16 - [I]
[♥] - Lunes, 28 de marzo de 2010
Chaewon sintió que apenas había dormido unas cuantas horas cuando volvió a despertarse. Esta vez, escuchó el apurado andar de alguien dentro de la habitación y luego el maniobrar de la manija en la puerta. Apenas pudo levantar el antifaz de sus ojos para notar la puerta cerrándose. En la penumbra de la madrugada, vio el sofá vacío y a Taehyung profundamente dormido a su lado.
Jungkook se había ido.
La siguiente vez que despertó fue por el pesado brazo de Taehyung aterrizando sobre sus costillas lo suficientemente fuerte para hacerla quejarse de dolor. Lo codeó para apartarlo, pero el chico poco se movió. Cuando se quitó el antifaz de una vez por todas, la habitación estaba clara y resplandeciente por la luz que se colaba entre las persianas.
—Oye —Volvió a codear a Taehyung y ahora notaba el dolor de cabeza que amenazaba con aparecer justo entre sus sienes. Molesta, tomó la almohada bajo la cabeza del chico y con la misma asestó dos golpes nacidos de la indignación y la venganza. Oh, no, ese chico no dormiría como si no hubiese arruinado su noche entera—. ¡Despierta!
—Hey, hey —Fue el turno de Taehyung de quejarse, por la luz, por la aguda punzada en su cabeza y por los almohadazos.
—¡Eres un sinvergüenza! ¡Cómo pudiste! ¡No tienes decencia! ¡No necesitaba...! —Y con cada histérica exclamación, venía otro almohadazo. Taehyung gimoteó rodando fuera de su alcance, de repente recordando dónde estaba y todo lo que había sucedido la noche anterior. Tuvo unos instantes de miedo al pensar que Jungkook estaría escuchando la conversación y su primer impulso fue cubrir la boca de la chica presionando una mano en su cara sin delicadeza alguna. Pero la puerta del baño estaba abierta, este estaba vacío, y ellos estaban solos en la habitación.
—Baja la voz —siseó Taehyung—. Jungkook podría escucharte. —Y se sentiría herido, o dolido, si escuchara algo de eso.
—Él se fue, bastante temprano —rebatió Chaewon no dispuesta a ser silenciada. Sus uñas quedaron clavadas en la piel de Taehyung luego de arrancar su mano lejos de su cara. ¡Él seguía preocupado por Jungkook cuando la víctima era ella! Iba a matarlo.
—¿Se fue? —preguntó el pelinegro, sintiéndose avergonzado por sonar sorprendido. Y decepcionado. ¿Por qué siempre se iba?
—Temprano —repitió Chaewon con obviedad; pero ese rastro de tristeza colándose en las facciones del pelinegro la obligó a calmarse un poco. Solo un poco.
Con un suspiro, Taehyung volvió a recostarse en la cama, esta vez tomando la almohada para gritar contra ella unos segundos. Cuando descubrió su rostro, volvió a suspirar.
—Lo siento por lo de anoche —musitó sin lucir como si lo sintiera en absoluto. La chica lo miró como si quisiese estamparle otro almohadazo—. En serio lo siento. Te juro que le dije que no, pero...
—¿Te obligó? ¿Ese chico te obligó? —Airada, ella se levantó de la cama para salir por la misma puerta que ese tal Jungkook a decirle un par de cosas y su pobre impulso se volvió fútil cuando la mano de Taehyung se cerró sobre su muñeca, lanzándola de vuelta a la cama.
—No. Él nunca... haría algo así —resolvió decir, un poco tímido. Incluso la noche anterior en el sofá recordaba perfectamente esos cortos instantes donde había buscado su mirada para asegurarse de que podía continuar. El recuerdo lo hizo volver a cubrirse la cara con la almohada—. Lo siento de verdad; es como si no pudiéramos mantener las manos lejos del otro cuando nos vemos.
Al quitarse de encima la almohada nuevamente, Chaewon descubrió algo que jamás había visto: Taehyung con la cara del color de una cereza.
Pero una procesada. Una real sería preocupante.
Vencida, Chaewon también se recostó con un suspiro y ambos quedaron mirando al techo. Al menos ahora sus palabras se escuchaban bastante honestas.
—Parece que en serio te gusta.
—Cállate. ¿Crees que me gusta sentirme así?
Ella hizo una mueca.
—Ahora entiendo lo que decías —murmuró, sintiendo que Taehyung necesitaba escuchar lo que iba a decir—. Ese chico es peligroso. Es un hijo de puta.
—¿Qué? ¿A qué te refieres?
Taehyung la miró, y ella cerró los ojos. Nunca pensó que se encontraría en esta situación con su ex. Y ellos habían pasado por un millar de situaciones muy incómodas.
—¿Ustedes han hablado del tipo de relación que tienen? —preguntó.
—No. Para empezar, no tenemos una relación.
—Formal —lo corrigió Chaewon—. Así que, excepto por... mí, ¿nadie sabe que ustedes están... saliendo?
—Sabes que no.
—¿Y él sabe que yo sé que ustedes están saliendo?
—No —respondió Taehyung, sin entender su punto. Y ellos no estaban... saliendo. Tenían buena química en la cama. De ahí para allá, eran un completo desastre.
—Taehyung —Chaewon abrió los ojos y también lo miró—. ¿Entiendes que lo de anoche... lo hizo para tratar de humillarte?
Un pesado silencio se hizo entre ellos y cuando Taehyung volvió a mirar al techo fue el turno de Chaewon para incorporarse.
—Ese chico no es ningún estúpido, Taehyung; tampoco un chico dulce e inocente. ¿Qué ganaría él de que yo, o alguien cualquiera, lo encontrara teniendo sexo contigo? Él no tiene nada que perder. Todo el maldito pueblo habla de que el hijo del contador es gay. ¿Pero tú? —apremió. Taehyung tragó pesado y su cara era más bien la de alguien que está a punto de hacer un berrinche. Oh, esas palabras no le estaban sentando bien.
—Vale. —Sí, él no escucharía. Su mandíbula tensa y ceño fruncido al cielo le dijeron a Chaewon que era momento de callar.
—Piénsalo. Y ahora Jungkook se ha ido —señaló—. Dejándote a tu maldita suerte con el lío que hizo anoche. ¿Qué pasaría si yo fuese por todo el pueblo gritando lo que sé?
Se levantó de la cama dejando la pregunta en el aire y Taehyung la siguió con la mirada; parecía que quería lanzarle dagas con los ojos. Oh, ella no se atrevería.
—Voy a bañarme; luego iremos por tu moto. Papá va a volverse loco si se entera que estuvieron aquí anoche.
[♥]
Jungkook se detuvo frente a la entrada de su casa con una mueca. Las ventanas aún seguían cubiertas por bolsas de basura y aún no había rastro de sus padres. Por lo que sabía, también estaban alojados en un hotel en la ciudad; o algo así le había dicho su madre. Gracias a eso la búsqueda de un nuevo lugar estaba temporalmente en pausa; en la soledad de su casa, sentía paz y tranquilidad.
Apenas puso un pie en su interior escuchó un auto aproximándose. Con curiosidad vio que se trataba de la patrulla de policía del pueblo. Pensó que seguirían de largo por la calle, pero en realidad se detuvo junto frente a él.
—Alguacil Kim —reconoció al hombre apenas bajó del asiento del copiloto. No traía acompañante—. ¿Se le ofrece algo?
Con ambos pulgares enganchados en su cinturón el hombre caminó hacia él, dándole un asentimiento a modo de saludo.
—La esposa del contador solicitó una inspección a la propiedad. Teme que esos vándalos vuelvan a hacer de las suyas —dijo con un tono agrio. A Jungkook se le antojó un poco forzado el momento. Su madre ni siquiera había intentado llamar a su teléfono. ¿Por qué hablaría con la policía?
—La casa está bien —murmuró Jungkook con obviedad. ¿Qué más podían hacer Ji-ho y su triste pandilla? Dudaba que su padre hubiese cooperado con ellos. Y si esperaban encontrar alguna caja fuerte detrás de un cuadro, también perderían su tiempo.
—Haré una inspección —insistió el hombre, haciéndose paso junto a él hacia el interior sin haber sido invitado. Jungkook sacudió la cabeza con un bufido. Qué más daba. No encontraría nada.
Cerró la puerta detrás de sí y su cuerpo no reaccionó lo suficientemente rápido cuando sintió las manos de aquel hombre empuñándolo por la camisa. Lo siguiente que supo fue que su cara se comió un buen puñetazo que lo mandó al suelo por la sorpresa, golpeando su cabeza contra la fría baldosa del suelo.
—¿Cuántas veces tengo que decirte que te alejes de mi hijo? —escupió Kim con asco.
—¡Agh! —Apenas pudo entender lo que estaba pasando y cubrir su cara cuando el segundo puñetazo asestó directo a su sien.
—Te vieron dejando el pueblo con él ayer. ¿Adónde fueron? ¿Dónde está?
Jungkook no era un pelele. De verdad que no. Pero estaba drenado de energía, mareado por el golpe y privado de sueño, por lo que fue vergonzoso cómo el viejo alguacil lo levantó sobre sus pies agarrándolo por el cabello, mismo que parecía odiar con todas sus fuerzas porque lucía como si quisiera arrancarlo. Además, Jungkook estaba seguro de que se metería en un lío si respondía a los golpes.
—Maldito maricón. Deja de buscar a Taehyung.
—Ja —Fue un jadeo y una risa al mismo tiempo. Jungkook sonrió entre el dolor—. Señor, su hijo es quien no deja de buscarme a mí.
Y aunque estaba preparado para el puñetazo final, no fue menos doloroso. El castaño gruñó cubriendo su nariz cuando cayó de rodillas; el alguacil abrió la puerta y escupió algo asqueroso desde su garganta en el suelo frente a él.
—Ni se te ocurra llenar una denuncia. Te prometo que te arrepentirás —sentenció el hombre antes de marcharse en su patrulla. Jungkook sintió las gotas de sangre caliente humedeciendo su labio y rápidamente se convirtió en un caudal que manchó el piso y su camisa. Mierda. Todavía tenía unos nudillos de acero ese viejo decrépito.
Se levantó con un alarido. Maldita sea. Ni siquiera bromeaba. ¿Acaso fue él quien se apareció campante una noche en el autoservicio a proponerle cosas indecentes? No. ¿Así que por qué estaba recibiendo la paliza? Como si su día no pudiera empeorar más. Tuvo que levantarse a ver la dulce pareja durmiendo plácidos en la cama del hotel y ahora el viejo policía decidía que era buena idea practicar boxeo con él.
Al llegar al baño escupió sangre en el lavamanos y lavó su cara profusamente por varios segundos. La imagen que le devolvía el espejo era deplorable; ahora podía ver la herida en su ceja y su labio partido; esperaba que su ojo no decidiera adoptar un color del arcoíris.
Desde su llegada al pueblo su vida no hacía más que sentirse como una tragedia. Odiaba ese lugar.
Puso hielo en la misma camisa que acababa de quitarse y lo presionó contra su nariz mientras se recostaba en el sofá. La peor parte era que en la noche tendría que volver al trabajo, como si nada. También estaba aburriéndose de eso. Con el salario de los siguientes dos meses, era hora de empezar a buscar algo nuevo en la ciudad.
Su celular sonó y el nombre de Taehyung apareció en la pantalla; pero no le contestó. Su llamada quedó en el listado de desviadas, junto a unas cuantas de Jimin. La segunda vez que llamó tuvo que tomar una enorme bocanada de aire antes de contestar.
—¿Sí?
—¿Por qué te fuiste?
Jungkook rodó los ojos. ¿Estaba reclamándole? No tenía un segundo casco. No habrían podido regresar juntos de ninguna manera.
—¿A qué mierda te refieres?
—Sabes a qué mierda me refiero.
Hubo un largo silencio en la línea. Solo escuchaba el ruido de fondo de la ciudad.
—¿Qué mierda querías que hiciera? —espetó Jungkook—. ¿Cómo podía ser tan cruel y despertarte si estabas tan cómodo en los brazos de la linda Chaewon?
—Oye, ¿qué? Solo dormía. No estaba en los brazos de na...
—Da igual. No tenías un segundo casco.
—Chaewon te habría acercado al pueblo. Ella...
Chaewon. Chaewon. Chaewon.
—Deja de nombrarla, ¿quieres? Me hartas. —Al diablo con ella. De hecho, si era posible, no quería volver a verla.
Taehyung calló abruptamente y Jungkook maldijo para sí mismo.
—No voy a dejar que me hables así solo porque estás malditamente celoso.
—¿Qué? —Jungkook respingó—. ¿Estás seguro de que tanto ego te cabe en ese cuerpecito tuyo? ¿De qué estaría celoso?
—¿Qué le pasa a tu voz? —preguntó Taehyung omitiendo su pequeño berrinche—. Hablas como un niño mocoso y agripado. ¿Te refriaste?
—Escucha. ¿Estás seguro de que deberías estar llamándome? Empezará a sonar Lady Gaga en tu teléfono si sigues marcando mi número.
—¿De qué mierda estás hablando? Muy bien, Jungkook, ¿me quieres decir qué está mal con...?
Irritado, el castaño colgó el teléfono y luego lo arrojó lejos. Si era posible tampoco quería verlo a él.
Relean el cap anterior porque necesito que absorban las emociones de cada suceso, todo fue fríamente calculado.
Alguien en instagram preguntó cuántos capítulos tendría. La idea es que sean 30, pero ya saben, divididos en partes.
Abro debate. Hasta el momento, who is the real problema here? Tae o Jk?
Sonrían~
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