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CAPÍTULO DIEZ: MONSTRUOS Y MAS MONSTRUOS

-- ME DUELEN LAS PIERNAS.

Suspiró mientras corría una rama frente a su cara. Maliah había estado quejándose desde hace un buen tiempo y estaba seguro de que no tenía intenciones de callarse.

Luego de haber sido atacados por monstruos y abandonar el autobús, Annabeth los guio hacia aquel bosque solitario por el cual habían estado hace un largo rato. Ni siquiera sabía que había bosques en New Jersey.

Solo le preocupaba el tiempo, si no llegaban a la hora acordada, todo se complicaría. No podía dejar que eso pasará.

-- ¿podemos parar por un minuto? Estoy cansada. -- la escucho quejarse de nuevo.

Alguien puede callarla, por favor.

-- Eres como una niña mimada. -- se quejó Annabeth con fastidio.

Si, ella no era a la única que estaba enloqueciendo.

-- Lo siento, señorita madura. -- contraatacó Maliah con burla.

-- Más madura que tu al menos.

-- Bien por ti, pero no deberías sentirte orgullosa de eso, Annabeth.

Rodo los ojos y siguió el camino, Maliah la observó de mala gana mientras seguía sosteniéndose de Grover haciendo muecas.

-- Desearía que Luke esté aquí, al menos me hubiera servido de caballo. -- murmuró con cansancio.

Era la quinta vez que lo nombraba desde que abandonaron el campamento. Debía parar.

Suspiró mientras la observaba y antes de que se arrepintiera, le entregó la caja al moreno, recibiendo una mirada extraña de ambos.

-- Eres peor que una bebé, súbete a mi espalda. -- ordenó y ella frunció el ceño.

-- ¿que?

-- Dijiste que te dolían las piernas, bien, súbete a mi espalda, tal vez así dejes a Grover caminar en paz.

-- En realidad no me molest... -- habló el moreno, pero tan pronto lo observó, negó. -- Pero tal vez así se te pase un poco el dolor.

Maliah lo observó fijamente para luego dirigir la mirada hacia el rubio.

-- ¿cuál es el truco?

-- ¿qué truco? -- preguntó confundido.

-- Dímelo tú ¿por qué eres amable conmigo?

-- Solo... -- balbuceó bajó su atenta mirada. -- No somos amigos ¿bien? Pero no soy malo, Maliah y ahora, nos guste o no, somos compañeros en esta misión y los compañeros se ayudan, así que puedes seguir quejándote o subirte a mi espalda, tu decide.

-- ¿qué pasa con ustedes? Estamos perdiendo tiempo. -- se quejó Annabeth a lo lejos.

Maliah le lanzó una mala mirada para luego observarlo, pudo notar la duda en sus ojos, pero luego de unos segundos suspiró con derrota.

-- Bien. -- accedió soltando a Grover. -- Pero no creas que me caerás bien por esto. Seguimos siendo enemigos.

-- No eres mi enemiga, Maliah.

Lo observó fijamente, analizando de arriba a bajo, podía notar la confusión y desconfianza en sus ojos.

-- ¿pueden apurarse?. -- volvió a quejarse la morena cruzándose de brazos.

Dándole una última mirada, se puso detrás de su espalda y con la ayuda de Grover, logró subirse fácilmente. La sostuvo de las piernas mientras ella envolvía sus brazos por su cuello. Podía sentir su respiración, provocándole una corriente por todo el cuerpo

Ella debía parar con eso.

-- ¿mejor?. -- preguntó y ella asintió.

Solo rogaba que no sintiera como su corazón estaba latiendo.

Bajo las quejas de la morena y las burlas de Maliah por eso, volvieron al camino ¿a dónde iban exactamente? No lo sabía ¿los demás también sabían o solo estaban siguiendo los pasos de Annabeth?

-- Más adelante, esto se convertirá en un sendero de sátiros. -- dijo Grover caminando a su lado.

-- ¿qué es eso? -- preguntó Maliah confundida.

-- Es un camino a través de la naturaleza. Los sátiros exploradores lo usan. -- informó mientras la observaba. -- Es más difícil rastrearnos.

-- Eso es genial, pero si permanecemos en la naturaleza ¿dónde encontraremos un teléfono? -- preguntó confundido.

-- ¿para qué necesitamos uno? -- inquirió Annabeth y la observó.

-- Para llamar al campamento. -- contestó como si fuera obvio. -- Para conseguir ayuda.

-- No necesitamos ayuda. Estamos bien.

-- ¿bien? ni siquiera llegamos a Trenton y estamos vagando por un bosque. -- se quejó y pudo sentir como Maliah asentía. -- Ni sabía que había bosques en New Jersey, pero encontramos uno. Diría que estamos lo opuesto a bien.

-- Fuimos enviados en una misión por el Oráculo, por los dioses. ¿pensabas que sería fácil? Se supone que sea difícil.

-- ¡que sorpresa! -- exclamo Maliah con un asombro fingido. -- Los dioses complicándonos la vida, si no muero les hare un altar por su hermosa consideración.

-- No vas a morir. -- la interrumpió con seguridad. -- Ninguno de nosotros lo hará.

La sola idea de que eso podría pasar le provocaba escalofríos.

-- Realmente crees que vives en Disney, tiburoncito. -- expreso la ojiverde con burla. -- No funciona así, nuestras vidas podrían terminar en cualquier momento, incluso mi padre podría asesinarnos si quisiera.

-- Entonces ¿qué sucede si no llegamos a recuperar el rayo maestro? -- pregunto dudoso. -- ¿Zeus podría matarnos?

-- Técnicamente.

-- Ni siquiera es nuestra culpa ¿por qué hacer algo así?

-- No lo sé, Jackson, nunca me senté a comer con mi padre para preguntarle el porque de sus acciones sin sentido.

-- No podría asesinarnos...ni siquiera a su propia hija ¿cierto?

El silencio se hizo presente y eso fue suficiente para darse cuenta de que estaba equivocado. Suspiro mientras seguía caminando.

-- Tal vez no vaya a matarnos, en el peor de los casos nos convertirá en un pino, pero vean el lado positivo, Thalía al fin tendrá compañía. -- hablo Maliah, recibiendo una mala mirada de Annabeth.

-- Esto no tiene sentido, ni siquiera sabemos bien a donde vamos, necesitamos llamar al campamento, pedir ayu...

-- No podemos hacer eso. -- lo contradijo Annabeth rápidamente. -- Si llamamos al campamento significaría que fue un error elegirnos.

-- Me parece perfecto. Todos cometemos errores.

-- Técnicamente fuiste tu quien nos eligió, sería tu culpa. -- objeto Maliah.

Pellizco una de sus piernas, recibiendo un golpe en la cabeza.

Eso dolió.

-- ¿por qué le temes tanto a lo que eres? -- interrogó la morena llamando su atención.

-- ¿que?

-- ¿saben? Lo interesante de...

-- Después Grover, esto es lo interesante ahora. -- interrumpió Maliah mientras el moreno suspiraba.

-- ¿qué quiere decir que le temo a quién soy? No tengo miedo. -- afirmo mientras escuchaba la pequeña risa de la rubia.

-- Si, tienes miedo. -- aseguro Annabeth haciéndolo fruncir el ceño. -- No eres solo un niño. Solo un niño no hace que Hades mande a los mejores tenientes para recuperarlo. Solo un niño no hace que Zeus obligue a su hija a ayudarte.

El agarre de Maliah en su cuello comenzó a suavizarse.

-- Formas parte de algo más grande de lo que podamos entender ahora. -- prosiguió. -- Tenemos que seguir adelante, te guste o no, quieras o no.

-- No quieres que llamemos al campamento, bueno, entonces llamemos a tu mamá. -- dijo y la morena lo observo incrédula.

-- ¿disculpa?

El suspiro de Maliah no tardo en hacerse escuchar.

-- ¿Atenea? Tu madre. Llamaría a mi padre, pero no nos estamos hablando por lo del abandono y todo eso y no es muy distinto con Maliah asique...

No podía verla, pero estaba seguro de que el rostro de la rubia no era nada agradable en estos momentos.

-- Pero tú y tu madre al contrario de nosotros dos, parecen más unidas.

-- Grover, ¿puedes explicarle a tu amigo que debe tranquilizarse? -- lo ignoró mientras observaba al antes nombrado.

El moreno los observó a ambos sin saber que decir.

-- No puedes ¿cierto? -- preguntó y su silencio fue suficiente. -- ¿cuándo fue la última vez que hablaron?

-- Grover.

-- No entiendo porque lo metes en esto. Esta de mi lado.

-- ¿qué te hace creer eso?

-- Es mi protector, es su trabajo.

-- Fue mi protector primero.

-- ¿primero? -- pregunto confundido.

-- Tercero en realidad. -- aclaro Grover con una mueca.

-- ¿tercero?, ¿cómo que tercero?

La pequeña risa burlona en su oído le hizo entender a que se refería.

-- Es muy emocionante caminar sobre las huellas del tío Ferdinand. Es lo mejor después de volver a hablar con él. -- dijo Grover haciéndolo fruncir el ceño.

-- Thalía, Luke y Annabeth tenían un protector sátiro. -- afirmo mientras la sentía sujetar su cuello con fuerza. -- Eras tu.

Esquivo su mirada y supo que no se equivocaba.

-- ¿por qué no me dijiste?

-- ¿huelen eso? -- preguntó Maliah confundida.

-- No es momento de bromas, Maliah.

-- No está bromeando, también lo huelo. -- interrumpió Grover mientras comenzaba a caminar con Annabeth a sus espaldas.

Los observó irse hasta que un pequeño tirón en su cabello llamo su atención.

-- Sabes, no tengo problema en convertirme en la rata de Ratatouille si no te mueves ahora.

Estaba cien por ciento seguro de que no bromeaba con eso.

Suspiro mientras la sujetaba con fuerza, dirigiéndose a los demás, ni siquiera sabía exactamente a donde iban, pero cuando llegaron a un jardín lleno de estatuas, algo no se sintió bien.

-- ¿alguien sabe que significa tía eme? -- pregunto Annabeth observando el lugar.

-- Se la respuesta y dudo que a alguno le agrade. -- contestó Maliah luego de unos segundos.

Frunció el ceño, pero tan pronto monstruos petrificados aparecieron a la vista, no supo si era peor aquello o el otro monstruo vivo que apareció al darse la vuelta.

Soltó a Maliah rápidamente y saco su espada, apuntando como advertencia.

-- Debiste aceptar mi oferta cuando tuviste oportunidad

-- ¿oferta? ¿cuál oferta?. -- preguntó confundido.

Pero aquel monstruo no lo observaba a él, si no a Annabeth.

-- Hoy no, amigos. -- escuchó.

El tono siniestro en su voz le provocó escalofríos. Se dio la vuelta, pero Maliah puso una mano en su cabeza girandolo rápidamente junto a ella.

-- ¿qué haces?. -- murmuró.

-- Ni se te ocurra mirarla.

Frunció el ceño, no entendía que estaba pasando, pero el agarre en sus rizos se sentia fuerte y tembloroso, por lo que optó hacer caso.

Nada bueno debía significar si Maliah estaba intentando protegerlo.

-- Si tienen algo que resolver ¿por qué no entran y los ayudo?. -- volvió a escuchar su voz, era una mujer. -- Alecto ¿nos acompañas?. -- preguntó y un silencio absoluto se hizo presente. -- No, no pensé que lo harías.

Hizo una mueca mientras intentaba ver al monstruo frente a él, pudo observar como se cubría antes de que la rubia bajara su cabeza de nuevo.

-- No los molestara mientras esten conmigo. -- prosiguió aquella mujer con un tono ¿amable?. -- Tampoco se irá, no si eso significa que no pudo recuperar a los hijos de Zeus y Poseidón.

-- ¿como?. -- preguntó confundido.

-- No uno, dos hijos prohibidos fueron reclamados ¿cuanto tiempo pensaron que se mantendria en secreto?

-- No mucho al parecer, ustedes son peores que mi abuela y sus amigas cuando se juntan a tomar el té. -- contestó la rubia con fastidio.

Una pequeña risa se escuchó.

-- Tu debes ser hija de Zeus,-- hablo con cierta gracia en su voz y escucho a Maliah suspirar pesadamente. -- Es un placer conocerlos, soy Medusa.

-- Lo que nos faltaba.

Por primera vez, estaba de acuerdo con ella.

HOLAAA !! sisi, me tarde en publicar, pero tuve algunos inconvenientes.

el capitulo más largo hasta ahora pero x.

¿cómo están? ¿cómo empiezan el finde?

no prometo que publicaré capítulo este sábado ya que tengo algunos planes, pero probablemente el domingo este actualizando el cap 12 si es que subo el 11 ahora, de lo contrario publicaré ambos el domingo ¿qué opinan?

les aviso también que tengo un canal en WhatsApp donde ando subiendo novedades sobre este fic, recientemente subí un edit sobre el posible final...

así que no duden en pedirme el link para unirse, aclaro que si tardo no es mi culpa, si no wattpad que por alguna razón no me deja mandar el link #WattpadFlop

¿opiniones, algo?

en fin, cuídense mucho, nos leemos en el próximo cap, muaa.

- tina 🎀