Capítulo 4
Capítulo 4
Louis' POV
Luego de pensarlo unos momentos más me decidí por el chico al que había chocado el día anterior cuando salía del baño. Lo señalé con un dedo tímidamente.
-É-él...
-Zayn, a partir de ahora tu ocupación será hacer todo lo que Louis necesite; ahora deberás mostrarle la casa, excepto el cuarto... eh... especial de Edward, el del sótano- dijo Harry con un tono autoritario.
El aludido asintió levemente con la cabeza y murmuró:
-Sí, señor.
-Los demás, retírense y vuelvan a sus ocupaciones- ordenó Edward.
Los sirvientes obedecieron y volvieron a hacer lo que estaban haciendo antes de que los llamaran.
-Louis, si nos necesitas estaremos en el estudio, Zayn va a mostrarte toda la casa.
Asentí con la cabeza. Ambos hermanos abandonaron la sala y me dejaron solo con el moreno. Le extendí una mano amistosamente.
-Hola, soy Louis- dije con una sonrisa.
Él vaciló antes de tomar con timidez mi mano. La apreté un poco a modo de saludo.
-Soy Zayn.
Me mostró cada lugar de la casa, incluyendo la enorme alberca de agua climatizada, el gimnasio de Edward y Harry, la sala de juegos ultramoderna y el invernadero del trillizo que aún no había tenido el placer, nótese el sarcasmo, de conocer.
Le pregunté acerca del sótano, pero él se negó rotundamente a decirme algo sobre aquel lugar.
A la una en punto me dijo que los primeros dos hermanos me esperaban en el comedor para almorzar, lo que se me hizo raro, ya que los demás empleados no comían con ellos.
Efectivamente ellos estaban esperándome y me hicieron sentarme a la mesa. La comida ya estaba servida; estofado de ternera con verduras grilladas y jugo de manzana, sinceramente creo que los Styles tienen una pequeña obsesión con ésta bebida.
-Y... Louis, qué te ha parecido la casa?- preguntó Harry.
Le miré algo confundido, acaso creía que seguíamos con la misma relación, amistosa, que el día anterior?
-Es grande- dije secamente.
-Sabes lo que es la cera?- cambió de tema.
-Sí, la utilizan para hacer velas.
Ambos sonrieron con una expresión escalofriante.
-Sabes para qué más se utiliza la cera, hermosura?- preguntó Edward.
Busqué en mi mente qué otro producto que conociera se fabricaba con cera, pero no se me ocurrió nada más. Negué con la cabeza. Los dos sonrieron aún más con una verdadera sonrisa lobuna, eran malditamente iguales, excepto por toda la tinta y el acero que Edward tenía encima.
-Depilación- dijeron al mismo tiempo.
Me atraganté con el pequeño trozo de carne que estaba masticando y comencé a toser. Tomé el vaso y bebí un buen trago para pasar la comida atascada en mi garganta. Cuando estuve mejor los miré como si se hubieran pintado la cara de morado y se hubieran puesto a hacer "La Macarena".
-Qué?!- pregunté alterado.
-No te preocupes, somos muy buenos estilistas, fuimos a un curso de dos semanas el año pasado luego de un desagradable accidente.
-Pobre Thomas...- dijo Harry- Espero que haya recuperado la piel de la pantorrilla, y las axilas y...
-Bueno, Harry, no creo que Louis quiera oír de los anteriores- lo cortó su hermano.
Eso me hizo formular algunas preguntas en mi cabeza.
-Cuántos han habido antes que yo?
-Seis... o siete... sí, siete- respondió Harry.
-Depende de cuan rápido nos aburramos, pueden durar semanas, el que más tiempo estuvo fue Phill, duró tres meses- agregó el otro.
-Volviendo al asunto de la depilación, luego de comer te esperamos en el baño de mi habitación.
-No hay lugares para que la gente vaya a depilarse?- pregunté, intentando a toda costa evitar que ellos me dejaran sin vello corporal.
-Preferimos hacerlo nosotros, es más divertido.
Luego de eso intenté comer lo más lento posible para retrasar la pesadilla que sabía que se avecinaba.
Cuando tragué el último bocado de carne me levanté pesadamente y caminé lo más lento posible hacia el primer piso y llegué a la puerta del cuarto de Harry. Toqué la puerta y al segundo estaba abierta; detrás estaban los dos hermanos sonriendo levemente como niños buenos.
-Pasa- dijeron al unísono.
Cuando entré a la habitación cerraron la puerta con llave y me siguieron como guardias de seguridad siguen a un presidiario; me hicieron pasar al baño, cuya puerta también cerraron con llave apenas la traspasé.
-Quítate la ropa- ordenó Edward.
Quité mi camiseta y los pantalones.
-Toda- exigió.
Quité mis zapatos, reacio a estar completamente desnudo ante ellos. Él se acercó, tomó mis bóxers por la cinturilla y los rasgó como si estuvieran hechos de papel antes de arrojarlos a algún lugar del baño. Lo miré indignado y con una perfecta O formada en los labios.
-Te he dicho que la quitaras TODA- remarcó la última palabra.
Lo miré con chispas brotando de mis ojos, o eso creo.
-Acuéstate boca abajo en la camilla- indicó Harry, quien, ahora que prestaba atención, llevaba un recipiente con cera caliente y una pequeña paleta de madera para esparcirla por mi cuerpo.
Caminé lentamente y me recosté en la camilla de cuero negro, dejando mi espalda, la parte trasera de mis piernas y mi culo expuesto ante los hermanos y la cera caliente.
-Comenzaremos con la espalda- escuché. No es que yo tuviera mucho vello en la espalda, sólo unos pequeños vellos rubios que seguían la columna vertebral, así que esperaba que no me doliera mucho.
Antes de que pudiera responder nada, sentí una pequeña quemazón entre los omóplatos. Me removí algo incómodo.
-Quédate quieto.
Harry comenzó a extender la cera hasta que quedó como, supongo, debería quedar. Luego esperó unos segundos a que se secara y la arrancó rápidamente.
-Oh- solté un grito ahogado y arqueé la espalda.
-Quédate quieto- repitió.
Depiló toda mi espalda entre mis quejidos, pero lo peor fue cuando comenzó a depilar mis piernas.
Harry extendió cera por la parte posterior de mi muslo, aguardó a que se secara y la arrancó. Grité e intenté safarme de la camilla.
-Él te ha dicho que te quedarás quieto.
De repente sentí las grandes y fuertes manos de Edward sujetándome de la espalda.
Luego de que me depilara la parte de atrás de las piernas me hicieron voltear, así quedando boca arriba.
Depiló mis brazos, las axilas y la parte de adelante de las piernas mientras yo seguía gritando y Edward seguía sujetándome. Cuando llegó al pecho, ahí fue cuando la cosa se puso fea. Extendió algo de cera en el centro. Cuando la arrancó, mi cara se levantó involuntariamente.
-AAHH!- grité-... Dios... duele- gemí luego.
Edward se inclinó hasta que su rostro quedó justo sobre el mío.
-Guarda esa voz para la noche, preciosura, la necesitarás.
Harry depiló todo mi pecho y le preguntó a su hermano sobre mi vello púbico.
-Déjalo, puede llegar a ser muy divertido- llevó una mano a mi pubis, tomó los oscuros vellos rizados en un puño y tiró con fuerza.
Elevé mis caderas mientras jadeaba con los ojos y la boca muy abiertos.
-Oh, Dios!- gemí sin poder evitarlo.
Él me dio una sonrisa ladeada.
-Veo que es algo con lo que podemos trabajar.
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Hoolaaa!!! Lamento la tardanza :)
Pero estoy de vacaciones y no estoy con mucho tiempo :S Les prometo que cuando vuelva volveré al ritmo de antes :D
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Megakisses
Anto :*
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