Louis' POV

-¿Q-qué?- pregunté al aire.

Estaba sorprendido. Y enojado. Y también indignado. Era una mezcla de cosas que me hacían querer vomitar y arrancar cada pequeño y perfecto rizo de las cabezas de los hermanos Styles.

-¡¿Qué es esto?!- mi voz salió por demás aguda que lo estrictamente necesario para el caso, pero ahora eso ya no importaba.

-Eres tú- respondió Edward- ¿No lo ves?

-¡Sí!- repliqué, queriendo sacarle los ojos-. ¡Lo veo, ese es el problema!

-Aún no veo el problema- dijo Harry.

Dejé salir un sonido de frustración e intenté reprimir mis impulsos de saltar sobre los hermanos. En ése momento, volví a mirar la pantalla. Definitivamente era yo, desnudo, esposado a la cama y gimiendo; pero no recordaba eso, ¿cuándo había sucedido?

En ese momento, unas grandes manos se posan en mi vientre por detrás y unos labios y un piercing me rozan en la oreja. Edward estaba detrás de mí, respirando pesado en mi cuello. Sentía su erección presionar mi trasero debajo de la ropa, cerré los ojos. Mierda. El plug seguía pesando en mi ano. Doble mierda.

-Las ventajas de los somníferos...- murmuró en mi oído- Te follaríamos aquí mismo y ahora hasta que rogaras por misericordia, pero Marcy llegará en cualquier momento, y no queremos que encuentre un espectáculo.

-¿M-Marcy?- balbuceé. Todo su fuerte y tonificado cuerpo estaba pegado a mi espalda y su voz era profunda y rasposa. Eso me distraía. Su gran bulto estaba pegado a mi trasero y los gemidos se escuchaban por los altavoces, obviamente eran míos. Eso me distraía aún más.

-Nuestro hermano pequeño, Marcel- dijo, metiendo una de sus manos por debajo de mi camiseta y acariciando mi abdomen en lentos y sensuales círculos-. El último de los trillizos Styles.

Mi mente estaba completamente nublada, todo me distraía de mi deseo de desmembrar lentamente a los hermanos Styles y luego matarlos, pero al oír 'El último de los trillizos Styles' volví a la realidad y abrí los ojos. Un Styles más, uno más que va a aprovecharse de mi cuerpo y de mi situación. Otro más que va a jugar conmigo, de alguna manera extraña. Otro más, y punto.

En aquel momento, uno de los gemelos castaños con ojos de cachorrito, quizás James, apareció por la puerta.

-Señores, su hermano ha llegado- anunció.

-Gracias, Liam- por lo visto no era James-. Puedes retirarte- dijo Harry.

El sirviente hizo una pequeña reverencia, mirándome con un semblante extraño, quizá pena, y salió de la sala de proyecciones.

Intenté zafarme del agarre de Edward, retorciéndome, pero él sólo me tomó con más fuerza.

-¡Suéltame!

-No, tienes que venir a conocer a Marcel.

-¡No quiero! ¡Tengo suficientes con ustedes dos!- me revolví nuevamente.

-Tú lo has pedido, Louis- me levantó como si no pesara nada y me colocó sobre su hombro como un saco de harina.

-¡Bájame, imbécil!- pataleé, queriendo pegar a alguien.

-Recuerda que por todo lo que hagas mal, voy a castigarte esta tarde- amenazó mientras comenzaba a caminar. Pataleé de nuevo.

La imagen podría resultar graciosa al que la viera de lejos: dos chicos idénticos caminando por los pasillos de una mansión, uno de ellos llevando a cuestas a otro chico, el cual patalea, grita y maldice a los cuatro vientos.

-¡Los odio! ¡Los odio a ambos! ¡BÁJAME, CABRÓN!

En un momento, entramos a una habitación y tuve que dejar de patalear para no golpearme con el marco de la puerta. Sólo allí, Edward me puso de nuevo en mis pies. Bufé y me acomodé la ropa, con el ceño tan fruncido que dolía.

-Idiota- volví a decir.

Una pequeña risita se oyó delante de mí. Me crucé de brazos.

-¿Y a ti qué te sucede, estúpi...?- comencé a decir, horriblemente enfadado, pero cuando levanté la vista me callé.

¿Era un chiste? ¿o una bendición? El chico delante de mí era igual a Harry y Edward, pero demasiado distinto al mismo tiempo. Sentí mis ojos ir agrandándose de a poco mientras descubría al tercer trillizo. Estaba algo encorvado, pero sabía que si se paraba derecho sería igual de alto que los otros dos. Llevaba el cabello engominado hacia atrás y unas gafas de pasta gruesa enormes se posaban en el puente de su nariz, enmarcando sus ojos verdes, los cuales estaban tan abiertos como deberían estarlo los míos. Vestía con unos pantalones color caquí y un chaleco del mismo color sobre una camisa blanca que le quedaba algo holgada.

-H-hola- dijo tímido.

Parpadeé. Su voz era grave, pero curiosamente dulce, no se parecía en nada a la de sus hermanos. ¿O sí? ¿Acaso también él iba a obligarme a tener sexo?

-Te ha hablado, Louis- Edward me arrancó de mi burbuja, diciendo eso severamente.

-Hola- dije despacio.

-Soy Marcel- me extendió su mano.

-Louis- tomé su gran mano y la estreché con la mía, pequeña.

-Lo siento si mis hermanos han sido por demás groseros- dijo Marcel, luciendo casi avergonzado por el brusco comportamiento de Harry y Edward.

-Ni que lo digas- rodé los ojos y solté su mano.

-Louis- dijo la voz de Harry detrás de mí-. Vete a tu habitación, si quieres llama a Zayn, pero déjanos solos con Marcel.

Lo fulminé con la mirada, y también a Edward. Aún seguía furioso con ellos. Caminé hasta la puerta, sintiendo el plug moverse en mi interior, pero demasiado enfadado como para darle importancia. Pasé por la cocina para preguntar por Zayn, realmente necesitaba hablar con alguien, y él era ideal para escucharme, pero a quien encontré no fue a él, sino a mí. Mejor dicho, a mi gemelo, William.

-¿Will?- le llamé, inseguro. Él sólo bajó la cabeza y siguió lavando los platos del desayuno, en el cual yo no me había presentado- Will, por favor, mírame- dije, totalmente inútil-. Necesito hablar contigo- intenté.

Mi gemelo suspiró y giró la cabeza para mirarme. Su cicatriz seguía allí, haciéndome saber que no había sido una alucinación o un efecto de la luz.

-¿Estás demasiado ocupado?- pregunté.

Él negó. Yo asentí y me senté en una de las sillas de madera que se encontraban allí a esperar a que terminara de lavar los platos. Una vez que terminó, secó sus manos y se quitó el delantal que tenía puesto.

-¿Podemos subir a mi habitación? Sería mucho más cómodo que hablar en la cocina.

Él asintió. Ambos caminamos hasta alcanzar las escaleras, subimos y entramos a mi habitación. Cerré la puerta y me senté en la cama; palmeé el lugar a mi lado, instándole a sentarse allí. Will lo hizo. Una vez ambos estuvimos así, lo miré a los ojos. Eran azules, iguales a los míos, pero tenían un brillo de alerta constante.

-Hola- dije, intentando entablar una conversación.

Él sólo respiró.

-¿Eres mudo?- pregunté sinceramente, nunca lo había oído hablar. Él negó- ¿Por qué no me hablas?- negó nuevamente- ¿No puedes?- intenté adivinar. Él asintió- ¿Por qué no?- Will arqueó una ceja. Al ver que no comprendía lo que intentaba decirme, llevó una mano a su pelo e hizo una mímica de rizos- ¿Te han prohibido hablar?- pregunté. Negó y me señaló con el dedo- Creo que ya lo capto, no me hablas porque Harry y Edward no te permiten hablarme- finalmente, asintió-. No sucederá nada, estamos solos aquí- dije. Él señaló a la cámara de seguridad en una esquina del techo. Así que con los hermanos eso habían grabado el video-. Tengo una idea, cambiemos de lugares, tú estarás de espaldas a la cámara y podrás hablarme.

Lo pensó por un momento antes de asentir. Cambiamos de lugares y él me sonrió por primera vez.

Su voz sonó algo rasposa y rota, aunque también aguda como la mía, cuando dijo en una especie de susurro:

-Hola, hermanito.

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Hola!!!

Siento muchísimo no haber subido cap de 'Meow?' ni de 'De Nuevo En Tus Brazos', pero ya estoy escribiendo ambos capítulos y espero poder subirlos hoy ;)

Por otra parte, ¿qué les pareció el capítulo? ¿les gustó?

Jajaja I love ya' all

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Megakisses

Anto :*