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002

Los ojos de Seulgi se abrieron con sorpresa al ver a Taehyung iluminarse completo mientras sus dedos se mantenían conectados en la pantalla de control. Ella escuchó una voz ajena diciéndole que se fuera, así que, sin dudarlo, corrió fuera de la sala, buscando a Jimin y a Yoongi.

Los encontró corriendo hacia a ella, apuntándole la salida.

"¿Y Taehyung?" preguntó Jimin, mirando a todas partes. "¡Los guardias vienen!"

"¡Se quedó destruyendo el Reactor, pero debemos irnos!" Seulgi pide, sujetándolo de las manos, uno en cada lado. Los tres corren hacia las escaleras de emergencia, pueden escuchar los pasos de los guardias corriendo apresuradamente por las escaleras en la otra punta del piso.

Los tres no se detienen en ningún momento, saltando los cuerpos noqueados de los soldados que Taehyung ha dejado inconsciente. Escuchan un par de disparos, Jimin se detiene, mirando hacia atrás, asustado por Taehyung.

Seulgi se acerca a él soltando a Yoongi que mira ansioso a todos lados, ella coloca una mano sobre la mejilla de Jimin luego de posarse frente a él, la mira.

"Taehyung estará bien, sabes quién es él."

Jimin duda solo un momento, un momento demasiado corto, segundos, porque recuerda que Taehyung no es un ser humano, Taehyung es un arma de defensa, de ataque, creación de un espíritu demasiado poderoso. Taehyung no era alguien indefenso; podría acabar con la raza humana si se lo proponía.

Dio media vuelta, sujetando de la mano a su compañera y corrieron hacia a Yoongi que daba pequeños saltitos en su lugar, preocupado de que los capturaran. Siguieron bajando y bajando más gradas, más pisos, hasta que Yoongi se dio cuenta que salir por el mismo lugar que entraron no era inteligente.

"Vamos hasta abajo, salgamos por las alcantarillas" él dice, deteniéndolos a los dos. Seulgi le mira asustada.

"¡No conocemos las alcantarillas!" ella le recuerda. "Vamos a perdernos, y será más fácil para ellos encontrarnos."

"No, van a buscarnos por arriba, no seamos predecibles, caminaremos hasta donde aguantemos, y luego saldremos a la superficie."

Seulgi se sintió indecisa, pero Jimin la miró, tratando de darle calma, entonces, se perdió un segundo en los ojos opacos de Jimin.

El exsoldado.

"Yo te protejo, a ambos" él promete, ella boquea un poco, pero luego asiente, siguiéndolos hasta más abajo. Abren la alcantarilla, y Jimin baja primero, ofreciendo sus manos para ayudar a Seulgi, y luego a Yoongi que cierra de paso la rejilla de metal.

Yoongi toma una linterna y apunta hacia ambos lados, decidiendo cuál era el mejor. Jimin le toma la linterna, apagándola.

"Van a encontrarnos así, vamos a oscuras. Toma mi mano" él ordena. Los tres toman el lado derecho, corriendo porque sus vidas dependían de eso.

Aún si estaban cansados, sabían que el planeta lo estaba aún más; era todo por él, por nada más que él. No iban a detenerse, no iban a mirar hacia atrás o arrepentirse. Habían dejado de lado sus nombres, sus identidades, sus vidas, solo por el planeta, por su casa, por su hogar.

Habían iniciado como desconocidos buscando el mismo objetivo, hasta que descubrieron que todos tenían algo en común: se encontraban completamente solos, siendo la Tierra lo único que les quedaba. Luego, se habían vuelto una familia, dispuestos a dar su vida por el objetivo por el cual vivían.

Taehyung había llegado de la nada, con su cabello cambiante de color, con sus poderes. Taehyung había sido la luz que necesitaban para continuar: la Tierra los había escuchado, había visto su esfuerzo y había mandado directamente a uno de sus hijos para apoyarles.

No iban a rendirse, no iban a ser controlados, no iban a seguir pidiendo justicia con un "por favor", no, ellos iban a desmantelar ese gobierno corrupto, que solo consumía sin pensar en las consecuencias.

La explosión sonó más pronto de lo que pensaron, se detuvieron al sentir el pequeño temblor que se produjo y escucharon gritos arriba de ellos. Seulgi se sujeto de la pared, y miró hacia atrás preocupada por Taehyung.

"Lo ha hecho..." Yoongi dijo, mirándolos a ambos. "Ha destruido el Reactor, ¿no es así?"

"Supongamos que sí" Jimin comenta, y luego, los empuja a ambos. "No nos detengamos."

Corrieron por otros quince minutos, Yoongi y Seulgi comenzaron a quejarse. Jimin los miró a ambos preocupado, pero aceptó que ya había sido demasiado. Se acercó a otra rejilla, empujándola con las manos, luego los invitó a que salieran por ahí. Los ayudó a ambos a subir, y luego ambos tomaron sus manos para elevarlo.

Agotados, descubrieron que estaban en el lado equivocado de su refugio, así que decidieron que lo mejor era pasar la noche en algún motel y regresar a casa mañana. La calle donde estaban se encontraba vacía, porque todo el mundo había corrido a ver lo que había sucedido con el Reactor. Los tres miraron hacia esa dirección, encontrando el Reactor partido a la mitad, con la Energía Vital siendo liberada hacia el cielo, y llamas saliendo también de él.

De pronto, un haz de luz salió expulsado del Reactor, perdiéndose en el cielo. Seulgi sonrió contenta, porque su corazón le gritaba que ese era Taehyung.

"¡Lo hizo! ¡Lo hicimos!" Seulgi celebró, abrazando a Yoongi primero antes de lanzarse a los brazos de Jimin que observó al haz irse y desaparecer como una estrella fugaz.

"Sí, ahora tenemos que quedarnos en algún lugar seguro" Jimin apuntó.

Yoongi estuvo a punto de replicar, hasta que un mensaje cayó en su celular. Lo tomó, encontrando a Pegasus, mejor conocido como Kim Seokjin, y un mensaje de él.

"Dice Jin que hay un piso franco cerca de aquí" informa, girándose a verlos. "Podremos pasar la noche ahí y regresar a casa mañana por la mañana. Lo mejor es que hoy descansemos."

"¿Qué hay de Taehyung?" Seulgi cuestiona, siguiéndolos a los dos.

"Seguro llega a Cake Blue" responde Jimin. "Ahora, hay que descansar."

Y mientras ellos iban hacia el piso franco para descansar, Jungkook salía de su casa con un abrigo. Él era tonto, lo sabía, sabía que era tonto salir para buscar a ese chico, pero no podía evitarlo. En cuanto observó a ese haz salir de golpe, Jungkook se vio movido a buscarlo. Así que corrió hacia la estación de autobuses, descubriendo que estaban fuera de servicio por lo que acababa de pasar.

Jungkook corrió hacia una renta de bicicletas. La dueña a penas pudo atenderlo porque estaba concentrada en las noticias en la televisión colgada en una pared, explicando lo sucedido y que la compañía Jung no estaba diciendo absolutamente nada, pero, por suerte, no había muertos.

Jungkook tomó la bicicleta, pedaleando con toda la fuerza que sus piernas le permitían, no sabiendo muy bien a donde iba, simplemente buscando el haz de luz que seguía en el cielo, moviéndose en línea recta en el cielo azul oscuro de una noche fría, agitada por un atentado.

Taehyung, como un haz de luz, se dirigió hacia las afueras de la ciudad, al mar de Japón, donde su nenúfar le esperaba, donde sus hermanas estaban hundidas hasta el fondo del mar. En cuanto él fue acercándose, el agua se volvió turbulenta, creando ondas hasta que el enorme nenúfar comenzó a emerger, abriendo sus hojas, preparado para que él cayera ahí.

Sus hermanas salieron a flote, nadando agitadas, contentas de que Taehyung lograra destruir un Reactor, lo esperaron hasta que Taehyung cayó de golpe en el centro del nenúfar, estallando en chispas de luz que fueron cubiertas por las hojas del nenúfar cerrándose suavemente.

Ellas esperaron atentas, mientras que Taehyung comenzaba a materializarse suavemente hasta quedar desnudo sobre el centro, donde siempre dormía tan plácidamente. Entonces, un montón de mariposas azules se acercaron a su cuerpo, posándose sobre su piel desnuda, abriendo las alas hasta crearle un traje blanco con mangas largas. Taehyung se apoyó en manos y rodillas antes de incorporarse.

Una vez vestido, el nenúfar volvió a abrirse, sus hermanas se acercaron con ojos grandes, esperando que él dijera algo.

"¿Estás bien?" preguntó Hani, la que le había explicado todo al principio, ella se subió hacia el nenúfar, golpeando el agua con su fuerte, brillante y colorida cola. Taehyung alzó la cabeza, mirándola.

"Sí, yo..." Taehyung no pudo decir nada porque sus hermanas de pronto chillaron.

"¡Humano!" gritaron antes de hundirse de golpe.

Hani miró a Taehyung asustada, hasta que él se acercó para devolverla al agua, diciéndole que él lo arreglaría. Hani se hundió, y su nenúfar, tembló. Taehyung dudó un poco antes de saltar a la tierra, porque estaba descalzo.

Él no quería sentirlo.

Sin embargo, tuvo que hacerlo, saltando a tierra firme, dándose la vuelta para observar como su nenúfar se hundía. Sus oídos captaron el sonido de la bicicleta acercándose, y se giró, esperando que fuesen los soldados de Jung.

Se quedó de piedra y apagó sus ojos al ver a Jungkook apareciendo con una bicicleta, sudando y jadeando. Sus miradas se conectaron y Taehyung entonces pudo bajar la guardia, abrazándose a sí mismo, no por el frío, si no por la voz de la Tierra gritando adolorida, escalofríos recorriendo su espalda.

"¿Qué haces aquí?" preguntó y Jungkook no podía hablar, porque el aire le faltaba. Taehyung no podía soportar lo que le era transmitido, así que se arrancó las mangas de la camiseta, doblándolas un poco, hasta subirse encima de ellas.

El grito disminuyó, aunque aún podía sentirlo. Necesitaba zapatos.

Jungkook había observado la acción aún tratando de regular su respiración. Se bajó de la bicicleta como pudo y se acercó a él, a paso lento.

"¿T-tienes frío en l-los pies?" preguntó Jungkook jadeando y Taehyung se cuestionó demasiadas cosas, antes de asentir. "S-sube a la b-bicicleta..."

El peliazul dudó antes de montarse con cuidado en el asiento trasero de la bicicleta, y cuando sus pies dejaron de tocar la Tierra, dejó de escuchar el lamento, de sentir el dolor, el sufrimiento y la agonía. Se quedó mirando a Jungkook que sostenía la bicicleta con las mejillas rojas de tanto pedalear.

"T-te vi" él de pronto suelta y Taehyung lo mira alarmado, ¿había visto a sus hermanas también? "C-cuando saliste de golpe del Reactor, eras tú..."

Su cabello volvió al azul, porque se había vuelto blanco asustado de que Jungkook hubiese visto a sus hermanas. Si él las hubiese visto, tendría que morir. Era ley, no porque fueran malo, si no porque en el pasado, sus hermanos menores habían intentado relacionarse con humanos, pero ellos les habían atacado sin dudar.

Con el tiempo, la gente dejó de verlos, de escuchar acerca de ellos, y se transformaron en leyendas, en seres imaginarios que solo salían en cuantos y películas. Sin embargo, sus hermanos se habían resentido en cuando los humanos habían acabado con muchos de ellos, así que le habían pedido permiso a Madre para llevarse a todo aquel ser humano que los detectara, que los observara, que se diera cuenta de su existencia.

"L-lo hiciste. Destruiste el Reactor" Jungkook continúa, y Taehyung frunce el ceño.

"¿Te sientes mal por eso?" pregunta, esperando una respuesta negativa, porque Taehyung no quería seguir decepcionándose de los seres humanos. Dos años viviendo ahí, lo habían obligado a relacionarse únicamente con niños (a parte de las personas que eran sus aliadas) porque los niños no hablaban maravillas de la compañía Jung y los beneficios de la Energía Vital, ellos hablaban de lo bonito del cielo y lo que querían hacer de grandes, y que querían dulces. Era tan bonito hablar con ellos, mirando sus ojos puros, alegres y sus risas tan contagiosas.

"No" Jungkook responde, sin soltar la bicicleta. "Es solo que me sorprendió; no creí que ibas en serio."

"Esas cosas están lastimando a la Tierra..."

Jungkook se queda en silencio, y algo lo empuja a querer saber más, así que le sonríe a Taehyung.

"¿Tienes a dónde ir?"

Taehyung iba a quedarse en su nenúfar, hasta que se hiciera de día y regresar con Pegasus y sus aliados humanos, pero con la llegada repentina de Jungkook, había evitado su plan.

"¿Por qué preguntas?" duda.

"Porque me gustaría entender porqué dices que los Reactores son malos" Jungkook empieza. "Tienes que entenderme; he nacido y vivido toda mi vida sobreviviendo gracias a los Reactores, y nunca los he visto como algo malo. Pero sé que nada puede ser perfecto, que todo tiene sus ventajas y desventajas, solo que no puedo encontrarle nada malo a ellos, porque no veo sus consecuencias."

"¿Sabes qué son las flores? ¿Has visto un perro alguna vez?" Taehyung pregunta, y Jungkook frunce el ceño ante esas dos palabras.

Entonces, Taehyung comprende: esa generación, y la anterior, no conocían los animales ni las flores, porque simplemente no existían o no se encontraban cerca; la mayoría de la fauna y flora había muerto, y la poca que quedaba había huido despavorida buscando sobrevivir en zonas que los seres humanos y sus Reactores no se encontraban. Jungkook no sabía de las consecuencias, porque no sabía que cosas habían desaparecido.

Taehyung ahueca ambas manos y mira hacia a ellas, sus ojos iluminándose hasta que forma una flor de luz, una camelia. Jungkook abre la boca, sorprendido, sorprendido y cautivado, se agacha suavemente para mirarla y cuando acerca su dedo, la traspasa. Mira a Taehyung.

"No es real" él explica, con sus ojos brillando. "Si pudiera crearlas, te las mostraría, pero solo puedo imitar lo que Madre y la Energía Vital pueden hacer. Pero, esto es una camelia, es una flor que existía antes, mucho antes que tú nacieras."

"¿Una camelia?"

"Sí, las flores y los animales" él dice. "Existían y cubrían todo el planeta, hace tiempo atrás, pero ahora..."

"¿Qué pasó?"

La camelia se extinguió en sus manos, y sus ojos se apagaron.

"Desaparecieron en cuanto la Energía Vital empezó únicamente a ser utilizada en exceso por los seres humanos."

Jungkook mira sus pies, procesando la información y luego lo mira.

"¿Podemos seguir hablando en mi casa? Puedo prestarte zapatos y un suéter, seguro tienes mucho frío. También puedes tener hambre, ¿qué dices?" Jungkook le sonríe, de forma pequeña. "Quiero aprender esas cosas... Quiero comprender porqué los Reactores son malos."

"Es una charla muy larga" Taehyung le dice.

"Oh" Jungkook responde, decepcionado.

"Pero puedo contarte algo, aunque sea pequeño, lo que quieras."

Jungkook le sonríe de nuevo, en grande y con los brillando. Asiente feliz y sujeta mejor la bicicleta.

"Sujétate bien, voy a montar, así te llevo a mi apartamento."

Taehyung entró al apartamento en silencio, descalzo, aunque no estaban tocando directamente la tierra, así que se sentía tranquilo. Era mejor sentir frío, que sentir a alguien pidiéndole ayuda. Jungkook encendió la luz antes de cerrar las puertas y le entregó un par de pantuflas a Taehyung que las aceptó en silencio.

Estudió el apartamento de Jungkook; con un piso de madera, paredes de cemento, una pequeña sala conectada con la cocina, y un pasillo con dos puertas. No era grande, pero estaba muy bien ordenado, Jungkook era un chico limpio. Él se acercó a tapar la ventana con la cortina, antes de girarse a verlo.

"Tengo la cena lista" él comenta. "Puedo preparar chocolate caliente, ¿te gusta el chocolate caliente?"

"¡Me encanta el chocolate caliente!" Taehyung dijo, contento. Jungkook le devuelve la sonrisa, antes de entrar a su cocina, encendiendo las hornillas para calentar la comida y el agua.

Taehyung se acerca a ver lo que hace, y Jungkook enciende una vieja radio.

"Era de mis padres, aún funciona" Jungkook informa, Taehyung escucha la música de una emisora comenzar a salir.

"¿Han dicho algo?" él cuestiona, de la nada.

"¿Quiénes?" Jungkook pregunta, revolviendo un poco la sopa que ha preparado antes de la explosión.

"Las noticias, ¿han dicho algo?" observa a Jungkook encogerse de hombros, antes de mirarlo.

"Fui a buscarte, pero pude escuchar que la compañía aun no había dicho nada" responde y toma dos cuencos de su alacena, antes de comenzar a servir. "¿Estás asustado? No voy a delatarte."

"No pensé eso, pero te advierto que, si me haces daño, Aquarius podría venir a buscarte."

"¿Quién es Aquarius?" Jungkook pregunta, dejando los tazones frente a Taehyung. "¿Usan ustedes apodos?"

"No, ese es su verdadero nombre. Es mi hermana, ustedes la llamarían mi melliza."

"¿Nacieron el mismo día?" Jungkook pregunta entregándole un par de palillos. Taehyung asiente, comenzando a comer. "Oh, eso suena lindo, yo no tengo hermanos."

"¿Vives solo?" Taehyung pregunta.

"Sí, ya he perdido la cuenta de cuantos años llevo viviendo solo, me he acostumbrado. ¿Tú vives con tu hermana y tu madre?"

Taehyung lo piensa un momento, antes de negar.

"Aquarius prefiere andar ambulando por el universo, de galaxia en galaxia" él explica y luego lo mira. "Tú no pareces muy asombrado de lo que te cuento."

"Te vi crear una... Una flor" Jungkook recuerda con dificultad. "Ya capté que no eres un ser humano común."

"Ni siquiera soy un ser humano" Taehyung añade y Jungkook siente que los palillos se le caen.

"¿Eres un tipo de dios?"

"No" Taehyung dice riendo. "Los dioses pueden crear, yo no puedo hacer eso, o al menos, no de la forma en que ellos lo hacen. Madre, por ejemplo, me creó a mí; soy real y existo, la camelia que te mostré no es real. Yo soy... Yo soy como una esfera de luz."

"¿Sí?" Jungkook parece emocionado y Taehyung se siente golpeado al ver una sonrisa tan pura como la de los niños con los cuales les gusta platicar. "Entonces, ¿qué puedes hacer?"

"Destruir."

La sonrisa de Jungkook cae, y lo mira fijamente, esperando que sea una broma, mas Taehyung no lo niega, comiendo en silencio.

"¿Destruir?" pregunta confundido. "¿Cómo destruir, destruir?"

Taehyung entonces arranca un botón de su camiseta bajo la atenta mirada de Jungkook, extiende la palma con el botón en el centro, entonces, sus ojos brillan de nuevo y el menor observa sorprendido como el botón se desintegra hasta volverse polvo.

"También puedo invocar bestias de luz, y puedo mover cosas sin tocarlas" él explica. "Pero no puedo crear nada, solo destruir."

"Aquella vez, dijiste que tu mamá no te dio ese don, ¿por qué no lo hizo?"

"Porque Madre no nos planeó, en realidad, ella estaba en peligro, así que Aquarius y yo solo salimos de ella para defenderla. Ella no nos dio el don porque estaba tan asustada que solo pudo pensar en defenderse."

Jungkook boquea, maravillado.

"Y las flores, ¿hay más? ¿O solo son camellos?"

"Camelias" Taehyung corrige con suavidad. "Hay miles de diferentes, y tienen colores muy bonitos."

Jungkook termina su sopa, con el chocolate caliente a un lado y la barbilla apoyada sobre sus brazos, escucha a Taehyung hablarle de las plantas y los animales. Sobre como las hojas cambiaban de color cuando caían al suelo y se marchitaban, sobre como los animales buscaban refugio en árboles, cuevas y muchos se alimentaban de plantas. O también los insectos que se posaban a descansar sobre las flores, sobre las ramas. También descubrió que había cientos de especies de animales, Taehyung le habló de los perros y los gatos, y que antes eran compañeros de vida de los seres humanos, que se volvían parte de la familia y eran fieles y cariñosos. Jungkook escuchó todo, hasta que sus ojos se cerraron con una pequeña sonrisa en sus labios y Taehyung se calló, mirándolo.

Jungkook era uno de los suyos, aunque no lo supiera.

Por un momento, pensó en que debía reclutarlo y llevarlo consigo para ayudarle a desactivar los Reactores, pero observando su departamento, se dio cuenta de que él tenía una vida tranquila, solitaria, pero tranquila. Jungkook vivía en una burbuja un poco fría, viviendo para sí mismo, aunque no era mala persona.

Taehyung no quería perturbar su vida tranquila, aunque cuando los Reactores murieran, los seres humanos tendrían que empezar desde cero, así que, no quería molestar a Jungkook, sabiendo que luego de eso, él tendría que buscar una nueva manera de sobrevivir, al igual que todos los demás.

"No te preocupes, yo voy a asegurarme que cuando esto acabe, tú estarás bien, y podrás ver muchas flores y animales en cuanto la Energía Vital vuelva a ayudar a todos, y no solo a los seres humanos."

Cuando Jungkook despierta, el apartamento está en silencio y su espalda duele porque ha dormido en una maldita silla con la cara apoyada en la superficie de la mesa. Nada cómodo. Sin embargo, busca rápidamente a Taehyung con la mirada.

"¿Sigues aquí?" pregunta con la voz ronca por el sueño y luego, descubre una nota cerca de él. La toma, leyendo el mensaje en ella.

"Me he tenido que ir, porque hay personas que esperan por mí, preocupados. Me he llevado tus pantuflas, te las devolveré en cuanto pueda. Muchas gracias por la comida y por dejarme quedarme ahí. Ten un buen día.

-Taehyung."

Ah, se había ido sin más. Jungkook dejó la nota sobre la mesa y miró hacia la ventana, que seguía cubierta por la cortina, aunque los rayos de sol traspasaran un poco la tela. Se levantó, estirando todo el cuerpo, y quejándose en cuanto se sintió entumecido. Caminó hacia la ventana, abriendo la cortina y luego el vidrio, mirando como todo el mundo seguía su día a día con normalidad.

Dirigió su mirada al Reactor destruido encontrando que ya no estaba echando humo. Frunció el ceño, dirigiéndose a su radio, buscando las noticias, la llevó cerca de su cuarto para buscar su ropa de trabajo, y tomar una ducha.

"La compañía de energía eléctrica Jung fue atacada, según los testimonios de sus trabajadores" el locutor explica "Esto es desconcertante para todo el mundo, porque todos aquí sabemos que la compañía y el gobierno tiene a los mejores humanos para defenderse; los soldados Jung son más fuertes y resistentes gracias a la Energía Vital, escuchar que alguien ha entrado a la compañía, destruido un Reactor y noqueado a muchos soldados es simplemente escalofriante, ¿a qué nos estamos enfrentando? ¿Por qué destruir un Reactor? ¿Es posible que el gobierno pueda controlar esto?"

"Durante la madrugada" dice su compañero "el gobernador Jung dio un comunicado en el cual informaba que se está trabajando para poder arreglar el Reactor, si es que tiene arreglo, así que será completamente normal que haya apagones pequeños alrededor de todo el mundo ante la falta de este Reactor."

"Sí, también agregó que iba a ser lo posible para sancionar a este grupo terrorista, detenerlos antes que logren su objetivo, sea cual sea" una pausa. "Sin embargo, aquí en mi opinión, me parece un grupo terrorista muy diferente a los que nos hemos llegado a enfrentar a lo largo de la historia, quiero decir, estamos hablando de un grupo que no atentó con la vida de nadie y solo fue directo por el Reactor, aun me pregunto porqué querrán que los Reactores se apaguen."

"Bueno, ten en cuenta que es el primer ataque, y esperemos que sea el último, y que ellos podrían cometer otra locura. Quizá solo deseaban llamar la atención con este atentado."

Jungkook termina de prepararse, y apaga la radio, antes de salir de casa. Se recuerda que debe ir por su bicicleta luego de trabajar, y antes de llegar a su trabajo, pasa entregando la bicicleta que rentó para buscar a Taehyung.

Taehyung.

Ahora sabía su nombre, aunque él no se había presentado. Pensó en él cada que veía una televisión con noticias, informando lo que podían y sabían del caso. Jungkook tampoco sabía mucho; él solo se había dedicado a preguntar acerca de animales y flores, en vez de preocuparse de lo que había pasado con el Reactor.

Recordó el botón que Taehyung había fulminado en su cara, pero el Reactor no había terminado de la misma forma, así que se sentía curioso por lo que Taehyung había hecho. Lastimosamente, no sabría cuando lo vería de nuevo, así que tendría que ser paciente.

"Jungkook-ah" saluda su jefa con su cabello atado en una coleta. "¿Te dio miedo lo que pasó anoche?"

Jungkook iba a ser sincero, pero se vería muy extraño, así que mintió un poco.

"Estaba dormido cuando sucedió; me sentía cansado, así que me acosté temprano."

No mentía del todo; sus piernas estaban muriendo por haber pedaleado tan fuerte para no perder a Taehyung de vista. Su jefa lo miró, asintiendo antes de comenzar a contarle lo que había pasado y lo fuerte que se había escuchado la explosión.

"Nadie sabe nada, ni el gobierno y eso da mucho miedo, ¿has visto como son los soldados Jung? ¿Te imaginas esas cosas tan grandes y fuertes ser derrotadas por alguien más que no está en todos sus cabales? Ay, a mi casi me dio un infarto cuando escuché que era un grupo terrorista, con la paz en la que vivimos."

Jungkook asiente, la escucha seguir hablando mientras mete los paquetes en su mochila, a falta de su bicicleta, y la coloca en sus hombros, despidiéndose con la mano. Su jefa le pide que vaya con cuidado y Jungkook sonríe de forma amable, retirándose.

Entonces, cuando monta un autobús, se queda congelado al ver a un par de soldados al fondo del autobús, de pie frente a los asientos con sus armas letales y sus cuerpos grandes, robustos y sus casos cubriendo sus rostros.

Jungkook toma asiento cerca del conductor, suspirando suavemente. Mira por la ventanilla, descubriendo otro autobús detenido en otra parada, carril contrario al de él, y puede divisar a otros dos soldados.

¿Taehyung tomaría el autobús? ¿Sabría él que hay soldados en cada uno de ellos?

"Muchas gracias" Jungkook murmuró en cuanto le pagaron y le dieron un poco de propina. Se dirigió hacia la parada del tren. Había terminado de entregar todos los paquetes y tenía hambre, pero debía pasar por su bicicleta.

En cuanto montó al tren, se encontró con dos soldados, dos en cada vagón. A media mañana, había escuchado que los soldados estaban en los trenes y autobuses porque la población estaba asustada del grupo terrorista, y porque no sabían si eran peligrosos para los seres humanos.

Sin embargo, Jungkook no se sentía del todo seguro con ellos ahí, tal vez porque estaba preocupado de que encontraran y capturaran a Taehyung. Sabía lo que el chico podía hacer, pero Taehyung no parecía alguien dispuesto a lastimar a la gente, así que presentía que quizá se dejaría tomar si fuera rodeado por ellos.

El problema, es que los soldados no tenían compasión cuando apresaban a alguien. Lo había visto una vez cuando era niño, en los brazos de su madre, había visto como uno de ellos no dudaba en dispararle a un tipo borracho que comenzó a golpear a diestra y siniestra. Todo el mundo se estaba quejando, pero nunca creyeron que el soldado fuese a tomar la decisión de dispararle en la cabeza sin dudarlo.

Aún cuando no podía ver sus ojos, Jungkook supo que no le había hecho ruido en la consciencia matarlo y en frente de tantas personas. Todos se habían callado en cuanto el disparo sonó y el cuerpo cayó al suelo con un sonido amortiguado. Luego, la sangre había empezado a salir, y el soldado se había montado en un autobús lleno de más soldados, que ni siquiera miraron la escena, simplemente habían tomado el cuerpo, lo habían envuelto en una bolsa y se lo habían llevado.

Jungkook no podía olvidar esa escena, y no comprendía como todos preferían ir cerca de tipos que no dudaban en matar para sentirse seguros.

Se bajó dos paradas luego, caminando hacia la tienda de bicicletas. Al lado de ella, había una cafetería, Cake Blue. Nunca había entrado ahí, y no se le pasó por la cabeza, hasta que salió de la tienda unos minutos después con su bicicleta como nueva y antes de montar, sus ojos miraron hacia la vitrina del local, encontrando a la chica que había visto con Taehyung el día del atentado.

Ella estaba limpiando las mesas y llevaba un delantal con...

Flores.

Flores estampadas, una flor que él no reconocía, no era una camelia. Pero Jungkook se sintió intrigado y bajó de la bicicleta, dejándola en frente del local, encadenándola a una barra de seguridad puesta para eso y entró, haciendo sonar las campanas.

No estaba demasiado lleno, y en su mayoría había ancianos, niños con sus padres y pudo ver una chica con su novio, compartiendo un batido. Jungkook observó todo, buscando a Taehyung, aunque se quedó sin aliento al encontrar a un muchacho en la barra sirviendo postres.

Y no es que jamás haya visto un muchacho, pero ese muchacho tenía la misma aura de Taehyung, y se movía con gracia y elegancia mientras atendía a las órdenes que se le entregaban.

"¡Bienvenido a Cake Blue!" una voz dijo y pegó un brinco, mirando a la dueña de la voz; la chica que había visto con Taehyung. Tenía el trapo en las manos, una enorme sonrisa y el cabello atado en una trenza. Dirigió su mirada de nuevo hacia el delantal. "Hay muchas mesas libres, o tenemos la barra, ¿dónde desea sentarse?"

Jungkook se atrevió.

"¿Está Taehyung aquí?"

Entonces, observó como la sonrisa de la chica flaqueaba, parpadeaba y luego, lo miraba con el ceño fruncido, ladeando el rostro, como si su rostro le sonara.

"Oh" ella soltó.

Jungkook esperó.

"Eres el chico del tren" ella recordó y Jungkook asintió repetidas veces. "Taehyung no se encuentra por ahorita, pero puedes tomar un café, no tardará mucho."

"Vale, gracias."

Jungkook tomó asiento en una mesa un poco apartada, siendo seguido por la chica que le entregó un menú.

"¿Qué flor es?" Jungkook pregunta, mirando su delantal de nuevo.

"Son caléndulas" ella dice, Jungkook no sabe cuáles son, pero le parecen muy bonitas, y asiente, agradecido. "Llámame en cuanto decidas que tomar."

"Sí."

Jungkook espera un par de horas, con la taza vacía y mirando a la gente pasar de un lado a otro, centradas en sus vidas. El local se ha llenado un poco, porque es la hora de la tarde, y quieren tomar un café junto a una rebanada de pastel, Jungkook se mantiene en su mesa, esperando pacientemente, hasta que, a los lejos, puede observar a Taehyung caminando con las manos dentro de sus bolsillos, hay alguien junto a él, ambos acercándose a la cafetería.

Taehyung no parece darse cuenta de su presencia, así que entra sin más siendo seguido por el hombre detrás de él. Jungkook se siente nervioso, ¿qué le diría? ¿Devuelve mis pantuflas? Ese día, Taehyung tenía el cabello castaño, llevaba una camiseta a cuadros de manga larga, y unos jeans junto a unos tenis. Se dirigieron hacia la barra, hablando de quien sabe qué.

De pronto, la chica se acerca a Taehyung y le apunta con la cabeza a Jungkook. Cuando Taehyung se gira en su asiento, Jungkook se pone más nervioso, queriendo hundirse en su lugar. El castaño se pone de pie, acercándose con una sonrisa.

"Hola, ¿cómo me encontraste?" pregunta sentándose frente a él. Jungkook tartamudea un poco antes de poder hablar correctamente.

"N-no lo hice apropósito. Ayer dejé mi bicicleta en la tienda de al lado, y hoy vine a recogerla, entonces... Vi a esa chica dentro del local y recordé que te vi ayer en el metro junto a ella."

"Oh, qué buena memoria" Taehyung halaga. "¿Querías hablar conmigo? ¡Oh, tus pantuflas! Te las traeré ahora."

"No, no, no es eso."

Taehyung espera.

"Vine porque..." Jungkook se encoge de hombros. "No vine para nada en realidad, solo quería verte de nuevo."

"Oh" Taehyung dice, sonriendo. "Aquí trabajo, y vivo. Puedes venir durante las tardes, en las mañanas no suelo estar aquí y en las noches aún menos. Solo vengo a dormir, pero vivo aquí."

"Oh, es linda la cafetería" Jungkook agrega, Taehyung sonríe.

"Nos va bien" él contesta. "Oye, ayer se me olvidó preguntar tu nombre."

"Soy Jungkook" contesta, con una pequeña sonrisa. "Por cierto, hay soldados en los trenes y los autobuses..."

"Sí, lo sé. Lo escuché esta mañana, pero no los uso, así que no te preocupes" él agradece, con otra sonrisa. "¿Has terminado de trabajar?"

"Sí, luego debo entregar el dinero a mi jefa, al final del mes, me da lo que hemos acordado. Es suficiente para mí."

El castaño le hace otras preguntas, e inician una pequeña charla, hasta que el hombre que entró con Taehyung a la cafetería se acerca con otro que también había visto en el tren ayer.

"Tae" llama uno de ellos, y tiene el cabello rubio, lo que le deja anonadado es que el tipo tenga los ojos opacos, nunca había visto algo así. Además, el tipo tenía músculos y se cruzó de brazos esperando a que Taehyung lo mirara. "Vamos a tener una pequeña fiesta en mi casa, por si gustas venir."

Taehyung asiente, y los dos tipos le dan una mirada a Jungkook, antes de retirarse.

"¿Irás a la fiesta?" Jungkook pregunta, de forma inocente y Taehyung quiere reírse, pero solo suelta una sonrisa.

"Sí" responde con simpleza. "Si quieres, te puedo acompañar a casa."

"Oh, no, tranquilo, iré en mi bicicleta."

Ambos de pronto se encuentran fuera del local y Taehyung lo observa desencadenar su bicicleta, montándola luego y Jungkook lo mira, retrocediendo hasta que puede orientar la bicicleta en la acera.

"¿Podrás contarme más otro día?"

Taehyung asiente, enterrando sus manos en los bolsillos traseros, mirándole de lado.

"Creo que estaré libre en dos días, así que, voy a llegar yo, ¿te parece?"

"Uh, puedo venir a verte a la cafetería, en las tardes... No tengo nada qué hacer luego del trabajo..."

"Eres bienvenido" Taehyung acepta. "Si no me encuentras, ve con el chico de la barra; es mi hermano, puedes hablar con él sin problemas, solo dile que vienen de mi parte" Jungkook observa como Taehyung se quita un arete y se lo entrega en la mano. "Dale esto."

"Vale, gracias" Jungkook dice, guardando el arete en su bolsillo y se dan una última sonrisa antes de partir en su bicicleta.

Taehyung lo observa desaparecer entre todas las personas y las calles antes de que su sonrisa desaparezca, girándose para encontrarse con Jimin y Namjoon, su otro aliado. Ambos esperan por él, en silencio.

"¿Seulgi no vendrá?"

"Llegará más tarde" explica Jimin. "Nosotros debemos adelantarnos."

"Vale."

"Creí que no te relacionabas con adultos" Namjoon comenta, recordando lo mucho que a Taehyung le gustaba interactuar con niños, porque los adultos estaban cegados por los Jung.

"No lo hago, Jungkook es diferente, nada más."

Los tres entran a la cafetería, yéndose a la puerta de la cocina. Pegasus les da una mirada cómplice antes de seguir trabajando.

"¿Diferente cómo?"

"Se parece un poco a ustedes; vive solo, perdió a sus padres a temprana edad. Me ha preguntado cuáles son mis razones para destruir los Reactores, y está dispuesto a escucharme" Taehyung relata, Jimin alza ambas cejas, Namjoon sonríe. "La diferencia es que Jungkook no ha sido atacado por los Jung, así que él ha vivido en la misma burbuja que todo el mundo, solo que él está consciente de que todo lo que parece perfecto, debe tener algo malo."

"Jamás creí que podría escuchar eso" Namjoon confiesa, empujando otra puerta al final de la cocina, hasta que llegan a una máquina recreativa. Los tres se colocan frente a ella, Namjoon se agacha para tocar unos botones, la máquina reproduce una melodía como si hubiesen ganado el juego y entonces un enorme trozo del suelo comienza a bajar, una plataforma, con la máquina incluida. "Usualmente todos adoran a los Jung y a los soldados. Me ha dado escalofríos al encontrármelos en el tren."

"Ni me digas a mí" Jimin empieza. "Tuve que irme a pie porque esos tipos podrían reconocerme, así que debo comprarme un par de gafas."

"Seulgi puede conseguirte algunas" Namjoon agrega. "Entonces, Jungkook no parece alguien malo."

"Yo no me fiaría tanto" Jimin dice, esperando a que la plataforma termine de bajar para los tres bajar de ella, dejando que suba de nuevo. "Quiero decir, ¿y si es un infiltrado?"

"No le contaré acerca de nuestros planes" Taehyung le tranquiliza.

"Sí, ¿pero y si intenta algo?" Jimin le detiene, poniendo una mano sobre su pecho. Capricornus frunce el ceño, antes de responder.

"Lo alejaré."

"No, nos puede poner en riesgo" Park espeta, sin quitar la mano de su pecho y Namjoon aprieta los labios al sentir la tensión crecer. "Si él intenta algo, si hace algo, no dudaré en matarlo, ¿entiendes?"

Los ojos de Taehyung se iluminan, su rostro furioso y Namjoon da un paso hacia atrás porque no quiere terminar calcinado, desintegrado, explotado o cualquier forma en la que Taehyung puede destruir algo. Jimin se queda firme, con sus ojos opacos mirándole decidido.

"No tienes derecho a matar a nadie; dijiste que estabas cansado de matar y de que el gobierno Jung solo te usara a su antojo, ¿por qué quieres volver a los mismos pasos?" Taehyung escupe.

"No me gusta matar, lo odio, odio mis manos porque están manchadas de sangre, pero la compasión que yo tengo, no la tienen ellos. Si Jungkook es un infiltrado, podría intentar hasta matarte, yo prefiero que lo matemos nosotros antes que él lo haga."

"Aún si Jungkook lo intentara, es un humano, tú eres un humano también, y no eres quien para decidir quién vive y quién no, deja de actuar como si aún fueras un soldado, Jimin."

"Vale, relajémonos" Namjoon pide, en cuanto el calor del lugar; señal de que Taehyung está comenzando a perder la paciencia. "Ambos están en lo correcto, tanto como están equivocados. Taehyung, tú debes tener cuidado y mantenerte alerta con ese chico, y tú Jimin, no puedes andar pensando en asesinar como si nada, dijiste que querías salir de ese agujero; no te metas tú mismo."

Taehyung se calma, sacudiendo su cabello que regresa al castaño, antes de caminar por el pasillo hasta llegar a una puerta de metal que abre con un código y entra a la sala de reuniones. Jimin bufa, mirando una última vez a Namjoon antes de dejarlo solo. El mayor suspira, rascándose la nuca antes de seguirlos.

Bueno, segundo cap, perdonen si está un poco aburrido, así son siempre mis fics al principio, y quizá también al final, pero equis, soy chava.

Si ven algún error no duden en notificarme que estoy escribiendo en la noche y pues me da sueño JAJAJAJAJ.

Los amo, abejitas.

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