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CAPITULO DIECIOCHO: TE NECESITÓ

—— ¿CUAL ERA EL PLAN EXACTAMENTE? PORQUE ESTO NO PARECE ESTAR FUNCIONANDO.

—— ¡sigue intentando!

—— ¡parece muerto, Annabeth!

Percy apenas podia sostenerse por si mismo y cada segundo que pasaba se volvía aún más pálido, provocando que sus nervios comenzaran a aumentar.

Su cabeza estaba hecha un lío y miles de secuencias distintas pasaban rápidamente al verlo, haciendo que su corazón comenzará a latir mucho más rápido de lo habitual.

Estaba asustada. Claro que lo estaba.

No entendía como aquello estaba sucediendo. La noche anterior todo había sido tan diferente y no podía creer porque cuando hacia algo bueno por él, esto sucedía.

Él estaba muriendo y no podía hacer nada para ayudarlo.

¿quería ver a Percy muerto? Bueno, le gustaba bromear al respecto y observar sus gestos molestos en cuanto lo decia, era divertido molestarlo, pero sin dudas, no era algo que quería ¿por qué querría algo así después de todo?

Percy era su blanco de bromas y el único que sin importar lo que le dijera o hiciera, jamás se atrevería a callarse, claro que no lo haría porque él nunca sabía mantener su boca cerrada, era algo que compartían en común.

Disfrutaba sus peleas, verlo molesto, fastidiarlo por lo más mínimo y que aun así, él no dudara en contraatacar rápidamente. No le temía ni mucho menos la dejaba ganar fácilmente, estar con él siempre parecía una competencia y eso le gustaba.

Nadie nunca le habia dicho que no, ni siquiera Luke quien aunque lo intentará, tarde o temprano siempre accedía a lo que ella quería, todos lo hacían. Pero no él, claro que no, el maldito Percy Jackson siempre hacia todo lo contrario a lo que ordenaba y él disfrutaba aquello, podía notarlo en sus ojos.

Ella también lo hacía.

Estar con él se sentía distinto a todo lo que estaba acostumbrada. Percy encendía algo en su interior que no podía entender.

Quería odiarlo, de verdad quería hacerlo, pero tan rápido como lo intentaba, se daba cuenta que no podía, porque Percy se habia impregnado tan fácil en su vida que aunque quisiera sacarlo, sabia que no lo lograría.

Porque él ya lo había cambiado todo.

Y sin darse cuenta, había permitido que lo hiciera.

El rubio temblaba entre sus brazos, intentando pararse, pero tan pronto lo hacía, volvía a derrumbarse.

—— ¡esto no funcionando!

—— Si...lo está haciendo, c-creo que ya me siento mejor saben. —— murmuró suavemente el ojiazul mientras se levantaba, fallando nuevamente.

—— Más que bien. —— dijo con un claro sarcasmo.

Ruidos fuertes comenzaron a oírse a la lejanía y a los segundos, un automóvil aterrizó con fuerza sobre la calle, logrando que las personas alrededor comenzaran a gritar, huyendo del lugar. Maliah tragó saliva al ver como Edquina caminaba hacia ellos con tranquilidad.

Lunática.

—— Debemos entrar. —— anunció Annabeth

—— Percy no está bien. —— habló Grover rápidamente.

—— Ella se acerca.

Volvió a observarla y luego dirigió la mirada hacia Percy, quien luchaba por mantenerse cuerdo.

—— ¿qué hacemos? —— preguntó y Annabeth dirigió la mirada hacia los tres

—— Iremos arriba y le pediremos ayuda a mi madre.

—— ¿qué? ¿arriba?

—— ¡es la única forma!

Maliah dudó, pero en cuanto Percy agarro su brazo con fuerza, reaccionó rápidamente. Atenea los ayudaría, debía hacerlo.

—— Grover, ayúdame. —— ordenó y él reaccionó casi al instante.

Sosteniéndolo de cada brazo, llevaron a Percy lo más rápido que podían. Incluso aunque estaba teniendo ayuda, él pesaba más de lo que imaginaba.

—— Chicos, ¿escucharon eso? —— preguntó Annabeth y la observó confundida.

—— ¿qué cosa?

—— Nada...sigan.

Las personas a su alrededor les lanzaban miradas extrañas, pero los ignoraba, empujando a cualquiera que se cruzara en su camino, ¿por qué había tantas personas en este lugar?

—— Ahí. —— apuntó Annabeth hacia uno de los elevadores y entraron rápidamente.

Percy se dejó caer sobre el asiento, llevándolos con él y Maliah terminó en el suelo luego de unos segundos.

—— Perdón. —— susurró observándola.

Sus ojos se encontraban rojos y aquello no le gustó en lo absoluto.

—— Solo te lo dejaré pasar porque estás muriendo, pero si sobrevives juro que voy a vengarme.

Intento sonreírle, pero lo único que logro es una mueca. Suspiró y dirigió la mirada hacia afuera, encontrándose con aquella mirada soberbia que la dejó helada. La puerta se cerró al instante.

—— Es mi imaginación o...

—— Equidna. —— murmuró Grover casi sin creérselo.

—— Equidna... ¡Equidna! ¿cómo es que está aquí?... Adentro ¡ella está adentro y su horripilante hija también!. —— exclamó incrédula. —— Annabeth ¿cómo es posible? Dijiste que no podía entrar.

La morena observaba el suelo fijamente, parecia no escucharla.

—— Solo Atenea le permitiría el paso a un monstruo, pero ella no lo haría ¿cierto? —— preguntó Percy con desesperación.

Maliah la observaba fijamente y cuando levantó la mirada por un segundo, pudo notar un pequeño destello de decepción en sus ojos, lo que provocó que su corazón nuevamente comenzara a latir rápidamente.

—— Lo hizo. —— dijo, pero sonó más como una afirmación y su silencio fue suficiente para confirmarlo.

—— ¿quién hizo que? —— preguntó Grover confundido.

—— Atenea...le permitió entrar.

—— ¿qué?, ¿por que?. —— exclamó el rubio sin entender.

—— Por mi impertinencia. —— contestó Annabeth rápidamente. —— Equidna dijo que lastimé el orgullo de mi madre...y esta será mi condena.

Debía ser una broma.

—— ¿impertinencia? Que tipo de... —— Percy se calló por unos segundos y luego suspiró. —— La cabeza de Medusa.

—— Avergoncé a mi madre.

—— Maliah y yo mandamos la cabeza al Olimpo, nosotros firmamos la nota...

—— ¡y yo acepté!

El silencio reinó por unos segundos y Maliah sentia como el calor subía por su cuerpo mientras hacia sus manos un puño.

—— ¿tu madre te está enviando no solo a ti, si no también a nosotros directo a esos monstruos por matar a Medusa? —— preguntó incrédula y ella no respondió. —— ¡Iba a matarnos!

—— Y nosotros le cortamos la cabeza.

—— ¡si! ¡teníamos razones! ¿debíamos dejar que nos matara? ¿¡está demente acaso!? ¿de qué le sirve ser la diosa de la justicia si hace lo que se le da la gana?

Suspiró con fuerza. Estaba molesta, muy molesta ¿qué sucedía con los dioses? ¿eran estupidos acaso? Cada día que pasaba, su odio hacia ellos crecía aún más y no podía evitar sentirse asqueada ante ellos. Era injusto.

—— No va a ayudarnos a salvar a Percy.

Tragó saliva.

Las puertas se abrieron y sin decir una palabra, salieron del elevador, ayudando a Percy en el proceso, pero al dar unos pasos, se encontraron con el lugar repleto de gente.

Genial. Iba a matar a alguien.

—— ¿qué hacemos ahora? —— preguntó Grover y observaron a Annabeth rápidamente, quien ya parecía tener una idea.

A los segundos, la alarma de incendios comenzó a sonar y las personas comenzaron a huir rápidamente, justo a tiempo cuando Equidna y la quimera aparecieron a la vista.

Maldita lunática.

—— Sigan a la multitud y no se detengan hasta llegar a la salida. —— habló la morena y la observaron rápidamente.

—— ¿y qué sucede contigo? —— preguntó.

—— Alguien debe distraerla.

—— No, llegamos juntos y salimos juntos. —— ambos chicos asintieron al instante.

—— Maliah...

—— Annabeth no vamos a dejarte. —— demandó, pero ella se negó.

—— Es la única forma. —— dijo mientras los seguía empujando.

—— ¡va a matarte!

—— ¡Maliah!. —— exclamó logrando que se callara. —— Alguien debe hacerlo y no pueden ser ustedes asique agarra a Percy con fuerza, salgan de aquí y sin importar que pase, no se detengan hasta encontrar el Rayo ¿lo entienden?

La observó fijamente y negó, no estaba bien, no podía.

—— ¡tienes que hacerlo, Maliah! Ellos harán lo que tú les pidas, debes guiarlos y encontrar el Rayo de tu padre ¡es tu deber!

—— No, Luke, él me dijo...

—— Lo entenderá.

Parpadeó varias veces y asintió rápidamente, Grover negó.

—— Maliah...

—— No hay tiempo, Grover.

—— ¡esperen!. —— exclamó Percy y metió la mano en su bolsillo, para sacar su espada y entregársela a Annabeth. —— La necesitarás.

Ella lo observó perpleja, pero asintió y tan pronto como puso una mano en el mango, el rubio los empujó a los tres, intercambiando el lugar y cerrando la puerta rápidamente.

—— ¡Percy!. —— gritaron Grover y Annabeth mientras golpeaban la puerta sin éxito.

Los observó estática en silencio sintiendo como su cuerpo comenzaba a temblar y fue cuando se dio cuenta; Percy se estaba sacrificando.

Las nauseas se hicieron presentes rápidamente y se sostuvo de la pared sintiendo como todo comenzaba a dar vueltas.

Imbecil.

Era un jodido imbecil.

—— ¿qué hacemos? —— preguntó Grover con desesperación.

—— No hay forma, ella va a matarlo.

Las palabras de Annabeth resonaron en su cabeza casi como una tortura. Cerró los ojos, ignorando los gritos de ambos.

Era una pesadilla. Debía ser una pesadilla.

Se suponía que conseguirían el Rayo juntos y ahora él se estaba entregando en bandeja de plata hacia Equidna y la quimera.

Maldito Jackson.

Pero entonces una idea cruzó por su mente y se apartó rápidamente de la pared, llamando la atención de ambos.

—— Esto es un santuario.—— murmuró y la observaron con confusión.

—— Si, Maliah, lo es, no entiendo...

—— ¿podemos comunicarnos con otros dioses aquí? —— preguntó rápidamente y Annabeth la observó perpleja.

—— ¿con qué dioses quieres comunicarte?

Lo dudo unos segundos, pero un fuerte ruido del otro lado de la puerta llamó su atención.

Percy estaba herido luchando contra aquella cosa.

Estaba en peligro.

—— Con mi padre.—— contestó lentamente como si nombrarlo le quemará.

Ambos la observaron fijamente como si estuviera demente.

—— Zeus no...

—— ¡debe hacerlo! Si no lo hace...

—— ¿estás segura? —— preguntó Annabeth algo dudosa.

Suspiró. Nunca había hablado con él directamente y en todos sus llamados jamás tuvo una respuesta de su parte. Lo odiaba, claro que lo hacía, pero la vida de Percy estaba en peligro.

Él también lo haría.

—— Somos un equipo, no podemos dejarlo...Y nadie más que yo puede matar a ese niño estupido.

—— Bien...

—— ¿quieres que nos demos la vuelta? —— preguntó Grover y negó.

Suspiró mientras pasaba su mano por el collar en suelo apretandolo con fuerza, sentía como su cuerpo temblaba ante el tacto. Estaba nerviosa y eso no le gustaba para nada. Negó rápidamente al escuchar otro ruido.

Voy a matarte, Percy.

Su corazón latía rápidamente mientras las nauseas se hacían más fuertes. Odiaba todo esto.

—— Se que estas escuchándome.—— murmuró suavemente con un poco de dificultad.—— Porque dudo que tengas algo más interesante que hacer.

Los escuchó a ambos suspirar pesadamente.

—— Sinceramente ni siquiera sabía quien eras hace una semana, te tardaste bastante ¿no crees? —— preguntó y no pudo evitar molestarse.—— Pero por más que quiera no te habló para quejarme...necesito ayuda. Nunca he pedido nada y no lo haría si no lo necesitara realmente... y ahora necesito que ayudes a Percy, él no puede...él no puede morir.

Un nudo se formó en su garganta y apretó la mandíbula con fuerza.

—— Debes ayudarlo, se que él no te importa, pero si dejas que muera ahora, voy a odiarte, voy a odiarte mucho y juro que me daré la vuelta y volveré al campamento sin importar cuanto trates de impedirlo, no voy a ayudarte...no lo haré.

Sus manos temblaron y suspiró con fuerza. Toda esta situación era tan ridícula. Se sentía tan ridícula.

Mira lo que provocas, maldito desgraciado.

—— Pero si lo haces, si pones de tu parte y lo ayudas, juro que nada va a impedir que logre la misión con éxito.—— aseguró con firmeza.—— Tu das y yo doy, así es como yo lo hago y la única forma en la que me tengas de tu lado es manteniendo a Percy con vida...porfavor...papá, ayúdalo.

Apretó el collar con fuerza entre su mano, respirando profundamente, podía sentir la mirada de Annabeth y Grover, pero los ignoró.

Solo podía pensar en lo que sucedería.
¿realmente él la ayudaría? Si era sincera, no le tenia fe.

Ni siquiera se habia comunicado al reclamarla, la había marcado públicamente, pero nunca se había presentado como debía.

Hola, estuve toda tu vida lejos, pero aquí estoy, soy tu estupido padre.

De los miles de hombres, ¿por qué su madre se había fijado en él?, ¿qué es lo que él tenía de especial?

Gracias mamá.

Lo odiaba más que a nada en este mundo, no creía en él y estaba segura de que nunca lo haría, ¿por qué lo haría después de todo? Zeus nunca había hecho algo bueno por ella, ni siquiera sabiendo que era su hija.

Negó, se sentía estupida y las ganas de llorar se hicieron presentes. Al final, incluso aunque lo evitará, siempre volvía al mismo lugar que tanto detestaba.

Se sentía expuesta y sola.

Suspiró mientras abría los ojos lentamente, encontrándose con la mirada lastimosa de ambos.

Oh cuanto odiaba esa mirada.

—— No me miren de esa...

Entonces todo comenzó a moverse, provocando que los tres cayeran y fuertes ruidos comenzaron a escucharse en el exterior.

Pero no era cualquier sonido y tragó saliva al darse cuenta de que era.

Eran truenos.

FELIZ SAN VALENTIN (se que termino hace dos horas, pero no importa?

Una Maliah con un moño les llegará a sus puertas, no les aseguro que no los intente tirar de un edificio :)

en fin ¿opiniones, algo?

no me gusto mucho como quedó el cap, en mi mente tenia otra imagen, pero bueno.

¿cómo están? espero que muy bien, linda hora para actualizar ¿no?

en fin, no hay mucho para decir, solo que esperen el próximo capítulo ya que el hermanito mayor va a hacer presencia.

¿cómo creen que reaccionará Maliah cuando vea a Ares?

cada vez estamos más cerca del final, me entristece, pero a la vez me emociona.

¿team Percy o team Luke?

en fin, nos leemos en el próximo capítulo.

cuídense mucho, muaaa <3

- tina 💌