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015

Madre sigue en lo alto del cielo con el cetro en sus manos. Ha escuchado el grito de Pegasus y, entonces, con un dedo apunta hacia la tierra. Justo de la grieta enorme en la que Aquarius y ella han entrado, unas raíces gruesas, negras y con hojas rojas comienzan a salir del lugar, extendiéndose hasta tomar a Bahamut que se deja hacer. Luego se mueven por el cuerpo de Seokjin quien no ha querido soltar a Nari, pero las raíces se introducen entre ambos, tomando el torso del mayor, sus brazos y piernas, obligándole a separarse de la niña.

"¡No! ¡Nari!" grita Seokjin y siente como Nari sujeta su pierna en cuanto las raíces lo alzan.

"¡No, Jin, no me dejes!" suplica con el rostro rojo de tanto llorar y más lágrimas surcando por sus abultadas mejillas.

"¡Nari! ¡Nari! ¡Nari!" Jin trata de luchar, pero las raíces son más fuertes que ambos y, además, Nari es solo una niña.

Al final, Nari no puede sujetarlo más. Seokjin es arrancado de ella, dejándola sola con el cuerpo sin vida de Seulgi. Seokjin mira a la pequeña caer de rodillas en el suelo, mirándole con súplica, pero Madre sigue elevándolo; decidida a llevarse a sus hijos antes de destruir esa raza.

Aquarius mira todo con ojos perdidos, sin dejar de recordar el cuerpo de su hermano. Se lleva una mano al pecho, sintiéndose vacía y no puede observar como Seokjin es llevado cerca de Madre y ella.

"¡Madre!" Seokjin grita, colocando sus manos en las raíces, apretándolas. "¡No lo haga, se lo suplico! ¡Hay gente inocente! ¡Por favor!"

Madre apunta el cetro, ignorándole.

"¡Capricornus no querría esto!"

Ella se detiene ante ese nombre. Aquarius mira a Seokjin primero, a su izquierda. Luego a Madre, a su derecha. La encuentra estática, pensando en esas palabras. Ella aprieta los labios pensando en su hermano, ¿es verdad? ¿Querría eso su hermano?

"Madre..." Seokjin suspira, con lágrimas en los ojos. "Allá abajo, hay una persona... Un chico llamado Jeon Jungkook" él explica, lentamente para que ella lo comprenda. "Es... El amor de Taehyung. Y él... Él siempre estuvo cuidándolo, no puede... No puede arrebatárselo así."

"Es muy tarde, Pegasus" Madre concluye, mirándolo un momento. "Mataron a mi hijo, no merecen más oportunidades; no van a regresármelo."

Seokjin abre la boca para argumentar, pero no tiene más que decir. No hay nada más para decir. Cierra los ojos cuando la esfera en el cetro se ilumina por completo, estallando en una bomba de luz naranja que se dispara hacia abajo. Cuando la bomba cae, se crea una explosión y Jin apoya su frente en una de las raíces, negándose a mirar. Escucha los gritos de toda la gente, pero no observa cómo, de la explosión, una onda naranja cubre toda la tierra, traspasando los cuerpos humanos, destruyendo los Reactores de todo el planeta.

Cuando la onda termina de pasar por todo el mundo, Madre vuelve a hablar en cuanto todos guardan silencio. Mientras los Reactores expulsan la esencia del planeta.

"Todos y cada uno de ustedes" su voz se escucha por todo el planeta "tienen geostigma; con mi poder, he contaminado la Energía Vital y, ahora, tendrá el efecto contrario: los matará, poco a poco. A unos más rápido, a otros más lento. Al final, ¿no era esto lo que querían? ¿Consumir por siempre la Energía Vital? Ahí la tienen; es toda suya. Este es mi regalo para ustedes, su vida a cambio de la de mi hijo."

"Madre..." Seokjin dice, mirando hacia el suelo y observa un helicóptero tambalearse cuando el piloto grita de dolor.

Antes de que el transporte caiga, Seokjin puede observar como una enorme mancha oscura está en su cuello, extendiéndose por todo su rostro. Pareciera que la carne de la zona se ha podrido. Cuando se estrella, todo el mundo en las calles grita, observándose entre ellos; algunos tienen manchas muy notorias y grandes, otros más pequeñas y, una pequeña cantidad, no tiene absolutamente nada, aparentemente.

Algunas personas, ya sea con manchas pequeñas o grandes, comienzan a morir al instante; escupiendo sangre por la boca, cayendo al suelo sin más. Otros sienten dolor y sujetan la zona afectada en el mísero intento de apaciguar el dolor. La mayoría corre hacia las farmacias, en pánico, abriendo los contenedores de materia e introduciéndolos en su cuerpo.

Sin embargo, es inútil porque, en cuanto lo hacen, su cuerpo convulsiona y mueren de forma estrepitosa. La materia está hecha de Energía Vital, como todo el mundo sabe de antemano, el problema era que, la enfermedad de Madre se basaba también en este elemento, por lo que, introducir materia 'limpia' al cuerpo lleno de Energía 'sucia' solo provocaba alimentarla.

Una vez visto eso, el mundo enloqueció, sin saber qué hacer; viendo a muchas personas morir y Seokjin sintió como las raíces de Madre volvían a moverse.

"Nos retiramos; ahora, que sobrevivan lo que tengan que sobrevivir, pero, aunque se reproduzcan, las nuevas generaciones tendrán menos oportunidades y menos tiempo de vida" Madre comenta hacia sus hijos. "Si me he quedado sin mi hijo, que ellos se queden sin los suyos."

"No me iré"

Madre mira a Pegasus que tiene lágrimas en los ojos, pero la enfrenta.

"No me iré, Madre. Hay personas allá abajo que amo y me necesitan; no me iré."

"Si lo que quieres es quedarte hasta verlos perecer, está bien; no es como si les quedara mucho tiempo, de cualquier forma. Así que, ve. Una vez fallezcan, te estaré esperando en nuestro hogar."

Seokjin no pudo refutar, porque Madre ordenó a las raíces moverse hacia donde Nari seguía, aferrada al cuerpo de Seulgi y se levantó a abrazar a Seokjin cuando fue posado en el suelo. Él la abrazó, notando que su piel estaba limpia y pensó que debía ir a buscar a Jimin, Yoongi y a Jungkook.

Ante la retirada de Madre, la nueva enfermedad mortal e incurable, y pocas respuestas, el mundo se volvió un caos que ni siquiera el gobierno Jung pudo controlar; la gente no estaba escuchando, estaban entrando en pánico al ver tanta muerte, ante las olas violentas y dolorosas que muchas personas sufrían. Tampoco podían comunicarse, porque ante la destrucción de los Reactores no había luz y, por ende, no había nada.

Los soldados que tomaron a Jungkook perecieron ipso facto ante la enorme cantidad de Energía Vital inyectada en sus sistemas. Como todos en el planeta, Jungkook pudo escuchar la voz de Madre, sentir la onda naranja atravesar su cuerpo, sus palabras finales y como el cielo se abría para que ella se retirara junto a dos luces más, una amarilla y otra rosa.

Jungkook se puso de pie en cuanto los soldados le soltaron; algunos quedaron vivos, pero huyeron despavoridos y otros decidieron suicidarse. Así que, mientras Jungkook trataba de procesar todo, escuchó los disparos y luego silencio.

Bueno, realmente no había silencio, porque podía escuchar los gritos de pavor al fondo, en los otros sectores. Escaneó su alrededor, encontrando que se encontraba solo y sollozó fuertemente al recordar a Taehyung, su Taehyung muerto. Madre lo había confirmado; la vida de ellos, por la de su hijo.

Se liberó ahí; llorando como un niño sin consuelo, tomando el arete que Taehyung le había dado y apretándolo con fuerza. Jungkook se sentía tan miserable. Él había aceptado que se fuera, pero no de aquella forma. Si lo hubiera sabido, se habría aferrado al mayor, lo hubiese detenido, hubiese dado su vida por él.

Escuchó un par de quejidos que interrumpieron su llanto. Al azar la mirada se encontró con Kadaj y Yazoo mirando hacia el cielo, más en concreto hacia donde Madre había partido. Sus rostros estaban pintados por la amargura y la tristeza, la desolación.

Jungkook se sentía tan perdido como ellos, porque ya no existía absolutamente nada. ¿Dónde estaban Seulgi, Nari, Yoongi, Jimin y Seokjin?

Solo atinó a caminar hacia la cafetería, en busca de ellos. Era lo único que le quedaba, así que, como un robot, se movió hacia ellos. Jungkook no sabía que él no era el único, porque Yoongi y Jimin también decidieron que era lo mejor.

Para Yoongi no tenía sentido ir en busca de su familia, no luego de que hayan estado dispuesto a engañarlo. Básicamente, lo habían traicionado. Jimin y él habían salido por pura suerte, sin embargo, en ese momento, estaban mal; Jimin había sido un soldado, y aunque la cantidad de Energía consumida había disminuido, seguía en su cuerpo.

Jimin se había visto muy afectado ante ello; tenía el geostigma muy notorio en su brazo derecho, justo el que utilizaba para luchar. En cuanto la enfermedad había sido plantada, cayó al suelo, asustado a Yoongi, mientras sujetaba con fuerza la zona, sintiendo un dolor terrible.

Se sintió débil, junto a una jaqueca que logró marearlo y, de no haber sido por Min, hubiese caído pesadamente contra el suelo. Yoongi lo apretó contra sí, sosteniéndolo lo que pudo hasta alejarlo de toda la gente que corría sin objetivo alguno hacia las farmacias. Por un momento, creyó que eso necesitaría Jimin, hasta que ver a gente colapsando y muriendo luego de consumir materias lo detuvo.

"¿Qué hacemos?" Jimin cuestiona cuando el dolor ha pasado, pero su respiración es errática. Se ha sentado en el suelo de la tienda de trajes abandonada en la cual se han introducido y Yoongi mira hacia los Reactores que siguen expulsando la Energía Vital que regresa a donde debe. "¿Vamos a buscar a tu familia? Bueno... Puedes ir a buscarla, me quedaré aquí hasta que pueda levantarme."

"Lo dices como si no fueras también mi familia" Yoongi murmura, sin mirarle y Jimin dirige su mirada hacia su espalda apretando los labios. "No pienso ir a buscarlos. Estoy molesto. Nos vendieron, al igual que Namjoon. Es que aún no me lo creo."

Jimin resopla ante el nombre de Namjoon, sonriendo de forma dolorosa mientras piensa en él.

"Entonces, ¿qué haremos?"

"Ir con Seulgi, Nari y Jungkook" decide, mirándole. "Supongo que Seokjin se habrá ido con Madre. Además, si vamos a morir, mejor que sea juntos ¿no?"

Nota como los ojos de Jimin se llenan de lágrimas que difícilmente contiene, mirando un momento su brazo que tiene esa llaga abierta y oscura que expulsa una especie de lodo negro. Asiente hacia el otro, y Min tiene suficiente para ayudarle a ponerse de pie y salir de ese local para llegar a la cafetería antes de que anochezca.

"No lo tienes, ¿verdad?" Jimin cuestiona mientras tiene un brazo en los hombros de Yoongi, caminando ambos en sentido contrario de la gente.

"¿Qué cosa?"

"Geostigma"

"Lo tengo, pero aún no lo noto. Recuerda lo que dijo Madre" Yoongi responde "para algunos es más notorio, pero, al final, todos estamos infectados. No hay cura."

"¿No estás asustado?" Jimin cuestiona, notándolo demasiado tranquilo.

Yoongi sacude la cabeza, ignorando a la gente, levantando los pies más alto cuando deben pasar un cuerpo abandonado en la calle.

"¿Ya para qué? Es lo que nos hemos buscado, es lo que sembramos, y lo que estamos cosechando" esa es su explicación. "En realidad, estoy molesto. Estoy molesto y herido por el asesinato de Taehyung; él ni siquiera tenía nada que ver aquí, no había cometido ninguno de nuestros errores, no era de nuestra raza, y aún así, fue el que más se arriesgo y terminó perdiendo tanto. No es justo."

Escucha un sollozo y se detiene mirando a Jimin que ha comenzado a llorar sin que Min se haya dado cuenta. Jimin aprieta los labios, tratando de retener sus lágrimas, pero el suplicio es más grande que su voluntad. Yoongi lo deja llorar, sin decir nada, porque no hay nada para decir. Lo que sea que le diga, no calmará su llanto, no calmará el tormento ni traerá de regreso a Taehyung.

Yoongi empujó de nuevo a Jimin, pidiéndole silenciosamente que continuaran. Quince minutos más caminando y se encontraron con las puertas derruidas del sector donde se encontraba su querido hogar. Tuvieron que saltar unos escombros para pasar encima de ella y caminar con cuidado porque el sector estaba en muy mal estado luego de los disparos de Bahamut.

No tuvieron complicaciones para llegar al lugar; se sabían el camino de memoria. La calle estaba con trozos de pared y techo de la cafetería desperdigados por la zona. Y la cafetería en sí, estaba destrozada, totalmente irreconocible y lo único que quedaba de pie era su sótano, la base donde tenían sus reuniones.

Afuera del lugar, encontraron a Nari sentada en la acera, mirando sus manos. Ellos suspiraron, encontrándola apagada y se acercaron.

"Nari..." Yoongi llamó.

La niña alzó su cabeza, con sus ojos, nariz, mejillas y orejas rojas, se levantó explotando más en llanto y abrazándose a la pierna de Yoongi que posó una mano sobre la coronilla de su cabeza, acariciándola con cuidado.

"¿Seulgi?" Jimin llama.

Nari intensifica el llanto, pero no lo toman como una señal para la horrible noticia que luego recibirían. Escucharon pasos en el interior de la cafetería y Seokjin apareció, sorprendiéndolos a ambos. Pegasus los miró con una mezcla de tristeza y alivio. Corrió hacia a ellos, abrazándolos fuertemente con ambos brazos, dejando a Nari en medio de todos.

Los cuatros se soltaron, solo Nari aferrada aún a Yoongi que decidió alzarla, apretándola contra sí.

"¿Están bien?" la pregunta es un poco estúpida, pero sale por inercia. Jin no espera respuesta, notando el brazo de Jimin y frunciendo el ceño en pesadumbre. "Lamento tanto esto, Jimin."

"Está bien... Fui un soldado."

"¿Seulgi?" Yoongi cuestiona. Pegasus dirige su mirada hacia a él, con sus ojos cristalizándose y tomando una bocanada de aire fuerte antes de hablar.

"Ella... Ella regresó al planeta" Jin confiesa.

"Tienes que estar bromeando" Jimin se niega, dando un paso hacia a él y sosteniendo sus hombros. "Jin..."

El mayor niega, llorando de nuevo y Jimin deja caer su frente en su pecho, llorando también. Yoongi abraza más fuerte a Nari que ahora solo berrea, pero puede sentir su dolor.

"¿Jungkook?"

En ese preciso momento, Yoongi solo piensa que lo mejor es estar juntos. Y piensa que quizá Jungkook también debe estarla pasando mal porque... Porque él estaba con Taehyung, y porque, se notaba, que los dos tenían otro tipo de cariño entre ambos.

Las señales eran sutiles, pero si eras observador te darías cuenta; las sonrisas, las tomadas de mano, las reuniones íntimas en la habitación de Taehyung. Todo era demasiado obvio. Jungkook iba a estar destrozado, y necesitaría apoyo. Debían buscarlo, y darle un refugio con ellos, no sería como estar entre los brazos de Taehyung, pero lo necesitaría.

"No lo sé" Jin admite, sacudiendo la cabeza y mirando el suelo. "Debe estar en otro sector o fuera de la ciudad. No podría saberlo."

"Debemos encontrarlo antes de que caiga la noche, porque la ciudad quedará completamente oscura" Yoongi exige, sin soltar a Nari. "Debemos estar juntos, para lo que sea que sea esto" apunta al lugar destruido.

"Deberíamos buscar alimentos y agua; la gente está huyendo, quién sabe de qué, pero podemos aprovechar y revisar casas" Jimin murmura. "Pero no podemos estar así."

"Tienes razón; pero no quiero que nos volvamos a separar. Seulgi estaba en lo correcto" Jin comenta, acariciando el hombro de Jimin, sin tocar la llaga para no lastimarlo.

Yoongi estaba por responder ante las palabras de Seokjin, cuando escucha unos pasos, ¿cómo no escucharlos? Eran los únicos en el sector. Se escuchaban claros y un poco pesados, como si la persona que se acercase no tuviese deseos de continuar caminando. Se giraron ante el sonido, esperando pacientemente.

Jungkook apareció detrás de otro edificio derruido, mirando hacia el suelo y caminando por la calle con baches y llena de polvo. Yoongi boquea, dando un paso y alza la voz.

"¡Jungkook!"

El grito logra que el menor alce la cabeza, deteniéndose en seco, mirándolos a todos y cada uno. Seokjin está con algunas manchas de sangre en su ropa, lleno de polvo y rasguños en su rostro que lo mira aliviado. Jimin está despeinado, con el labio partido, una oscura llaga en su brazo derecho y también lleno de polvo. Yoongi y Nari parecen los únicos que no se han lastimado demasiado, mas están agotados y, Nari, posiblemente hambrienta.

Sin embargo, verlos para Jungkook es un consuelo para su herido corazón y se acerca a paso lento hacia a ellos. Jin camina a su encuentro, sostiene el rostro del menor que lo mira a los ojos por un momento antes de romper a llorar como un niño.

"Lo vi" logra pronunciar mientras siente que se queda sin aire. "Lo vi... Yo lo vi morir... Vi como lo mataban... Como me lo arrebataban."

Y no puede pronunciar más porque el llanto no se lo permite, pero siente los brazos del mayor rodearle, cuidándolo y conteniéndolo. Seokjin lo aprieta fuertemente mientras cierra los ojos y lo escucha llorar con más fuerza.

Yoongi se queda a un lado con los otros dos, sintiendo el dolor del menor y mira sus pies, sin soltar a la pequeña niña en sus brazos.

"No lo protegí, fue mi culpa" Jungkook asegura.

"Jungkook, no digas eso" Jin detiene, sosteniéndolo de los hombros para verlo a la cara. Pegasus tiene el ceño fruncido y los ojos lagrimosos. "Nada de esto es tu culpa. Realmente, aunque me duela admitirlo, es culpa mía y de Taehyung."

"Jin, cállate" Jimin se acerca como puede a ellos. "¿Por qué te atreves a decir eso?"

"Porque es la verdad" Jin los mira. "Si Taehyung y yo no hubiésemos dicho acerca de separarnos; estaríamos todos juntos."

"Pero fui yo el que se fue a Daegu" Jungkook le recuerda. "Taehyung se vio obligado a dejarlos vulnerables por mí" entonces, cuando los mira frunce el ceño ante la ausencia de alguien más. "¿Seulgi?"

Los cuatro quedan en un silencio penoso que le entrega una respuesta a Jungkook que desearía fuera falsa. Da un paso hacia atrás, negando y no puede evitar llorar aún más.

"No tiene sentido buscar culpables, ¿de qué serviría?" Jimin escupe. "Culparnos no va a revertir lo que ha pasado" Yoongi apoya lo que Jimin dice con un asentimiento.

"¿Por qué no te fuiste?" cuestiona a Jin, quien lo mira curioso. "¿Madre no te permitió irte con ellos?"

"No, ella quería que regresara. Sin embargo, no podía... No podía dejarlos a ustedes así" esa es su respuesta, rascando su nuca. "Además, creo que debe haber alguna solución."

"¿La hay?" Jimin ríe un poco, negando. "Estamos todos enfermos por algo que no tiene cura. El mundo está patas arriba, y aunque no muriéramos por la enfermedad en los próximos días, lo haremos eventualmente ante la falta de comida. Somos unos inútiles; no sabemos como vivir sin la Energía Vital, así que, ¿cómo podría haber una solución?"

"Podemos cultivar; es lo que hacía la gente en Daegu. Podemos hacerlo" Jin propone. "Encontraremos algo, pero ahora, deberíamos buscar comida y descansar un poco."

"Sí, mañana... Mañana pensaremos con más claridad" Yoongi apoya. "Busquemos algo de comer."

Decidieron que lo mejor era dividirse solo un poco; dejando a Nari con Jimin y Jungkook mientras que Jin y Yoongi fueron en búsqueda de comida antes de que la noche los alcanzaran, prometiendo regresar en cuanto atardeciera.

Y, aunque el mundo estuviera en caos y perdiendo la cabeza y la base, ellos tuvieron un poco de orden y paz. Sin embargo, para los Jung no fue del todo parecido.

En cuanto los Reactores cayeron y la enfermedad los alcanzó, decidieron correr hacia una base que solo ellos conocían, hecha para emergencias. Perdieron a varios miembros de la familia, sobre todo aquellos que tenían una edad bastante grande. En cuanto la voz de Madre anunció y explicó la condena junto a las cadenas que los atarían a un infierno hecho especialmente para los seres humanos, Joohyun tomó a Hoseok, a sus padres y a Namjoon hacia la base secreta.

Perdió varios miembros del grupo de soldados que siempre la protegía y seguía. Otros mostraron llagas gigantescas y la minoría más pequeñas. Hoseok tenía una en su frente y ella en la pierna. Sin embargo, no quiso detenerse en ello.

Tomó los autos, exigió a sus soldados que la llevaran hacia la casa presidencial, tomando únicamente a sus padres y dejando atrás a sus tíos y a las personas de alta clase que alguna vez compartieron charlas y momentos con ella y su familia. Con la gasolina restante, salieron de la ciudad antes de que la gente pudiese verlos. Joohyun había pensado por un momento en dar órdenes a los habitantes, mas era en vano porque la gente corría y buscaba una cura hacia esa terrible enfermedad.

Una vez se acercaron al objetivo, observó como una zona en concreta del suelo se abrió en dos; unas placas de metal cubiertas de tierra y arena abriéndose para dejarlos entrar al túnel que los llevaría a la seguridad. Los autos bajaron por la rampa, y las placas no se cerraron hasta que el último entró. La oscuridad los invadió por un segundo, antes de que cada uno encendiera las luces delanteras y traseras.

Cuando salieron del túnel llegaron a un edificio de metal bastante alto, con ventanales grandes y pulcros. En la puerta había una mujer mayor que los esperaba con un vendaje cubriendo su torso; seguramente ahí estaría la llaga de Geostigma.

Salieron del auto en cuanto estacionaron y Joohyun subió la mirada al cielo; encontrando la bóveda de cristal blindado que se había utilizado para que la luz del sol entrara por ella. Sintió un escalofrío recorrerle porque ella no pensó que en algún momento tuvieran que utilizar ese edificio.

Escuchó los pasos de Hoseok atrás de ella y, por el rabillo del ojo lo miró sujetándose la frente con una mueca de dolor.

"¿Y ahora qué?" cuestionó, mirándola.

Joohyun no siguió su mirada, porque ella alzó la suya sobre su hombro, observando a sus soldados medianamente sanos sujetar el cuerpo inconsciente de Namjoon y llevándolo al interior del edificio.

"Habrá que buscar a los amigos de tu novio; si tenían contacto directo con dos hijos de esa mujer... Seguro sabrán como podemos solucionar todo esto."

Hoseok soltó su frente, incrédulo antes de alzar ambas cejas, arrepintiéndose al momento porque el dolor volvió a atacarlo. Miró de nuevo el cuerpo de su hermana, no sabiendo acerca de la llaga de su pierna porque estaba cubierta por el pantalón que llevaba.

"¿Ir con ellos? ¿Luego de traicionarlos?" cuestionó, mirándola como si estuviera loca. "Joohyun; matamos a Taehyung."

Joohyun ladea el rostro, sonriendo suavemente.

"¿Traición? ¿De qué traición hablas?"

"Yo... Yo se los entregué a ustedes; todos nosotros somos los culpables de toda esta... Basura."

Hoseok escupe las palabras de forma dura y Joohyun suspira antes de hablar, con la mirada endurecida.

"Escúchame bien, hermanito; ellos no eran tus amigos, no te eran de confianza, y tú tampoco lo eras para ellos."

"Lo era para todos; excepto para Taehyung" Hoseok la interrumpe.

"Hoseok, no me interesa; que ellos te consideraran amigo no significaba que lo fueras ¿me equivoco?" ella apunta hacia el edificio. "Namjoon era la única persona entre ellos que te interesaba. No tienes razones para sentirte mal por los demás cuando solo pensaste en tu novio."

La mirada de Hoseok se cristaliza, pero también se endurece.

"Sí, estás en lo cierto" contesta, apretando los puños. "Taehyung tenía razón de dudar de mí; soy un Jung, y nuestro apellido está maldito porque somos unos malditos egoístas, y ahora... Ahora mi novio tiene una materia de manipulación en su frente porque él... Porque él no es como nosotros."

Joohyun alza la barbilla, asintiendo levemente.

"Por más que te quejes de nuestra sangre y nuestra familia, vas a quedarte atrás, llorando, ¿no es así?" ella cuestiona y Hoseok no puede responder. "Lo sabía. Es irónico; siempre has querido alejarte de nosotros, pero al final, siempre vienes a pedir ayuda."

Ella se gira, hacia la señora mayor que la espera pacientemente.

"Ahora, ve a descansar; me haré cargo de esto, como siempre."

Hoseok la observó caminar junto a sus soldados detrás de ella, con la mujer dándole una leve inclinación antes de seguir a Joohyun al interior del edificio. Se quedó un largo momento mirando la puerta mientras temblaba de impotencia y lloraba furioso.

Y mientras el pecho le ardía; supo que debía hacer al menos una cosa de forma correcta.

Soltar a Namjoon.

Dios mío, no saben lo tedioso que fue escribir este capítulo porque Wattpad se arruinó en un momento y no me dejaba actualizar, grrrr.

En fin, espero les guste; este y quizá uno o dos capítulos más se sentirán muy aburridos, pero bueno, espero que mejore luego. En fin, los amo abejitas.

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