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005

*Escuchar la canción cuando encuentren el asterisco.

El aire es frío, y el viento sopla fuertemente, la noche estrellada, el mar con sus olas apacibles, la arena suave en los dedos de sus pies. A Jungkook le gusta, abrigado con un enorme hoodie que guarda hasta el fondo de su armario, unos jeans flojos y los pies descalzos con las botas y los calcetines cerca de una roca, lejos de las olas del mar, Jungkook se mantiene sentado mirando hacia el paisaje frente a él.

Taehyung está justo a su lado con las manos sobre sus rodillas y los zapatos en sus pies, bien puestos. Jungkook se ha mantenido observando el mar y las estrellas en silencio, y su pecho agradece haber conocido a Taehyung, porque ya no se siente tan solo.

Entonces, se lanza hacia atrás, extendiendo los brazos y las piernas, como una estrella, mirando hacia el cielo azul oscuro que pareciera que va a devorárselo completo. Taehyung se ríe cuando Jungkook cierra los ojos, pero se dirige luego hacia a él.

"¿Por qué no te quitas los zapatos?" él pregunta, la risa de Taehyung muere y Jungkook abre los ojos de golpe, mirándolo.

Taehyung ya no lo está viendo, con las manos en sus rodillas, aprieta suavemente antes de hablar.

"Cualquier parte de mi cuerpo desnudo en contacto directo con la tierra, me provoca malestar."

"¿Puedo saber por qué?" Jungkook se endereza, mirándolo preocupado, Taehyung decide ser honesto.

"Me conecto con la tierra, puedo escuchar sus latidos. Lo descubrí la primera vez que vine aquí, pero en aquel entonces estaba en América."

"Oh, ¿no te gusta escucharla?"

"Me encantaba hacerlo. Permanecía mucho tiempo descalzo, colocaba mis manos sobre ella y me sentía cálido, feliz..." su mirada se tiñe de nostalgia. "Ahora ya no puedo hacerlo, porque ella está sufriendo y cada que la toco con las manos o los pies, escucho sus gritos agonizantes, de socorro y siento su dolor, siento como desgarra y sangra."

"¿Por los Reactores?" Jungkook duda y Taehyung asiente.

Los dos se inundan en un silencio cómodo, Jungkook analizando sus palabras y mirando la tierra a su alrededor, la arena en la que podía enterrar los dedos y luego, acercó su mano a la de Taehyung, enredando los dedos y dejando su otra mano en la arena. Taehyung lo miró curioso.

"Yo te conectaré a la tierra" él dice, apuntando con la cabeza sus manos unidas y luego la palma que ha dejado sobre la arena. "La tierra dice que está muy agradecida contigo por ayudarla, y sabe que tendrás éxito" luego, hace una pausa. "También dice que te extraña, y que extraña hacerte sonreír."

Taehyung sonríe, con los ojos cristalizados y suelta la mano de Jungkook para dirigirla a su mejilla, acariciando con suavidad.

"Voy a lograrlo" él promete. "Y podrás ver plantas y animales."

"Yo sé que sí, Taehyung, porque sé que podrás hacerlo."

Jungkook asegura con ese brillo en sus ojos que a Taehyung le gusta mucho, entonces, luego el menor vuelve a mirar al mar.

"Pero... cuando vuelvas a destruir un Reactor, ten cuidado de los soldados."

"Los soldados no pueden contra mí, Jungkook" Taehyung dice, alzando su barbilla, orgulloso, pero el menor no cambia la expresión. "¿Qué pasa?"

"Hace dos días los vi asesinar una mujer que solo se subía a los autobuses a decir que el pueblo debería abrir los ojos. Ella no estaba siendo agresiva ni violenta, y aún así..." Jungkook miró sus pies, recordando la imagen. "Es la segunda vez que los veo hacer eso y no quiero que te hagan daño."

"Jungkook, yo soy más fuerte que los soldados. Ellos solo están abusando de la Energía Vital, yo, en cambio, tengo mi propia fuerza, mi propio poder, no estoy aprovechándome de algo externo, así que no tengo consecuencias, como ellos, por eso soy más fuerte, porque me valgo de mí mismo."

"Solo... solo prométeme que te cuidarás."

"Lo haré, no tienes nada qué temer."

Jungkook no se siente demasiado seguro, pero Taehyung se levanta, ofreciéndole ambas manos. El menor se sacude la arena en los pantalones antes de sujetar sus manos y alzarse, Taehyung enciende sus ojos y Jungkook traga saliva porque aún no se acostumbra a que él pueda hacer eso.

"Te voy a mostrar qué poderoso soy, ¿te parece?"

Jungkook asiente, aunque un poco tímido. Taehyung entonces lo suelta, corriendo hacia el inicio del mar. Jungkook se asusta porque a esa hora el agua debe estar para congelarte en un segundo, está a punto de gritarle que se detenga, pero Taehyung camina sobre el agua, sorprendiéndole.

Entonces, se gira, mirándole con una gran sonrisa cuadrada y Jungkook siente que el alma le regresa. El mayor alza ambas manos hacia los lados y las olas intensifican su fuerza, pero, para asombro de Jungkook, en vez de azotar a Taehyung, comienzan a rodearlo. Solo la parte en la que está parado se mantiene calma mientras todo lo demás se agita a su alrededor y Jungkook se acerca a la orilla, mirando la escena riendo.

"¡Ven!" Taehyung le invita, pero el azabache niega.

"No puedo... No... No sé nadar" él responde. "Nadie en Seúl o el mundo sabe hacerlo, en realidad, solo los soldados."

Taehyung se acerca hacia a él, ofreciéndole una mano.

"¿Confías en mí?" pregunta con su cabello siendo agitado. Jungkook asiente sujetando la palma de su mano y el mayor lo hala hacia su cuerpo.

Para el rubio, estar de pie en el agua es una locura, y observa hacia abajo con ojos incrédulos, pero una gran sonrisa, mostrando su hilera de dientes, adorables, por cierto. Entonces, Taehyung lo hace caminar consigo, bastante lejos de la orilla, ahí donde su nenúfar sale para abrirse y dejarlo reposar.

Sin embargo, él no lo llama, si no que entrelaza sus diez dedos con los de Jungkook, su piel caramelo haciendo contraste con la blanca del menor. Entonces, Taehyung vuelve a hablar.

"Me gusta el agua porque existe en muchos otros planetas, no en esta galaxia, pero sí en otras. Entonces, mi hermana y yo nos hundíamos en el agua, unidos como uno solo y rebotábamos en la superficie" él lo mira, con los ojos alegres, recordando. "Era tan divertido, antes de que... Antes de que Aquarius tomara la decisión de separarse de mí y descubrir sus habilidades."

"La extrañas" Jungkook adivina, pero los ojos de Taehyung nunca muestran dolor, su sonrisa se mantiene.

"Yo sabía que iba a pasar, eventualmente" él confiesa. "Aquarius y yo somos individuales, por mucho que me costó aceptarlo, pero en cuanto mi hermana tomó esa decisión, supe que debía respetarla porque ni ella ni yo pereceríamos al separarnos."

"No sé qué decirte, no tengo hermanos, así que no sé lo que se siente."

"¿No extrañas a tus padres?"

Jungkook mira sus manos unidas, pensando en las personas que lo trajeron a este mundo. Se encoge de hombros, sintiendo que no hay nada en su corazón porque estar tanto tiempo solo lo ha hecho olvidar sus recuerdos, simplemente centrándose en sobrevivir.

"No lo sé. He olvidado muchas cosas, creo que para mi propio bien" responde, mirándolo de nuevo a los ojos. "Lo único que sé, es que no me gusta estar solo."

"Supongo que eso para ti no es bonito."

"¿A ti te gusta estar solo?" Jungkook cuestiona, asombrado y Taehyung suspira.

"Es que nunca lo estoy" él expresa. "Siempre estoy escuchando a mis hermanos, siempre estamos conectados, y podemos vernos cuando queramos."

"Eso es muy bonito" comenta sincero y Taehyung eleva sus manos, con las de Jungkook, hasta que están a la altura de sus ojos.

"Deja que te muestre el agua, ¿sí?"

"No vas a ahogarme, ¿verdad?" bromea y Taehyung niega.

*Al negar, sacude su cabello y la transformación se muestra en vivo y en directo frente a los ojos llenos de estrellas de Jungkook. Sus mechones castaños se tiñen en su azul marino, desde la raíz hasta las puntas, pintándose como si de acuarela se tratase, mechón por mechón comienza a flotar, dándole una apariencia muy adorable. Sus ojos no tardan en volverse azules y ahora, en lugar de expedir luz blanca lo hacen en turquesa, suave y bonita, entonces, Jungkook siente el cuerpo ligero, casi como si estuviese a punto de flotar, pero en lugar de elevarse, se hunde en el agua sin soltarse de Taehyung.

Ambos comienzan a bajar, y para sorpresa de Jungkook, sus ropas no se mojan, no se pegan a ellos, es como si una cápsula los rodeara y aunque el agua está oscura, Jungkook puede ver a Taehyung porque él está brillando con una bonita sonrisa. Aguanta la respiración, porque está un poco asustado, porque no quiere ahogarse, pero sabe que, si eso sucede, Taehyung lo llevará de vuelta a la superficie.

De pronto, Jungkook mira hacia abajo, donde sus pies están, porque algunas zonas del agua comienzan a iluminarse y sabe que se trata de Taehyung. Puede observar conchas, algas marinas, arrecifes y piedras que brillan en diferentes colores. La luz es tal, que se refleja como un arcoíris en su piel y ojos y se ríe, porque está nervioso, pero también emocionado, siente su estómago retorcerse, y le gusta la sensación.

Se sorprende de escucharse a sí mismo, de no estar ahogándose con el agua y mira a Taehyung, impactado, buscando alguna explicación.

"Puedes hablar" él confirma, entonces, el corazón de Jungkook se siente contento, inundado en una felicidad que nadie podría romper, mira a Taehyung a los ojos, guardando ese momento en su memoria y catalogándolo como importante.

Sabe que no podrá olvidar ese día porque, luego de tantos años, por fin se siente completo, importante, acompañado, y quiere ser tan sincero como puede, quiere decirle a Taehyung lo que le hace sentir, pero no existen palabras que puedan describir lo feliz que es.

Solo puede soltar una cosa.

"Taehyung" le llama mirándole con afecto y Taehyung espera, atento. "Te quiero."

Y la sonrisa de Taehyung crece aún más, llegándole hasta los ojos, con la luz colorida reflejándose en su piel, al igual que a Jungkook. El peli azul se acerca al menor, y besa su mejilla con dulzura, uniendo sus frentes.

Jungkook se estremece con el beso, su nariz acariciando la del mayor. Taehyung es su primera amistad, Taehyung es la primera persona con la que se siente conectado, y la que comienza a traerle luz y colores a su vida, entonces, Jungkook quiere protegerlo, no quiere que nada malo le suceda a Capricornus.

Él estaría dispuesto a dar su vida por Capricornus.

Nari observó, por la mañana, mientras tomaba su desayuno con Seokjin enfrascado en cocinar, dándole la espalda, como todos salían de sus habitaciones para tomar una rebanada de pan, untarla con mermelada y llevarla a su boca, aunque Jin se estuviese esforzando por darles un desayuno decente.

Al final, todos se sentaron junto a la pequeña niña que comía panqueques en forma de conejos, con miel y un tenedor. Nari tocó con curiosidad el traje de Seulgi porque todos, a excepción de Yoongi, llevaban trajes totalmente negros, como de cuero y unos cinturones extraños llenos de armas.

Ese día, era el día de dirigir la atención a la Casa Presidencial.

Ninguno de ellos estaba asustado, porque ese miedo había sido asesinado por los mismos soldados, agregando que nadie tenía familia ni nada más que ellos mismos, así que no tenían mucho que perder.

El juramento antes de la llegada de Taehyung y Jin había sido claro: seguir hasta el final, sin importar nada.

Entonces, ahí estaban terminando de comer, agradeciendo la comida, sonriéndole a Nari y luego a Jin. Estaban levantándose de la mesa y caminando hacia el sótano para tomar la salida subterránea y no llamar la atención.

Seokjin se quedó arriba con Nari mientras que Yoongi los acompañaba a todos para despedirse de ellos en la puerta. Los observó tomar dos motocicletas, dividiéndose en dos equipos: Seulgi con Taehyung, Namjoon y Jimin.

Min les dio una sonrisa de despedida, anudando el delantal de la cafetería porque él iba a quedarse a ayudar a Jin en el local y vigilar a Nari.

"Cuídense, y traten de regresar todos" pidió cruzándose de brazos mientras se colocaban las gafas.

"No te preocupes, volveremos en una pieza" Namjoon asegura. "Eso espero" y Seulgi rueda los ojos, negando antes de sonreír.

"Te veremos luego, Min" promete.

Jimin conecta su mirada con Yoongi, asintiendo hacia a él antes de encender la motocicleta y desaparecer con Namjoon. Taehyung le sigue después, recorriendo el largo túnel que los llevaría a calles debajo de la tierra que fueron olvidadas por todos al únicamente utilizar los trenes y los autobuses. Las motocicletas no estaban prohibidas, pero no eran muchas personas las que las preferían.

Así que, ellos se aprovecharon de esas calles para moverse con facilidad debajo de toda la ciudad. Taehyung alcanzó a Jimin, con Seulgi abrazada a su cintura, los cuatro se dieron una última mirada antes de separarse en dos túneles, cada uno con diferentes objetivos.

"Sé que no debería decirte esto en este preciso momento."

La voz de Seulgi lo asustó un poco, porque él realmente no esperaba que ella se pusiera a hablar de un momento a otro. Frunció el ceño, preocupado.

"¿Algo anda mal?" cuestiona.

Seulgi no contesta en el momento, y aprieta las manos en su cintura.

"No sé como decirlo" explica y luego apoya su frente en el hombro de Taehyung. "No es nada relacionado a la misión, pero quería decírtelo ya que estamos arriesgando nuestras vidas y no quisiera irme sin que lo sepas."

Taehyung soltó un lado derecho del manillar, para acariciar la mano de Seulgi, dándole un poco de seguridad y reconfortándola.

"Nada va a pasarte, yo voy a cuidarte."

"Seokjin y tú me gustan" Seulgi suelta sin más y Taehyung guarda silencio, digiriendo las palabras.

Vale, él lo entendía, o suponía que lo entendía. Es decir, Taehyung era... no era un humano, y eso todos en su equipo lo sabían. Sabían que esa imagen que él tenía, ese cuerpo que él usaba, y que el cuerpo de Seokjin no era real. Vamos, Taehyung era una figura de luz que se volvía esfera cuando quería y cuando se unía a su hermana se volvía más grande y poderoso. Y Seokjin era un caballo con alas y unicornio, ninguno de los dos eran humanos. Por ende, jamás habían pensado en el amor de una forma romántica porque ellos simplemente convivían con Madre y sus hermanos, y, a diferencia de sus otros hermanos, ni Taehyung, Aquarius o Pegasus necesitaban reproducirse. Pegasus era el único en su especie porque él pertenecía a la primera línea de los hijos engendrados por Madre, junto a otros monstruos enormes y únicos, como Bahamut y Leviatán.

Ninguno de los dos conocía ese sentimiento, aunque lo habían descubierto gracias a los humanos y las películas donde trataban de plasmar como era ese sentimiento, aunque para nadie fuese igual, aunque todos lo sintieran de forma distinta.

"Sé que se escucha extraño que ambos me gusten" ella dice, deteniendo sus pensamientos con una risa despreocupada. "Pero no lo sé, solo... No espero que alguno de los dos me corresponda, solo quiero que lo sepan, no podría morirme tranquila si no lo supieran" aprieta con suavidad la cintura de Taehyung, hundiendo el rostro en su espalda y Capricornus asiente.

"No sé muy bien qué decirte" él comenta. "Ni Pegasus o yo conocemos el sentimiento. Ambos te queremos, y eso tú lo sabes. Sabes bien que ambos estaríamos dispuestos a dar nuestra vida por ti, pero no creo que eso se compare a lo que tu sientes."

Seulgi no dice nada, simplemente se hunde en sus palabras, en su aroma, en su calor y es lo único que necesita; la voz de Taehyung y Seokjin alrededor de ella, aún si no puede besarlos, aún si no puede ser la novia de alguno de ellos, ella se siente tan bien teniéndolos cerca, sonriéndole de esa forma, tratándola de aquella manera.

"Sin embargo" él prosigue, girando en una curva mientras lo único que ilumina el lugar sea la luz emitida por parte de la motocicleta. "Gracias por ser sincera."

"Gracias a ti también por serlo" ella es sincera, y besa su mejilla con cuidado. "Además, sé que ambos algún día tendrán que irse, ¿no es así?"

"Es así."

Luego de ello, ninguno vuelve a hablar mientras se aseguran de que se acercan a la Casa Presidencial. Seulgi mira hacia atrás un momento, simplemente encontrando oscuridad y luego hacia al frente. Ella sabe que está segura porque los sentidos de Taehyung están cien mil veces más agudizados que los de ella y cualquier humano común, y que incluso los soldados.

Pero Jimin y Namjoon no son Taehyung, y mientras ellos se mueven por otros túneles silenciosos, oscuros y abandonados, ambos van sumidos en sus propios pensamientos. Ellos sabían bien lo que debían hacer; entrar a escondidas en la compañía eléctrica en cuando Taehyung y Seulgi dirigieran la atención hacia la Casa Presidencial y descubrir si los Jung tenían otro tipo de arma o defensa como para dejar a la compañía tan expuesta con pocos soldados y los empleados comunes y corrientes.

¿Realmente eran capaces de dejar sola la fuente donde ellos obtenían todo su poder?

A Jimin le parecía ilógico, él no podía concebirlo, no luego de trabajar para ellos. Jimin conocía a la perfección lo que la Energía Vital y los Reactores principales significaban para la empresa; eran la base de todo, el origen. Recordaba como siempre se mantenía con otro par de soldados en cada puerta y con los ojos bien abiertos, aunque nadie estuviese tan loco como para intentar entrar en el lugar. Recordaba como algunos de sus compañeros, incluido él en ciertas ocasiones, perdían la consciencia, la Energía Vital pasándoles factura, y como llegaban los científicos a los laboratorios donde eran llevados para ser inyectados con otra cantidad de Energía Vital, y volviendo al día siguiente renovados, pero perdiendo más la cordura.

Jimin se había dado cuenta de que todo en él estaba mal, de que la Energía Vital no deseaba estar en su interior y que la única manera de sobrevivir dentro de sus imperfectos cuerpos era succionando su consciencia y moral. Y lo descubrió cuando iba de camino a su trabajo, con el arma común de su empleo, con su traje ajustado a su cuerpo, con el casco en su cabeza.

Y había tomado la errónea idea (o quizá, ¿había sido buena? Nunca lo tendría claro) de tomar el tren en lugar de pedir que fueran por él en el camión de los soldados. Como era usual, Jimin era el único (junto a empleados de la compañía) que podía quedarse hasta en la última estación. Sin embargo, en la antepenúltima, los únicos pasajeros que quedaron con él fueron una mujer de quizá unos veintiocho años con su pequeño bebé de cinco meses. Ella estaba dándole pecho, cuando se dio cuenta de que estaba cerca de la penúltima parada y debía bajarse, así que había alejado a su bebé de su seno, para poder arreglarse y acercarse a la entrada.

El bebé rompió en llanto cuando ella le arrebató su fuente de alimento. La mujer trató de consolarlo, murmurándole que le daría de comer en cuanto estuviesen fuera del tren. Jimin se encontraba de pie en la otra punta del vagón, con el arma bien sujetada con ambas manos. No supo por qué el llanto del bebé comenzó a irritarlo tanto, no entendió bien porqué la idea de ese bebé muerto le parecía tan agradable, y no comprendió porqué caminó hacia a ella decidida, con el dedo en el gatillo.

Aún podía recordar como ella le sonreía a su bebé con cariño, tratando de calmarlo con voz dulce y palmaditas en su espalda. Y la sonrisa se le había borrado en cuanto Jimin había colocado la punta de su arma en la cabeza del bebé.

"Cállate" había ordenado, antes de disparar.

Y cuando la mujer comenzó a gritar asustada y dolida, llena de sangre y el cuerpo inerte de su hijo en manos, le había disparado a ella también.

Su mente volvió en sí al quedar en silencio, con la sangre manchando su cuerpo y su arma. Los miró a ambos, que habían caído con un golpe seco al suelo, y se sintió horrorizado de sí mismo. El arma había caído de golpe y las piernas le temblaron antes de caer de trasero sobre el suelo, lejos de ambos. Se abrazó a sí mismo, tratando de buscar una verdadera y justificada razón para haber cometido un crimen de esa forma. Nunca había asesinado civiles, él ya había escuchado que podían dispararles si causaban algún disturbio y fueran peligrosos.

Pero aquellos civiles eran una joven madre y un inocente bebé que su única forma de comunicarse era el llanto y no comprendía muchas cosas, por lo que sintió que su madre lo estaba castigando sin razón aparente.

No esperó que sus compañeros se subieran al tren, se acercaran a levantarlo, envolvieran el cuerpo de ambos con bolsas de basura y lo tirasen a las aguas sucias en las alcantarillas debajo de la compañía.

Entonces, comprendió que nada de aquello estaba bien.

"¿Qué piensas tanto?" Namjoon pregunta, sujetado a su cintura y Jimin aflojó el agarre del manillar porque solo cuando escuchó la voz de su amigo y compañero se dio cuenta de que estaba sujetando con tanta fuerza que podría romperlo si quería.

"En la mierda que hice" responde, entonces Namjoon guarda silencio, porque todos ahí sabían lo que Jimin había hecho. "Hay días en los que no puedo dejar de pensar en ambos" continúa. "Es difícil seguir vivo mientras recuerdas lo que has hecho. Solo... Solo quiero terminar con la compañía, los Reactores y los soldados por la tierra y por... Por ellos."

"No fue tu culpa" Namjoon le consuela. "Ni tú ni ninguno de esos soldados entiende lo que la Energía Vital succiona para existir en sus cuerpos."

"Ya lo sé, pero..." Jimin frunce el ceño, y sus ojos se cristalizan. "No puedo, de verdad, no puedo. No sé como ustedes no me odian, como..."

"Porque eres muy fuerte y valiente" lo detiene el mayor. "Porque estás aquí, dando la cara por lo que hiciste, arrepentido y listo para dar tu vida por ellos y la tierra, así que, concéntrate, ¿sí? Por ellos dos, hazlo por ambos, demuéstrales que estás arrepentido y que vas a destruir esa compañía en nombre de ellos. Menos palabras, más acción."

Jimin cierra los ojos un momento, antes de asentir. Quiere agradecerle a Namjoon por sus palabras, sin embargo, su voz no sale cuando observa a los lejos un par de focos encendidos. Frunce el ceño, comenzando a bajar la velocidad porque tiene un mal presentimiento.

"Namjoon" espeta.

"Lo sé" él responde, llevando una mano hacia la parte trasera de la motocicleta que abre sus paredes laterales, dejando ver un par de espadas. Namjoon toma una, sujetándola fuertemente mientras que Jimin se mantiene alerta.

Ambos saben que no es nada bueno porque la luz de los focos comienza a acercarse a ellos.

Entonces, Jimin derrapa porque quiere girar la motocicleta para regresar a casa. Sin embargo, en cuanto comienza a dar el giro, un disparo choca con la horquilla telescópica. Namjoon mira hacia atrás, pensando que descubrirá soldados, pero lo que ve no son soldados.

Un par de motos se aparece frente a ellos con un tipo en cada una. Pero esos no son soldados, tienen el cabello plata y ojos del mismo color, lo que les recuerda a Taehyung y Seokjin, porque el aura es la misma. Y cuando los ven iluminar sus ojos como solo Capricornus y Pegasus harían, Jimin reacciona y conduce a alta velocidad para escapar porque si esos tipos son como sus dos compañeros, no tendrían oportunidad.

Namjoon toma la pistola de su propio cinturón mientras que con la espada trata de impactar los disparos que intentan alcanzarlos, con los dos tipos detrás de ellos, cada uno tratando de rodearlo y Namjoon dispara hacia uno mientras le entrega la espada a Jimin cuando él se la pide para intentar alcanzar al tipo de su izquierda que ilumina su mano y ambos saben, demonios que sí lo saben, que si esa mano los toca a ellos o a la motocicleta no saldrán vivos de ahí.

El tipo de la derecha les da una sonrisa arrogante mientras sigue disparándoles y alejándose cuando Namjoon le dispara, para volver a acercarse y dispararles de nuevo.

Jimin entonces toma una complicada decisión y frena de golpe, dejando que los tipos los pasen. En cuanto lo hace, la mano del tipo de la izquierda toca un poco el suelo porque al intentar alcanzar su motocicleta y luego encontrar absolutamente nada su mano se apoya en el suelo para que ni él ni la motocicleta caigan.

Namjoon siente que su presión baja en cuanto el suelo donde han tocado se agujerea como si una pieza de acero grande y pesada hubiese caído de varios metros desde el cielo sobre ese punto. Jimin no le da tiempo a seguir observando la escena cuando da un giro espectacular y sigue el camino.

"¡¿Hacia dónde?!" grita Jimin, porque lo de ir a la compañía sigue de pie, pero deben alejarse de ese par.

"¡Izquierda!" Namjoon devuelve. "¡Apaga las luces, nos van a detectar con eso!"

"¡¿Estás loco?! ¡Vamos a morir si no vemos nada!"

Ambos están con el corazón latiéndoles fuertemente, asustados a más no poder porque si bien ambos saben que lo que hacen es peligroso y es ir contra todo un gobierno, eso no quita que sean humanos y tengan el instinto de supervivencia.

Mucho menos cuando sus atacantes parecen ser iguales a Taehyung.

Ninguno de los dos espera realmente que los tipos los alcancen rápidamente y Namjoon maldice, comenzando a recargar el arma, pero los tipos solo se acercan a ambos lados, rodeándoles de nuevo, y les disparan cerca de la cabeza, pero lo único que logran es rozarles la piel, aunque duele como el infierno y luego ambos toman rutas distintas, dejándoles solos.

Jimin, ante el disparo, pierde un poco el control de la motocicleta y cede ante el dolor, derrapando antes de detenerse por completo. Namjoon se queja llevando una mano hacia su mejilla, donde la bala lo ha rozado, haciéndole sangrar esa zona.

El rubio se quita los lentes, y lleva sus dedos hacia su sien sintiendo un dolor en ella. Cuando la toca, siente la sangre y aprieta los dientes mirando hacia la zona donde los han perdido.

"¿Estás bien?" le cuestiona a su mayor y Namjoon asiente con el ceño fruncido, la mandíbula apretada y la sangre hirviendo.

"¿Quién carajos eran?" exclama.

"No lo sé, pero debemos hablar con Taehyung, porque esos tipos podían hacer lo que él hace."

"¿Crees que sean sus hermanos?" el otro duda.

"Es probable" Jimin acepta y mira su motocicleta. "¿Qué hacemos? ¿Vamos o regresamos a casa?"

"Llamaré a Seokjin" Namjoon propone tomando su celular y marcando el número de Pegasus llevando el dispositivo hacia su oreja. "Mientras, no nos quedemos quietos, conduce."

"Cafetería Cake Blue, ¿qué desea?"

"¿Hay clientes en la barra? Debemos hablar de algo que no podrías decirme en código" Namjoon espeta con la motocicleta en movimiento.

"Solo Jungkook está aquí, la gente hoy ha preferido las mesas, ¿qué sucede? ¿sucedió algo grave? ¿Están bien?"

"No, no estamos bien. Quiero decir, estamos en una pieza y ninguno de los dos ha muerto, pero no estoy seguro de que debamos ir a la compañía, o bueno, si tu deseas que sigamos el plan, iremos."

"¿Qué sucedió? Te escuchas preocupado."

"Acabamos de... Acabamos de encontrarnos a un par de hombres que, escucha bien, iluminaron sus ojos como Taehyung y tú lo hacen, y luego, uno de ellos tocó el suelo y le hizo un horrible golpe."

La línea queda en silencio.

"¿Qué?" Jin pregunta, y no entiende nada. "¿Cómo eran?"

Jungkook lo mira en cuanto el tono cambia y encuentra la mirada dura del mayor, sujetándose de la barra demasiado fuerte.

"Tenían el cabello platinado, los ojos del mismo color" Namjoon describe. "Llevaban trajes azules, y botas. Es lo único que puedo decirte, ¿son tus hermanos?"

Pegasus no sabe qué podría asustarle más; que realmente fueran sus hermanos o que no lo fueran. Sin embargo, no le gusta para nada que no fueran sus hermanos, y sabe que su respuesta va a asustar a Namjoon y a Jimin, oh, demonios, si hasta a él no le gusta para nada su respuesta.

"No lo son" él responde, y la línea, esta vez, queda en silencio por parte de Namjoon. "O eso creo, quiero decir, ninguno de mis hermanos tiene esa apariencia, pero eso no elimina ninguna probabilidad de que sean o no. Miren, regresen ahora, no sigan allá abajo con ellos, por favor, regresen, los estaré esperando en la puerta. Regresen, ya."

"Entendido" dice, a punto de colgar.

"No me cuelgues" pide Jin de golpe "mantente en la línea y hablándome."

"Pero debes atender la cafetería..."

Jin entra en pánico porque él realmente no quiere perderlos a ninguno de los dos, pero tampoco puede quedarse atendiendo tranquilamente sin asegurarse que ambos están bien. Entonces, su mirada se dirige a Jungkook que lo mira atento y se sonroja al ser pillado escuchando una conversación ajena.

Jungkook intenta apartar la vista, pero Jin le extiende el teléfono y él lo toma confundido.

"Habla con Namjoon, no dejen de hablar, hablen de lo que sea, pero no cuelgues. Díselo" le ordena Jin y Jungkook asiente llevando el aparato a su oreja, un poco confundido e inseguro.

"Namjoon-ssi" Jungkook suelta, tímido. "Jin me pidió que hablara contigo y que no cuelgues, que me hables de cualquier cosa..."

"Hola, Jungkook-ah" saluda Namjoon al otro lado. "Entendido, te hablaré de cuando casi pierdo un dedo por estar cortando una cebolla."

Jungkook emite un sonido afirmativo y apoya un codo en la barra antes de escuchar el relato de Namjoon y, aunque Namjoon suene tranquilo, el chico está atento a Jimin que no ha girado a verlo ni un segundo con cada músculo tenso, mientras conduce hacia casa de nuevo. Reconoce que él se siente igual, no lo puede culpar; enfrentarse a un soldado es una cosa, enfrentarse a alguien parecido a Taehyung, era de terror.

Jin extiende la palma hacia Jungkook que se sobresalta, pero sus palabras lo detienen de cualquier cosa.

"Préstame tu celular, por favor."

El menor se lo entrega sin dudar, y Jin lo abre, tecleando de memoria el número de Seulgi. Siente que pasa una eternidad para que ella responda, cuando en realidad ella toma la llamada al tercer tono.

"Hola, sí, no puedes llamarme ahorita mismo" ella dice al instante. "Estamos colocando la cuarta bomba, la primera explotará dentro de quince minutos."

"Seulgi, no esperen a que estallen" él exige.

"Uh, ¿y eso?" Seulgi duda. "Espera, no puedo hablar, te pasaré con Taehyung" ella aparta el celular. "Tae, ¿puedes hablar con Jin? Necesito configurar esta cosa."

"Apresúrate" responde el peli azul tomando el celular. "Jin, ¿qué pasa? ¿Por qué llamas?"

"Taehyung, Jimin y Namjoon fueron atacados por alguien que quizá sean nuestros hermanos."

Taehyung se queda sin palabras, mira a Seulgi sin mirarla realmente mientras ella ajusta la bomba y la activa, girándose con una sonrisa triunfadora. Él alza un dedo para detenerla.

"¿Qué rayos estás diciendo?"

"Regresen ya, por favor, esto es urgente."

"Vale" responde, colgando la llamada. Capricornus sujeta el brazo de Seulgi indicándole con la cabeza que deben retirarse ya. Ella no hace preguntas, porque es una pérdida de tiempo y salen del lugar sin ser detectados para correr hacia los túneles, bajando las gradas y montando la motocicleta. Seulgi sabe que algo anda realmente mal porque cuando la motocicleta arranca, Taehyung ilumina sus ojos y de pronto hay un aura turquesa rodeándolos por completo. Ella reconoce esa aura; es un campo de protección que Taehyung crea cuando se siente amenazado. 

Se aferra más fuerte a su cintura, temiendo lo peor, mas trata de calmar su corazón recordándose que está junto a Taehyung y nada malo le pasará a su lado. La oscuridad y el silencio del lugar no ayudan demasiado, así que cierra los ojos, enterrando el rostro en su espalda, tratando de no pensar en que algo muy grave está sucediendo.

Es a la mitad del camino que escuchan muchos gritos sorprendidos arriba de ellos porque el silencio del lugar es tal que deja entrar el sonido demasiado claro. Ambos saben porqué están asombrados y asustados: los Reactores han explotado. Pueden escuchar la conmoción empieza; las alarmas de la ciudad encendiéndose, las sirenas sonando fuertemente por parte de los soldados de la compañía, directos a proteger al presidente y averiguar qué ha sucedido, en busca de los culpables.

Pero Taehyung y Seulgi están muy lejos ya, y el mayor decide no arriesgarse, así que acelera hasta donde la motocicleta puede, el viento agitando el cabello de ambos. Seulgi mira hacia atrás, temiendo que los estén siguiendo.

Nada sucede, para alivio de ella, aunque Taehyung sigue totalmente atento a cualquier cosa.

Si algo en ese lugar, a parte de ellos, se movía o emitía algún ruido, él no dudaría en fulminarlo, fuese lo que fuese.

Redujo la velocidad cuando entraron al túnel que los conducía a la cafetería, y se detuvo en frente del portón, mirando a Seulgi.

"Bájate" le ordeno, con la voz dura. "Bájate y entra, ya."

Seulgi obedece, saltando con estilo de la motocicleta y corre hacia la puerta, introduce la llave, pero la puerta se abre de golpe y Jin la sorprende tomando su muñeca y metiéndola de un jalón que no la lastima, mas es fuerte. Jin le hace una señal a su hermano, abriendo el portón y exigiéndole que entre con la motocicleta. No es hasta que cierra el portón que Jin puede respirar con alivio, y mira a su hermano que comienza a apagar el campo de protección.

Sus ojos se tornan púrpuras cuando Taehyung lo mira por sobre el hombro, con los ojos azules y se baja de la motocicleta en silencio y la mirada dura.

"¿Qué sucedió?"

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