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Todos los que comentaron, me dejaron mensajes en mi tablero e inboxes para que la siguiera

Louis' POV

Aunque había hecho que Marcel me jurara que no diría a sus hermanos que estaba enamorado de alguno de ellos, y sabía que él no sería capaz de decir nada aunque no le hubiera hecho prometer nada, sentía como si ellos ya lo supieran, de alguna manera. Ellos pasaban literalmente horas conmigo, los dos al mismo tiempo, follándome de las maneras creativas imaginables, y las inimaginables también. Aunque no sólo me follaban, también llenaban cada centímetro de mi cuerpo con sus ardientes besos y sus embriagantes caricias. Zayn, quien últimamente se había convertido en un gran confidente ya que mi propio gemelo se había decidido a utilizar conmigo la terapia del silencio, decía que no era normal aquel comportamiento en los hermanos Styles. Según él, usualmente ellos agotaban y consumían al pobre muchacho que había quedado atrapado en su engaño durante algunas semanas hasta que se cansaban de él, entonces le daban una, bastante jugosa, indemnización y lo despedían. Prácticamente, cuando ya no le tenían ganas le pagaban como a una puta y lo pateaban a la calle.

Estaba tumbado sobre la cama de la habitación de Marcel, un lugar que era muy frecuentado por mí ahora, mientras que él hacía que sé yo qué en su MacBook.

Entonces, comenzaron los gritos.

Más que gritos, eran rugidos. Iban destinados a una persona en especial, que por lo que logré distinguir era una tal Melissa. Inmediatamente, por curiosidad, me levanté de la cama y abrí la puerta. Oí que Marcel me llamaba, sonando preocupado.

Salí, y me asomé por la especie de balcón que daba a la planta baja. Allí vi una cosa muy extraña; Edward estaba gritándole al teléfono, con el rostro rojo de la ira, y temblando de rabia. A lo lejos no era capaz de ver bien sus ojos.

-¡TÚ, MALDITA PERRA AMARGADA! ¡¿CÓMO TE ATREVES A LLAMAR LUEGO DE LO QUE HICISTE, MELISSA?! ¡TE ODIO! ¡POR TU CULPA PAPÁ ESTÁ EN LA CÁRCEL! ¡NO TENÍAS DERECHO!- aullaba, iracundo. Por unos segundos escuchó lo que 'Melissa' le decía- ¿Por nuestro bien? ¡¿POR NUESTRO PUTO BIEN?! ¡ESTÁBAMOS DE ACUERDO CON ELLO!- ¿el padre de los trillizos estaba en la cárcel?  ¿Quién mierda era Melissa y por qué por su culpa el padre de los trillizos estaba en la cárcel?- ¡¡YO NO SOY TU MALDITO HIJO!!- rugió.

Entonces Harry apareció por el pasillo que daba a los jardines, luciendo preocupado pero resuelto. Rápidamente se acercó a su hermano y, tomándole el rostro con una mano, lo besó; mientras que con la otra mano le quitaba el teléfono y apretaba el botón de "finalizar llamada".

Sentí una mano grande pero gentil cerrarse sobre mi muñeca.

-Vuelve a la habitación, Louis- la voz de Marcel, por primera vez hablándome demandante, me ordenó.

-¿Q-qué sucede? ¿Por qué Edward está así?- le pregunté en cambio, aún viendo como Harry le quitaba la ropa a su hermano en el medio del salón- ¿Qué van a hacer, follar?

-Luego te lo explico, ahora debo ir a darle una mano a Harry- dijo, tironeando de mi muñeca, aunque aún lo hacía suavemente-. Métete en la habitación, ahora.

-Pero...

-¡Ya!- ordenó con más firmeza.

Resignado, caminé hacia el cuarto de Marcel. Apenas estuve dentro, él cerró la puerta y oí cómo trababa la cerradura. Me desplomé nuevamente en la cama.

Genial, ahora estaba encerrado mientras ellos hacían un incestuoso trío con un Edward psicótico.

•

Harry's POV

Al oír los rugidos furiosos de mi gemelo, supe que había vuelto a suceder. Necesitaba ir a calmar a Edward antes de que hiciera algo de lo que luego se arrepentiría.

Dejé mi manuscrito sobre el escritorio, y fui desvistiéndome en el camino a la sala.

Suspirando, me acerqué lentamente a Ed. Uní mis labios con los suyos, abriendo mi boca para que su lengua entrara. Como ya sabía hacerlo, tomé el teléfono de sus manos y corté la llamada, dejando el aparato sobre una mesita. Las manos de mi gemelo esrrujaron mis nalgas mientras que su lengua recorría agresivamente toda mi boca. Él seguía gruñendo. Mierda, esta vez sí que estaba ido. Sólo esperaba que Marcel llegara pronto para ayudarme.

Con manos hábiles lo desnudé rápidamente y me dejé tumbar en el suelo. El mármol, obviamente, estaba helado y me hizo temblar al mínimo contacto con mi espalda. Rompí el beso para morderle el hombro con fuerza, dejando una marca roja brillante. Esperaba poder mitigar la culpa que Ed sentiría luego si también le dejaba algunas heridas y moratones.

Cuando me penetró, bruscamente y sin aviso, un gorgoteo adolorido resonó en mi garganta. Dolía, ardía, quemaba. Y agradecía la idea que se me había ocurrido un año atrás (prepararme con los dedos todas las mañanas, en caso de que a Ed le diera otro ataque, para que no me partiera al medio).

Con cada embestida, el dolor aumentaba, y me repetía: «Es por él, lo amas y no quieres que acabe encerrado en una institución mental.», y aquello me ayudaba a sobrellevarlo.

•

Marcel's POV

Específicamente habíamos prohibido a Edward atender el teléfono. Igualmente, el muy rebelde lo hacía sin importarle las consecuencias, aún sabiendo que podría ser ella.

Luego de encerrar a Louis en mi habitación, bajé rápidamente las escaleras, recordando cómo había empezado todo esto.

«Años atrás»

Harry, Edward y yo estábamos recostados en tres camillas distintas. Nuestro padre estaba vertiendo muestras de nuestra sangre en tres frasquitos distintos. Él estaba haciendo una especie de experimento para encontrar la manera de hacer un clon perfecto de otras personas. Para eso era que necesitaba el ADN de Harry, y de sus clones imperfectos, Edward y yo. Nosotros éramos llamados así porque éramos físicamente idénticos al modelo base, Harry, pero teníamos carácteres completamente diferentes. Los tres habíamos nacido, sí, pero el único que había sido engendrado naturalmente por nuestros padres era Harry; Edward y yo habíamos sido clonados e implantados en el útero de Melissa. Los tres sabíamos eso perfectamente, pero aún así habíamos aceptado ser estudiados por papá en su búsqueda.

En ese entonces teníamos diecisiete años y, aunque no éramos legales aún, papá nos había autorizado a ser estudiados; obviamente, ya que él era el interesado en curiosear con nuestro ADN.

Entonces, mientras papá explicaba algunas cosas en murmullos incomprensibles, las puertas del laboratorio se abrieron y como veinte agentes de policía se colaron como arena entre los dedos de una mano.

-David M. Styles, queda usted bajo arresto por experimentación ilegal y clonación. Tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga puede ser utilizado en su contra. Tiene derecho a una llamada, y a un abogado; si no puede pagar uno, el Estado se lo proveerá- uno de los policías comenzó a hablar, sacando un juego de esposas y esposando las manos de papá detrás de su espalda. Otros policías se pusieron guantes de látex y comenzaron a tomar cosas, poniéndolas con cuidado en bolsas Ziploc.

A mi derecha, Edward se arrancó del brazo la aguja que tomaba muestras de sangre y exclamó:

-¡¿Qué sucede?! ¡¿Qué es esto?!

Una esbelta silueta femenina, envuelta en un caro vestido verde que le llegaba hasta las rodillas, se abrió paso entre los policías. Era de cabello moreno, y tenía unos ojos verdes muy parecidos a los nuestros. Sus labios, obviamente rellenos de colágeno, esbozaban una sonrisa cerrada que me daba escalofríos.

-Esto, mi querido hijito, es un operativo policial. Tu adorado papi va a ir a la cárcel porque hizo cositas muy malas- explicó como lo haría con un niño-. Soy Melissa Cox, madre de los tres- se presentó.

-Ed, tranquilo...- oí que Harry le susurraba. Saqué la aguja de mi brazo, listo para saltar hacia donde fuera necesario.

-¡Déjalo ir!- rugió nuestro hermano mayor, haciendo caso omiso de las palabras de Harry, y abalanzándose rápidamente sobre Melissa, la mujer que se había presentado como nuestra madre. Ella rápidamente sacó algo alargado y metálico de su bolso y tocó el abdomen de Ed con él.

Nuestro hermano se puso tieso, dando un brinco en el aire, y cayó al suelo.

-¡Ed!- salté fuera de la camilla y me arrodillé a su lado, para asegurarme de que estuviera bien. Él temblaba un poco y se doblaba espasmódicamente, Melissa le había dado un pequeño shock eléctrico. Los ojos de mi mellizo estaban abiertos en sorpresa, y su respiración era fuerte y errática.

-Está bien, Eddie- Harry se arrodilló a mi lado y acarició la frente de nuestro hermano-. No pasa nada, respira.

-P-papá...- musitó Edward- Hija de puta...

A los pocos minutos, la casa ya estaba libre de policías. Y con ellos, papá se había ido.

Diez minutos más tarde, los efectos del shock abandonaron del todo el cuerpo de Ed, quien se levantó del suelo, corrió hasta la puerta principal, y le propinó unos cuantos golpes. Los rugidos de palabras inconexas y el sonido de golpes y cosas estrellándose contra el suelo resonaban por toda la casa.

Aquel había sido el primero de múltiples ataques de ira.

«Tiempo Presente»

-Mierda, E-Ed...- la voz adolorida de Harry me sacó de mis pensamientos. Nuestro hermano mayor estaba enterrado en él hasta la base, y obviamente sin lubricación alguna. Edward salió casi completamente y volvió a embestir, haciendo a Harry sisear de dolor, con los dientes apretados. Unas cuantas lágrimas rodaron por sus mejillas, pero nunca dijo que parara ni intentó zafarse.

Me apresuré a quitarme toda la ropa y a dejarla en una desordenada montaña en el suelo. Me acerqué por detrás, acariciando su espalda adornada por los tatuajes, rodeándolo con mis brazos, y comencé a dejar besos húmedos en su cuello.

En cada ataque era lo mismo. Edward atendía la llamada de Melissa, se ponía como loco, y nos tocaba a Harry y a mí calmarlo; y la manera más rápida de hacerlo era teniendo sexo realmente brutal (por no decir doloroso) con él, y, aunque resultaba con Harry y conmigo cojeando por unos dos días, funcionaba. Y luego, venía la parte emocional. Durante las siguientes semanas Edward se sentiría como la peor basura del planeta por haber perdido el control, se encerraría en su cuarto y apenas comería. Después, se disculparía un millón de veces con nosotros, y llamaría a nuestro "esclavo" (en este caso, Louis) a su cuarto en el sótano. Por lo que sabía, entonces ataría al esclavo y jugaría con él, estando en completo control sobre ambos, por un tiempo prolongado. Y al final de aquel largo y tortuoso proceso estaría más callado y dominante que de costumbre por un tiempo.

Sentí su mano envolverse en mi muslo, y aproveché de tirar de él hacia atrás, ayudando a Harry. Oí su quejido cuando el pene de nuestro hermano mayor salió de él, y luego sus jadeos, intentando recuperar el aliento.

Bueno, ahora era mi turno.

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[Melissa es interpretada por Courtney Cox (la morena de Friends) :3]

Holaaa :D

Siento haber tardado MESES en actualizar, y que el cap fuera corto, pero necesitaba hacerlo así. Quizá no entendieron demasiado sobre el problema de ira de Ed, y todas las cosas que sucedieron en la vida de los trillizos, pero en el cap siguiente se explicarán más cosas (igual, siento que quedó bastante mierda el capítulo, pero bue jajaja)

Espero que les haya gustado ;D

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Megakisses

Anto :**