29
Me declaro culpable.
Yo también he ignorado a las maravillas frente a mis ojos.
Pero, ¿se considera ignorar cuando realmente estoy apreciando otra belleza?
Déjame decirle, señorita Lander,
que verla sonreír como una niña pequeña,
con esa emoción brillando en ese precioso par de ojos oscuros,
y la felicidad irradiando sobre los poros de tu piel,
me volvía loco.
Me estabas conduciendo a la locura lentamente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro