Las cosas entre nosotros no duran demasiado.

De verdad, somos como una verdadera montaña rusa.

Justo cuando mis labios llegaron a rozar los tuyos, algo me golpeó en la cabeza.

Era una dentadura postiza.

Y una señora muy enojada.

¡Creían que te estaba violando!

Fue cuando me di cuenta, de que las cosas nunca vuelven a ser como antes.

Solo hay dos opciones: que sean mejores, o peores.

Pero, con el simple hecho de escucharte reír sin parar,

sin ningún filtro, sin ningún interés, sin estar debajo de alguna máscara,

podrían ser mejores.