79
Había tantas cosas por ver.
Tantos museos, palacios, jardines.
Y tú querías ir al Maldito Disneyland Paris.
Por alguna retorcida razón, accedí.
Incluso accedí a tomarme fotos con Mickey.
Y el pato con voz de fumador.
¡No puedo si quiera creer que hayas comprado playeras!
Pero no te importaban mis quejas.
Hacías lo que querías. Como todo el tiempo.
Y yo te seguía. Como todo el tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro