Capítulo II: La Vida Al Aire Libre
Lo cierto era que en un principio me había sido complicado vivir en el campo, con la civilización a unos cientos de kilómetros a pie. Estaba acostumbrada a luchar en un terreno más urbanizado, frío y monótono que aquel. Pero supongo que aquel cambio me vino bien dado que era mucho más tranquilo y apacible. Mi vida había pasado de ser un ir y venir constante a ser una calma imperturbable.
De vez en cuando hacíamos pequeñas visitas a la ciudad por Steve, quien siempre se acercaba para asegurarse de que todo fuera bien o por la princesa Shuri, puesto que de vez en cuando necesitaba hacerle ajustes al nuevo brazo de Bucky.
La primera vez que regresamos a la ciudad, fue unas pocas semanas después, ya que mi hermano vendría de visita. Pero antes de ver a Steve, tuvimos que hacer una pequeña parada en el laboratorio de Shuri, porque Buck quería hablar con ella.
Mientras ambos hablaban, Lara jugaba con unas perla que Shuri le había prestado, haciéndolas levitar sobre su mano, las pequeñas esferas le ayudaban a aprender a controlar su poder y comprenderlo, porque según lo que nos había contado Shuri, recogía información sobre su poder y lo analizaba hasta poder conocer sus propiedades.
Cuando Bucky y Shuri volvieron con nosotras, él no llevaba el brazo, en su lugar, tenía una especie de pañuelo cubriendo el lugar donde había estado su nueva prótesis.
Lara dejó caer la perla, desconcentrada, y en seguida preguntó:
–¿Qué le ocurría al brazo?
–Solo… Funcionaba un poco más lento y hay algunos diseños que debo añadirle.– asintió Shuri antes de que él pudiera hablar.
Lara asintió en silencio, comprendiendo la situación, sin embargo, me parecía algo extraño el hecho de que tuviera que añadirle algo a su brazo, puesto que siempre había funcionado bien.
No sabía muy bien cómo funcionaba, pero siempre que le había visto trabajar, este estaba en perfecto estado.
Aunque tal vez Shuri había encontrado una forma de que el brazo funcionase mucho mejor o que su peso no fuera un problema… En aquel momento no tenía ni idea de lo que quería decir con aquello. Solo lo pasé por alto, como las visitas que hacíamos de vez en cuando.
. . .
Lara se había emocionado de tal manera que había alzado a Steve varios metros del suelo con esa especie de niebla que era capaz de utilizar.
Cabe decir, que no supe distinguir quién de todos nosotros había gritado más por la sorpresa de ver a Steve salir volando de forma tan repentina.
Por suerte, como sabía controlarlo, le bajó muy despacio y se lanzó hacia él para abrazarle, quien la alzó del suelo para poder tenerla frente a sí:
–¿Así mejor, pequeña?– le sonrió, revolviéndole un poco el cabello rubio.
Ella asintió, aún algo cohibida por lo que acababa de hacer, últimamente le ocurría muy a menudo, quizá era una parte de su crecimiento, tanto físico como el de su poder.
Lo quisiéramos o no, ya casi tenía diez años, pero varios aspectos de su comportamiento eran a veces los de una niña, en aquel entonces supuse que era porque le gustaba hacerlo cuando estaba con nosotros, pero con el tiempo descubrí la realidad, era la niñez que no había podido vivir, por la guerra, por Hydra, por no tener figuras que seguir de niña…
Por el tiempo que habíamos perdido.
. . .
Ambos eran felices, lo sabía muy bien al ver sus sonrisas iluminadas a la luz del fuego. Todo lo que había ocurrido antes… Se sentía lejano, como si les hubiera pasado a unas personas diferentes, como si hubiéramos leído un libro sobre unas personas que habían vivido nuestra vida.
Sin embargo, ahí estábamos, vivos y juntos después de tanto tiempo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro