29
Sé que no te gusta que lo mencione, pero...
Tus padres me amaban. Vaya que lo hacían.
Una de las muchas veces que te acompañé camino a casa, tu madre me ofreció quedarme a cenar.
Yo me negué.
Pero las dos insistieron.
¿Y qué podría hacer yo, un joven muchacho, en contra de dos mujeres Gautier?
No mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro