92
Ese día, los chicos de la unidad organizaron una fiesta para ti,
aunque fue un completo desastre.
Cuando llevaron el pastel,
comenzaste a gritar.
Una enfermera tuvo que darte sedantes.
No podías controlarte,
no reaccionabas.
Mas tarde, recibí una llamada de ellos.
Así que fui a verte.
En cuanto me viste entrar,
me abrazaste,
y no paraste de llorar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro