Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

05: MENTIRAS DE PAPEL

Me vengo arrastrando hasta aquí para dejar constancia que este capítulo tiene el doble de largo que los anteriores, por eso fue que no actualice ayer, que era cuando debía.

.

Sinopsis: Decir una mentira no es un acto único, junto a ella llegan más, las necesarias para mantener a la primera viva. 

[...]

Existen muchas clases de mentiras: Mentiras por omisión, mentiras piadosas, mentiras intencionales, mentiras compulsivas, mentiras hacia nosotros mismos... hay tantas y en rangos tan amplios que en ocasiones son difíciles de detectar.

Lo cierto es que todos mentimos en algún momento de nuestra vida. Mentiras que parecen simples: "Hice mi tarea" "No me importa" "Se me olvido"

Y hay otras que no lo son tanto: "Te quiero" "No me gustas" "No creí que te importara"

Denki tiene diecisiete años y no se avergüenza en admitir que ha mentido. Miente cuando no hace su tarea, cuando finge entender un problema para no sentirse estúpido... es plenamente consciente de que tendrá que mentir para esconder su crush y está dispuesto a todo con tal de conseguirlo.

Kirishima es su mejor amigo y planea proteger esa amistad cueste lo que cueste.

Sin embargo, su plan tiene dos fallos: El primero que las mentiras siempre crecen. Y el segundo que Eijirou Kirishima es su mejor amigo.

&

&

Lunes temprano, antes del inicio de clases.

—Bro, necesitas conseguirte un celular.

—Lo has dicho antes, Kiri... ¿qué pasó?

—El domingo Mina y yo fuimos al acuario y vimos a Mt Lady en acción, ¡Mt Lady!,

—Vaya.

—¿Vaya?, ¿es todo lo que recibo?, ¿qué paso con su fan número uno?

—Intenta despertarse..., lo siento, Kiri, espero que al menos me consiguieras un autógrafo.

—Mina lo hizo, mira—le extiende un pedazo de papel con una inscripción alargada y casi ilegible—suerte que ella llevaba papel o te habrías quedado solamente con la foto.

Eijirou le extiende su celular con la imagen de la heroína posando para la cámara mientras hace la seña de la victoria. Denki lo toma estudiando la imagen con atención. Mt Lady es una mujer preciosa, despampanante y exótica...

—¿Te gusta?

...alza los ojos y ve la sonrisa deslumbrante, la abierta expresión, los ojos amables, y su corazón se encoge dentro de él. Sonríe.

—¿Puedo mandármela a mi correo?

—Por supuesto.

Desliza los dedos por la pantalla del celular con una familiaridad que tal vez debería preocuparle, pero se limita a enviarse la foto por correo y cuando termina cierra la aplicación.

Error.

Lo recibe un fondo de pantalla a todo color. Una selfie de Eijirou y Mina sonriendo mientras aprietan sus mejillas uno contra el otro.

—¿Denki?

La mentira brota sola.

—Creo que debería comprarme un celular como este, ¿funciona bien?, aunque no sé si me gusta el tamaño de la pantalla.

Le devuelve el celular y escucha vagamente las explicaciones de Eijirou. Lo peor ocurre cuando Mina llega y entre los dos vuelven a relatarte su encuentro con Mt Lady. Denki sonríe y asiente, hasta que ve a Shinsou entrar por la puerta.

—¡Shin!,—grita, saltando de su lugar—¡Mira y envidia! ¡Tengo el autógrafo de Mt Lady!

Se queda con él hasta que el profesor Aizawa entra al salón y cuando vuelve ignora la expresión pensativa en el rostro de Eijirou.

&

&

Martes por la mañana, hora del almuerzo.

—Así que me dijo que no—dice Sero extendiendo los brazos con una expresión incrédula—Y cuando intente discutir me extendió mi castigo una semana más.

—Lo siento, tío—dice Eijirou—pero no debiste tapizar la puerta del baño con cinta.

—La broma era para Monoma, ¿cómo diablos iba a saber que Sekijiro-sensei iba a llegar en ese momento?

—Mala suerte—dice Denki—pero agradece que solo te castigaran dos semanas, si hubiera sido Aizawa-sensei ahora mismo estarías limpiando el baño con un cepillo.

—Como sea. El punto es que arruino mi viernes por la tarde, ahora no podré ir con ustedes a la exhibición en Yodobashi.

—Te traeré fotos—responde Denki sonriendo y de inmediato se gira hacia la persona sentada junto a Hanta—eh, Kiri, ¿después de la exhibición quieres ver una película? Escuche que se estrena El Legado de All Might.

—¡Claro!, pero prométeme que antes iremos a comer, a esa hora siempre me entra hambre.

—¡Es una cita!,—lo dice con una sonrisa inmensa y los índices apuntando hacia él lo que provoca que Kirishima se ría.

Junto a ellos Hanta suspira.

—Realmente quería ir. Ahorré durante un mes para comprar la entrada.

—¿Por qué no vendes tu boleto?,—sugiere Denki

—¿A quién?

—¡Ya sé!,—grita Eijirou—espera—saca su celular y comienza a teclear.

Menos de dos minutos después se oye un grito al otro lado del comedor, donde Ashido ha decidido sentarse junto a sus amigas para comer.

—¡Voy!

Eijirou la saluda desde lejos y aun sonriendo se gira hacia sus amigos.

—Ya está, te compro tu boleto.

—¿Vas a llevar a tu novia a una exhibición de videojuegos?

—¿Qué tiene? Mina también es fan.

—mmm, bueno, pues mis condolencias.

—¿Qué? ¿por qué?

—No hablo contigo. Se lo digo a nuestro amigo aquí enfrente.

Denki abandona su repentino silencio y parpadea cuando ve dos pares de ojos mirándolo fijamente.

—¿Qué?

—Mis condolencias—repite Hanta—te toca lidiar con los tórtolos.

—Esa es mi vida—dice Denki con una sonrisa sarcástica

—Ya sé, ¿por qué no invitas a Jirou para que vaya con ustedes?

—¡Una excelente idea!,—interviene Kirishima.

—Jirou no querrá ir.

—Seguro Mina puede ayudar—vuelve a sacar su celular y teclea con rapidez mientras Denki sacude la cabeza

—Kiri, espera, no creo que ella quiera ir. No le gustan esas cosas y si se lo pido me dirá que no...

—¿Aún te gusta?,—pregunta Eijirou serio, con el mensaje a medio redactar en su celular.

Es su expresión, consternada y curiosa, lo que hace que el estómago de Denki se retuerza dentro de él.

—Por supuesto que sí.

Eijirou sigue mirándolo, como si acabara de ver algo que no consigue comprender.

—¿Quieres salir con ella?,—pregunta Hanta con una sonrisa.

El corazón de Denki se desploma, tiene dos pares de ojos encima; la mentira brota sin esfuerzo.

—Sí

—Pues entonces es la oportunidad perfecta. Mina es su amiga, ella te ayudará.

Hanta le arrebata el celular y termina de redactar el mensaje. Eijirou sigue mirándolo y Denki finge mirar hacia otro lado, incapaz de sostenerle la mirada.

&

&

Miércoles por la tarde, cinco minutos después de la última clase.

—Tengo tiempo, ¿vamos a Nakano?

—¿Qué vas a comprar?

—No para mí, tú dijiste que querías un celular. Busqué y encontré que habrá modelos parecidos al mío en rebaja. Tal vez encontremos uno que te guste.

—Ah... mis padres siguen enojados porque perdí el celular que me regalaron y no me darán dinero para uno nuevo. Sigo ahorrando para comprar otro.

—Puedo prestarte si quieres, luego me lo devuelves.

—Eh... no, gracias, no quiero deberte dinero.

—Ja, no dices eso cuando te quedas sin pasta y tienes antojo de Tendon.

—Si, bueno, una cosa es deberte un almuerzo y otra diferente un celular.

—Denki, si lo necesitas es tuyo.

—No, úsalo para el regalo de cumpleaños de Ashido.

—A ella le gustará cualquier cosa que le dé.

—Ya, y por eso me hiciste recorrer Shibuya de arriba abajo buscando el regalo perfecto.

—Lo encontramos.

—Pues entonces cómpraselo, no seas un novio tacaño.

—¿Por qué no tomas el dinero y fingimos que es tu regalo de cumpleaños atrasado?

—No puedes darme un celular.

—¿Por qué no? Eres mi mejor amigo.

—No puedes darme un celular y no darle un regalo a tu novia. Si tanto lo quieres dale a ella un celular.

—Ella no necesita un celular.

—Y yo tampoco.

—Necesitas uno, ahora ya no te puedo localizar nunca, ya no podemos enviarnos mensajes y no hay quien me dé consejos cuando me entra el pánico la noche antes de mi cita con Mina. Las vacaciones de verano están por iniciar y cuando terminen los cursos extra nos iremos a casa. No te veré en casi un mes. Te necesito, bro, por favor consigue un celular.

—Tendré uno para navidad, mis padres me darán uno o yo compraré uno con el dinero que me dé mi abuela. Como sea. No tienes que darme un celular y no voy a tomar tu dinero.

—Navidad es en cinco meses, ¡cinco! Y llevas semanas sin celular. Todo un récord.

—No necesito uno, te veo todos los días y no puede ser que sigas entrando en pánico por Ashido, tiene que parar alguna vez.

—Denki, por favor, toma el dinero y compra un celular. Va a ser un mes aburridísimo si no me puedo comunicar contigo.

—Usa el correo o llama a mi casa.

—Pero...

—¡Kirishima!

Se atraganta con el nombre y se siente aún peor cuando ve la cara consternada de su amigo, porque siempre ha sido Eiji, a veces Eijirou; Kiri desde que sale con Ashido, pero nunca Kirishima.

Dentro de él se debaten dos emociones poderosas: La miseria y la culpa. No sabe cual es peor, ambas lo envenenan, lo llenan de ira y angustia. Intenta que no se le note, intenta contener las ganas de salir corriendo.

—Es mi error—murmura en voz baja apretando el asa de su mochila—Lo arreglaré yo.

—Lo siento.

Oírlo disculparse es aun peor. El corazón de Denki se hunde.

Se obliga a sonreír.

—El necio soy yo—y como va siendo costumbre, miente—además, si les ruego lo suficiente tal vez mis padres se apiaden de mí. Tengo que intentarlo.

Eijirou sonríe, aunque el gesto está por debajo de sus usuales niveles de alegría.

—¿Estamos bien?

Suena inseguro. Es algo que Denki ha descubierto a base de pasarse horas conviviendo, de compartir experiencias y sueños: Kirishima posee una veta de inseguridad tan imperceptible que muy pocos la han visto. Es una característica que Denki encuentra sumamente enternecedora, que despierta su deseo de abrazarlo, de consolarlo, de ofrecerle cariños y apoyo con el único objetivo de devolverle la sonrisa franca y la energía vibrante.

Fugazmente se pregunta si Mina conoce esa parte de él, y la pregunta lo hace avergonzarse de si mismo. Lo hace sentir egoísta.

Así que sonríe, todo dientes, ojos brillantes y pómulos altos, toma aire y le golpea la frente en un movimiento rápido e indoloro.

—Somos amigos—lo dice con una seguridad absoluta, como si esa fuera la única certeza del mundo... y de cierta forma lo es—aun si no tengo un celular. Y son las vacaciones de verano, organizaremos salidas con el grupo, iremos a nadar. Te pasarás todos los días escribiéndole a Ashido, saldrás con ella y después me escribirás correos kilométricos contándome hasta el último detalle. Y cuando menos lo esperes estaremos de vuelta en clases.

Eijirou asiente, su expresión insegura se desvanece lentamente.

—Ahora—dice Denki sin dejar de sonreír, enérgico y vibrante y lleno de infelicidad—¿tienes todo listo para la fiesta de cumpleaños de Ashido?

&

&

Jueves a mediodía, veinte minutos antes de la práctica vespertina.

—¿Estás bien?

Denki ha escuchado esa pregunta con anterioridad. La escucha siempre que se recupera de un cortocircuito masivo. Es una pregunta común que sus compañeros repiten como un hábito autoimpuesto. Su respuesta automática siempre ha sido elevar los pulgares y sonreír.

—Al ciento por ciento—suele decir.

Lo que no es común es oírla mientras se está cambiando en el vestuario, no mientras el resto de sus compañeros comienzan a salir y Eijirou lo mira con fijeza.

—¿Eh?, sí, por supuesto que sí.

La expresión de Eijirou no cambia, sigue mirándolo como si hubiera algo que le resultara extraño y no sabe cómo tratarlo. Para escapar de su inspección Denki se inclina y finge abrocharse sus agujetas.

—¿Qué pasa, Kiri?

—Antes me decías Eijirou.

Es una suerte que tenga la cara hacia abajo o no tendría tiempo de arreglar su expresión, pero lo hace. Denki se traga el susto, se endereza y le sonríe.

—Antes no tenías novia.

—¿Te molesta que salga con Mina?

—No seas tonto, claro que no, me refiero a que ella te dice Eijirou y es raro que yo también te diga así. Me conformo con llamarte Kiri. Ahora vamos, se hace tarde.

Pero Eijirou no lo sigue, tiene el ceño fruncido y sigue mirándolo como si no supiera cómo abordar el asunto.

—Kiri...

—¿Te gusta Mina?

—¡No!

La respuesta es automática, es un sonido seco, impetuoso que resuena en el techo alto. En cualquier otra ocasión Denki se habría reído de la pregunta, se habría tomado la situación con humor, pero su aterrada respuesta solo refuerza el aire de incomodidad que se respira en los vestuarios.

—¿Qué pasa?,—dice Eijirou con sus ojos curiosos, su expresión apagada—Últimamente... no pareces tú.

Denki prueba aligerar el ambiente.

—¿Crees que soy un extraterrestre?

—Denki.

Su nombre, la forma como lo dice, y su mirada, llena de gentileza, llena de preocupación por él; ambos son una bomba contra su corazón. Los pedazos caen y se entierran dentro de él.

—Últimamente me evitas.

—¿Te molesta que no pasemos tanto tiempo juntos?,—pregunta Denki aferrándose a su entereza—Porque tengo malas noticias, amigo, tienes novia, es obvio que vas a pasar tiempo con ella. Y aunque los quiero mucho, no me agrada verlos besuquearse a todas horas. Es como ver a mis padres.

—No me refiero a eso; a veces tienes esta expresión... no sé... a veces... a veces parece que estás llorando.

—¿Llorar? Creo que estás exagerando-

—Y ya no me cuentas nada. Sé que tengo una novia, pero eso no quita el hecho de que seguimos siendo amigos y... a veces desapareces. A veces te veo y sé que no estás ahí...

—Eso es-

—...pero no dices nada. Solo sigues como si nada.

—Estás imaginándote-

—Y pasas mucho tiempo con Shinsou. Siempre que te veo estás con él.

El destrozado corazón de Denki se recompone, se infla y el estúpido se llena de esperanza, franca y deliciosa esperanza.

—¿Te molesta que sea amigo de Shinsou?

—¡No!, claro que no. No estás entendiendo mi punto

—¿Cuál es tu punto?

—Puedes decírmelo, soy tu amigo. No hay nada que no me puedas decir.

—No entiendo-

—¿Te gusta Shinsou?, ¿es por eso qué tienes esa cara?, ¿por eso estás sufriendo?, si eres gay puedes decírmelo. Seré tu amigo sin importar lo que sea.

La maldita esperanza dentro de él muere tan rápido como una llama aplastada por una ola, pero la ola trae consigo tres emociones devastadoras: Pánico, ansiedad y miedo. El miedo es el mayor de todos.

—No me gusta Shinsou—su réplica es filosa y fría, y como va siendo costumbre, Denki miente, porque es más fácil que afrontar la verdad—A mí no me gustan los chicos.

&

&

El problema con las mentiras es que crecen, que llega un momento en que pierdes el control y te encuentras en una selva inmensa, perdido en el laberinto de las falsedades. Tras su declaración, Denki se halla en un bosque oscuro, cercado por el pánico, por el miedo de permitir que Eijirou continúe con su cadena de pensamiento.

Si piensa que me gusta Shinsou, pensará que me gusta él.

Y no importa que la idea sea descabellada, el miedo late y ruge y cobra vida. Así que Denki hace lo único que puede hacer. Mentir.

&

&

Jueves a mediodía, práctica vespertina.

—Jirou, ¿quieres salir conmigo?

&

&

Y las mentiras crecen, sus retoños brotan como mala hierba hasta asfixiarlo todo.


[...]

¡Hola!

No había puesto notas hasta este capítulo así que aquí van en grupo.

Primero que nada: Gracias por acompañarme en la historia. Está cosa es excesivamente drámatica, en compensación intentaré hacer otra pieza ShinKami más dulce y feliz.

En segunda: Mi intención no es alargar esta situación indefinidamente, pero como su nombre lo indica quiero hacer un viaje de aprendizaje, aceptación y superación, no solo para Denki sino también para Hitoshi. No quiero caer en el cliche de que el chico del corazón roto se lía con alguien para superar su crush y funciona convirtiéndose en el amor de su vida. Quiero que Denki acepte su bisexualidad y que Hitoshi no se infaute con la primera persona que le presta atención. Quiero que Denki aprenda que ser el mejor amigo de Kirishima no implica que las cosas deban seguir siendo como antes, tendrá que aprender a tomarse una pausa, y a darse cuenta de que su intento por mantner todo igual lo han llevado a hundirse en un pantano de mentiras que tarde o temprano estallarán. 

¿Cuánto me voy a tardar? Doce capítulos, todos con la misma longitud así que espero mantener el mismo ritmo de actualización.

La verdad es que este capítulo me costó porque sentía que Eijirou estaba siendo demasiado OCC, pero al final lo deje, lo revise y me dije "basta, si te gusta todo lo demás, adelante"

Entre mis notas el capítulo tenía un tono más ligero que esto, era más o menos así:

Eijirou: Estas bien, no has querido salir

Denki: ¿Crees que te estoy evitando?

Eijirou: ¿quieres contarme algo? Hace mucho que no hablamos.

Denki: No te estoy evitando.

Eijirou: Veo que eres muy amigable con Shinsou, ¿te gustan los chicos?

Denki: No me gustas tú

Eijirou Hablaba de Shinsou

Denki: he dicho que no me gustas tú.

Pero parece que en lugar de irme por la veta humoristica me he metido en el pantano del drama. Oh, dios mío.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro