No podía ser, ¿Cómo había aparecido allí de aquella forma tan repentina? Era casi imposible, a menos... Era una humana mejorada... No había otra opción posible.

Sabía que era una mujer por su trenza, ya que había podido ver poco de ella. Además, de que la niña rubia que peleaba con ella, podía controlar a cualquiera de ellos con una especie de niebla azul.

Ambas peleaban juntas, sin separarse demasiado, aunque todo el equipo seguía preguntandose por que una niña tan pequeña estaba en un sitio como aquel.

Volvió a la realidad cuando casi recibió un golpe en la cara por la mujer, pero detuvo el golpe agarrandola por la muñeca, cogiendo el cuchillo de ella y tirándolo al suelo. Trató de quitarle la máscara, pero ella se apartó con rapidez. La niña consiguió apartarlos con su niebla azulada.

La mirada de Steve fue en seguida hasta la niña, quien lo miraba fijamente. La única protección que cubria su rostro era una especie de antifaz negro, el cual resaltaba sobre su piel pálida. La adulta reapareció a su lado, pero logró tirarla al suelo.

–¿Qué hacemos con ellas?–le sobresaltó la voz de Natasha a través de sus dispositivos.

–Tenemos que hacer algo con la niña.– les informó Steve.– Y, por supuesto tenemos que dejar fuera de combate a la mayor. Clint, encargate de la niña. Nat...

–Me encargo de la chica fantasma, hecho.– le interrumpió la pelirroja.

Steve se quitó de encima a la rubia, tratando de inmovilizarla, mientras Natasha llegaba en su ayuda. Entre ambos, dejaron a la chica fuera de combate con el electroshock de la muñeca de Natasha.

Los tres llevaron a las dos chicas mejoradas al quinjet, ambas estaban inconscientes. Steve las miraba a ambas, algo pensativo.

–Steve, ¿qué ocurre?– dijo Natasha, mirándolo apoyada en la pared cerca de ellas.

–Deberíamos quitarles las máscaras.–alzó la mirada de ellas para mirar a Natasha.

–Adelante.– asintió ella, animándolo. Sabía que siempre Steve se mostraba algo protector, sobre todo con los niños.

Con sumo cuidado, le quitó el antifaz a la niña, descubriendo la expresión relajada de la pequeña. No debía tener más de seis años y se le hacia extrañamente familiar. Sobre todo su nariz y su cabello rubio. Sacudió la cabeza, para después mirar a la adulta.

Con mucho cuidado, quito la parte de arriba de la máscara, para después descolocar la segunda, dejándolo completamente sorprendido, haciendo que la mascara cayera al suelo y rodara lejos, después se llevó una mano a la boca. Era imposible... Ella había sido secuestrada y la habían dado por muerta hacia muchos años... Nunca pensó que la volvería a ver.

Pensaba que no tendria posibilidad de ver a aquella mujer de nuevo, dado que cuando se la habían llevado, no había ningún tipo de rastro de ella, aunque habían tratado de buscarla, el resultado no había sido el esperado.

Pero allí estaba, frente a él, inconsciente... Su hermana.

–Kira...–musitó sin poder apartar la mirada de ella.

–¿Es...?–lo miró Clint.

–Mi hermana.–terminó Steve, levantando la mirada hacia ellos– Creí que la había perdido...

–Así que Hydra la ha estado usando.- la miro la pelirroja.– Pero... ¿La niña?

–El bebé...–quería poder negarlo, pero la verdad era... Que no podía, ambas habían sido sometidas a Hydra– La niña es su hija.

Clint se acercó a ellos, llevándose la mano a las sienes.

–¿Me estás diciendo que hemos luchado con tu hermana y tu sobrina?

–Sí... Me temo que sí.

El silencio se cernió sobre los tres Vengadores, quienes no pudieron hacer otra cosa que encerrarse en sus pensamientos.