Capítulo 05 - Final
Jisung paseaba por los pasillos de la escuela echando un vistazo a cada uno de los chicos que pasaban, buscando a Minho, Seungmin o incluso Bangchan.
Ya hacía casi dos días que no veía al castaño, y el chico tampoco había intentado comunicarse con él. Había intentado preguntarle a Seungmin si sabía algo de Minho, pero su amigo siempre le cambiaba el tema o simplemente ignoraba su pregunta.
No hace mucho que se había dado cuenta que sus sentimientos hacia el chico ya no se basaban en un simple "gustar". Y es que todo el tiempo que había compartido con él fue suficiente como para hacerlo caer en un precipicio del que dudaba poder salir. Y es que se había prometido innumerables veces que no se iba a ilusionar con Minho, pero esa promesa se hacía cada vez más vacía mientras más lo conocía.
El chico le había dicho el lunes que había ido a su casa, y también tuvieron la mejor experiencia sexual de la vida en el auto de Minho, que se verían al día siguiente, pero no fue así. Ahora era viernes y el chico no había dejado ni rastro de vida.
Soltó un suspiro rendido y decidió entrar a clases. Si Minho lo estaba evitando; pues bien, no se ocultaría de él para siempre. Si Minho había decidido que dejaría de lado su extraña relación; pues vale, pero él no se rendiría tan fácil. Con ese pensamiento entró finalmente a su clase.
Gracias al cielo las clases pasaron con regular rapidez, y si era honesto, no había prestado ni un poco de atención en ninguna. Su mente había estado todo el maldito tiempo pensando en que iba a hacer respecto a Minho. No sabía que tan malo sería ir hasta su casa a hablar con él o si se vería un poco desesperado. Pero es que lo estaba, estaba desesperado.
Ya cansado, empezó a caminar hasta su casa, queriendo evitar a Seungmin, que a pesar de no decirle nada, se notaba que estaba preocupado. Apenas llegó, subió rápidamente hasta su cuarto y se tiró en su cama. Estaba triste, era la primera vez que empezaba a sentir algo por alguien y su corazón nunca se preparó para ello.
Paso toda la tarde encerrado en su cuarto, no saliendo ni para comer. La única forma que obtuvo el mundo para que se levantara fue con un mensaje de su mejor amigo.
Minnie 🐶
"Vístete, paso por ti en 5 minutos. Y no tienes de otra, si no bajas tú, te bajo yo."
Con pesadez se levantó de la cama y caminó hacia su armario donde sacó un enorme suéter gris destejido, se acomodó su desordenado cabello y finalmente tomó la chaqueta deportiva que había dejado Minho y bajó, avisándole en el proceso a su madre que saldría sin llegar a dar explicaciones.
Apenas salió de su casa pudo distinguir el automóvil rojo chillón de su mejor amigo aparcado en la calle. Sin siquiera avisar abrió la puerta del copiloto y entró al carro, captando la atención de su amigo que había estado centrado en su celular antes de su llegada.
— Puedes explicarme ¿qué es lo suficientemente importante como para sacarme de mi cama un día viernes? — le reclamó, mientras Seungmin prendía el motor del auto y empezaba a manejar.
— Si, hola, ¿Como estás? Yo bien — contestó su amigo con burla — Por cierto, linda chaqueta, no te la había visto. Pero ¿piensas ir así vestido?
Jisung simplemente rodó y decidió ignorar los reclamos de su amigo.
—Estoy aquí a la fuerza, no voy a ninguna cita, da igual como me vista. Ahora, vuelvo a preguntar ¿qué es lo suficientemente importante como para sacarme de mi cama un día viernes?
— Channie salió de viaje y su casa está sola. Me pidió que fuera a revisar unas cosas mientras él está afuera — aclaró — y tú me vas a ayudar.
Quiso preguntar porque el extranjero no se lo había pedido a Minho, pero suponía, que igual que las veces anteriores, Seungmin no le respondería; así que simplemente se tragó la curiosidad.
A los pocos minutos su amigo ya estaba aparcando en la enorme casa de Bangchan. La luz iluminaba ligeramente la acera y desde el carro se notaba perfectamente que el lugar se encontraba vacío.
— ¡Rayos!
Jisung volteó a ver a su amigo quien buscaba algo de manera desesperada en su mochila.
— ¿Qué pasa, Seungmin?
— No encuentro las llaves de la casa, creo que las dejé — dijo con tono de frustración — ¿Puedes ver si está abierta la puerta trasera mientras busco en la guantera?
Jisung quiso replicar, pero en ese momento su ánimo estaba tan caído que ni para eso tenía ganas; así que simplemente bajó del auto y empezó a caminar hasta la parte trasera de la casa. El lugar estaba mucho más oscuro que la parte delantera, tan solo iluminado por una tenue luz que desprendía una farola en la esquina del jardín. A tientas caminó hasta la puerta de cristal y tomó la manija haciendo esfuerzo para moverla, sin embargo, por mucha fuerza que utilizara, no parecía funcionar.
Estuvo a punto de gritarle a Seungmin que la puerta estaba cerrada; pero antes de siquiera poder abrir la boca la luz que desprendía el farol se apagó dejando el lugar totalmente a oscuras. Por puro acto de reflejo, Jisung corrió nuevamente hasta la puerta intentando abrirla con la desesperación que le generaba el miedo; de un momento a otro el lugar se empezó a iluminar con un gran esplendor que hizo al joven voltear.
Grande fue su impresión al notar todos los arboles del jardín decorados con luz estilo navidad de color blanco, y entre ellos estaba una pequeña mesa decorada con unas rosas rojas junto a una carta posicionada elegantemente en el centro.
Jisung empezó a caminar hasta la mesa y tomó el sobre, abriéndolo. La caligrafía no era ninguna que reconocía, pero el olor que desprendía le era bastante familiar. A Minho.
Para mi Inocente Chico:
Jisung, se que no nos conocemos desde hace mucho y que para ti era tan solo un chico más, y la verdad me encantaría decir que pensaba lo mismo de ti, pero eso sería una mentira.
Y es que siempre has estado en mi mira, siempre había estado pendiente de ese inocente joven que se encontraba a lado del novio de mi mejor amigo. Ese joven hermoso e inteligente que siempre me sonreía cuando lo veía, ese que se sonrojaba cuando le contaban historias subidas de tono y miraba a todos avergonzado. No sabes lo idiota que me sentía cada vez que intentaba acercarme a hablarte y al final terminaba huyendo como un cobarde, y empeora el hecho de que el único medio que tuve para que me miraras era cuando buscabas perder aquello que a mis ojos te hacía sumamente especial. Aunque para mi siempre serás mi chico mas especial.
Si te soy honesto, en todo este tiempo que hemos pasado juntos he sentido que eres demasiado para un chico como yo, y es que no te voy a mentir, siempre me has gustado Jisung. Desde el momento en el que me sonreíste por primera vez hasta ahora, en el que espero que todas tus sonrisas sean solo para mí; sé que tal vez te sonará un poco egoísta, pero después de haberte esperado por tanto tiempo no quiero compartirte con nadie.
Fue demasiado tarde el momento en el que me di cuenta que he caído totalmente por ti, me has enamorado Jisung. Todo de ti me fascina, tus expresiones, tu abierta y alegre personalidad, lo hermoso que eres, la forma en el que se achican tus ojos a reír, y especialmente esa sonrisita tan abierta que le envías a todo el mundo cuando estas feliz. Deseo ser yo quien te haga sonreír así todos los días.
No puedo obligarte a amarme, y tampoco pretendo hacerlo, pero si puedo llegar a enamorarte, quiero que dependas de mí, quiero ser el único en tu vida. Así que Han Jisung, mi dulce e inocente chico ¿Quieres ser mi novio?
Atte: Le Minho, el chico al que traes loco.
— Entonces ¿Qué dices? ¿Estás dispuesto a ser solo mío?
Jisung se giró encontrándose a Minho, su desordenado cabello ahora se encontraba perfectamente peinado de lado y llevaba puesto un hermoso traje negro que lo hacía ver condenadamente sexy.
Sin dudarlo ni un poco, corrió hasta los brazos del chico dándole un fugaz beso.
— ¡Sí! ¡sí! ¡sí!
No iba a negar que la emoción dominaba su cuerpo de gran manera, y es que toda esa semana había pensado que Minho simplemente se había cansado de él, por eso el hecho de que el chico le hubiera pedido ser pareja oficialmente lo ponía en exceso feliz. El castaño por su parte, tomó a su ahora novio de las mejillas y lo besó, intentando transmitirle esos sentimientos que se había guardo durante todos esos años; y Jisung no pudo hacer otra cosa más que corresponderle, dándole a entender al chico que, al igual que él, lo amaba.
— ¿Eso significa que eres totalmente mío? — preguntó Minho apenas se separaron.
— En realidad ya lo era desde hace mucho.
FIN
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro