va in crescendo.
Todos son completamente conscientes de la presencia de Jungkook, así que nadie se atrevería a irrumpir en la habitación por más curiosidad que le dé. Sin embargo, Aquarius sabe que tiene un poco más de rango que los demás, así que da un paso hacia a Madre, esperando que sus palabras puedan causar algo en ella cuando un movimiento la detiene y entonces una mariposa azul brillante comienza a volar por el lugar hasta posarse en una palma abierta que Madre extiende.
La atención de todos recae en la mariposa que aletea suavemente antes de llamar a más mariposas que terminarían formando el cuerpo inerte de Taehyung, posándolo en los brazos de ella quien lo estrecha con recelo.
"Tu nombre" ella exige hacia el pequeño ser humano.
"Jeon Jungkook, señora" él responde, de forma nerviosa y no puede evitar perderse en el cabello azul de Taehyung y que se ve tan angelical con esas ropas y esa corona.
"Dime una cosa, Jeon Jungkook, ¿estarías dispuesto a todo por Taehyung?"
Jungkook no deja de mirar el cuerpo, ni siquiera cuando habla.
"El amor... el amor no se trata de sacrificios que perjudiquen la dignidad ni el valor de ninguna de las partes implicadas, el amor no se trata de perderte a ti mismo. El amor se trata de cuidado, de cariño, de tacto y apoyo. De sentirte reconfortado y cuidado, de reconfortar y de cuidar" él la mira. "Sin embargo, se trata de Taehyung... Se trata de Capricornus, quien me amó, quien me cuidó, quien me reconfortó. Y yo nunca pude pagárselo, así que... Estoy dispuesto a todo por él."
"¿Y si eso implicase dar tu vida a cambio la de él?"
"Lo haría; ese sería mi camino al cielo."
"¡Jimin! ¡Jimin! ¡Jimin!"
La voz de Yoongi le sonaba lejana, mas sabía que era él porque su mente podría quedar inconsciente, pero siempre tendría a Yoongi presente, siempre. El dolor era insoportable y estaba por todas partes; en las paredes, en el suelo, en los trapos húmedos puestos inútilmente en su brazo derecho sobre la herida, tratando de limpiarla. Jimin tenía sus ojos abiertos, pero se sentía ciego porque todo se encontraba borroso y se sintió perdido. Ni siquiera las manos de Yoongi sobre su cabeza lo ayudaron a encontrar su lugar en ese momento.
"¡No te atrevas! ¡No te atrevas a dejarme!" la voz de Yoongi sonaba clara, lejana y clara entre todo el dolor y sintió que su cuerpo estaba dejando que su alma escapara, que sus pulmones dejaran de inhalar aire, solo expulsándolo y expulsándolo. No sentía sus manos, ni podía enfocar absolutamente nada. Pero cuando el rostro desenfocado de Yoongi apareció, trató de grabarlo con fuerza en su mente, trató de aferrarse a ese rostro. Se dijo a sí mismo que verlo por última vez haría la vida y la muerte más bonita.
Al menos, Yoongi estaba y estuvo con él.
Nari se encontraba en el fondo de la habitación, aferrada a Namjoon quien veía la escena con el rostro pintado de lágrimas que no dejaban de brotar de sus ojos. La gente alrededor de Yoongi y Jimin se apartó, entendiendo que no se podría hacer más y que lo mejor era que tuvieran su momento.
No era la primera vez que perdían a alguien en ese edificio; habían pasado ya tres días desde la partida de Jin y Jungkook, y la muerte, o mejor dicho el geostigma, había tomado ya a siete cuerpos en cuestión de minutos. Jimin sería el octavo y no sería el último.
"Namjoon..." Nari pide con la voz temblorosa, apretando la tela de su propio vestido. "Debemos... Debemos hacer algo."
Namjoon no le responde más que con un abrazo, alzándola y escondiéndola en su cuello.
Jimin entonces deja de respirar y Yoongi se inclina sobre él, escondiendo su rostro en su mejilla, aferrándose en sus hombros.
Te dejo una mañana en lluvias y en tormentas.Lo siento, mi amor, por esta pobre herencia.Pero depende de ti convertirlo en un océano,Donde amamos, donde nadamos, donde buceamos riendo.
"Puedes volver si quieres, pero solo si tú quieres."
Taehyung mira sus pies, pensando en las palabras de Jungkook quien lo ha llamado a través de su mente, quien le ha pedido con toda la fuerza de su corazón escucharlo. Cedió, porque era demasiado débil con él, porque lo amaba demasiado.
Jungkook no se ha atrevido a mirarlo, con la única intención de no perder la conexión.
"Pero no estaremos juntos..."
Al pelirrosa se le corta la respiración cuando lo escucha decir, porque su corazón inevitablemente se siente cálido en cuanto Taehyung dice eso, porque eso significa que lo único que él desea es estar junto a el menor.
Se queda un momento callado y tiene que contar muchísimo para eliminar los deseos de girarse y ver el rostro de Taehyung, de tomarlo entre sus manos para contemplarlo por horas y horas, por todas esas horas que no se le permitieron, por todas esas horas en las que soñó hacerlo, por cada una de ellas.
"¿Quieres estar conmigo?"
"¿Por qué no querría hacerlo?" su respuesta es rápida, sin dudas, sin temores. Taehyung suspira. "No quiero perderte." Piensa en los demás, en Jimin, en Nari, en Yoongi y en Namjoon. "¿Cómo están los chicos?"
"Jimin está mal; ser un exsoldado le está pasando factura... Yoongi, bueno, Yoongi parece estar solo preocupado, al igual que los demás. Seguimos luchando."
Un silencio cae como una manta sobre ellos, suavemente y por largos minutos.
"Madre hará una cura, ¿no?" Taehyung cuestiona de nuevo, pensando en las condiciones que Madre ha impuesto. "Regresaré, así que, dile a Madre que los cure a todos, incluyendo a los Jung. Al menos, a los que sobrevivieron."
"Pero..." Jungkook comienza. "No quiero que vuelvas por nosotros, quiero que pienses en ti, en lo que tú quieres... Esto se trata de ti, Taehyung. Siempre... Siempre estás pensando en los demás; llegaste a la Tierra para cumplir con el deseo de Madre, te quedaste luchando porque nosotros queríamos vivir, porque teníamos esperanza... Pero, ahora, quiero que seas tú el que decida; no pienses en los demás, no pienses en nadie más que tú, por favor."
Taehyung sonríe, aunque Jungkook no pueda verlo, porque se muere de ternura ante la forma en que Jungkook piensa en él, en como quiere que sea un tanto egoísta, por primera vez. Que haga algo porque quiere hacerlo. Taehyung piensa en Aquarius, en sus hermanos e incluso en Madre, en como todos siguen con sus vidas. Él no duda que no lo amen, porque lo siente en cada fibra de su ser, en cada momento en que sus hermanas sirenas le ofrecen joyas, cantos y sonrisas, en como sus hermanas hadas le ofrecen polvo para brillar, en como le cuentan chistes y lo reciben con exorbitante gozo y alegría cada que llega a ver a Madre. Taehyung sabe que cada uno de ellos tiene una forma diferente de expresar su amor hacia a él, como Aquarius que se mantuvo siempre detrás de él, recordándole que destruiría una raza en su nombre.
Pero, al final, cada uno de ellos tenían una vida, viajaban, amaban, reían, se entristecían, mientras él permanecía dormido en su fiel y amoroso nenúfar. Entonces, si él simplemente moría, nada cambiaría para el mundo; todos seguirían sus vidas, llorarían por él al recordarlo, pero la vida seguiría.
Ahora, Taehyung tenía la oportunidad de quedarse y de empezar de nuevo. Y esta vez, no lo haría solo.
"Jungkookie."
"¿Uhm?"
"Te veo allá."
He fallado la única, la única misión:tenía que ofrecerte lo mejor de los mundos,de preservar la suerte, de velar por el presente,para que en el mundo crezcas riendo.
"Joven Yoongi, hay que llevarnos... el cuerpo" Namjoon escuchó la orden, aún estático con Nari entre sus brazos.
La pobre señora estaba inclinada hacia Yoongi y Jimin que seguían en el suelo, el primero aferrado al segundo, en completo silencio. Ella tiene una cara desoladora, no contenta con ofrecerle a Yoongi que se aparte de su ser querido, sin embargo, es su deber.
Viéndolos ahí, la vida empieza a significar nada para ella; simples humanos destinados a morir de una cruel manera. ¿Regresarían Jungkook y Jin? Y si lo hacían, ¿lo harían a tiempo? ¿Cuántas muertes más debían presenciar para aquello? ¿Cuántas almas debían irse para terminar esa pesadilla?
Decide alejarse, decide darles más tiempo y les pide a los dos soldados que se encuentran en la habitación que se retiren. Le da una mirada significativa a Namjoon, quien entiende y decide irse con Nari, sin replicar. En cuanto salen del lugar, se encuentran con Hoseok quien los mira expectante y traga arduamente las lágrimas por salir al entender todo en el rostro de Kim.
No se acerca, porque sabe que su relación con Namjoon ha terminado de una forma trágica y definitiva por sus acciones. Sabe que es el precio por pagar, y decide respetar su castigo. Los ve retirarse en silencio, pasando justo a su lado luego de los dos soldados cuando una gota de agua cae sobre su frente.
Extrañado, toca su frente y siente la humedad. Cuando se mira la mano, descubre que no ha sido el único que la ha sentido porque todos se han quedado en sus lugares, con los ojos abiertos en sorpresa y luego mirándose los unos a los otros.
"¿Ustedes...?" empieza Hoseok, pero no puede continuar cuando más gotas comenzaron a caer encima de cada uno de ellos, sobre cada zona.
"Pero ¡¿qué?!" Namjoon exclama, mirando hacia el techo; no estaban en el último piso, no hay goteras, pero el agua simplemente cae del techo como si fuese el mismísimo cielo.
"¡¿Hoseok?!"
La voz de Joohyun se hace presente desde las escaleras y cuando abre la puerta descubren que el agua está cayendo incluso en las escaleras.
"¡¿Aquí también?!" ella cuestiona mirándolos aturdida.
"¡Desaparece!"
Todos miran hacia Nari cuando ella dice, y cuando la atención está sobre ella, apunta al suelo señalando el agua no cae al suelo y lo moja, simplemente desaparece. Miran asombrados hasta que un soldado suelta un grito de sorpresa.
"¡Mi geostigma está desapareciendo!"
Atónitos, todos buscan sus propias llagas, descubriendo que están desapareciendo y el cuerpo les tiembla de asombro, de miedo y a la vez emoción. Los dos soldados se abrazan entre ellos en cuanto lo descubren, Nari baja de los brazos de Namjoon y corre hacia el ventanal, chillando que afuera está también lloviendo.
Yoongi puede escuchar todo desde su lugar, pero la información no entra en su cerebro totalmente aturdido por el dolor. Se mantiene inclinado hacia Jimin, sintiendo su piel fría y, ahora, húmeda por esa misteriosa lluvia.
Su cuerpo se está mojando también; siente la ropa adhiriéndose en su piel, sintiéndola un poco pesada y su cabello siendo aplastado. Todo frío, su cuerpo, su corazón. Así que se sorprende cuando una mano se posa sobre su cabello, cálida y con dedos un poco cortos a comparación de los suyos.
"Yoon..."
Su nombre y la voz lo asustan, y se yergue rápidamente, mirando hacia a Jimin quien tiene los ojos abiertos, perdidos hacia un punto fijo y de pronto siente que puede expulsar más lágrimas. Niega incrédulo y de su boca no puede salir nada, nada más que un nombre.
"¡Jimin! ¡Jimin!" llora antes de volver a inclinarse y abrazar su cabeza, llenando su rostro de besos.
"Yoon..." murmura de nuevo Park, riendo suavemente ante las caricias.
Lo siento, mi amor, por esta pobre herencia,simplemente de esperanza y de buenos sentimientos.Cómo única razón para tomar las armas,yo te dejo un sol y luego canciones.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro