Jeffrey Dean Morgan.
Llevaba más de media hora tratando de entrar en el set de grabaciones de ''The Walking Dead'', la frustración ya me estaba ganando.
— ¡Te he dicho que trabajo aquí! —Lleve mis manos a mis caderas y miré al guardia.
—Tienes que tener un pase para poder entrar.
—Pero lo he olvidado ahí dentro. —Exclamé ya con enojo.
— ¿Qué haces ahí? —Señaló el set de grabaciones.
— ¿Una de las actrices tal vez? —Señale como si fuera obvio.
— ¿Sabes cuantas personas me han dicho eso?
—Supongo que bastantes pero eso ya no es culpa mía.
—Mira niña, no quiero más problemas te pido por favor que te vayas. —Me indico como salir del lugar.
—Primero que todo no soy una niña tengo veintiocho años y segundo ¡trabajo aquí hombre! —Suspiré con cansancio.
¿Cómo era que se me había olvidado salir con las dos cosas importantes del set? Mi teléfono y mi pase de identificación se deberían de estar burlando de mí en el camarín que compartía con Lauren. Resoplé con evidente molestia, todo esto era culpa de Jeffrey y sus malditas bromas.
—Greg me matara si no estoy ahí en veinte minutos. —El guardia me negó el acceso otra vez—, ¿podrías por lo menos llamar a Norman o Jeffrey? Ellos me reconocerán.
—No molestes más por favor. —El guardia me miro con súplica.
Me senté en el piso, me sentía frustrada y enojada a la vez. Quería golpear a Jeffrey por decirme que había un gatito abandonado en la calle, sabía que los animales eran mi debilidad y se aprovechaba de eso.
—¿__________? —Andrew me miro desde su auto con duda—, ¿Qué haces acá?
—Dios, donde sea que estés ¡gracias! —Eleve mis manos al cielo.
— ¿Fumaste algo cariño? —Mire a Andrew mientras negaba.
—Jeffrey me dijo que había un gatito abandonado y me he olvidado de traer mi teléfono y el pase. —Solté un suspiro y Andrew rió.
—Entra conmigo, quiero ver como golpeas al estúpido de tu novio.
— ¿Hay problemas con la muchacha Andrew? —El guardia se acercó mirándome con enojo.
—No Tommy, entrará conmigo. —Andrew sonrió amablemente.
—No tiene pase...
—Es mi compañera de trabajo, tranquilo.
El guardia asintió y yo me despedí con una sonrisa falsa.
—Un honor hablar contigo Tommy.
Me subí al auto de Andrew y solté un suspiro de cansancio.
—Dejaré a Jeffrey sin hijos con el golpe que le daré. —Mire a mi amigo que se estaba riendo.
—Quiero ver eso.
Ambos bajamos del auto y comenzamos a caminar hacía el set bajo el intenso calor que nos ofrecía Senoia.
— ¡Ahí estás! —Greg se acercó.
—Me quedé fuera y no tenía el pase ni el teléfono para poder entrar. —Me encogí de hombros.
— ¿Cómo quedaste fuera?
—Jeffrey me dijo que había un gatito abandonado. —Rodé los ojos y ambos rieron—, no es gracioso.
—Acéptalo, si lo es.
—Ya, bueno si lo es.
—Los quiero a ambos en el set de Alexandria ahora. —Asentimos y luego comenzamos a caminar en dirección al lugar que nos indicaron.
—Ahí esta Jeffrey. —Andy me susurro.
— ¿Dónde?
—Ahí a un lado de Norman. —Me señalo discretamente.
Mire a mi novio que se encontraba conversando tranquilamente con Norman, agarre una de las botellas con agua y comencé a caminar en su dirección. Norman que había notado mi presencia se quedó callado y formo una sonrisa que supo ocultar. Diez segundos después me encontraba mojando a Jeffrey con una sonrisa de satisfacción en mi rostro.
—La venganza es un plato que se sirve frío. —Murmuré.
—¡___________! —Jeffrey se levantó y me miro con sorpresa.
—Me quede fuera por tu culpa, idiota. —Lo golpee con suavidad y él rió.
—Eso te pasa por despistada. —Sonrió y se acercó dejando un beso en mi frente.
—Bueno si, pero no me hubiera pasado si es que no me chantajearas con los gatitos abandonados.
—Ya, lo que pasa es que si había un gatito.
Jeffrey se alejó para ir a su camarín, lo miré con duda. Segundos después apareció con un gatito en sus brazos. Solté un grito ahogado y corrí en dirección a mi novio.
— ¡Un gatito! —Quite al gato de los brazos de Jeffrey y comencé a jugar con él.
—Se llama Bucky. —Me miró con una sonrisa—, hace unos meses dijiste que querías un gato para poder llamarlo Bucky. Me gusta cumplir tus deseos.
—Jeffrey, eres el mejor novio. —Lo miré con lágrimas en los ojos y me acerque para dejar un beso en sus labios.
—Te adoro con mi vida preciosa.
—Y yo a ti. —Sonreí.
Jeffrey se acercó para poder abrazarme a mí y a nuestro pequeño bebé.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro