Capítulo 1

Louis' POV

Westland Road, 639; aquí era. Miré la casa y... no era una casa, era una mansión! Era enorme! Toqué el timbre y esperé. Esperé bajo la lluvia torrencial y el viento que aullaba como un lobo a medianoche cuando había luna llena. Estaba mojado, muy mojado, empapado. Sentía el frío colarse por mi carne y llegar hasta mis huesos, congelándolos. Estaba temblando de pies a cabeza.

La puerta se abrió, dejándome ver a un hombre.

-Quién es?- preguntó con voz grave.

-H-he v-ve-venido p-por el-el a-anu-nuncio, s-se-señor- los dientes me castañeteaban.

-Pasa- se hizo a un lado para dejarme entrar. Cuando entré y pude ver mejor gracias a la luz, lo miré a él, no era un hombre, sino un chico; un chico muy alto, debía decir, pero no pasaría de los veinte. Tenía rizos castaños en su cabeza, piel blanca cremosa, brillantes ojos color verde jade y labios grandes y rellenos color sandía.

-Cómo te llamas?- me preguntó.

-L-Louis, señor- mis dientes seguían castañeteando, pero no tanto como antes.

-Oh, por favor, no me llames "señor", dime Harry- dijo con una enorme sonrisa y me extendió la mano, la cual estreché con la mía con algo de desconfianza. Cuando tocó mi mano abrió aún más los ojos y dijo:- Dios, estás helado. Sígueme, pediré que te traigan ropa seca.

Sin decir nada más, caminó hasta unas enormes escaleras de mármol. La mansión era por dentro más lujosa que por fuera. Pisos de caoba pulida, paredes blancas con algunos cuadros y relieves en las junturas con el techo, arañas de cristal y exquisita mueblería. Hasta Harry iba vestido lujosamente; llevaba unos pantalones grises holgados con delegadas rayas verticales en un gris más oscuro, seguramente su ropa de cama, y una bata de seda china negra, obviamente más costosa que toda mi ropa junta. Sus zapatos lucían caros, eran zapatos de punta de cuero negro.

Me guió por el primer piso hasta llegar a un baño que era más grande que la habitación que compartíamos mis hermanitas y yo en mi antigua casa.

-Date una ducha caliente para entrar en calor, si dejas tu ropa afuera de la puerta, alguien la llevará a la lavandería. Pediré que consigan ropa de tu talla, por cierto, también deja tus zapatos, te conseguiré un par nuevo- su hospitalidad me parecía arrolladora.

-P-pero...- me cortó.

-Pero nada, cuando estés listo ve abajo para cenar.

-Sobre el a...- volvió a cortarme.

-Sobre el anuncio hablaremos mañana, sí?

-E-está bien... gracias, Ha...- antes de que pudiera acabar la frase él ya se había ido del baño, dejándome solo.

Suspiré y comencé a quitarme la ropa, la cual se había pegado a mi cuerpo con la lluvia. Cuando estuve desnudo me miré al espejo; mi cuerpo era bastante pequeño y con curvas, aunque fuera un chico. Estaba pálido por el frío y tenía los labios morados. Lo que más detestaba de mi cuerpo, el cual veía horrible y gordo, era mi enorme y obeso trasero. No era de grasa, porque era bastante firme, pero era bastante molesto que la gente se me quedara mirando como a un bicho raro cada vez que pasaba a su lado. Qué no tenían vidas en las que meterse? Por qué me miraban el trasero? Era todo un misterio para mí. Tomé mi ropa empapada, abrí un poquito la puerta, sólo lo suficiente para poder dejarla donde Harry me había dicho, y volví a cerrarla. Caminé hacia la ducha, ya que la ducha y la bañera estaban por separado, y giré la llave del agua caliente. En menos de dos segundos ya estaba bajo la lluvia de nuevo, pero esta vez era una lluvia caliente y estaba dentro de una ducha. El calor me invadió. Sentía ligeros pinchazos en todo el cuerpo por el cambio drástico y tan repentino de temperatura, pero hasta eso me parecía agradable. Estuve en la ducha por unos diez minutos antes de salir. Sólo cuando estuve parado en medio del cuarto de baño con un montón de gotitas de agua recorriendo mi cuerpo noté el minúsculo detalle de que Harry no me había dicho dónde se encontraban las toallas. Comencé a buscar en los miles de armarios que habían en el baño. Armario número catorce... éste es él último, ruego por que estén aquí. Armario número quince... abrí las puertitas y para mi gran alivio, allí habían varias toallas perfectamente dobladas y apiladas. Tomé una y me sequé todo el cuerpo con ella, luego la envolví alrededor de mi cintura y salí del baño. Al lado de la puerta había un banquito de madera con un pantalón gris a cuadros y una camiseta de mangas largas de un gris más oscuro. Al pie del banquito había un par de mocasines de cuero marrón. Tomé la ropa y volví a meterme al baño. Me vestí y me miré al espejo. Me quedaba bastante bien, o eso creía. Los pantalones eran cómodos, aunque no disimulaban muy bien mi enorme trozo de carne allí atrás llamado trasero, y la camiseta se ajustaba a mi cuerpo, haciéndolo ver más delgado y bonito. Sonreí al espejo y sequé mi cabello con la toalla. Salí nuevamente de baño y choqué con alguien.

-Oh, lo siento Will, no te he visto- dijo. Lo miré; era un chico moreno de piel color caramelo delgado y con bonita cara.

-No soy Will, mi nombre es...- me interrumpió.

-Oh, lo siento mucho señor- exclamó y dirigió su mirada a la toalla que seguía en mis manos-. Permítame llevame esto para lavar- dijo con voz suave y tomando suavemente la toalla, esperando que la soltara, lo que hice, y él se marchó rápidamente escaleras abajo sin siquiera mirarme.

*Qué extraño* pensé y comencé a bajar las escaleras. A medio camino escuche la voz de Harry con un matiz duro.

-Les he ordenado a todos que no le dejaran verlos antes de que se las presentáramos.

-L-lo siento, s-señor- balbució el muchacho.

-Vete, y que no vuelva a suceder- ordenó Harry. A continuación vi al moreno pasar por delante de la escalera sin notarme. Esperé unos segundos más antes de bajar.

-Louis! Aquí estás- dijo Harry apenas me vio bajar.

Luego de eso tuvimos una agradable cena y me llevó él mismo a la habitación de invitados, en la que me dijo que me quedaría.

En mitad de la noche comencé a escuchar la voz de Harry y otras dos más, una aún más grave que la suya y otra más aguda.

-Es bueno- dijo la más aguda.

-Está bueno- dijo la más grave.

-Shh, chicos, está despertando- oí la voz de Harry.

Luego de eso ya no oí nada más y me quedé profundamente dormido.
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Hola!!

Y?? Qué les parece?? Prometo que el capítulo siguiente estará mejor :))

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Megakisses
Anto :*