¿Y ahora que?
Estoy tranquilamente en mi cama, un poco aburrida, pues la verdad no había mucho que hacer y el sueño se me escapaba, o eso era lo que creí en el momento, hasta que escuché como se abría la puerta con lentitud abrumadora y de repente sentí unas manos que me acariciaban, imposible pues recordaba estar sola, hasta que una persona rodeó la cama y me dio un beso. Para mi asombro era Julieta y quise apartarme a replicar, entonces fui detenida por otra voz en mi espalda, un brazo sujetándome desde atrás para mantener mi posición.
—Tranquila Juls no comas ansías, sé que la amas, al igual que yo, así que disfrutemos del momento... ¿Quieres? —Dijo casi como una súplica, su voz era un ronroneo bajo que erizó mi piel.
— ¿Dante? ¿Julieta? ¿Qué es todo esto? — Obviamente sé que está pasando, pero que quiero escucharlos, aquello no tenía el mayor sentido y en mi mente había una lucha para detener todo aquello. Eso iba a complicar todavía más las cosas, pero no podía moverme, su brazo sujetándome, su abrazo fuerte contra mí, y la otra joven que se disponía a atender mi cuerpo. —Saben que no me quejo y los quiero muchísimo, pero...
—Y nosotros te amamos Vic y lo hacemos desde que nos conocimos hace años, nos salvaste, nos enseñaste a defendernos y jamás nos dejaste solos.
Esas palabras me conmovieron hasta un punto que sentí mi corazón en un puño, ellos eran demasiado importantes para mí, y me hicieron sentir aún más las caricias que Julieta me empezó a dar luego de decir eso, mientras Dante me daba besos en el cuello desde atrás, haciéndome sentir sumamente apaciguada, sentía como me transmitían su amor en los besos y caricias que me daban, sentía como las manos de Julieta se adentraban casa vez más en mi blusa, tan lentamente que me pareció tortuoso, sus manos calientes para la piel fría, erizándome por completo, hasta casi llegar a mis pechos, por lo que no pude reprimir un suspiro, aquel gemido se escuchó más intensamente al sentir otras manos más grandes en mis muslos, tratando de relajarme y la sensación de Dante bajando cada vez más para llegar a mi centro y acercarme casa vez más al cielo, en estas sensaciones que me parecían más enloquecedoras. Los necesitaba, era lo único que podía pensar en esa bruma lujuriosa. Levanté el cuello al sentir a Julieta lamiendo mi cuello y a Dante mordiendo ligeramente mi hombro. Sin embargo, cuando creí que finalmente se dejarían de juegos y me tomarían completa un ruido me despertó, y me di cuenta que todo había sido un sueño, habiendo regresado a la realidad, estando todavía en la cama, con la respiración agitada, la bola de fuego que se convertía en necesidad punzante y con ganas de que todo fuera así en la realidad.
—Carajo ya llevo dos meses igual, voy a tener que comprar más bragas porque todas amanecen empapadas y ahora hablo sola, vas de putísima madre Victoria, juro que nunca vuelvo a tomar enserio, con el alcohol no calculé mis actos y ahora mira lo que pasa aunque bueno mi relación con Angie no se arruinó por eso, es más ahora creo que está en su mejor punto, todas las mañanas cuando nos regala los dulces del kiosco el mío me lo da de una manera "especial" que traducido es que lo abre se lo mete a la boca y me lo pasa con un beso, es más según todo el instituto ya somos novias y ahora eso causó dos cosas, la primera es que en cuanto Angie se volvió mi " novia" los pretendientes de Dante y Julieta se multiplicaron, es como que hubieran salido de debajo de las piedras, sinceramente no sé de dónde sale tanta gente, ahora todos los días hay o una carta de un "admirador secreto", unas rosas o unos chocolates en sus mesas y la segunda es que como ellos si saben que Angie no es mi novia además de que tuve que mantenerlos a raya para que no la asesinaran y entrenarla más a ella, es que ellos ya no se despegan de mi para nada, que por un lado es bueno porque los puedo tener controlados, pero por el otro causó que tenga estos sueños, pero bueno, mejor me voy a bañar y a quemar mi ropa interior si se pudiera.
En vez de estar perdiendo el tiempo me levanto, tomo mi toalla, mi bata y me voy directo para el baño.
—Buenos días hija me di cuenta que estabas despierta, pero no te quise interrumpir en tu platica, por cierto, me alegro que estés despierta tan temprano así no llegas tarde ¿Qué quieres desayunar?
—Buenos días papá, gracias por no interrumpir mi "platica" aunque creo que ya me estoy volviendo loca, porque estaba hablando sola, pero ese no es el punto y gracias papá unos wafles estarían bien.
No me había fijado que son las seis de la mañana y mi papá ya estaba despierto de antes, pero bueno supongo que algunos hábitos militares no cambian, pero creo que tengo tiempo para relajarme, así que lleno la tina de agua caliente y burbujas, me desvisto, pongo mi música, me meto en la tina y siento como el agua caliente me relaja, la música me anima y ya que estoy aquí voy a hacer una pequeña travesura mañanera, para darles un buen despertar a mis amigos o al menos una buena mañana si ya están despiertos, junto un poco de espuma para que me cubra solo lo suficiente para que sea sensual más no vulgar, tomo mi teléfono, giño un ojo y saco la lengua para darle un toque más lindo y tomo la foto y la mando al grupo con una frase que dice "Bienvenidos al olimpo", me gustaría poder ver sus reacciones, pero ya me los imagino, Angie de seguro se debe de estar riendo, Dante debe tener una cara de sorprendido, debe estar subiéndola a la nube para no perderla nunca y Julieta debe estar saltando en una pata e imprimiendo la foto para enmarcarla, ambos la conservan pero a su manera, o eso supongo yo que van a hacer cuando se despierten si no es que están en esas "aventuras nocturnas" tal vez tengo que ir a ver que hacen en las noches también, pero por lo poco que escuche no lo hacen a diario, tal vez los vigile en la noche ¿Quién sabe? Pero mejor me sigo relajando en la tina dejando que el agua y las burbujas me arrullen mientras disfruto el momento.
—Hija, no sé qué estés haciendo allí adentro pero ya llevas media hora aquí, así que ya va siendo hora que salgas.
—Mierda, ni me di cuenta que ya había pasado tiempo, ¡Ahora salgo! —Carajo, me quede muy tranquila en el baño sin darme cuenta del tiempo, salgo rápido de la tina, me seco el agua, me pongo la bata y salgo del baño para apurarme a cambiarme y poder comer los wafles que me preparó papá.
—Hija apresúrate se no es tarde, pero que yo sepa no tienes tanta mugre como para tener que tardarte tanto en el baño, pero bueno ve a cambiarte y baja a desayunar.
—Si papá no te preocupes, ahora voy, todavía tengo tiempo, tu ve bajando.
Voy corriendo a mi cuarto y elijo mi outfit, pero al parecer no tengo mucho tiempo para arreglarme, así que solo agarro un short de lona azul y un suéter gris random con un Saturno estampado, unas calcetas blancas, unos tenis blancos y solo me puse el pelo en una cola alta y dejo unos mechones sueltos que caen a los lados de mi cara y únicamente me hice un delineado sencillo y un poco de brillo en los labios, me gusta cómo me miro en el espejo y así bajo con mi papá.
—Hija por una parte me alegro que te estés levantando mas temprano y así puedas desayunar como ahora, pero también creo que voy a tener que pagar una fortuna en agua me quieres explicar ¿Qué te quedas haciendo tanto tiempo en el baño? Antes no te tardabas tanto.
—Vamos Victoria inventa algo convincente—Lo que pasa es que como ahora me levanto mas temprano, el agua caliente me relaja y ya no siento la noción del tiempo. —Bueno eso es una verdad a medias porque también me pongo a tomarme fotos en el baño, pero no creo que a mi papá le haga gracia saber que hago eso. —Tal vez debería medir mejor el tiempo, o tal vez solo es que me acostumbre a despertarme más temprano.
—Bueno mi niña si es solo eso entonces tal vez deba comprar una almohada de baño, no quiero que te quedes dormida y te ahogues o algo así, a todo esto, que tal está el desayuno hija.
—Estaba tan bueno que me lo terminé, es más de una me voy a ir a lavar la boca, tomar mi mochila e irme y antes de que me digas algo ya sé que aún queda bastante tiempo antes de la entrada a clases, pero un poco de aire fresco no me va a hacer mal, pero bueno papá ya me voy.
—Está bien vete con cuidado y si alguien se pone gracioso ya sabes que hacer, nos vemos en la tarde y más hoy que el día va a estar más movido que hoy vienen todos a entrenar.
—Claro papá y que no te sorprenda que Ángela este más viva hoy que otros días, te lo digo enserio está muy entusiasmada con el entrenamiento, pero bueno papá que ya me voy.
Aprovechando el tiempo que tengo voy a ir a la casa de Angie, nunca hemos llegado juntas al instituto, tal vez tenga que ver con el hecho de que ella siempre llega super temprano, no sé cómo le hace para levantarse tan temprano, pero bueno mejor no pienso en eso, lo bueno de poder ir caminando es que puedo ir viendo el camino con toda la gente, el paisaje, la arquitectura puedo disfrutar del camino y todo. Me gusta ir viendo todo lo del camino, creo que es lo único bueno de que su casa este al otro lado del parque al final de la avenida, mejor voy a empezar a correr, tal vez así aprovechamos el tiempo y pensamos en alguna idea para la mañana o simplemente nos la podemos pasar bien, cuando llego a su casa toco el timbre y me abre la puerta su hermano, que es como una copia de ella, pero con más musculo, una barba de leñador, unos piercings y unas ganas de asesinarme, porque básicamente me detesta.
—Pero miren a quien tenemos aquí, a la manipuladora de hermanas pequeñas, a tal punto que no ella ya no se da cuenta ¿Me quieres decir qué demonios haces aquí? No te basta con tenerla en el instituto y los viernes en tu casa que, si por mi fuera no la dejaría ir ni a la esquina contigo, pero como mis papás no ven lo peligrosa que eres no puedo decir nada, pero te juro que...
—A ver Ferran ya cállate en serio, deja de decir tanta porquería que molestas un montón y mira si tus papás no se han dado cuenta de que soy tan peligrosa como dices, es por una cosa y es que no lo soy así que quítate de la puerta que vengo a buscar a tu hermana para irnos al instituto y antes de que digas algo, me importa una soberana mierda lo que opines y sabes que es lo peor, que ni siquiera he hecho algo malo y tú ya me detestas.
—A veces pienso que no tienes la más mínima vergüenza, en serio Victoria según tu no has hecho nada y que me dices de volver a mi hermana una perdida, a ver enserio creíste que en cuatro meses no me iba a enterar que haces que mi hermana se ponga a dar espectáculos agarrándote a besos frente a todos, que carajos tienes en la cabeza y que le metiste a Ángela en la cabeza como para empezar a hacer esas cosas, ella era una chica dulce e inocente pero desde que fue a esa puta fiesta contigo y se empezó a volver loca.
—O pues mira tú, que numero uno la idea de los besos es de ella, porque si no sabias Angie todas las mañanas pasa por el kiosco que está cerca del instituto y los reparte con todos nuestros amigos y el mío me lo da de una manera especial por medio de un beso y por cierto nunca te pusiste a pensar que tal vez ella se está soltando más y que está cambiando, no verdad porque tienes aire en la cabeza, por un carajo ya no es una niña pequeña, pero ya no voy a perder el tiempo contigo—Lo rodeo y paso por detrás de el para buscar las escaleras hacia el cuarto de Angie, Ferran es un idiota, piensa que tiene el derecho a decidir que puede y que no hacer sus hermana, ni sus papás le dicen nada, según él, yo volví a la dulce y tierna Angie en una descarriada exhibicionista, pero su personalidad sigue siendo la misma, la misma chica risueña que nos regala dulces en las mañanas, sin entender el doble sentido, lo único que hace ahora es darme besos y entrenar más conmigo, donde esta lo malo en esto, al entrar en su cuarto veo que no hay nadie, no escucho ruido en el baño, así que salgo a la ventana y la veo a ella sentada en el techo ya vestida, con un top lila pálido, un chaqueta lila de peluche, unos pantalones morados y con dos colitas para su peinado, le dan un aspecto super tierno, se ve muy linda.
—Oye te me vas a quedar viendo o te vas a venir a sentar, mira que si por mi fuera no te digo nada y te dejo que me sigas mirando, al menos así sé que si me vestí bien hoy, pero no quiero que te canses.
—Gracias Angie, con todo el tiempo que estuve perdiendo con tu hermano, podrá estar bueno, pero eso no quita que sea un perfecto idiota, por otro lado, esta buena la vista desde acá, ya sé porque te gusta estar aquí.
—No sé porque mi hermano te detesta, pero te digo la verdad no me importa, él es el único que se pone de energúmeno siempre que vienes a la casa, hasta me dijo que un informante le dijo llevo meses siendo una loca que da espectáculos frente a todos y que tú eres la que me está incitando a hacer idioteces, algo me dice que ese informante tiene que ver con Hezra y de seguro le a decir una cantidad de cosas más falsas que el color del pelo de Jorge, pero tienes razón estar en este lugar es muy bueno y los atardeceres se ven hermosos, pero bueno chica vámonos, que si nos quedamos aquí ya no vamos a poder ir al kiosco y llegar temprano y no quiero que el profesor Solano nos grite.
—Bueno tienes razón, por cierto, ¿Tienes alguna manera que salgamos sin toparnos con tu hermano? no tengo ganas de que me grite porque se le dio la gana.
—Si te entiendo, si quieres nos podemos ir por la puerta de atrás, así nos podemos ir caminando tranquilamente, si no ¿Para que nos vamos juntas? No tendría chiste, pero bueno ¿Nos vamos?
Salimos del techo y empezamos a bajar por las escaleras tratando de hacer el menor ruido para que no nos mire Ferran, al fin logramos salir de su casa, me gusta caminar con ella, podemos hablar de lo que sea sin que se sienta incomodo o algo, puedo estar sin calcular cada movimiento como en una partida de ajedrez, vamos tranquilamente de la mano sin que nada nos moleste, me siento relajada, solo somos dos chicas que van caminando hacia el instituto sin que nada más importe y me encanta.
—Bueno Victoria llegamos al lugar que más amo en toda la ciudad, he venido desde pequeña a este kiosco y la señora que atiende me quiere mucho y yo la respeto, tiene unas historias loquísimas. —Bueno este kiosco tiene su encanto, se mira como si hubiera sido reformado hace poco, lo que si destaca un montón son los dos rifles cruzados en la entrada.
—Pero miren a quien tenemos aquí es la chica de fuego y viene acompañada de una chica, dime cariño como se llama tu amiga. —Esta señora, no es la típica que una se imaginaría que es la que atiende un quiosco, con lentes de pasta y teje bufandas, en cambio esta señora tiene tatuajes en los brazos, se ve que levanta pesas, tiene el cabello corto y una mirada que cambia de amorosa con Angie a asesina conmigo, que está pasando con este día o es mi imaginación o todos me odian hoy.
—Ella es Victoria, ya sabes la chica que te he contado que le llevo el dulce especial.
—A con que esta es la famosa Victoria, porque la traes aquí ayer pasó Ferran y me dijo que es una mala influencia, hasta me dijo que te están induciendo a actos indebidos. —Eso explica el hecho de que esté a punto de tomar los rifles de la fachada para sacarme a balazos del lugar.
—¿En serio Gladys? ¿Le vas a hacer caso a mi hermano? Estoy segura que todo lo que te dijo o la mayor parte son exageraciones o ya directamente inventos.
—Mira Gladys, primero no te conozco, pero me gustaría conocerte cuando no tengas el instinto asesino en la mirada cada vez que me ves y segundo te juro por todo lo bueno que no le he hecho nada malo a Angie, es más dime una cosa ¿La has visto mal, con algo malo o que se sienta mal? Es más, te aseguro que voy a hacer todo lo posible para defender a Angie y también le enseñare todo lo que pueda, para que ella misma lo haga.
—Que bien que te atrevas a plantarme cara chica, eso demuestra tu valor con lo referente a tus otras preguntas, si te soy sincera no he visto nada malo en la chica de fuego, pero no me puedes culpar yo conozco a los fuegos desde que eran unas pequeñas flamas y por eso me consta que Ferran protege a su hermana con uñas y dientes, entonces ya te imaginaras lo que me imagine cuando vino como desquiciado buscando los gatos de regaliz que come siempre para relajarse mientras me contaba como una loba con piel de cordero estaba volviendo a su hermana en una pervertida de la nada, que en una noche le lavó la cabeza y ahora la está volviendo su muñequita de juegos pervertidos.
—Ok Gladys, mi hermano ya me está asustando no sé qué tanto le estén diciendo para que diga tal cantidad de cosas, pero tengo que hablar con él y si tú puedes también hazlo. —Creo que Ferran ya está perdiendo la cabeza, creo que el cariño que tiene por su hermana lo está haciendo creer cada locura que le dicen y eso si es preocupante.
—Pero bueno chicas, aquí está la bolsa de dulces de siempre que ya ni siquiera tienen que pedirla y váyanse que si no van a llegar tarde señoritas que con todo lo que estamos hablando aquí van a perder el tiempo, así que a la carga mis valientes.
Carajo no necesitaba saber que Ferran perdió la puta cabeza, ahora con todo eso el viaje se siente muy incómodo y no me hace la más mínima gracia que todo quede tan pesado.
—Oye Violet lo lamento la verdad, no sé qué le esté pasando a mi hermano, pero te juro que...
—No fosforita tú no te tienes que disculpar por nada de lo que esté haciendo tu hermano, lo que el haga es una cosa aparte de lo que haces tú, así que mejor no hablemos de eso que mira ya vamos a llegar y no quiero que camines más. —Lo bueno de hacer ejercicio desde niña, es que puedo levantar a Angie tranquilamente, llevarla como princesa me hace sentir poderosa y a ella me consta que le gusta, va con una sonrisa y la mirada relajada, así da gusto llegar al instituto con una princesa en los brazos.
—Bueno mi Fosforita, ya llegamos viste así no cansas tus lindos pies. —Me divierto mucho con esto, hacerle una reverencia reírme un poco, ella también se ríe y también hace una reverencia.
—Muchas gracias mi noble caballera Violet, tu princesa te lo agradece, así que es hora de tu premio. —Ya sé que va a hacer con esa mirada traviesa que tiene, mete su mano en la bolsa, toma un dulce de fresa, ese es su favorito y empieza a ser el mío también, mientras me sigue viendo a los ojos, se lo mete a la boca me toma de la nuca para acercarme a ella y me besa de una manera tan buena que nadie se esperaría de ella, pasa su lengua con el dulce por mi boca, dejándolo en ella y separándose de mí. —Listo Violet, espero que te guste tu premio.
—Bueno, bueno, bueno no se si al fenómeno de ojos lilas le gusto, pero este espectáculo matutino que dan todos los días si que me levanta el ánimo porque seamos sinceros a quien no le gusta ver a un buen par de fieras comiéndose la boca, quien diría que al final sería la cocainómana de Ángela la que terminaría quedándose contigo y no tu par de perros falderos. —Ya tenia que llegar este idiota, odio a Hezra y con lo que dijo ahora estoy segura que el es el que le dice toda esa porquería a Ferran y lo peor es que si el no fuera una persona tan nefasta, me caería mejor, el tipo no es feo, tiene unos ojos café muy profundos, el cabello castaño rizado corto, el cuerpo definido y una sonrisa que, si no fuera de mascara para ocultar lo hijo de puta que es, si no fuera así hasta podría gustarme, pero como las cosas no son así pues lo odio.
—A ver Hezra ya terminaste de soltar tu verborrea, lo que yo haga o deje de hacer te importa una mierda ¿Te enteras? A veces pienso que tu estas obsesionado conmigo, porque siempre te pones a ver que estoy haciendo, mejor declárame tu amor para poder rechazarte de la manera las hiriente posible para que te vayas al carajo, me dejes en paz y ni se te ocurra decir nada de Ángela si no quieres que tus dientes terminen en el piso y tus cojones aplastados me entiendes.
—A ver ¿Qué está pasando aquí? —Claro tenía que venir el profesor Solano, este hombre es como una pandemia, está en todos lados, pero no lo quiere nadie. —Ustedes dos Hezra Mariani, Victoria Abrantes sepárense que enserio no se porque se odian tanto. —Tal vez usted no lo sepa porque básicamente nos hemos encargado de que nadie diga nada de las palizas que le metemos a Hezra y sus ratas. —Pero sinceramente no me importa solo váyase cada uno con su grupo y dejen de molestar.
Primera vez que le voy a hacer caso a ese señor, mejor me llevo a mi princesa, como aún no es tan tarde tiene sentido que la mayoría del grupo aún no hubiera llegado, entonces nos sentamos juntas, me recuesto en sus piernas, me consta que es muy cómodo para hablar.
—Angie enserio tengo que agradecerte por todo lo que has estado haciendo por mí y ahora a pasado de todo, tu hermano piensa que estas perdiendo la cordura, Hezra te esta fastidiando y tu sigues aquí.
—Violet, no tienes que agradecerme, con mi hermano hablare más tarde y Hezra no me importa, en cualquier momento le puedo tirar los dientes y además sé que no estoy sola tengo a todos mis amigos y te aseguro que también me divierto con todo lo que hacemos me la paso bien con todo, tú no me obligaste a nada así que tranquilízate. —Ella es tan buena y me ayuda a tranquilizarme mientras me acaricia la cabeza, me tranquiliza tanto que me da sueño, tal vez por no dormir bien o quien sabe, pero mientras más pasa el tiempo, más pesados siento los ojos y los termino cerrando.
—Medio estoy escuchando algo y cuando me despierto veo a mis amigos frente a nosotras—Erick te dije que te callaras, mira ya la despertaste. —A qué hora habrán llegado todos ellos ¿Cuánto tiempo estuve dormida? —Discúlpame Violet, aparecieron y empezaron a hacer ruido.
—Pero miren a la parejita, están como para una postal, lo bueno es que les tome una fotito antes de que me vieran, creo que son las chicas que no son novias más cariñosas de toda la historia. —Erick y sus ocurrencias porque no me sorprende, con los cuatro meses que han pasado el sigue rapándose el pelo y sigue siendo un fuckboy que acumula pretendientes, que al fin les encontró un uso, se volvieron casi como nuestra KGB son una red de informantes al servicio de Erick.
—Es enserio hombre, tus chistes cada vez están más malos creo que lo único bueno que has hecho en este tiempo ha sido entrenar a tus chicos como espías, pero bueno creo que ya es tarde, Angie ¿tienes algún dulce romántico? Le quiero llevar uno a mi novia. —Jorge es otro asunto sigue siendo igual de serio, su cabello sigue siendo azul, lo único que a cambiado es que luego de la fiesta se siguió juntando con María José y al final entre tantas juntas en la calle y en el cuarto se terminaron volviendo pareja.
—Erick, Jorge tiene razón tus chistes están horribles, a parte por lo de los dulces románticos no tienes que preocuparte estoy segura que más de algo así nos vamos a encontrar en mi lugar, no se que se le metió a la gente, pero ya me estoy hartando de tener tantas cosas en mi lugar todas las mañanas, pero eso no importa, lo que si me ayudaría a relajarme seria que Vic me peine. —Julieta sigue igual o peor que antes, su intensidad esta supremamente alta, se esta entrenando de una manera tan fuerte, me consta que su fuerza está aumentando y eso me pone nerviosa.
—Te entiendo Juls, creo que, si juntáramos todo lo que nos regalan podríamos poner una tienda de regalos si no vinieran todos jodidamente marcados con nuestros nombres, o con el número de teléfono de alguna persona que no conozco, es que enserio no se ni cuando ponen eso en nuestros lugares, pero al menos se que la persona que me gusta no tiene pareja y eso me tiene muy feliz. —Dante ya es otro asunto, en el entrenamiento si esta igual de motivado que Julieta, su fuerza también está aumentando, pero también esta mas motivado y se esta atreviendo cada vez a más, hasta se arregla más, su outfit está muy bueno, usa una chaqueta de lona abierta, una playera blanca, unos pantalones negros ajustados y tenis blancos, lo único que no cambio fue mantener su cabello alborotado y eso no tiene nada de malo el único problema son esas frases sueltas que tira cada cierto tiempo, si suelta alguna que no sea puede hacer que todo lo que he estado haciendo se vaya al infierno.
—Bueno primero buenos días a todos gracias por ayudar a despertarme, creo que no he podido dormir bien. —Creo es poco, estoy durmiendo como la mierda, pero no les puedo decir porque estoy así, porque eso si haría arder troya. —Julieta si quieres te puedo peinar en lo que mi linda Fosforita reparte unos cuantos dulces entre todos. —Casi pareciera que Juls quisiera atravesar a Angie con la mirada, que tal vez pareciera que torturarlos así es muy cruel y no tiene el más mínimo sentido y puede que sea cierto pero llegados a este punto creo que ya es irrelevante, todo tiene un equilibrio tan frágil como estable que funciona así que todo esta bien como puede no estarlo y eso me tiene tan expectante que me emociona.
—Claro Vic no me molesta en lo mas mínimo. —A parte de su obvia cara de rabia y que casi que mastico esas palabras estoy segura que si le molesta.
El cabello de Juls siempre se siente tan suave entre mis manos, como finos hilos de seda, me gusta pasar el cepillo por su cabello y peinarla en las mañanas me hace sentir feliz y a la vez poderosa en el sentido de que solo yo puedo hacer esto, ni siquiera su mamá la puede peinar ese poder lo tengo solo yo y nadie más, separo su cabello y le hago dos trenzas que le quedan muy bien, le agregan un aire inocente, que contrasta con su estilo de e-girl, una minifalda negra, medias de red, una blusa negra de manga corta y una blusa de manga larga con rayas, pintalabios rojo intenso y el maquillaje que remarca sus ojos azules que la hace ver muy bien.
—Te gusta, no es muy elaborado, pero creo que te queda bien.
—Ella saca el espejo de mano que siempre trae con ella, se mira y veo como se forma una sonrisa en su cara que parece la sonrisa de una niña cuando la felicitaron por algo bueno que hizo. —Me encanta Vic, te quedo hermoso, muchas gracias.
De la nada veo como llega un informante de Erick, le dice algo a Dante y veo que su semblante cambia drásticamente a uno de rabia total y veo como sale corriendo, eso no puede ser bueno por lo que salgo corriendo tras de él y no me queda de otra que saltar sobre él quedando colgada, pero era la única manera de pararlo.
—Oye Dante que te puso tan enojado, se te va regar la bilis y te vas a enfermar. —Tengo que usar esta voz melosa, para que se calme ¿Qué carajos pasó? —Cálmate.
—¿Por qué no nos dijiste que el imbécil de Hezra te estuvo fastidiando? Me consta que odias los gritos, el profesor Solano te regaño y ese señor solo lo hace gritando, parece que a Hezra con lo del callejón no le bastó, habrá que darle más fuerte para que se quede quieto. —Se nota la rabia en su voz, tengo que decirles a los informantes que tenga cuidado con a quien le dan la información o que mejor aún, cierta información no la den para evitar estos problemas. — Pero no tienes de que preocuparte ahora mismo voy a ver que mantenga la boca cerrada y no esté molestando.
—Dante, no hay la necesidad de hacer eso, tu sabes que no necesito que me protejas yo misma me voy a encargar de eso. —Y para que todo quede mejor, enredo mis piernas su cintura, pongo mis manos en su pecho para poder agarrarme bien y poder poner mi voz más sensual para susurrarle al oído. —Mejor llévame a la clase y tal vez me puedes dar un chocolatito de los que tienes allí ¿Qué me dices?
—Sentí como todo su cuerpo se relajó, empezó a caminar de nuevo y me agarro de las piernas, supongo que para que no me cayera, o eso quiero creer. —Claro que es mejor idea, vamos que estoy seguro que tengo algo bueno allá.
Se siente bien el poder ver todo desde lo más alto hace sentir que tengo el poder, casi todo el instituto me ama y si bien no lo hago por ese cometido al final me sirve de mucho, veo como todo está en su lugar en lo que Dante me lleva a la clase y las únicas cosas que no están en su lugar son los informantes que no están completamente entrenados que causan cosas como lo de Dante y Hezra y sus remoras son las cosas que más fastidian el equilibrio que quiero mantener, pero entre las cosas que le dije a Dante una si tenia razón tengo que hacer que Hezra deje de fastidiar y me deje en paz para que no acabe tan mal como sé que podría terminar.
Al final si tengo chocolates, los dulces de Angie y un plan porque creo que solo yo puedo cortar el problema de raíz, si no acabo con Hezra, Dante o Julieta lo harán y todo se ira al carajo.
—Señorita Abrantes no se si la molesto en sus pensamientos, pero podría continuar la lectura que le toca a usted y no veo que mueva un solo dedo para hacerlo. —Esta clase no podría importarme menos, tengo que tener todo planeado y encima leer este libro que ni siquiera ser en que parte van. —Sabre que señorita usted se quiere ganar un...
—Dios bendiga al que hizo la campana e hizo que sonara justo ahora. —Disculpe maestro, pero como ve ya se acabó su clase entonces no puedo leer, es hora de cambiar de clase.
Trate de mantener un mínimo de atención para que no pase esto otra vez, lo que menos necesito es que un profesor se enoje conmigo y me termine ganando un castigo. Tengo que llegar antes que mis amigos a mi casa para poder hacer lo que quiero.
—Al fin, somos libres la madre que pario al que hizo el sistema educativo pero bueno, tenemos que ir a nuestras casas para cambiarnos y así nos vamos a entrenar a la casa de Victoria. —Creo que es la parte del día en la que Erick está más alegre pero no puedo dejar que se vayan muy rápido y lleguen a mi casa, necesito que estén en la calle.
—Chicos olvidé una cosa en mi lugar, espérenme un segundo acá, por cierto, Fosforita podrías acompañarme. —Veo como Dante y Julieta ya se estaban levantando del banco donde estaban. —Solo mi Fosforita, ustedes quédense esperando aquí ok.
La agarro de la mano y nos vamos corriendo hasta una parte donde ya no nos vean ellos y tomos sus dos mano para pasarlas por encima de su cabeza y la arrincono contra la pared.
—O-oye Violet, ¿Qué?, ¿qué estás haciendo? —Creo que no se esperaba que hiciera esto, puedo ver la sorpresa reflejada en sus ojos, como su respiración se acelera y su voz se quiebra.
—Me acerco para poder hablarle al oído y que nadie más escuche, eso le causa un escalofrió. —Disculpa si te asuste, pero a nadie se le va a hacer raro que hable con mi "novia" así, necesito que distraigas a todos y que tarden lo mas posible en llegar a mi casa, tengo que ocuparme de un asunto y necesito que todos estén afuera.
—Gracias Angie enserio eres de lo mejor tanto que me casaría contigo. —Me voy corriendo con una sonrisa muy grande por la gracia que me causo eso, llego a la parte de atrás del instituto para que poder salir sin que alguno del grupo sospeche, ya afuera creo que estoy corriendo más rápido que ninguna otra vez en mi vida, al llegar a casa me doy cuenta que papá debe estar abajo arreglando el entrenamiento de hoy, llego corriendo a mi cuarto me cambio de ropa, me pongo un jersey negro con capucha, un jogger negro, me suelto el pelo para ponerme una gorra negra, una mascarilla y por ultimo toma una porra que le robe a mi papá, me la llevo y vuelvo a salir corriendo para llegar al callejón que está en el camino a la casa de Hezra, siento la adrenalina a mil, lo que estoy a punto de hacer creo que es la única manera de evitar que ellos hagan algo peor.
Trato de calmar mi respiración, estoy esperando a ver que aparezca, cuando veo su cara asomarse, me pongo la mascarilla y cuando pasa por el callejón me lanzo al ataque y pongo la porra en su cuello y la trabo con mi brazo. —Shhhh no quiero que hagas ninguna estupidez, vas a venir caminando conmigo hasta el final del callejón, nada de ponernos vivos. —Percibo su miedo mientras camina al fondo del callejón, debe pensar que lo están asaltando o algo así.
—No me hagas nada te voy a dar todo lo que tengo, te lo juro. —Estoy a punto de reírme a carcajadas, parece una rata asustada, esta tan asustado que se orino en los pantalones en idiota. —Un segundo conozco esos ojos, ¿Victoria?
—Hasta que te das cuenta animal, pero mira, antes que nada. —Saco mi teléfono y tomo una foto donde se ve lo patético que es, con los pantalones mojados mientras esta en el suelo de este lugar. —Si no quieres que esta foto se haga pública y te conviertas en la burla de todo el puto instituto, vas a dejar de fastidiarme, agradece que quien hizo algo fui yo y no Dante o Julieta, te aseguro que ellos te van a hacer algo mucho peor y allí ni yo voy a poder pararlos me entiendes.
—Vete al infierno Victoria, te lo juro que me voy a vengar de esto y ni siquiera vas a ver de dónde viene el tiro, me vas las vas a...—Ya me harto con sus estupideces, así que lo noquee con la porra, al menos con esto me va a dejar en paz un momento y con eso me evito que alguno de los chicos se altere y se metan en problemas, lo dejo en ese callejón y me voy a mi casa con mis amigos si es que ya llegaron, entrenar con ellos me va relajar bastante, sabiendo que otra pieza del tablero está en su lugar.
Nota del autor
Hola mis queridos seres humanos que leen mi libro como siempre me gustaría saber qué les pareció el capítulo de hoy en los comentarios y que si les gusto dejen su voto.
La canción que esta en el encabezado es la que Victoria estaba escuchando en la tina.
La imagen del encabezado es para que se hagan una idea de como es es kiosco donde Ángela compra sus dulces.
Este capitulo esta dedicado a @FaniaMorey que me ayudó a escribir la escena del inicio, los invito a que lean sus historias, les aseguro que les van a encantar.
También les quería mostrar esta bonita ilustración que @-whoismica me hizo basada en la descripción de los personajes.
Y sin nada mas que decir nos vemos y que Ares los bendiga.
Chao!!!
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