Leerlo con la canción qué deje arriba<3 

(*  *  *)

—Entonces... ¿qué haces aquí?

La pelirroja me apoyó sobre la barra para poder observarme beber de mi vaso de cerveza, llevaba aquí aproximadamente dos horas y estaba seguro que estaría por dos horas más, realmente no me sentía preparado para volver.

—Me siento un maldito desgraciado —reí sin gracia alguna y me apoyé sobre la barra de la misma manera qué ella.

— ¿Desgraciado? —rió—. Oh vamos, nada puede ser tan malo.

—Le pedí matrimonio de mi pareja de hace cinco años —bebí un sorbo de mi cerveza—, y ella dijo que no, porque no me amaba. Realmente no sé porque estuvo conmigo todo este tiempo —suspiré.

—Oh bueno... —alzó las cejas y miró la larga barra del bar, su otro compañero estaba atendiendo a un cliente—. Bueno, sí, tal vez es algo malo.

—No sienta pena por mí... —busqué algún rastro de su nombre.

—____________ —sonrió—, me llamo ____________.

—Lindo nombre —murmuré—. Soy Norman.

—Lo sé —la miré confundido—. Erick te saludo cuando entraste.

—Oh... verdad —asentí.

—Norman déjame decirte algo —sonrió. Tenía una sonrisa linda—. Qué una relación termine no es el fin, hay más personas en el mundo. Además, ¡te salvaste de un matrimonio amigo!

Reí mientras la miraba.

— ¿Desde cuando trabajas aquí? Nunca te había visto.

—Hace un mes.

— ¿Eres de acá?

—Preguntas demasiado Norman —rió—. Sí, soy de Escocia.

Seguimos hablando por gran parte de la noche –aunque cada diez minutos nos veíamos interrumpidos ya que ella tenía que atender a los demás clientes-. Me había enterado que estudiaba Literatura en una universidad local y qué este era su último año además de qué vivía junto a su hermano ya qué sus padres eran arqueólogos y viajaban seguido por el mundo.

— ¿Ya te vas? —pregunté al verla arreglarse.

—Son las cuatro de la mañana Norman, mi turno término.

—Bueno, creo que también debería irme —murmuré—. ¿Te dejo en el taxi?

Ella levantó una ceja y sonrió.

—Sé parar mi propio taxi —rió.

—Oh bueno, sí —rasqué mi nuca avergonzado—, es solo qué... —carraspeé—. ¿Me darías tu número?

Tomó una servilleta y escribió algo rápidamente, me la extendió y comenzó a caminar hacía la salida. En tres pasos ya la había alcanzado.

—El viernes también trabajo —me dio una mirada rápida.

—Estaré aquí el viernes —sonreí mientras la miraba.

— ¿Vendrás siempre? —preguntó con una sonrisa.

—Solo si tú estás ahí.

Ambos nos miramos para luego desviar la mirada hacia la noche, estaba seguro qué ella tenía una sonrisa en el rostro tal como yo la tenía.

(* * *)

[... ocho años después]

—Norman —gritaron desde el piso de abajo. Tomé en brazos al pequeño pelirrojo qué alegraba mis días y bajé las escaleras—. ¡Mira lo qué encontré!

___________ me miraba desde la mitad de la sala de estar, ella se encontraba sosteniendo un álbum de fotos que habíamos dado por perdido años atrás. En él se encontraban las fotos de nuestros tres primeros años de noviazgo, sonreí en cuanto lo reconocí.

— ¿Dónde estaba?

—En el garaje... ¿puedes creerlo? —suspiró mirando las fotos—, han pasado tantos años de esto.

—Tú sigues igual de linda —me encogí de hombros.

— ¡Mami! —Orión señaló una foto donde salía _________ en su graduación.

— ¡Sí! —exclamó la pelirroja—, es mami.

—Cuando fui a ese bar nunca pensé que me terminaría casando contigo —dije sonriendo.

—Claro que no lo ibas a pensar —rodó los ojos—, si te habían rechazado ese mismo día.

— ¡Rechazado! —Orión exclamó.

—Si, a papi lo rechazaron —rió mientras miraba a nuestro hijo.

—Eres cruel —rodé los ojos.

—Pero me amas —señaló.

—Más que a mi propia vida —suspiré mientras dejaba un beso en su frente.

Nueve años atrás me habían rechazado, pero como había dicho __________ esa noche en el bar: habían más personas en el mundo. Y el mundo había conspirado a mi favor para tenerla en mi vida.