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A los gemelos no les quedó de otra opción más que iniciar una nueva vida en esta época, ya que no había manera de que pudieran regresar, y ahora debían de adaptarse a su nueva vida en los 60's.
—¿Cómo esta hoy Élan ?—dijo Hydra entrando a la habitación de una señora mayor
—muy bien Hydra, mi espalda ya no duele tanto como otros días—contesto la señora de manera dulce
—Atlas le está preparando el desayuno, le dejaremos todo listo antes de irnos al trabajo—Hydra le saco un bonito vestido de su armario para dejarlo sobre la silla
—no se que hubiera hecho sin ustedes niños, son unos ángeles—dijo la señora Élan
—nosotros somos quien deberíamos darle las gracias, por acogernos en su casa cuando no teníamos a donde ir—Hydra abrió las cortinas para después salir del cuarto para ir al suyo a terminar de arreglarse
Unas semanas después de llegar a 1960, los mellizos vieron un anuncio para hacer compañía a una señora adulta y ayudarla con las tareas del hogar, algo que a Hydra y Atlas le pareció perfecto para comenzar de nuevo, así que acudieron y no dudaron en darles el empleo por lo adorables que eran. Y ahora ambos trabajaban de medio tiempo en una cafetería cerca de donde vivían.
—¿Lista?—dijo Atlas con su uniforme de cocinero mientras Hydra vestía un vestido rojo con puntos blancos
—lista—los mellizos salieron de la casa de la señora Élan para caminar unas cuatro cuadras a su trabajo
—buenos días chicos—saludo el señor del puesto de periódicos al ver pasar a los chicos
—buenos días señor—contestaron al mismo tiempo mientras le daban una sonrisa
—¿Sabes algo?—dijo Atlas de repente—me siento mucho mejor estando aquí que en nuestra época, me siento con más paz y felicidad
—igual yo, creo que eso es lo que nos hacia falta, un cambio de aire—siguió Hydra
Al llegar al lugar, pusieron su boleta de asistencia en el registrador para indicar la hora de ingreso de ambos, fueron a la parte de atrás para tomar sus cosas y empezar a trabajar.
—mira quien llegó, tu cliente favorito—dijo Atlas al ver entrar a un chico de la edad de los mellizos
—déjame en paz—Atlas le dio un zape para ir a atender la mesa—hola Cole, ¿Qué te sirvo hoy?
—hola Hydra, lo de siempre por favor—dijo el chico castaño de ojos azules
—enseguida—la chica anoto la orden para llevársela a su hermano
—es un buen partido cariño—Holly, otra de las empleadas del lugar se acercó a la chica—es un caballero, viene de buena familia y te apuesto a que no viene diario solo por la comida
—ya te dije Holly, mi corazón tiene dueño—contesto Hydra dejando la orden en la barra
—yo creo que a ese chico le haría feliz saber que también lo eres. No puedes guardarle luto por siempre a un amor que tuvo su momento—las palabras de Holly golpearon en el corazón a Hydra
Antes del Apocalipsis, por quince años guardó el amor que sentía por Cinco pero porque ella sabía que estaba en alguna parte del universo, pero que aún estaba vivo. En este caso, Cinco había muerto y no había forma alguna de cambiarlo.
—lo voy a pensar—finalizo Hydra tomando la comida del apuesto joven para llevarla a su mesa—aquí tienes
—muchas gracias—respondió Cole con una sonrisa—disculpa si lo que digo es muy atrevido, y entenderé si no aceptas, pero me gustaría saber ¿Si te gustaría salir conmigo? Podemos ir por un helado, al centro comercial o lo que tú quieras
"Vamos Hydra, acepta salir con él aunque sea una vez" dijo Atlas mentalmente "Se que Cinco lo querría así"
Hydra suspiro y volvió la mirada a Cole.
—claro, me parece una buena idea—dijo Hydra dándole media sonrisa al chico
—excelente, ¿Te parece hoy por la tarde?—volvió a preguntar
—por supuesto—sacó una hoja con su pluma mientras escribía su dirección—aquí es donde vivo, salgo a las 2, si quieres pasa por mi a las 5
—estaré puntual—Cole guardo el papel en su elegante saco
Después de que Cole terminara su comida y pagara; claro, dejando una buena propina a Hydra como siempre. El día transcurrió con normalidad, había muchos clientes pero no era mucho trabajo para los mellizos.
Al dar las dos, los chicos pusieron su tarjeta para que pudieran registrar su salida, y como cada día, iniciaban su trayecto a casa.
—me alegra que hayas aceptado salir con Cole—dijo Atlas rompiendo el silencio que había—es un buen chico
—no digo que no lo sea, es increíble, pero aún me es difícil dejar entrar a alguien cuando aún no supero a Cinco—Hydra puso sus manos en los bolsillos de su vestido
—bueno, tienes toda una vida para conocer chicos y que te enamores de uno—Atlas la animo
Al llegar a casa, vieron que necesitaba la señora Élan, y cuando la llevaron a que tomara su siesta, Hydra aprovechó y fue a bañarse y cambiarse para su cita. Eligió un vestido azul pastel con detalles en la falda, extrañaba usar sus jeans y su ropa normal, pero en esta época sería mal visto esa vestimenta para una señorita.
Cuando estuvo lista, se sentó en su cama mientras debatía si salir con Cole era una buena opción, sentía que estaba traicionando la memoria de Cinco, pero Atlas tenía razón, ahora si había una seguridad de que él no iba a regresar, y lo que durara en este planeta, quería disfrutarlo y no lamentarse.
—sabes que nunca te voy a olvidar Cinco—dijo a si misma mientras se quitaba el collar que tenía en conjunto con Cinco, y lo guardo en uno de sus cajones
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