009
*Multimedia es la ciudad donde habitan los personajes, el centro es la compañía de los Jung, y los Reactores son los que expulsan esa luz como azul verde.
Había paado una semana entera y, aun cuando ellos no habían hecho ningún movimiento, varios super soldados se mueven por las calles, asegurándose que nadie cause revuelos ni disturbios. Por las noches se escuchaban los pasos de sus pesadas botas contra el pavimento, dejando aturdidos a los que estaban contra la compañía Jung.
Nadie de los que cuestionaban al gobierno sentía que hubiese esperanza, ¿por qué ese grupo terrorista se había detenido? ¿Los habían atrapado? ¿Estarían muertos?
"¿Te quedas a dormir hoy?"
La pregunta de Namjoon lo sorprende, y se gira sobre su torso, hasta quedar boca abajo y observar a su novio que se encuentra sentado en el suelo, leyendo un libro. Hoseok solo se encontraba escuchando música por un audífono, así que pudo escuchar con claridad su pregunta.
"¿Uhm? ¿A qué viene la pregunta?"
"Comenzaremos a movernos" Namjoon espeta, cierra el libro y se gira un poco para mirar a Hoseok. "Ya ha pasado una semana, y no podemos dejar que los Reactores sigan extrayendo más Energía Vital."
"Oh, ¿solo irán directamente por los Reactores?" Hoseok se muestra curioso, y a la vez, preocupado.
"No, vamos a dividirnos en tres grupos."
Las cejas de Jung se elevan, con sorpresa y su rostro se muestra ansioso.
"¿Por qué van a dividirse?" cuestiona. Hoseok puede hacer las preguntas que le plazcan, Namjoon siempre iba a responderle, porque le amaba, así como él lo amaba. Sin embargo, debía fingir ante los demás que no sabía absolutamente nada. Aunque eso no le impedía ayudarlos de forma indirecta y si estaba al alcance de su mano.
"Porque no solo son los Reactores. La compañía ha creado nuevos monstruos" Kim explica, mirándolo a los ojos. "Así que hemos decidido que Taehyung, Yoongi y yo iremos por los Reactores, Seokjin y Jimin investigarán lo que te conté acerca del padre de Nari y tratarán de encontrar al culpable de la masacre en Daegu. Seulgi se quedará con Nari y con Jungkook."
"Jungkook, ¿vive ya con ustedes?"
"No, se queda ciertas noches, pero él tiene su apartamento y un trabajo, debe cuidarlos" Namjoon sonríe al recordar al muchacho. "Es un chico muy dulce y servicial, Nari lo adora y ayuda en la cafetería cada que puede."
Hoseok sonríe, y asiente antes de acariciar el cabello de Namjoon.
"Vale, me quedaré a dormir esta noche contigo" y, antes de continuar, le otorgó un beso en la frente. "Verás que todo saldrá bien. Muy bien."
"Claro que sí. Podremos salvar a la Tierra y a nosotros también."
La sonrisa de Hoseok crece y asiente efusivamente.
"Oye, Namjoon, nunca me has dicho qué es Taehyung..."
"¿Namjoon no ha venido?" Taehyung pregunta a la mañana siguiente y le sonríe al joven Jungkook que ha llegado temprano para apoyar a Seulgi con la cafetería. Se ha tomado el día libre de la entrega de paquetes, su jefa se lo ha concedido porque nunca le ha fallado como empleado.
Jungkook le devuelve la sonrisa con un pequeño rubor sobre la punta de sus orejas mientras observa la vestimenta de Capricornus: unos pantalones cargo, con una camiseta de manga larga, junto a unos guantes, todo de color negro, junto a sus botas de combate y el cabello azul.
"No, sigue en lo de Hoseok" Seulgi murmura preparándole el desayuno a Nari quien tiene el rostro somnoliento y se mantiene agarrada a la mesa con la cabeza apoyada de lado. Taehyung acaricia su cabello atado en dos trenzas y le sonríe antes de dejar un beso sobre uno de sus suaves mofletes.
"Vale, esperemos que no tarde" Taehyung murmura. "En todo caso, podría irme solo con Yoongi y que Namjoon los apoye aquí en la cafetería."
"¿No dijiste que necesitabas a Namjoon?" Seulgi pregunta, mirándolo por sobre el hombro.
"Ya, pero no tengo todo el día para esperarlo. Te diría que vinieses conmigo, pero..."
"Sí" ella lo detiene, suspirando y negando con la cabeza. Seulgi se traga su orgullo y su enojo antes de girarse a Capricornus. "Vale... Tengan cuidado, háblenme si necesitan que entre a la base de datos o algo"
Taehyung sujeta sus hombros, conectando miradas.
"Lo siento mucho, Seulgi. Entiendo que no te guste este plan, pero se nos acaba el tiempo" ella asiente, apretando los labios. Entonces, abraza a Taehyung por el cuello. "Háblame tu también si pasa algo, vendré por ustedes si me lo pides."
"Ok" ella responde, alejándose suavemente. Taehyung se despide de Nari quien ha cerrado los ojos y está dormida, antes de despedirse de Jungkook.
"Volveré en cuanto Yoongi y yo hayamos acabado con dos Reactores. La otra semana, nos moveremos por otros dos. Ya verás Seulgi, todo estará bien."
"Sí, sí" ella responde, tratando de convencerse a sí misma. Y le duele verlos partir, ambos montados en una sola motocicleta, Seulgi los observa desaparecer por los túneles poco frecuentados y desconocidos por la gran mayoría. Ni siquiera se percata de las manos de Seokjin sobre sus hombros, hasta que él aprieta suavemente, llamando su atención. "¿También te vas ya?"
"Sí, mientras más pronto vayamos, más pronto regresaremos" él expone, dándole la vuelta a ella quien lo mira con sus ojos cristalizados. "¿Por qué estás tan preocupada?"
"¿Qué hago si les pasa algo? No puedo evitarlo, yo-" las palabras mueren en cuanto Seokjin posa sus labios sobre los de ella.
Un beso pequeño, sin tanta profundidad, solo un roce donde ambos cierran los ojos por un breve momento. Seulgi tiembla en cuanto un brazo rodea su cintura y la otra mano sostiene la suya, entrelazando los dedos.
"Cuida bien de Jungkook y Nari. Si pasa algo, llámame. Vendré volando, y no es mentira."
Ella se ríe, recordando una noche en la que Seokjin le había mostrado su verdadera forma; un unicornio alado, elegante y majestuoso con alas enormes, pesadas y fuertes. Asiente, y besa los labios del mayor una última vez antes de que Jimin se aclare la garganta para llamarles la atención. Ambos lo miran.
"No sé cuando demonios comenzó el romance entre ustedes dos, pero ¿pueden continuar más tarde? No tenemos mucho tiempo."
"Sí, tranquilo" ambos se dan una última mirada, y luego, Seulgi observa como ellos dos también se retiran.
Una vez los pierde de vista, cierra y asegura la salida, regresando a la cafetería. Se siente angustiada, no va a mentir, sin embargo, no quiere mostrarse así a Jungkook o a Nari, así que se toma un momento en el almacén para despejar la mente y hacerse a la idea de que tendría que atender a demasiadas personas.
Jungkook le ayudó a abrir la cafetería, recogiendo las persianas para que la luz del sol entrara por los ventanales y dándole la vuelta al cartel de cerrado a abierto para que la gente pudiese ingresar al lugar.
No tardaron ni diez minutos cuando el primer cliente entró al local; un señor con barba y cabello blanco, tomando asiento en una mesa cerca de los ventanales. Nari se acercó a Jungkook, preguntando si podía ayudarles a ambos. Seulgi aprobó la idea para que la niña no estuviese tan aburrida.
Honestamente, tratar con personas de forma profesional no era problema para Jungkook, porque solo debía escuchar lo que el cliente pedía, no buscar un tema para hablar, que era lo que más difícil se le presentaba.
Mientras se movía entre las mesas ocupadas, entregando las órdenes con ayuda de Nari, Jungkook se detuvo en un ventanal al percatarse que en el local de en frente había dos soldados con sus armas, controlando esa calle. El rubio suspiró, tratando de ignorarlos y seguir ayudando a Seulgi que se veía muy distraída observando frecuentemente el celular y el reloj de la pared.
"Perdón la tardanza" la voz de Namjoon dijo, llamando la atención de Seulgi que alzó la mirada hacia la puerta. Su ceño se frunció mientras Namjoon y Hoseok se acercaban a la barra.
Nari no tardó en correr hacia a ellos y abrazarlos de las piernas. Namjoon se veía bastante apenado, y Hoseok, bueno, él tenía su habitual sonrisa y carácter.
"Ya se han ido" escupió Seulgi en voz baja. "¿Por qué has venido tan tarde?"
"Bien, un 50 ha sido mi culpa porque he dormido en el apartamento de Hoseok, pero el otro 50 es culpa de los soldados."
"¿Qué?" Seulgi se estremece, en preocupación. "¿Qué te han hecho?"
"Nada, solo han estado controlando el tren y los autobuses, así que hay lugares donde el tráfico es horrible."
Ella suelta un suspiro de alivio, y entrega otra orden a Nari, que la recibe con sus pequeñas manos, y caminando de forma lenta para no tirar absolutamente nada.
"¿Realmente me han dejado?" Namjoon cuestiona una vez Hoseok decide ayudar a la pequeña y a Jungkook.
"Claro que sí; no tenemos tiempo, necesitamos movernos de forma rápida" lo mira. "No vuelvas a hacer eso. Yo comprendo que quieras estar con Hoseok, pero recuerda que estamos en peligro, incluso Hoseok depende de nosotros."
"Ya sé, ya sé. Soy un verdadero idiota."
"¿Solo estás tú con Jungkook y Nari?" Hoseok pregunta, acercándose con una mano llevando una bandeja vacía y en la otra la mano de Nari.
"Sí, solo nosotros. Se han tomado el día libre, mañana será para mí" ella comenta con una dulce sonrisa. Hoseok asiente con otra sonrisa.
"Bueno, entonces no me es problema echarte una mano. ¿No, Joonie?"
"No, vamos, trabajemos, Tú quédate en la barra y pendiente del teléfono, Seul" Namjoon espeta, mirándola significativamente al hablar del teléfono. Sin embargo, no tiene que repetírselo; Seulgi ya tiene demasiado elevados los nervios como para ignorar hasta la más mínima cosa.
La tarde pasa de forma tranquila y sin una sola llamada por parte de Taehyung o Seokjin, es algo que pone aún más nerviosa a Seulgi; no había ni una sola noticia de algún Reactor dejando de funcionar, ni un solo apagón. ¿Por qué Taehyung y Yoongi estaban tardando tanto? No era para nada normal. ¿Y Seokjin y Jimin? Debieron llamarla al menos para avisarle que estaba todo en orden.
Seulgi se sentó detrás de la barra con un trapo en las manos observando como Hoseok decidía tomar asiento en una mesa junto a Namjoon luego de terminar de atender a todos los clientes. Nari se mantuvo caminando por toda la cafetería, hablando con los clientes de vez en cuando quienes le sonreían con ternura.
Ella siguió paseando por toda la cafetería y Seulgi bajó la mirada hacia el celular posado sobre su pierna, rogando por una llamada. La campanilla que avisaba que alguien había entrado a la cafetería se escuchó resonar. Por un momento, Seulgi no le prestó atención hasta que escuchó un quejido de Nari.
"Uh" la niña dijo en cuanto, sin querer, tropezó con una de las grandes botas de los soldados y casi cae al suelo. Ella se sostuvo de la tela del pantalón de uno, soltándolo inmediatamente cuando elevó el rostro para pedir disculpas.
Los soldados, con sus miradas inexpresivas y gélidas la miraron fijamente, ella soltó suavemente la tela, y retrocedió pegando un pequeño brinco en cuanto Hoseok apoyó una mano sobre su hombro, echándola detrás de él.
"Buenas tardes, señores" Hoseok sonríe hacia a ellos, tratando de no mirarlo a los ojos porque ellos simplemente... "¿En qué podemos ayudarles?"
"Café" contestó uno de ellos con una voz muy gruesa, indiferente y de terror.
"Oh, vale. Hay un par de mesas libres, escojan la que más les guste y en un momento iré a atenderlos."
Sin embargo, para sorpresa de Hoseok, ambos pasaro de largo de él y Nari, caminando directamente hacia la barra, donde únicamente Seulgi atendía. Ella se puso de pie, sintiendo que se mareaba, aunque realmente no era así. Su corazón se congeló en cuanto una llamada entró en el celular que sostenía con fuerza en su mano.
Los soldados se sentaron justo frente a ella, con la zuela de sus botas golpeando pesadamente el piso y sus manos enguantadas apoyándose en la superficie de la barra. El que había tropezado con Nari observó a Seulgi quien le dio una sonrisa cortés, pero nerviosa mientras sujetaba el celular contra su pecho.
"¿Qué puedo servirles?"
"¿No vas a responder?" pregunta el otro, y Seulgi mira su celular, encontrando que es una llamada de Seokjin, pero no puede contestar, no frente a ellos, así que decide colgar la llamada.
"No, es... Mi ex novio" ella ríe de forma desganada y deja el celular en su silla. "¿Qué desean beber?"
"Café americano y un café expreso" responde observando con cuidado a la menor que asiente y comienza a trabajar de forma diligente.
Sus movimientos son tensos mientras enciende las máquinas y piensa una y otra vez en la llamada de Seokjin. Seguramente era algo importante, pero no podía, simplemente no podía. Estaba demasiado nerviosa como para hablar en clave. Podría exponer a todo el equipo frente a esos dos soldados que aún se veían cuerdos y con un poco, solo un poco de consciencia.
Generalmente, los soldados no entraban a los locales a menos que les dieran la orden para revisarlos por algún comportamiento extraño contra el gobierno Jung. Raras veces entraban para consumir alimentos o productos, aunque, sobre todo, preferían las bebidas. Y se encontraba demasiado nerviosa porque era la primera vez que entraban a Cake Blue.
Justo cuando sirvió ambas tazas de café y las colocó en platos pequeños con unas flores pintadas por ellos mismos, un estruendo se escuchó seguido de un apagón que dejó a la cafetería sin música, las máquinas y la televisión apagadas.
La gente dentro echó un pequeño jadeo colectivo en cuanto escuchó esa explosión y Seulgi se quedó estática, únicamente pensando en Yoongi y Taehyung, quienes claramente eran los autores de esa "fechoría."
"Rayos, ¿otro Reactor destruido?" exclama un cliente, al fondo de la cafetería. Seulgi suspira y se gira con ambas tazas, escuchando los murmullos que comienzan a generarse. "¿Qué tiene ese grupo terrorista contra los Reactores?"
"¿Qué es lo que tú quieres?" alguien le responde. "¿Qué nos maten a nosotros? ¿Uh? ¿Por qué le lloras tanto a un Reactor? Eso puede ser arreglado, es mejor que ataquen cosas materiales que a nosotros."
Seulgi nota una pequeña sonrisa en uno de los soldados que toma la taza para beber sin decirle gracias. Ella recoge el billete que le dejan sobre la barra para proceder a darles el cambio.
"Atentar contra los Reactores es atentar contra nosotros; nuestros alimentos, bebidas, ropa y todo lo que cubre nuestras necesidades básicas las proveen los Reactores."
Seulgi busca con la mirada a Nari que ha corrido a los brazos de Namjoon quien se ha puesto de pie en cuanto el estruendo ha sucedido y Hoseok se cruza de brazos sentado en su silla escuchando la conversación de esos dos clientes que discuten en mesas separadas. Todo el mundo ha guardado silencio en cuanto han alzado la voz para responderse.
"Si siguen destruyéndolos, nos dejaran a la deriva."
"Los Reactores no proveen nada; es la Energía Vital la que provee todo lo que necesitamos. Si los Reactores se destruyen, la Energía Vital seguirá existiendo, solo tendremos una vida menos cómoda, eso es lo que te preocupa a ti."
"¡Pues claro! ¡Vivimos tiempo de paz, sanos y saludables! ¿Qué demonios quieres?"
"¿Qué demonios quiero? Dejar de ver el cielo tan putamente gris, de que haga un calor tan infernal que es casi imposible dormir sin el aire acondicionado, que dejemos de respirar únicamente humo. Que dejemos de ser tan dependientes de la materia porque tenemos tan contaminado el planeta que necesitamos consumir el triple de la Energía Vital para poder sobrevivir en algo a lo que todos hemos contribuido."
"Y según tú, ¿dejarnos sin Reactores nos ayudará?"
"Pues claro, ¡joder! ¿Has estado fuera de Seúl alguna vez? ¿Has ido al mar de Japón? Hay plantas y se siente fresco, pero como estás tan cómodo e ignorante metiéndote materia cada semana para curar tus pulmones no te das cuenta de absolutamente nada."
Seulgi abre la boca para tratar de calmarlos a ambos porque están elevando demasiado la voz y los clientes comienzan a notarse incómodos, a diferencia de los soldados que beben el café tranquilamente. Las radios que llevan colgadas en su pecho suenan con la voz de alguien informándoles que otro Reactor Principal ha sido explotado internamente con una bomba desconocida, y que, afortunadamente, no hay nadie herido, y que las unidades lejanas del área debían esperar órdenes de arriba.
"Señores, creo que es mejor relajarnos..." ella pide alzando la voz y ambos hombres la miran con el ceño fruncido. El que está a favor de la destrucción de los Reactores asiente suavemente guardando silencio mientras que el otro se mantiene murmurando en voz baja. "Si la luz no vuelve pronto, me temo que tendremos que cerrar."
Jungkook comparte una mirada con ella, asintiendo y acercándose al ventanal tratando de ver el Reactor destruido, pero está demasiado lejos de ellos y solo puede ver la estela de Energía Vital saliendo hacia el cielo y difuminándose suavemente.
Jungkook suspira suavemente y se gira hacia la mesa donde Hoseok, Namjoon y Nari se encuentran, sintiendo el ambiente tenso.
"Pero si cierran la cafetería, ¿a dónde iremos los que vivimos lejos? Si la luz no viene, los trenes no estarán funcionando" expresa una clienta claramente preocupada a lo que Seulgi asiente de forma comprensiva.
"Cerraremos la cafetería, pero pueden quedarse hasta que consigan un lugar donde descansar o hasta que haya alguna solución."
"Gracias" responde otro cliente. "Rayos, uno ya no puede venir a tomar café porque de pronto ya no puede volver a casa."
Seulgi va a responder de nuevo cuando otro estruendo resuena de nuevo, un poco cerca de ellos y todos vuelven a jadear de forma colectiva. Ella sale de la barra, caminando hacia el ventanal donde está Jungkook, preguntándose si ha sido otro Reactor o...
"¿Otro Reactor?" el hombre que había estado discutiendo con el muchacho alza de nuevo la voz. "Ya estarás contento, ¿uh? Ya solo quedan cuatro Reactores para tu vida feliz y de ensueño" dice con burla.
"¿Tienes miedo de tener que esforzarte por vivir?" el joven devuelve y Seulgi se gira para detenerlos, pero entonces un soldado se levanta de golpe y en un parpadeo les dispara a ambos en la cabeza.
La cafetería se sume un silencio sepulcral luego de los dos tiros acompañados por el grito de Nari a quien, muy tarde, le cubrieron los ojos para no ver más de esa terrible escena.
"Ahora los dos vivirán felices" comenta el soldado guardando el arma en su cinturón con las demás.
"¡¿Por qué hizo eso?!" el grito aturdido de Seulgi se escucha y el soldado la mira alzando una ceja. "¡Ellos no estaban haciendo nada malo! ¡Hay una niña aquí!"
Jungkook, con mucho temor, se coloca frente a Seulgi cubriéndola con su cuerpo en cuanto el soldado comienza a acercarse a ambos. Ella se aferra al brazo de Jungkook porque, aunque esté furiosa, ellos son claramente más fuerte que todos en esa cafetería.
"Es el ciclo de la vida" responde, de forma simplona. "Naces, vives y mueres."
"E-ellos no murieron" Seulgi responde. "Los asesinó..."
"¿No es lo mismo? Morir, asesinar, ambos llevan a lo mismo, ¿no? Dejar de vivir."
Jungkook se tensa en cuanto él lleva una mano hacia el arma de nuevo y cubre más a Seulgi, tratando de protegerla de lo sea que fuera a hacer ese tipo.
"¿Quieres irte tu también, bonita?" cuestiona, subiendo la punta del arma. "Tu novio parece querer acompañarte también."
"Por favor" Jungkook suelta en cuanto el arma se posa sobre su frente, el rubio no le aparta la mirada, aunque Seulgi lo esté apretando fuertemente y la escuche sollozar. "No haga esto... ¿No se supone que deben protegernos?"
El soldado no responde, solo sonríe.
"Eres muy ingenuo, muchacho. Nosotros nos encargamos de que todo esté en orden, no que estén bien. Esa es tarea de la policía."
Jungkook se mantiene de pie, aunque su corazón está latiendo apresuradamente, con el horror recorriéndole las venas al tener dos cuerpos desangrándose cerca y un arma sobre su frente.
"Entonces, ¿quién de los dos quiere irse primero?"
En cuanto se adentran en los caminos subterráneos, Yoongi abre bien los ojos y agudiza los oídos, atento a cualquier movimiento o ruido que les una señal de que están siendo perseguidos o en peligro. La mañana ha empezado como un día normal para todos, a excepción para ellos, que saben que el tiempo se agota cada vez más y más. Taehyung no duda en que destruirá esos dos Reactores a como dé lugar, nadie se lo impedirá, se lo ha jurado así mismo.
Aunque extrañe a los demás, es un alivio para él solo tener que cuidar a Yoongi por si algo malo sucediera, sabiendo que Seulgi, Nari, Namjoon, Jungkook y Hoseok están completamente sanos y salvos en la cafetería. Lo que le hace ruido es Jimin y Seokjin, espera que ambos sean precavidos y sepan moverse sin llamar la atención.
Los túneles se mantienen completamente en silencio, únicamente roto por el ronroneo de la motocicleta y el rugido de los aceleradores cuando Taehyung aumentaba la velocidad por momentos.
"¿Solo destruiremos los Reactores o investigaremos qué sucede en los laboratorios?" Yoongi cuestiona una vez están más cerca del objetivo.
"Todo depende; si logramos ejecutar el plan como lo pensamos, entonces podríamos darnos una vuelta. Lo que sucede es que no sé cuanta seguridad tendrá el área de los laboratorios, aunque no dudo que esté escandalosamente cubierto y protegido por sus propios inventos, así que tendremos que movernos con cuidado."
"Bien."
Yoongi no se escucha positivo, ni desganado, es un tono neutral. Su mente está inundada de escenarios con infinitas posibilidades de lo que les podría pasar una vez adentro, porque él no creía que fuera a ser sencillo; después de todo, la compañía Jung ya sabía que ellos existían y que querían algo de esos edificios, quizá no sabían exactamente el qué, pero no ignoraban su existencia. Y tampoco parecían subestimarlos como para enfrentarlos a los monstruos que ellos han creado. La compañía y el Gobierno realmente deseaba cuidarse las espaldas y mantenerse al poder. ¿Estarían ellos conscientes de lo que le hacían al planeta? O ¿simplemente no les interesaba?
Taehyung decidió tomar otro camino por si la compañía había decidido tener más guardias en la entrada que siempre utilizaban, además, necesitaba llegar a los Reactores lo más pronto posible. El área donde se acercaron era de descarga, así que había muchos trenes y autobuses que les ayudaría a esconderse. Aparcó la motocicleta entre dos contenedores para que nadie se diese cuenta y también para tenerla lista para simplemente escapar.
Yoongi se bajó primero, caminando con cuidado hacia una punta del contenedor y verificar cuantos guardias existían. Pudo observar alrededor de ocho, todos súper soldados. Sin embargo, no podían ponerse a pelear, lo mejor era entrar sigilosamente y sin ser vistos, así que Taehyung le ayudó a subir a un contenedor, Yoongi extendiéndole la mano para subirlo después. Ambos saltaron con suavidad hacia el techo de uno de los trenes, tratando de entrar por las ventanillas en lo alto de las paredes del edificio.
Una vez lograron el cometido, Yoongi se entretuvo en desinstalar las ventanillas para poder entrar, una vez ahí, bajaron al suelo con cuidado, caminando despacio y mirando hacia atrás por si alguien los había escuchado. Ambos llevaban sus rostros cubiertos, porque las cámaras estaban más que presentes, y no estaban seguros si los Jung tenían a alguien vigilándolas o las revisaban al final del día. Era mejor no arriesgarse.
"El Reactor está en el siguiente piso, y el otro más cercano se encuentra en el mismo piso, pero tenemos que cruzar todo el lugar para llegar a él. ¿Crees que lo logremos mientras nos estén buscando?" cuestiona en voz baja el menor.
"Le pedí a Seulgi" Taehyung comienza, mirando hacia atrás de vez en cuando "que estas bombas se activaran con un control, así que vamos a colocar una en este Reactor y luego iremos hacia el otro para que nadie se de cuenta. Una vez estemos en la otra punta, activaremos la primera bomba, solo así todos se dirigirán hacia esta zona y tendremos tiempo para irnos."
"Vale."
Los dos deciden correr hacia el ascensor, y presionan el botón para que baje lo más pronto posible. Las escaleras no son una opción, están más lejos y ellos no quieren pasearse tanto por los pasillos, exponiéndose. El lugar es frío, con pisos de metal y paredes de piedra, en un inicio, habían pensado en destruir todo el edificio, con los Reactores dentro. Pero la primera vez que decidieron entrar para trazar un mapa y habituarse al lugar, para tener una idea de como era por dentro y a qué se estaban arriesgando.
En el edificio había mucha gente, sobre todo en los pisos con Reactores, y asesinarlos con una demolición no era apoyado por ninguno, además, con la estructura y los materiales con los que el edificio había sido construido provocaba que fuera imposible destruir el edificio con un par de bombas. No, aquello debía ser una terrible explosión con una inmensa expansión que simplemente generaría demasiados heridos y muertos.
En cuanto el ascensor se abrió, una mujer se encontraba a dentro, una empleada. Ella abrió los ojos al máximo, sorprendida y asustada de ver a gente extraña en el edificio, pero Yoongi fue más rápido, cerrando su puño sin espacio entre sus dedos, lanzandolo directamente al mentón de la mujer, en la parte más alta del cuello y más baja de la mandíbula. La mujer queda aturdida y antes de que caiga, Taehyung la sostiene por la cintura, acostándola suavemente sobre el suelo. Las puertas del ascensor se cierran y Yoongi suspira pesadamente observando a la pobre mujer en el suelo.
"¿Cuándo aprendiste a noquear?" Taehyung duda levantándose luego de revisar los bolsillos de la mujer y tomar una tarjeta llave que quizá pueda servirles de algo.
"Jimin me enseñó como; tuve que pegarle muchísimas veces hasta que pude noquearlo."
Yoongi hasta parecía orgulloso de haber lanzado al suelo, y aturdido, a Jimin, un exsoldado. Taehyung le sonrió suavemente, de forma cómplice antes de salir del ascensor que abrió sus puertas en cuanto llegaron al piso deseado. Una vez ahí, ambos chequearon la zona, encontrándose con un par de soldados que se dieron cuenta de su llegada, ambos levantaron sus armas para atacarles, Taehyung fue mucho más rápido disparándoles para lanzarlos al suelo y que no fueran ningún problema.
Sus pulsos de luz resonaron suavemente y decidieron correr hacia el Reactor antes de estar rodeados de más soldados. Mientras más pasillos cruzaban, más desolados los encontraban, un detalle que alarmó demasiado a Taehyung. Los Jung no podían ser tan idiotas, ¿o sí? ¿Tan poco les parecían sus Reactores que, básicamente, eran la base de todo su repudiable éxito para dejarlos sin ningún tipo de seguridad extra?
Yoongi entró primero a la sala donde se encontraba el Reactor: una zona amplia, con paredes reforzadas, y justo en el centro; el Reactor con su caja de operación y mantenimiento, aquella que lo mantenía activo. Realmente, a Taehyung le había parecido increíble como la compañía Jung había construido y estructurado la empresa; con el edificio principal en el centro de la ciudad, donde se encontraba el Reactor más grande y potente, aquel que no podría ser destruido por una sola bomba, con el laboratorio, los paneles de control y las oficinas de las mayores autoridades de la empresa, y luego, de esta estructura nacían los seis pasillos hacia las murallas exteriores que protegían la ciudad con un Reactor en cada punta, cada pasillo creaba un nuevo sector y mantenía dividida a la ciudad, con dos Reactores más pequeños distribuidos de forma estratégica entre las calles para mantener iluminada las zonas. Cada Reactor consumía una cantidad inconmensurable de Energía Vital ya que se utilizaba para medicina, alimentos, purificar el agua y energía eléctrica.
"Bien, hemos llegado" Yoongi anuncia extendiendo su mano enguantada hacia a Taehyung. "Coloco la bomba y seguimos el plan."
Taehyung asiente, entregándole el dispositivo, sin embargo, su cabeza sigue girando en el pequeño (gran) detalle que no hay nadie vigilando los Reactores. ¿Estarían tendiéndoles una trampa?
"Apresúrate" exige en voz baja, perturbado y acercándose a la puerta para verificar que no haya nadie fuera de la sala; y es así, no hay nadie, lo que lo deja más intranquilo y con sus sentidos totalmente agudizados.
No puede escuchar más que el silencio y un par de latidos al fondo, pero son muy pocos, quizá cuatro personas. Por la forma en que late uno, se da cuenta de que es un humano normal y corriente, mientras los otros tres laten apresurados, sin control, como si estuviesen corriendo una maratón, aunque solo estén caminando, eran super soldados.
"¿Ya has terminado? Creo que se acerca gente" Taehyung murmura, y lleva su mano hacia el celular en su bolsillo, quiere llamar a Seulgi y preguntar como se encuentran. Sin embargo, no cree que sea prudente; ha decidido llamarla una vez salgan de ese lugar.
"Sí, ya está puesta; hay que movernos."
Sus pasos resuenan en el piso metálico, Taehyung no comenta nada sobre los guardias porque los pasos que ha escuchado se han retirado hacia el piso de abajo, tomando otro ascensor que ellos no usaron. Corrieron por el pasillo lo más rápido que pudieron, en busca del otro Reactor.
Escuchó un grito en el ascensor que habían tomado y supo que habían encontrado el cuerpo de la mujer inconsciente, entonces, no tenía mucho tiempo en cuanto se dieran cuenta de que su desmayo no fue por algún tipo de enfermedad o porque no ha desayunado.
Una vez en la otra sala del Reactor, Yoongi corrió a instalar la otra bomba mientras que Taehyung encendía sus ojos azules, agudizando todos sus sentidos y concentrando su poder para poder defender a Yoongi si fuese necesario. Escuchaba los pasos tranquilos de los empleados caminando en los pasillos de abajo, sentía sus latidos pausados y sanos, podía imaginar que se encontraban en sus labores sin una sola idea de qué estaba sucediendo en la sala de los Reactores.
Yoongi miró a Taehyung un segundo informándole que ya había colocado la bomba, así que Taehyung utilizó el dispositivo que Seulgi le había entregado; el control de las bombas. Tomó la mano de Yoongi y corrieron en busca de una salida antes de activar la primera bomba.
Se encontraban bajando las escaleras cuando escucharon la explosión, seguido de los gritos y el apagón momentáneo en la fábrica, aunque estaban seguros de que en la ciudad la luz tardaría más en volver. Entendían, ambos, que si activaban la otra bomba muy posiblemente se encontraran toda esa noche en la oscuridad, y aunque lo sentía demasiado por los demás, Capricornus era consciente que él y sus amigos estarían a la perfección en la cafetería.
Una vez todos en la empresa comenzaron a moverse a auxiliar el Reactor y averiguar que sucedía, Yoongi y Taehyung pudieron llegar a la puerta donde habían dejado la motocicleta, encontrando los pasillos vacíos. El menor sonrió contento de tener éxito en aquella misión, ni siquiera podía pensar que algo malo podría pasar ese día o que Seulgi, Jungkook y Nari la pasarían demasiado mal mientras Namjoon y Hoseok estarían tensos mirando la escena sin poder hacer nada.
Una vez en la motocicleta, no tardaron en encender el motor y partir sin mirar atrás. Yoongi se sujetó a la cintura de Taehyung con una mano y con fuerza mientras llevaba la otra hacia el control, apretando el próximo botón que activaría la segunda bomba. Una vez la explosión se escuchó, ambos suspiraron aliviados mientras que la gente gritaba asustada ante el estruendoso sonido y salía curiosa a ver lo que sucedía.
Hola, mis pequeñas y bonitas abejitas, siento la demora, pero con la universidad siento que me estoy muriendo JAJAJA. Tengo un cap extra ya escrito, pero será publicado en cuanto pueda avanzar en el cap 11. Gracias por la espera y el apoyo.
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