-ups- es todo lo que dije al darme cuenta que estoy desnuda ante el omega, el cuando cruzó mirada conmigo, agarró lo más rápido que pudo la ropa que tenia yo en mis manos y se fue a la primera puerta que vio en la habitación (que lindo) y que descarada que soy, no me imagino como estaré en mi época de celo con el olor a fresa a mi lado.

Me senté en mi nueva cama y observé cada detalle de la habitación, era algo digno de la realeza (el anterior alfa tenía buenos gustos) pensé mientras miraba el techo, era algo hermoso, toda la parte de arriba parecía contar una historia, habían lobos pintados y humanos a la par, un lobo en una esquina estaba besando a un humano...extraño pero puede pasar, recuerdo la primera vez que me transforme en mi forma lobuna, me sentía poderosa, además de que los alfas comunes miden dos metros y yo soy mucho más grande, mi forma lobuna fue hecha para ser líder y para imponer y eso se lo agradezco a la luna.

-ya me cambié al...¡¡No se a cambiado todavía!!- se tapó los ojos con sus manos para no verme desnuda. San Luna como fuiste capaz de crear semejante obra de arte. Mis ojos se lo comían de arriba hacia abajo, un hombre alto, cabello negro, ojos hermoso, y una piel ni morena ni blanca (que belleza) mi loba empezó a ponerse inquieta (tengo que controlarme)

-¿no te gusta como me veo fresita?

-n-no es e-eso, por favor póngase ropa...

-bueno lo intente.

(...)

-esto no es normal, un alfa y un omega durmiendo bajo las misma sabanas sin ningún tipo de lazo...sabes no es necesario que te vayas tan lejos de mi, con poner una almohada en medió de nosotros es suficiente.

-por favor...no estoy acostumbrado a dormir con alguien...

-aish, sólo porque es nuestra primera noche juntos te lo dejo pasar fresita, buenas noches.

-buenas noches...

-pero si cambias de opinión...

-Zzzzzzzz

-infantil.

(...)

-¡¡FRESITA!! ¡¡HORA DE LEVANTARSE!! TURURURURURURU ARRIBA SOLDADO- el ni se inmutó...no creo que no me escuche con tremendos gritos que estoy pegando, mejor me acercó mas a el.

-(susurro) si no te levantas ahora, no me hare cargo de lo que mi loba puede hacerte...

-¡¡YA ESTOY DESPIERTO!!

-jum, buenos dias fresita.

-buenos días Alfa...

-es hora de comer, así que será mejor cambiarse...

-Alfa...¿yo voy a comer aquí? No tengo problema con la comida del pueblo...

-comerás aquí, es una orden fresita, así que mejor levanta ese culo precioso que tienes, puedes agarrar cualquier ropa del armario, yo estaré explorando este lugar.

-como usted diga...

(...)

-buenos días su alteza- decían los guardias cada vez que pasaba al lado de cualquiera, vaya no pensé que ser el líder de la manada sería así, me asusta pero me gusta.

-mi señora es un gusto conocerla, soy Kim seokjin el cocinero personal del Castillo, y estoy a sus ordenes para cualquier cosa que usted deseé...claro de comida.

-(que olor tan peculiar a dulce, su olor se puede comparar a un pastel recién salido del horno, aunque también es más dulce) me alegra conocer a los que viven aquí, es un placer conocerlo chef seokjin.

-oh por favor sólo dígame jin su Majestad, chef seokjin es mucho para mi...¿no desea nada de comer?

-te diré mas tarde que voy a querer de comer, por el momento voy a dar una vuelta por el castillo para conocer cada puerta de este lugar.

-oh bueno...¿y que piensa hacer con la sala de los Omega? Digo el rey anterior casi sólo pasaba metido en esa sala, y nadie tiene permiso de entrar ahí.

-la sala de los Omega...voy a ir ahora mismo...¡Ah! Jin necesito que vayas a mi habitación y preguntes al omega que esta ahí que quiere de comer, te lo agradeceria mucho.

-como usted ordene mi reina.

(...)

Por alguna razón cuando estaba enfrente de esta puerta sentí un escalofrío correr por todo mi cuerpo, me convertí en mi forma lobuna para entrar a esta sala ¿porque tanto drama para una simple puerta? Con mi boca y mis patas delanteras abrí esa dichosa puerta de la sala de los Omega.

¿Que es esto?

Habían por lo menos unas treinta omegas en esa sala, y algunas estaban en malas condiciones, incluso llegué a ver unas omegas encadenadas. Camine silenciosamente por la sala inspeccionando cada rincón de esta sala, y entre más miraba esa sala más me daba asco.

-¿Disculpe...usted quien?- una lobita de cabellera castaño oscuro se acercó a mi con algo de miedo, supongo que mi forma lobuna se ve imponente, un lobo de tres metros viene a una sala llena de lobitas de medida de un metro sesenta, la verdad me encanta mi forma lubuna.

-Soy el nuevo Alfa de la manada, y vengo a quitar esta sala de mi castillo...- al instante todas las omegas me empezaron a rodear y a pedir que por favor no las saque del Castillo.

-¡¡SILENCIO!! Yo decido que hacer ahora con el castillo, y ustedes no tienen ninguna autoridad sobre mi, así que será mejor que me den una buena explicación para no querer irse de esta sala.

-nosotras no tenemos hogar...

-y no tenemos trabajo...

-tampoco tenemos dinero...

Escuchaba atenta a todas las quejas de las omegas aquí presentes, estuviera mintiendo si digo que no siento compasión y tristeza por estás omegas, se nota que el anterior rey le daba igual sus condiciones, estaban delgadas y no en el buen sentido, estaban sucias y se miraban cansadas, mire a mi alrededor y está sala era un cuarto con paredes rojas y un montón de colchones en el suele era el único mueble en esa sala.

-por favor...se lo suplicamos gran alfa, puede hacer con nosotras lo que quiera, pero no tenemos donde ir- una  Omega color rubia y ojos verdes se me acercó con esas palabras en su boca y se inclino ante mi, lamió mis patas de alfa y se quedó en esa posición...está Omega la conozco muy bien y me impresiona que era uno de los juguetes del antiguo alfa.

-bien...a partir de ahora trabajaran aquí en mi castillo, no las obligaré a hacer nada que ustedes no quieran, por ahora pediré que pinten está sala y traigan más muebles, por hoy les pediré que se queden en...en mi oficina, seguro ustedes conocen cuál es.

-se lo agradecemos de verdad- todas las omegas empezaron a llorar y a tirarse encima de mi en busca de que las consolara, todas eran muy pequeñas y tenía que doblar el cuello para verlas, mi instinto fue darles una lamida en la frente a todas en señal de protección, se podía decir que era un beso en la frente para los humanos. Todavía en mi mente estaba la tentación de utilizarlas como quiciera...pero mi cabeza me recordó algo...ya tengo decidido que fresita será mi Omega oficial.

Si encuentran algún error de ortografía me lo pueden decir sin pena :3

Esta historia no es muy complicada por lo cual se me hace más fácil escribirla que una foto una vida.

Aprovechando la cuarentena estaré escribiendo esta historia.

Gracias por leer 💜