Capítulo III: Guerra Civil
Estábamos sentados junto al fuego con tranquilidad, rememorando viejas historias sobre aquellas personas que recordabamos como "Soldado de Invierno", "Ghost" y "Sujeto 5713". Porque, lo quisiéramos o no, ellos no éramos nosotros, sus historias eran lejanas leyendas sobre unas criaturas poderosas y temibles, que podrían asesinar con tal facilidad que sólo eran la sombra de unas personas ajenas a nosotros.
Era extraño, pero ninguno de los tres sentía como si aquellos hubiéramos sido nosotros, era una historia que no nos pertenecía.
Sin embargo, una noche, a altas horas, mientras dormíamos, un sonido nos sobresaltó, haciendo que los tres despertáramos. Al abrir los ojos, me encontré cara a cara con Shuri, la princesa, cubierta bajo una especie de manta sobre la cabeza, supuse que su función era para pasar desapercibida, junto a ella estaba la reina - madre de T'Challa-, Nakia y Ross, quien me extrañó ver en aquel lugar, puesto que era un funcionario del gobierno estadounidense que durante la guerra civil de los Vengadores había tratado también de dar caza a Bucky, acusándole de ser un criminal causante de la muerte de varias personas en el congreso de Viena, entre ellos el rey T'Chaka, padre de T'Challa y Shuri.
Me senté con rapidez, cubriendo con mi cuerpo a Bucky, me temía lo peor al ver a Ross allí y no podía significar nada bueno. Miré de reojo a Lara, pero ella acostumbraba a dormir muy tapada con las mantas, así que apenas era visible desde nuestro ángulo de visión.
-Kira- susurró Shuri, sacándome de mi estado de pensamiento en el que ideaba una forma de escapar de la cabaña y llevarme a los dos conmigo- Tenemos que salir de aquí.
-¿Es porque Ross quiere llevarse a Bucky? Sabéis que no lo permitiré- la miré fijamente, tratando de leer sus intenciones en sus ojos oscuros, pero sin leer lo que pensaba que conseguiría- Es otra razón... ¿No es cierto?
Shuri se limitó a asentir y apartarse un poco, mirando el pequeño bulto bajo las mantas que era Lara.
-Deberías despertarla, tenemos que ponernos en marcha cuanto antes para no tener que enfrentarnos a las dora milaje.
-¿Qué?- me puse en pie, caminando hacia Lara para despertarla- ¿Qué ha pasado?
-Eric Killmonger, el hijo de mi tío... Ha asesinado a mi hermano- apartó la manta de su rostro, sus ojos brillaban, pero no por las lágrimas, sino por una rabia e ira que seguramente estaba conteniendo con todas sus fuerzas- Y ahora está gobernando Wakanda, lo único que podemos hacer es conseguir que la tribu de M'Baku nos ayude.
-Pero ellos son...- empecé, apartando unas mantas de encima de Lara, sin poder creer del todo la muerte de T'Challa.
-Lo sé- terminó ella, asintiendo- Pero no tenemos tiempo, esperaremos fuera.
Tras uno asentimiento por mi parte, la familia real junto a Ross abandonó nuestro pequeño hogar, justo cuando Lara se removía y buscaba mi mirada, abriendo un poco los ojos.
-¿Mamá?- susurró con voz suave y aletargada- ¿Es hora de despertar?
-No, pequeña.- acaricié su cabello- Pero debemos irnos y cuanto antes mejor.
-Hmm- musitó, restregándose un ojo con el puño- Me prepararé.
-Y lleva todo lo que necesites, ¿si?- le susurré, a lo que ella asintió.- Bien.
Me giré hacia Bucky, quien estaba prácticamente despierto. Esto se debía a que había dejado de notar el calor de mi cuerpo a su lado, ya que el suyo era frío por el suero de supersoldado, por ese motivo siempre dormíamos tan cerca el uno del otro, él me aportaba el frío para regular el calor de mi cuerpo y yo a él el frío para mantener el cuerpo en la temperatura ideal. Era una especie de simbiosis nocturna.
-¿Qué ocurre, Kira?- me miró con atención, aún algo adormilado.
-Tenemos que irnos, ya... Te explicaré los detalles por el camino.
Asintió lentamente, sin cuestionar mis palabras se puso en pie y empezó a recoger, tratando de ir lo más rápido posible.
Poco más de unos cinco minutos después, tuvimos todas nuestras pertenencias listas, por lo que abandonamos nuestro pequeño hogar, sin tener la certeza de si podríamos volver a llamarlo hogar.
...
-¿Cómo puede haber pasado? La tribu de la frontera no debería haber permitido su paso.- preguntó Bucky alzando la mirada del suelo, tras haber estado pensativo.
-No se lo negaron al ver el cadáver de Klaw.- pronunció Nakia en tono solemne.- No pudimos negarle el derecho a reclamar el trono.
-Pero no tenía derecho a... - empecé.
-En las batallas pueden hacerlo- se giró la reina, deteniéndose- Pueden elegir si tener piedad con su oponente o...
-Sus ideas son simplemente descabelladas- Shuri siguió caminando, era obvia su opinión respecto a lo ocurrido- No podemos pelear contra todo el mundo solo porque este le volviera la espalda de crío.
Su madre y Nakia se limitaron a asentir, pero Bucky no se daba por vencido con respecto al tema.
-Entonces, ¿por qué no luchar contra él?
-Las Dora Milaje están de su parte, al menos, de la parte del rey.- Nakia se encogió de hombros- No podemos hacer nada al respecto.
-¿A dónde vamos entonces?- Lara se adelantó unos pasos, mirando a Shuri con atención.
-A un lugar donde Killmonger no podrá encontrarnos- sonrió levemente, estremeciéndose por el frío, la temperatura había empezado a caer.
Habíamos llegado a la tribu norte, la más fría y feroz de todo el país, y por consiguiente la más hostil a la realeza wakandiana.
-Esto es entrar en la boca del lobo- negué con la cabeza, observando la gran cabeza de gorila tallada en la roca de la fría montaña frente a nosotros.
-Tenemos tres opciones, nos devoran los gorilas o el leopardo.- Shuri miró con atención la escultura, frunciendo el ceño levemente.
-¿Cuál es la última opción?- pregunté, sin apartar la mirada de la roca.
-La última opción es que los gorilas nos den cobijo y nos ayuden a derrocar al leopardo del trono que ha robado.- dijo con voz dura.
-No tenemos nada que perder, ya no.- tras estas alentadoras palabras, empezó a caminar la boca del gorila.
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