09: VIEJOS Y NUEVOS HÁBITOS
Sinopsis: No todas las amistades se transforman en amor, pero un gran amor está cimentado en una gran amistad.
[...]
Durante el verano de su primer año en Yuuei Denki organizó reuniones con sus amigos regularmente, esto incluía visitas a la casa de Kirishima, Sero, Ashido, e incluso Bakugou -pese a su renuencia-. Invitó a sus amigos a sesiones maratónicas de películas en su casa y los animó a visitar Shibuya tres veces ese mes. Tomaron el tren para viajar hasta la playa en un día memorable y él se quemó cuando olvidó ponerse bloqueador solar en la nuca.
El primer verano que Denki pasó en Yuuei fue un verano lleno de risas, amigos, planes, secretos... y Eijirou.
Eijirou estuvo ahí todo el tiempo, en grupo o a solas y fue cuando Denki se permitió aceptar que lo que sentía no era solo amistad. Cada vez que Denki se acuerda de ese verano se acuerda de la calidez y la comodidad, del secretismo que compartieron y de la felicidad. Ni siquiera los múltiples castigos de Aizawa por no haber entregado toda la tarea consiguieron matizar esa enorme satisfacción.
En contraste con esa época, el verano de su segundo año esta vacío. No hay planes, no hay reuniones, no hay amigos... excepto por Shinsou.
Sin fuerza para ir y enfrentar a Eijirou, renuente a dar explicaciones al grupo, Denki rechaza todas las invitaciones que recibe con una simple nota.
"Lo siento, tengo que estudiar. Aizawa me ha dado deberes extras y mis padres no están muy contentos con las notas del período anterior."
No es una mentira propiamente dicha, si fuera completamente honesto Denki admitiría que si hubiera querido salir se las habría ingeniado para salir, pero el dolor es demasiado intenso para seguir fingiendo. En su lugar ha adquirido la costumbre de tomar el tren hasta el departamento de Shinsou en donde se pasa todo el día haciendo la cosa que Denki se juró nunca hacer cuando era más joven: Terminar los deberes de verano.
Lo peor, como siempre, son los ejercicios de matemáticas.
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—Me salió dieciséis punto trescientos cincuenta y cinco.
—Mal.
—Ni siquiera has visto mi trabajo.
—¿Es el problema doce?
—Sí.
—Entonces está mal.
—¿Qué?
Kaminari se estira y espía sobre la mesa hacia la libreta de trabajo de Hitoshi.
—¿Vas en el treinta?, ¿cómo es posible que vayas en el treinta?
—Es inevitable cuando terminas el veintinueve y empiezas el que sigue.
Silencio, Hitoshi despega los ojos de su libreta y lo mira.
—¿Qué?
—Nada, sigo sin acostumbrarme a que tengas sentido del humor.
—No me disculparé por no reírme de tus bromas.
—Son graciosas.
—Para un preescolar.
Denki resopla, rueda los ojos y extiende la mano para arrebatarle la libreta en la que escribe.
—Hey
—Toma un descanso y trae algo para beber, déjame ver en dónde me equivoque.
Hitoshi obedece y cuando vuelve trayendo dos vasos de agua encuentra a Denki borrando la mitad de su ejercicio.
—¿Necesitas ayuda?
—¿Te parece que necesito ayuda?
—Siempre parece que necesitas ayuda.
—Y entonces para qué preguntas, ven aquí y explícame por qué rayos tengo que aprender esta mierda. Los héroes no necesitan hacer matemáticas complejas.
—Las necesitas si quieres tu título de héroe.
—Deja de ser un sabihondo y siéntate.
Hitoshi se sienta a su lado y durante la siguiente hora se dedica a explicarle paso por paso cada ejercicio mientras Denki gruñe, protesta y trabaja.
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Por desgracia matemáticas no es la única asignatura en la que Denki tiene problemas.
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—¿Te han mandado a repasar las últimas tres lecciones?, ¿por qué?
—Porque tengo que aprenderme doscientos kanjis nuevos y me fastidia.
—Esto debería ser fácil, solo es memorizar.
—¿Fácil? ¿crees que es fácil aprenderse doscientos kanjis para el verano?
—Solo tienes que aprenderte unos cinco por día.
—Voy retrasado por casi dos semanas.
Denki se cubre la cara con las manos y suspira, se retuerce, gruñe y cuando no oye respuesta aparta las manos y ve a Hitoshi cortando una hoja de papel en partes iguales.
—¿Qué haces?
—Tarjetas. Yo las uso para japonés e inglés. Te llevarás unas ocho a casa y las estudiarás por la noche y mañana te llevarás otras.
Denki guarda silencio, apoya la barbilla en su mano y lo mira.
—¿Qué?,—pregunta Hitoshi tras un momento de silencio
—A veces me recuerdas a Iida.
Un montón de papeletas cortadas se estrellan contra su cara lo que provoca que su risa estalle en sonidos altos y vibrantes.
—Empieza a escribir y deja de hacer comparaciones absurdas—dice Hitoshi cortando más papel.
Denki lo intenta, pero cada vez que se imagina a Hitoshi haciendo movimientos mecánicos con los brazos le entra una risa histérica que lo deja inútil por al menos quince minutos.
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Curiosamente literatura es una de las materias que Denki disfruta, no involucra aprenderse una lista de fórmulas, de palabras o de ejercicios, se trata de leer y escribir ensayos que básicamente son opiniones escritas. Y si hay algo en lo que Denki es bueno es en expresarse mediante cualquier medio.
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El calor del verano es intenso y lo único que consigue mantenerlo a raya es el aire acondicionado que trabaja a toda potencia para mantener el pequeño departamento lo más fresco posible.
En la sala reina un silencio casi absoluto, se oyen las bocinas de los coches, murmullos de voces y el constante zumbido del aire.
Tendido en el suelo de madera Hitoshi lee uno de sus libros mientras que Denki escribe en silencio y con frenesí. Cuando termina suspira y levanta su libreta como si contuviera el mejor secreto del mundo.
—¿Terminaste? —pregunta Hitoshi desde su lugar en el suelo
—Sí, y es de los mejores ensayos que he escrito.
Suspiro
—Veamos.
Aun sin moverse extiende la mano y Denki le pasa el cuaderno. De algún punto a su derecha Hitoshi toma una pluma roja y comienza a leer marcando de vez en cuando algún párrafo.
—Evita usar la misma palabra con una oración de diferencia. Tienes que ampliar tu vocabulario.
—No seas condescendiente, Shinsou, es el borrador, habrá muchas palabras repetidas. La primera versión siempre es así, no puedes cortar la creatividad pensando en que acabas de repetir una palabra. Dejas la idea salir y luego haces la edición.
—Ahora entiendo porque no tienes filtro cuando hablas.
—Oh, cállate, como si tu pensarás en todo lo que dices.
—La mayoría de la gente lo hace.
—Yo edito sobre la marcha.
—Pues esto necesita muchísima edición.
—Lo sé, usualmente necesito reescribirlo como cuatro o cinco veces, pero cuando tú lo revisas solo necesito hacerlo dos veces.
—Voy a empezar a cobrarte por mis servicios de edición.
—Hazlo y yo te cobraré por cada broma que te haga reír.
—Morirás pobre entonces.
—No si cada una las cobro a diez mil yenes... aja, ves, me debes diez mil yenes.
—No me reí.
—Pero sonreíste.
—No es lo mismo.
—Tienes razón, debo tener otra tarifa para las sonrisas.
—¿Vas a cobrarle a todas las personas que se rían?
—Solo a los difíciles.
—¿Cómo Bakugou? Quiero ver que lo intentes.
—No creo que Bakugou se ría con nada que yo le diga, verás él tiene un humor especifico. Cuentan las leyendas que una vez se rio con una broma visual o algo así, Todoroki nos contó pero no estoy seguro de que fuera real, podría haberlo imaginado, no sería la primera vez. He intentado enseñarle fotos de personas en trajes chistosos, diablos, he considerado conseguirme un traje para hacerlo reír y después chantajear- ves, ahora si me debes diez mil yenes.
—No vale, me rio porque acabo de imaginarme que vas vestido de Rodolfo el reno.
—¡Hey!
&
Pero trabajar en vacaciones es algo a lo que Denki se opone fervientemente y pese a que últimamente no se siente como él mismo, al final le resulta imposible seguir.
&
—Buenos días—dice Hitoshi apenas abre la puerta—¿trajiste el libro-?
—No—responde Denki sin hacer ademán alguno por entrar—no más tarea, ha sido suficiente. Me he pasado días encerrado haciendo tarea. Basta. Incluso mi madre me ha preguntado si sigo siendo su hijo o si me han secuestrado extraterrestres.
—¿Tu madre te ha preguntado eso?
—Esta misma mañana.
—No creo que tu madre te preguntara eso.
—¿Quieres la conversación? Fue más o menos así. 'Buenos días mamá' 'Buenos días, Denki, ¿vas a salir hoy?' 'Si, mamá' '¿A la casa de Shinsou?' 'Si, mamá' '¿El chico que te esta ayudando con tu tarea?' 'Si, mamá' '¿Es el chico nuevo que no conocemos?' 'Mamá, hay muchos chicos de mi escuela que no conoces' 'Cierto, ¿y por qué no lo conocemos?' 'Ya ves' '¿Y cuándo vamos a conocerlo?' 'A saber' 'Pero este es el chico que te está ayudando con tus deberes?' 'Sí, mamá, estamos haciendo tarea' '¿Todos estos días han estado haciendo tarea?' 'Sí' '¿Tarea? Bien, me parece bien, me parece excelente, ahora, ¿te sientes bien Denki' 'Claro' 'Es que siempre tengo que obligarte a que hagas tarea, y bueno, el cambio es bueno, no me quejo de eso, pero no sé, si no te conociera podría decir que me han cambiado de hijo' '¡Mamá!' '¿Qué? Es la verdad. Esto podría ser uno de esos casos dónde un extraterrestre suplanta la identidad de un adolescente de la tierra y se descubre porque le gusta hacer la tarea'... Ahora imagínate que tienes esa conversación a cinco palabras por segundo mientras tus hermanas gritan y el desayuno es una batalla campal donde toda tu familia habla al mismo tiempo y tienes tres conversaciones simultaneas. Y mientras tu madre te acusa de ser un extraterrestre tus hermanas no dejan de preguntarte por qué Kirishima no ha ido a la casa y tu hermano te pregunta porque no has ido a la playa.
—La imitación de tu madre es pésima.
—Estás perdiendo el punto, Shinsou. Mi madre tiene razón, esto de hacer la tarea no es lo mío.
—Pero tienes que hacerla.
—Y hemos hecho bastante, es momento de hacer otra cosa. Me niego a seguir trabajando si no alternamos con algo que no sea hacer tarea, leer y maldecir a las matemáticas.
Hitoshi duda y tras un momento pregunta.
—¿Qué quieres hacer?
En cuanto lo oye Denki entra en el departamento quitándose los zapatos en cuestión de segundos.
—Tengo una lista.
Y lo más sorprendente es que en verdad la tiene.
&
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Durante todos los veranos de su vida Hitoshi se la ha pasado mayormente solo. Su madre se toma una semana de vacaciones y aprovechan para salir al teatro, al cine, o de paseo, pero mientras crecía no tardó en entender que su caso era único y bastante diferente.
Aprendió que la familia de su madre no se había tomado a bien el hecho de que se convirtiera en una madre soltera ni que decidiera criar al hijo sola, así que perdieron el contacto cuando él solo era un niño. Cuando su quirk comenzó a manifestarse las amistades que aún tenía -aquellas que no juzgaban su situación familiar- se alejaron al temerle a su poder.
Después de varios intentos de amistad fallidos Hitoshi aprendió que el verano significa paz, tranquilidad y mucha autocontemplación. Conforme ha ido creciendo ha establecido rutinas y tareas que impiden que se aburra, aprovecha los calurosos veranos en habitaciones acondicionadas para ver películas antiguas o leer libros que compra de segunda mano. Y desde que decidió convertirse en héroe también ha añadido una rutina de ejercicio que lo mantiene distraído.
Ahora, el verano con Denki promete ser aún más extenuante que sus cuidadosas rutinas de entrenamiento.
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—No me gustó el final—dice Hitoshi estirándose en el sillón
—Sandeces, el final ha sido sensacional, lo que pasa es que no lo entendiste, pero se entiende una vez que ves el resto.
—¿Hay más?
—Es una saga, hay otras cuatro películas para ver.
—¿Y vamos a verlas?
—Por algo se llama maratón... si te has cansado de estar sentado podemos acomodar un espacio en el suelo. ¿Tienes un futón?
—¿Para los dos?
—Una colcha también sirve y almohadas o, ¿tienes almohadones?
—¿Ah?
—Si no, no importa, creo que también deberíamos tener palomitas, ¿tienes palomitas?
—Si
—Perfecto
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Pero las actividades de Denki no solo incluyen maratones de películas sin gracia o con demasiada sangre que Hitoshi encuentra extremadamente confusas, también involucra salir y relacionarse con el mundo.
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—Tengo calor.
—Mira allá, ¿quieres un helado?
—El helado me da sed.
—Tonterías, vamos por un helado.
De pie en una fila larguísima, bajo un sol inmisericorde, Hitoshi intenta no ceder ante la tentación de abanicarse con la mano; a su lado Denki no deja de hablar sobre sus helados favoritos, los sabores, y anécdotas relacionadas con helados. Es sorprendente lo fresco que parece, cuando Hitoshi lo mira solo ve hombros desnudos, pelo brillante y una sonrisa deslumbrante.
—¿Entonces?,—pregunta Denki y Hitoshi descubre que se ha quedado embobado
—No te oí, ¿qué?
—Vaya, es cierto eso de que detestas el calor.
—¿Existe alguien a quien le guste?
—A mí, lo prefiero que al frío.
—Si tienes frío basta con vestirse apropiadamente, en el calor no puedes quitarte la piel.
—Puedes refrescarte, comer helado, sandía, malteadas. Un refresco frío.
—Esas son excusas para-
—Calla, es nuestro turno.
Quince minutos después vuelven a estar bajo el sol con un cono de nieve. Denki renueva sus anécdotas y Hitoshi intenta no distraerse con sus dedos manchados de nieve derretida.
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En ocasiones Hitoshi se ve obligado a establecer un límite claro sobre cosas que no aprueba.
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—No
—¿Cómo que no?
—No, no quiero ir, no voy a ir.
—¿Por qué?
—Porque detesto la playa, detesto que la arena se pegue a todo, porque cuando vas sabes que tendrás que pasarte días sacudiendo tu ropa y tus cosas.
—Pero es el mar.
—¿Y? No voy a ir.
—Bueno, pues entonces qué tal la piscina comunitaria.
Hitoshi sacude la cabeza.
—Vamos, Shinsou, tenemos que broncearte, estás demasiado pálido.
—Estoy bien como estoy.
Denki frunce el entrecejo y Hitoshi está seguro de que ha dejado el tema. Se equivoca.
—Que te parece si hacemos ejercicio en el parque. No puedes negarte, es ejercicio y necesitas vitamina D.
—¿Entrenar bajo el sol del verano? Conseguiremos una insolación.
—Exagerado. Entrenar, mañana, empezaremos temprano para evitar el sol del mediodía.
—Diablos, ¿qué tienes tú con el sol?
—Es el sol, Shinsou, el sol. Tenemos que darle color a esa cara de leche que tienes. Eres guapo, si dejas de parecer vampiro te conseguirás una novia.
La idea hace rechinar algo en el interior de Hitoshi.
—Debes dejar de hacer eso.
—¿Qué?
—Decirle a la gente que es guapa.
—¿Por qué? Si son guapos deben saberlo.
—Necesitamos conseguirte un filtro vocal.
—Y a ti necesitamos conseguirte un filtro solar.
Hitoshi no quiere reírse, pero a veces no puede evitarlo.
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Por supuesto no todo es tarea o salidas, no son ejercicios o películas, lo principal es conocerse. La amistad es un intercambio continuo de información, opiniones y discusiones breves.
&
—Es mentira, oh, por favor, dime que es mentira.
—No leas eso.
Le arrebata el pequeño calendario que antes estaba pegado al refrigerador, pero en lugar de disculparse Denki se gira hacia él con ojos inmensos de color oro.
—¿Tu cumpleaños es el primero de julio?
—Es...
—¡¿Tu cumpleaños es el primero de julio?!
—¿Por qué sigues repitiéndolo?
—Porque intento entender por qué rayos no le dijiste a nadie que fue tu cumpleaños.
—No suelo celebrarlo...
—¿Por qué?
—No es mi costumbre.
—No, no, no, Shinsou, tendríamos que haberte hecho una fiesta. Tendríamos que haber comido pastel.
—No me gusta el pastel.
—No te- espera, qué. ¿No te gusta el pastel?
—No especialmente.
—¿Cómo celebras tus cumpleaños entonces?
—Mi madre se toma el día libre y me prepara una cena, a veces salimos. Como este año me mudé a los dormitorios no hice nada... no pongas esa cara, no es la gran cosa.
—No te gustan las fiestas entonces, ¿por eso no fuiste a la mía? ¡hey! Yo cumplo años dos días antes que tú.
—Eso creo.
—Bien, pues la próxima vez tendremos que celebrarlos juntos.
&
—¿Tienes cuatro hermanos?
—Uno mayor y tres más pequeños. El más grande es muy estudioso y siempre saca buenas notas, siempre me molesta porque las mías son más bien mediocres. Las gemelas son las más ruidosas y mi hermano menor es el único decente en la casa, el pobre es la víctima favorita de mis hermanas así que desconfía de todo lo que provenga de ellas. ¿Y tú? Ya sé que no tienes hermanos, pero primos o algo.
—Sé que tengo primos, pero no los conozco.
—¿No se llevan bien?
—Creo que no, mi madre nunca habla de ellos.
—Hablando de madres, la mía insiste para que vayas a cenar, quiere agradecerte por ayudarme con la tarea. Y también porque es una metiche y quiere conocer a todos mis amigos.
—¿Vas a invitarme a cenar?
—Sí, pero primero necesito prepararte para cuando conozcas a las gemelas, sería ruin de mi parte dejarte entrar en la misma habitación que ellas completamente indefenso.
—Puedo cuidarme solo.
—Pero no de las gemelas, créeme.
&
—Vaya, Shinsou, te pareces a tu madre.
—Eh, ¿gracias?
—No en la altura porque tú pareces sasquatch...
—¡oye!
—...pero si en el pelo y en todo lo demás.
—¿A quién te pareces tú?
Denki emite un suspiro largo y dócil.
—Mi padre es guapo, es de esos tíos grandes que parecen actores de cine, mi hermano saco su tamaño y su constitución y como el mundo me odia yo no me parezco a él, pero tampoco a mi madre aunque tengo su pelo.
—Tú no estás mal.
—Diablos, Shinsou, qué cumplido, vaya. "Tu no estás mal", lo voy a colocar en mi lapida. El mejor cumplido que le pueden hacer a un chico, no te creas... ¿por qué carajos te estas riendo?
—No lo sé.
Y realmente no lo sabe, pero se ríe.
&
—Los chicos han vuelto a escribirme, quieren que vayamos a nadar.
—¿No irás?
—No me siento con ganas de ver a Kiri.
—Tendrás que verlo al volver a clases.
—No es que vaya a esquivarlo para siempre, pero tengo la sensación de que si lo veo ahora voy a echarme a llorar, no sé, eso o me voy a confesar.
—¿No crees que debas decírselo?
—Dime la verdad, si tu estuvieras en mi lugar, si te gustará tu mejor amigo, serías honesto y se lo dirías. Le dirías que te gusta.
—Sí—eso es lo que Hitoshi dice y al mismo tiempo piensa: "No", fuerte y claro. No.
—Mentiroso
—¿Qué?
—Te he oído pensar.
—No puedes oírme pensar.
—Pues lo hice. Has puesto esa cara de no que siempre pones cuando te pregunto si quieres hacer algo y tu primer instinto es decirme que no, pero luego lo piensas y decides que tal vez no sea tan malo.
—¿Tengo una cara que dice todo eso?
—No te distraigas. Me has dicho que sí, pero has pensado no, ahora todo lo que digas sobre el asunto carecerá de valor. Dime la verdad, ¿te has enamorado alguna vez?
—Tal vez.
—¿Tal vez?
—Sí, tal vez, no lo sé. Había una chica que me gustaba cuando tenía diez años.
—¿Y?
—¿Qué quieres oír? ¿si me confesé?, Ningún niño a los diez años se confiesa. Y yo no iba a ser la excepción.
—¿Pero te gustaba o estabas enamorado?
—¿Qué diferencia hay?
—Carajo, hay un mundo de diferencia. A mi me gusta un montón de gente, pero me he enamorado solo un par de veces.
—Y me repito, ¿qué diferencia hay?
—Una cosa es reconocer que la gente es guapa, verlos y quedarte asombrado porque son bonitas, interesantes o divertidas. Si te gusta alguien no significa necesariamente que estés enamorado, son gente cuya belleza se reconoce. Por ejemplo, Uraraka es una chica bonita, Jirou también, no tan hermosa como Yaoyorozu, pero en gustos se rompen géneros. Bakugou es guapo-
—¿Crees que Bakugou es guapo?
—¿Tengo dos ojos de frente? ¡Claro que Bakugou es guapo!, que tenga una personalidad como leche agria es otra cosa, pero el chico esta bien dado. Tú eres guapo, Iida tiene su encanto, hasta Ojiro con su cara-
—Creo que sería más fácil preguntarte quién no te gusta del salón.
—Esa es fácil. Mineta. Es graciosísimo, pero ¿salir con él? No.
—¿Saldrías con un chico?
Por primera vez Denki se calla y durante largo rato guarda silencio. Finalmente suspira y responde con una voz tenue.
—Yo saldría con Kiri a dónde él quisiera. Y cuando me preguntó si me gustaban los chicos entré en pánico porque nunca lo había considerado, creí que era una cuestión única, pero no sé, nunca hubo otro chico que me gustara tanto como él, quiero decir, nunca he tenido problemas para reconocer cuando otro chico es guapo, que los ha habido... pero nunca he considerado enamorarme de uno.
—Hasta ahora.
—Sí, hasta ahora. Creo que no tendría problemas enamorándome de otro chico, pero lo cierto es que en este momento no puedo pensar en enamorarme de nadie. Kiri es el único que sigue aquí—Hitoshi lo mira tocarse el corazón—y a veces solo quisiera dejarlo ir.
—Lo harás.
Denki asiente en silencio.
—Ya lo hago, pero tengo miedo de que al verlo de nuevo el amor vuelva a pegarme con fuerza.
—Solo lo sabrás cuando lo veas.
—Sí, bueno, volviendo a nuestro tema, ¿te has enamorado?
Hitoshi lo medita cuidadosamente.
—Me han gustado personas, pero ¿enamorarme? No, creo que no... ¿por qué pones esa cara? No hagas esa cara.
—Shinsou~, ¿cómo son las personas te gustan?
—Ya sabía que ibas a empezar a preguntar, no te lo voy a decir.
—¿Por qué no?
—Olvídalo.
Denki insiste, pero Hitoshi resiste. Lo cierto es que nunca se ha parado a considerar cómo sería enamorarse.
Existen personas que se enamoran a primera vista, personas que se ven deslumbradas ante la belleza exterior; Hitoshi no es de esas personas, sí, puede apreciar la belleza física, pero en lo profundo de su corazón sabe que necesita algo más que unos ojos bonitos para dejarse seducir por la absurda idea del amor. Y lo cierto es que nunca ha creído que exista alguien capaz de ver más allá de su poder.
Nunca ha encontrado una persona que le guste físicamente y que lo haga reír, así que Hitoshi sigue convencido de que nunca se enamorará. Está segurisimo de eso.
[...]
n/a
Primero que nada:
¡Feliz Navidad!
No estaba segura de si podría publicar en estas fechas dado que ando ocupada pero hala, aqui estamos. Regalo navideño. Hay muchas actividades que me habría encantado poner en este capítulo pero si lo hacía iba a ser interminable así que bueno he escogido las más divertidas. Denki es divertido de escribir, como no tiene filtro cuando te imaginas su respuesta, esta siempre es larga, llenas de preguntas y cambios de tema y a veces es díficil seguirle el ritmo. Escribir un dialogo entre su familia seguro será una pesadilla, ya veremos.
Ahora, esta es la última actualización del año y nos veremos como hasta la segunda/tercera semana de enero. Así que guarden en su corazón que estos dos están disfrutando de un verano largo y enriquecedor y que volverán para enfrentarse a la escuela.
Espero que hayan pasado una excelente navidad. Y que el año nuevo les traiga fuerzas para sus proyectos y energía para iniciar actividades. Mucho ánimo y mil gracias por leerme y acompañarme en este fic que en un principio iba a ser corto pero que ha resultado tan divertido que sigue creciendo.
Gracias a cada uno de ustedes lectores que me acompañan con esta pareja nueva y que con sus comentarios enriquecen y alimentan mi cariño por esta pareja. Así dan ganas de escribirles más fics a estos dos.
También quiero comentar que Sou_ez nos ha compartido su imagen personal de las mamás Shinsou y Kaminari y ha sido tan encantadora que he decidido conservarla. Así que cuando vean la descripción de estas dos mujeres sepan que es ella quien nos ha dado una imagen mental.
Así pues feliz año navidad y que pasen un excelente año nuevo. ¡Saludos!
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