016
Cuando Aquarius entra al santuario de Madre siente que ha estado demasiado lejos de casa. Siente eso, aunque el suelo siga siendo negro, aunque conozca esos árboles con troncos blancos luminosos, con sus típicas hojas rojas brillantes.
Recuerda a la perfección las manos largas, pálidas y huesudas que nacen desde el suelo al azar, sosteniendo flores entre sus dedos siguen ahí. Pero siente que han pasado mil años.
Curiosamente, han pasado más de mil años.
Quizá ha estado tanto tiempo enfrascada en sí misma y su propio avance que no notó lo lejos que se mantuvo de su familia, hasta ahora que había perdido a Taehyung.
Sus pies tocan el suelo que es líquido y crea una onda al tacto de su piel. Mira su reflejo en la oscuridad y, lejos de ella, puede observar a Madre caminando lentamente hacia su trono, con las alas de fuego bajas, arrastrándose y creando más ondas en el suelo.
Sabe a la perfección que debajo de ese líquido oscuro se encuentra viviendo otra parte de Madre; la más monstruosa y oscura. Ella era hermosa, pero para tener orden, debía haber caos. Eso era Madre. Orden y caos. Orden y caos.
Madre se detiene frente a su asiento, es un colchón rojo con detalles de oro y fuego que se encuentra en el aire sostenido por las manos que, detrás del cojín, crean un espaldar y sostienen flores rojas con pistilos negros.
Antes de llevar su mano hacia el pecho, suelta el cetro que es sostenido por otras manos que nacen para tomarlo y llevárselo al fondo del suelo, resguardándolo. Todo lo que se encontraba debajo de él estaba firmemente protegido; quizá debió guardar ahí a un ser tan frágil y bondadoso como Taehyung.
Quizá ese era el problema; envío a uno de sus hijos más bondadosos en lugar de mandarla a ella, a Aquarius. Al menos, su hermano estaría con los ojos cerrados y no por una muerte.
Aparta la mirada en cuanto Madre saca a Taehyung de nuevo de su cuerpo, puede escuchar la respiración agitada de Bahamut en otro salón, siendo atendido por otros hermanos. Y vuelve a escuchar los tacones de Madre subiendo hacia el cojín. Alza la mirada, por curiosidad, encontrándola sentada y sosteniendo el cuerpo inerte de su hermano en brazos.
Taehyung tiene un orificio en la frente, pero, a pesar de ello, su rostro está muy relajado, como si solo estuviese durmiendo.
Aparta la mirada de nuevo, sintiendo que va a vomitar si sigue mirando a su hermano... Muerto.
"¿Va a revivirlo?" ella cuestiona.
Sin embargo, sabe que es estúpido preguntar cuando sabe la respuesta. Madre no le responde, solo acaricia el rostro de su niño y lo baña con sus lágrimas.
"Podría revivirlo" insiste.
"Te has vuelto demasiado egoísta, Aquarius" es la respuesta, antes de mirarla. "Ustedes dos eran únicos... Mis primeros hijos, yo... Yo podría revivirlo, pero sabes que no sería Capricornus."
Aquarius cerró los ojos para no llorar. Ella lo sabía. Parecía que solo quería herirse aún más; porque ella sabía a la perfección que si revivía a Capricornus no habría nada de su hermano. Sin recuerdos, sin sentimientos. Solo su rostro y su cuerpo, pero...
"Podríamos... Podríamos ayudarle" Aquarius da un salto hacia ellos, flotando hasta poder observar el rostro de Taehyung y acariciarlo con sumo cuidado. Su mirada conecta rápidamente con Madre. "Ya ha resuelto el problema con los seres humanos; perecerán. Capricornus no tendrá que regresar a ese horrible lugar; no lo recordará. Se quedará aquí. O se vendrá conmigo... Yo..."
"¿Estás entendiendo que te quedarás con un cuerpo vacío?"
Aquarius rompe en llanto sin poder evitarlo y baja suavemente hasta el suelo, apoyándose en palmas y rodillas, apretando los puños en el suelo e inclinándose hacia adelante. Sus hombros tiemblan de forma agresiva por el dolor.
"Por favor... Detenga este dolor que está arrancándome el corazón..."
"Quisiera hacerlo, pero una de nosotras debe ser prudente; sabes cómo funciona esto."
"¿Entonces? ¿Entonces debo quedarme sin Taehyung?"
Madre acerca el cuerpo de Taehyung más a su pecho, escondiendo su rostro.
"Aquarius, no quiero ser dura contigo, pero no tiene sentido."
"¿De qué habla, Madre?" Aquarius alza la cabeza, sacudiendo sus lágrimas en un movimiento brusco.
"Tú... Tú fuiste la que se quiso alejar de Taehyung"
"¿Querías hablar conmigo?"
Aquarius gira el rostro en cuanto escucha la voz de su hermano; lleva un rato sentada en aquel jardín que Madre tenía lleno de hadas con alas luminosas, con cabellos de colores, con trajes mágicos. Ellas se mueven entre las flores, iluminando levemente por donde pasan. A veces juegan entre ellas, escondiéndose en el césped, detrás de los árboles o resguardándose dentro de las flores, cerrando los pétalos. Algunas se quedaban dormidas, y otras se acercaban a ella para ofrecerle risas.
Capricornus lleva un hanfu azul, celeste decorado con flores blancas. Su hermano había ido, recientemente, al Planeta Tierra, y parecía haberse enamorado de tantas cosas que los seres humanos hacían. A Aquarius nunca le habían agradado; no eran de su sangre, no podía quererlos. Era así.
Sin embargo, aunque no le agradaban y tampoco le gustaba nada de lo que hacían, ella admitía que su hermano se veía muy lindo vestido de aquella forma.
Acercándose hasta ella, lo vio acuclillarse de frente, mirándola con una dulce sonrisa. Aquarius acerca su mano a su rostro, acariciando suavemente su mejilla antes de devolverle la sonrisa.
"Tengo algo importante que decirte."
"¿Uhm?" Capricornus espera, escuchándola de forma atenta.
"Voy a irme a entrenar; quiero saber de que soy capaz" es lo que ella dice.
"¿A dónde iremos?"
Capricornus se escucha muy emocionado en cuanto lo dice; su sonrisa se ensancha, mostrando esa belleza tan única que posee. Sus ojos brillan como dos luceros, ilusionado.
"No lo entiendes; iré sola" espeta.
La sonrisa de Taehyung tiembla antes de encogerse un poco.
"¿Sola? ¿Sin mí?"
Cuando Aquarius asiente, la felicidad e ilusión en su rostro se disipa como el humo, pero asiente lentamente.
"Bien."
"¿Estás molesto?"
"Estoy triste, que es muy diferente."
"Capricornus" ella suspira. "Somos individuales; tú tienes tu propio pensamiento y yo el mío, somos independientes. No nos moriremos por estar separados."
"El problema es que te conozco" Capricornus dice, mirándola a los ojos y Aquarius observa como los de él se cristalizan. "Eres independiente, lo entiendo, pero a diferencia de nuestros demás hermanos, no solo vas a estar un tiempo lejos; vas a alejarte más de nosotros con cada avance que des..."
Quizá por ello, se sentía tan fuera de lugar frente a Madre, mirándola mientras sostiene el cuerpo inerte de su hermano. Capricornus tenía razón.
"Un mensajero me ha dicho que en Europa se ha desatado una guerra."
Joohyun no parece reaccionar en cuanto escucha las palabras del soldado. Su mirada está incrustada en una pared mientras la mujer que ha habitado en ese lugar por tantos años se dedica a vendarle la pierna, aunque para Joohyun sea estúpido porque aquello no tenía cura. Al menos, aún no sabía cómo curar esa cosa.
Sin embargo, está llena de ira.
"¿Una guerra?" repite. "¿Con qué objetivo inician una guerra? ¿Qué es por lo que están luchando?" ella mira al soldado.
El sujeto no se encuentra del todo enfermo; no ha consumido tanta Energía, ha sido reclutado hace un par de meses, y era un chico bastante joven.
"Bueno... Comida" él dice, encogiéndose levemente de hombros. "Dentro de poco comenzará a escasear."
Joohyun aparta la mirada, sonriendo divertida. Se siente molesta, pero es divertido para ella.
"Es que son unos idiotas" ella escupe y la mujer se aparta como puede una vez ha terminado. "Ni siquiera cuando están enfermos y en una crisis piensan en ser solidarios los unos con los otros."
"Es lo que hemos creado" Hoseok murmura.
Se encuentra sentado en un taburete en la sala que se encuentran; la noche está comenzando a caer y Namjoon no ha despertado. Mira a su hermana que suspira, negando.
"¿Nosotros? Querrás decir mi abuelo"
"¿Ya no estás tan orgullosa de tu familia? ¿De los Jung?"
"Nunca he dicho que he estado orgullosa de nosotros, pero tampoco arrepentida de haber nacido aquí; mejor en el poder que fuera de él, ¿no crees?" ella se encoge de hombros. "Estoy enferma, tú estás enfermo, todos están enfermos. Y si morimos todos, ¿quién vivió mejor antes de que pasara todo esto? Nosotros. Sí, todo esto es culpa de mi abuelo. Nosotros, tú y yo más específicamente, somos el último eslabón de esta gran familia; nosotros no hemos hecho nada más que observar todo lo que ha pasado. No tenía acceso a este poder hasta hace un par de años."
"Pudiste detenerlo."
"¿Y morir en el intento?" ella cuestiona, alzando ambas cejas. "¿Por qué no lo hiciste tú, hermanito? Pudiste haber sido el presidente cuando hubieses deseado y detener toda esta pesadilla; sabías lo que el grupo de tu novio intentaba, sabías las consecuencias de los Reactores, tenías el poder y te quedaste mirando. Es más, decidiste vender a tus amigos y huir con tu novio porque sabías que, si te entrometías, ibas a ser eliminado. Entonces, ¿por qué solo me estás culpando a mí?"
Hoseok no puede decir absolutamente nada, mira sus pies, arrugando su pantalón cuando sus dedos sujetan fuertemente la tela.
"¿Qué tanta gasolina tiene los autos?" Joohyun cuestiona a los soldados. "¿Lo suficiente para hacer un par de viajes?"
"Sí, señora. Además, tenemos otros guardados en este edificio y unos cuantos galones" el líder responde y Joohyun asiente.
"Vale, mañana iré a buscar a esos chicos."
"¿Mañana?" Hoseok vuelve a hablar, confundido y Joohyun asiente.
"Sí y haré lo que me pediste; les daremos a tu novio" se pone de pie con ayuda de los soldados, caminando con dificultad hasta la salida, yéndose sin siquiera despedirse de Hoseok.
"¿Tienes alguna llaga?"
Nari alza su cabeza cuando Yoongi le pregunta. Es de día, y la única que ha podido dormir medianamente bien ha sido Nari, entre los brazos de Seokjin. Se habían movido de manera rápida en cuanto descubrieron que había un supermercado totalmente abierto y abandonado. Habían tomado los objetos más valiosos (sentimentalmente hablando) de lo que había sido su hogar y se habían retirado hacia el local, montando una barricada y vigilando que nada malo sucediera por la noche, turnándose para hacerlo.
"Mi estómago" responde.
"¿Es muy grande?" pregunta con cuidado, la niña niega y él acerca una mano sin tocarla. "¿Puedo ver?"
Nari asiente lentamente y deja que el mayor levante un poco su blusa, checando una llaga pequeña circular cerca del ombligo.
"¿Duele mucho?" cuestiona, acercándose con más suavidad y Nari niega lentamente.
"Estoy bien. Extraño a Seulgi."
Yoongi guarda silencio, y ni siquiera la mira. Asiente con cuidado, pensando que realmente han perdido demasiado; sin Seulgi y sin Taehyung, ¿cómo no sentirse tan vacíos? Además, ¿cuánto tiempo les quedaba de vida? Yoongi no temía por la suya, temía por Nari; ¿Seokjin se quedaría hasta el final con ella una vez Jungkook, Jimin y él perecieran? ¿Y qué sería de ellos dos completamente solos en un planeta destruido?
"Yo también la extraño, muchísimo" apoya.
No sabe qué más decir, tampoco es que tuviera mucho. Dejan de estar solos porque Seokjin entra acompañado de Jungkook mientras que Jimin se encuentra dormido en un colchón al fondo del supermercado. Nari se baja suavemente la blusa en cuanto los otros dos se presentan y Jin es el único que ha podido ver una pequeña parte de la llaga a tiempo.
"Jungkook" murmura, mirándole y recibiendo la atención del otro chico. "¿Dónde están tus llagas? ¿Duelen mucho?"
"¿Llagas?" cuestiona, totalmente confundido. Yoongi lo escucha y se pone de pie.
"Sí, las llagas del geostigma" Yoongi baja el cuello de su camiseta, mostrándole que tiene una en la clavícula. "Pareciera que expulsan una especie de lodo. Es muy raro, y doloroso."
Jungkook niega suavemente cuando observa la llaga de Yoongi.
"No tengo."
"Eventualmente la tendrás" Jin concluye. "Todos los seres humanos fueron infectados; las tendrás."
"¿Y si no está enfermo?"
Los tres se giran hacia a Jimin, quien se ha despertado escuchando la conversación. Su mirada está clavada en el techo, pero luego está en ellos. Su respiración es un poco irregular y su frente está sudando; la llaga lo está lastimando.
"¿Y si Jungkook no está enfermo?"
"¿Cómo no podría?" Yoongi cuestiona.
"Todos tenemos llagas; cada uno de nosotros, a excepción de Jin, todos debemos tenerlas. Algunas más grandes que las de otros"
"Pero la onda me atravesó a mí también" Jungkook murmura, recordando el día anterior. "Tengo geostigma."
"No lo creo" Jimin comenta, apoyándose suavemente en su brazo sano. "Nari jamás ha consumido Energía Vital, ni siquiera estando aquí con nosotros, y, aún así, está enferma. ¿Cómo no podrías tener llagas si has consumido lo mismo que Yoongi y los demás?"
"Pero es imposible que no esté enfermo, Jimin. Creo que estás delirando del dolor; tenemos que buscar alguna forma de calmarlo" Yoongi propone, acercándose a él y tocando su frente. "Tienes fiebre."
"¿Qué diferencia habría?"
Jin mira a Jungkook cuando este suelta la pregunta.
"¿Cómo dices?"
"¿Qué diferencia habría de no estarlo? Solo... ¿No morir antes? ¿Eso es todo?"
"Pasa que si no lo estás" Jin dice. "Significaría... Que quizá hay alguna cura."
"Si no lo estoy, ¿cómo lo sabríamos?" Jungkook siente la mano de Nari sujetar la suya, y la aprieta suavemente antes de mirarla. "Si no estoy enfermo, y puedo dar una cura, lo haría, pero ¿cómo saberlo?"
"Deberíamos ir a la empresa eléctrica" Jimin comenta, apartándose un poco de Yoongi. "Sus laboratorios estaban totalmente equipados, podríamos..."
Su voz fue interrumpida con el sonido de un motor. Escucharon, fuera del local, como unas llantas se movían por el suelo lleno de piedras esparcidas de manera aleatoria luego de los ataques de Bahamut y Jin les hizo una seña a todos de que guardaran silencio mientras caminaba con cuidado hacia un ventanal del supermercado, asomándose suavemente y encontrando un auto de los Jung; totalmente polarizado y blindado, dando vueltas por la zona. Su ceño se frunce, preguntándose porqué estarían ahí.
Se esconde un poco más cuando el auto pasa cerca de ellos y se detiene a un par de metros más adelante; cerca de la cafetería.
"¿Qué es?"
La voz de Yoongi lo descoloca, encontrándolo a su lado.
"¿Qué hace un auto de los Jung aquí?"
"Están en la cafetería, no sé que hacen. No puedo ver."
"Hay una puerta trasera, podemos ir por detrás y averiguarlo" Yoongi no espera respuesta y se aleja para ir a la parte trasera, pasando de Jimin, Jungkook y Nari quienes lo miran interrogantes.
Jin jadea en cuanto ve a Yoongi ser tan impulsivo y lo sigue, llegando al almacén donde Yoongi abre la puerta con cuidado y Pegasus lo toma de los hombros, deteniéndole.
"¿Estás loco?" lo gira hacia a él, mirándole molesto.
"¿Qué?"
"¿Cómo que qué? Seguro están desquiciados y tú quieres ir a ver qué hacen. Ya no son nuestro problema; morirán."
"Al igual que ellos y yo" escupe. "Jin, no tiene sentido cuidarme tanto; tarde o temprano esta enfermedad se apoderará de mi cuerpo y me llevará consigo. Si los Jung me matan, no habrá gran diferencia."
"Vas a dejarnos" Jin dice. "¿Eso no te preocupa? Dijimos que estaríamos juntos hasta el final."
"Nos están buscando."
"¿Y eso qué? ¿Qué podríamos deberles?" Jin escupe, suplicándole que no vaya porque ya perdió a Seulgi y a Taehyung, no quiere hacerlo con Yoongi. Suficiente tenía con su corazón acelerándose muy rápido cada que a Jimin lo consumía esa enfermedad y respiraba entrecortadamente.
Estaba seguro de que lo perdería a él luego, y quizá, solo quizá, los últimos en irse serían Jungkook y Nari.
"Quiero matarlos"
La declaración interrumpe sus pensamientos y busca en sus ojos la verdad, descubriendo que realmente es eso lo que Yoongi siente; resentimiento. Tiene sed de venganza, pero ¿con qué propósito? Los soldados estaban cayendo más rápido que la gente normal, era cuestión de tiempo para que la primera línea de la empresa de los Jung cayera.
"No tiene sentido, Yoongi-yah... Déjalo" pide, parpadeando rápidamente para evitar las lágrimas y decir lo que realmente pensaba.
"¿No te sientes furioso por lo de Taehyung? Era tu hermano."
"Madre ya tomó represalias contra ellos" él murmura y baja la mirada suspirando. "Vi a Seulgi ser soterrada por ese techo que tanto nos protegió, por esos muros que tanto secretos guardaron. Y luego... Luego Taehyung apareció sobre los brazos de Madre; inerte, desaparecido, frío. Decidí quedarme porque... porque los amo" su mirada se eleva y sonríe con dificultad. "Porque los amo tanto, porque quiero estar con ustedes hasta el final, porque... Porque también son mis hermanos."
Yoongi solloza, cerrando los ojos y dejándose caer en el hombro de Pegasus, arrugando la camiseta en el proceso. El silencio los ahoga, y, gracias a ello, Jin escucha la voz de una mujer, una que conoce, a través de un megáfono.
"Soy Jung Joohyun y estoy buscando a los cómplices del líder terrorista Kim Taehyung."
Ambos se quedan estáticos y Jin dirige su mirada por donde vinieron, encontrando que Jungkook está sentando junto a Jimin quien se ha desmayado del dolor, y Jeon tiene a Nari entre los brazos que respira angustiada.
"No es para castigarlos, ni mucho menos. Al final, ya no soy nadie" la voz de Joohyun continúa. "Sin embargo, considero que es de el interés de ambas partes encontrar una cura para esta enfermedad mortal que está acabando a pasos agigantados con nuestra raza. También" una pausa "estoy dispuesta a devolverles a Kim Namjoon. No fue ningún traidor, pero fue de bastante ayuda, inconscientemente, para llegar hacia a ustedes. Lo dejaré en la cafetería con un walkie-talkie de larga distancia, por si quieren comunicarse conmigo, y poder trabajar juntos para encontrar algún tipo de cura. O, al menos, algo que retrase la muerte."
La voz se apaga, nadie se mueve. No hay más ruido más que la agitación de Nari que se intenta esconder aún más en el cuerpo de Jungkook. Pasan dos largos minutos hasta que pueden escuchar los autos yéndose de nuevo.
Nari suelta un pequeño sollozo en cuanto siente que están a salvo y se escapa de los brazos de Jungkook para acuclillarse hacia el desvanecido Jimin que está ardiendo en fiebre y lo abraza como puede, rogándole al oído que se quede con ellos.
Jungkook mira a Jin, esperando alguna orden, pero el mayor se ha quedado pensando en las palabras acerca de Kim Namjoon, ¿sería real? ¿No les había traicionado?
Yoongi se separó de golpe, pensando lo mismo y exigiéndole en silencio una respuesta. Como no hubo nada, se acercó a la puerta, dispuesto a salir hasta que ambos escucharon un jadeo demasiado fuerte.
"¿Jungkook?" Nari murmuró cuando alzó la vista hacia el otro muchacho y lo ve negar, llevándose una mano al pecho y quejándose suavemente.
"Jungkook" Jin dice, mirando a Yoongi un segundo y Yoongi entiende, acercándose. "¿Un ataque de ansiedad?" cuestiona, apartando con suavidad a Nari que mira preocupada y a punto de llorar a Jeon.
"Yo" Jungkook no obtiene aire y se sujeta de la pared. "Yo... No puedo respirar..."
"Jungkook, espera... Tienes que..."
"Quiero a Taehyung" es lo que puede soltar y Jin se queda sin palabras, sobre todo, cuando, observa como las lágrimas de Jungkook son luminosas, brillantes y...
"Jungkook... ¿Taehyung y tú...?"
No sabe cómo decirlo, no podía ser cierto ¿o sí? ¿Taehyung se había arriesgado a tanto por esa persona? ¿Por qué?
"Taehyung y tú se besaron"
No es una pregunta, es una afirmación. Las palabras quedan en el aire en cuanto las expulsa y sujeta el rostro de Jungkook, logrando que el menor lo mire un segundo y trata, Jin trata de encontrar a su hermano en esas lágrimas.
"¿Cuándo? ¿Cuándo, Jungkook?" exige.
Jungkook parece viajar a ese momento, y eso es suficiente para calmarse. Se pierde en las sensaciones tan vívidas que ese beso le ha dejado, como le ha marcado cada parte de su ser, como si Taehyung se hubiese metido debajo de piel, en su cabeza, en su alma.
"Unas horas antes de que muriera" es lo que suelta. "En... En nuestro nenúfar."
"Su nenúfar" Yoongi repite, sonriendo con suavidad. "Ya ni siquiera debe existir, ¿no es así? Moriría si Taehyung lo hacía."
Seokjin piensa a toda prisa, mira de nuevo los ojos de Jungkook y limpia sus lágrimas como puede. La verdad le está cayendo como un balde de agua fría. Capricornus y Aquarius eran como cisnes; eran tan libres con sus alas grandes y fuertes, eran elegantes y preciosos, únicos, demasiado únicos. Y solo podían enamorarse una sola vez.
Jin nunca pensó que podría ser de un ser humano. Realmente, no lo veía práctico; si se enamoraban de un ser humano, perecería en un solo segundo y se quedarían con ese amor, sin poder volver a enamorarse. Taehyung había tenido idas y venidas al planeta Tierra, pero jamás se había enamorado, y Jin se había sentido tranquilo ante aquello.
Ni Aquarius ni Capricornus eran conscientes de esa característica de ellos.
Cuando tocaron ese tema, Jin no quiso arruinarle las ilusiones a Taehyung; no quería ser cruel y recordarle que perdería a Jungkook porque era un ser humano. Pero tampoco le había empujado a luchar por Jungkook, era inútil.
Sin embargo, agradecía que, al menos, Taehyung no le hubiese hecho caso.
Porque si lo había besado, significaba que Taehyung había sellado un pacto silencioso con Jungkook, y le había entregado algo que jamás le había entregado a nadie.
"Creo que realmente no estás enfermo" Jin concluye. "No si el nenúfar de Taehyung sigue aquí."
"¿Qué?" Yoongi escupe.
"Vamos a ver a Namjoon" dice, levantándose. "Vamos a investigar qué ha pasado, buscar el nenúfar de Taehyung y ver... Ver como solucionamos todo esto."
"¿Hay...? ¿Hay esperanza?" Yoongi pregunta, acariciando la frente de Jimin que sigue inconsciente.
"Taehyung, Taehyung es esperanza."
Henlo, no creo que The Way to Heaven pase los 20 capítulos, aunque ni se fíen, que luego me encanta burlarme de mi yo del pasado. Pero ya nos estamos acercando al final y de paso, creo que será pronto porque estoy enfocándome solo en esta historia, porque no me gustaría dejar esto a medias, besos mis abejitas.
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