CAPÍTULO XIII
Harry y Gemma jugaban una supuesta amigable partida de ajedrez en la habitación del menor, ambos estaban sumamente concentrados en una sola cosa: ganar.
El rizado movía con estrategia sus piezas y pensaba cada segundo su jugada; por otro lado, Gemma solo reía ante las reacciones de su hermano, a veces era muy competitivo.
"Jaque mate." La princesa sonrió con burla, moviendo su torre, acorralando por fin al rey del color contrario.
"¡Gemma! Dijiste que me dejarías ganar." Harry formó un adorable puchero con su labio inferior. "Estoy harto, siempre lo haces."
"Vamos Harry, no puedes enojarte por eso." Tarareó la princesa, para después comenzar a recoger las piezas de tablero. "Mejor cuéntame lo que querías decirme."
El príncipe suspiró, y dudó un poco al hablar. Confiaba en su hermana, claro que lo hacía, a pesar de que Gemma era un tanto complicada y su carácter era muy pesado a veces, ella siempre se mostró muy unida a él desde infantes.
Por eso el ojiverde la amaba tanto.
"Yo... a ver, primero, dime... ¿Q-qué se siente estar enamorado?" Cuestionó, acomodando un rizo rebelde detrás de su oreja.
"Contestaré tu pregunta, pero después tú lo harás con la mía." Harry asintió feliz. "Bien, supongo que... Supongo que estar enamorado es sentirse muy feliz a lado de una persona. Quiero decir, cuando yo vi a Gustav por primera vez, me dieron náuseas..."
Ambos hermanos rieron.
"No de las malas, me puse nerviosa. Después con el trato que tuvimos, lo fui conociendo y me gustó su forma de pensar y de ser. ¿Sabes? El respeta mucho mi lugar." La princesa sonrió, observando al chico escucharla con atención. "Nunca me hace menos por ser mujer, es como papá y mamá."
"¿Y por eso te enamoraste?"
"No, obviamente influyó, pero no. La verdad es que no noté que me gustaba hasta que un día me vi enviándole cartas, y sonriendo al leer las suyas, recibiendo flores, y buscando cualquier pretexto para que papá organizara cenas en dónde él y su familia estuviesen invitados."
"¡Oh! Recuerdo cuando dijiste que era el día del caballo y obligaste a papá a organizar una en honor a eso." El ojiverde se carcajeó, recordando la cara de su madre cuando escucho el disparate de su hija.
"¡Exacto! Obviamente lo invité a celebrar." Gemma se encogió de hombros, contagiándose por la risa de Harry.
"Eso es muy lindo Gem, quiere decir que si lo quieres, y estoy muy feliz de que pronto te vas a casar."
Claro que el príncipe estaba feliz con la boda próxima, sabía que su hermana era muy feliz a lado de Gustav, y que él era una persona excelente, procuraba mucho a Gemma.
Sin embargo, también le daba un poco de tristeza saber que cuando contrajeran nupcias, ella se iría del castillo, dejándolo ahí, solito.
Pero no iba a ser egoísta, ante todo, estaba la felicidad de ella.
"Pero ahora, tú dime, ¿Por qué la pregunta?" La princesa se cruzó de brazos, fingiendo molestia. "¿Quién se está robando el corazón de mi hermanito?"
Harry tragó saliva, comenzando a sentir los latidos de su corazón acelerarse con tan solo pensar en él.
"Eh... Bueno, yo..." El príncipe bajó su mirada, sintiéndose apenado. "Es que... Gem, él... é-él es perfecto, es tan lindo, pone mi mundo de cabeza..."
Su hermana se irguió en su asiento, y relajó su postura. Frunció levemente el ceño reflejando toda la intriga que ahora sentía.
"¿Es Niall?"
"¿¡Qué!? ¡No! No, no, no, él es solo mi mejor amigo, nunca podría ver a Niall de otra forma, no hay manera..." El menor se alteró por un momento, sin dejar de negar con la cabeza.
Gemma torció la boca. "No sé, pensé que sería él porque toda la vida han estado juntos, creí que era lo más común." Encogió sus hombros. "¿Entonces? ¿Quién es?"
"Se llama Louis." Harry confesó, al mismo tiempo que una ola de emoción le recorría el pecho y llegaba al corazón. Sentía libertad al decírselo a su hermana.
"¿Quién es Louis?"
"El chico más bonito que mis ojos han visto." Susurró, antes de cubrir su rostro con las palmas de sus manos. "Y siento que estoy perdiendo por un par de ojos preciosos que no sé si me miran a mí."
Su hermana rascó su barbilla pensativa, antes de retirar una de las manos del príncipe de su rostro, para tomarla entre las suyas.
"Es el mosquetero." Gemma afirmó, viendo la cara de asombro de Harry.
"¿Recuerdas su nombre?"
"No, ni siquiera sé cómo se llaman los que me escoltan a mí. Pero el día que entraron al salón, no fuiste muy discreto... Es el de la herida en el brazo, ¿Cierto?"
Harry asintió con suavidad, suspirando. Hablar de Louis implicaba terminar más enamorado de lo que ya estaba. Porque ahora con lo que Gemma le había dicho, estaba seguro de estar enamorándose.
No podían culparlo, de alguna manera tenía que sacar todo eso de su pecho o pronto reventaría de amor.
Así que simplemente comenzó a contarle a su hermana todo lo que había ocurrido y sentido hasta el día de hoy con el mosquetero, con el único fin de recibir un consejo.
Ella siempre lo apoyaba y estaba seguro de que no lo juzgaría por querer a un plebeyo. Era su mejor amiga, era la versión femenina de lo que Niall representaba en su vida.
Él quería hacer que Louis lo notara más, que lo tuviera presente, que amorosamente solo quisiera estar con él, y con la ayuda de la princesa, tal vez lo lograría.
Lo que no sabían es que, del otro lado de la puerta, Zayn se había quedado estático al escuchar la plática de la princesa y el príncipe. El pelinegro era el único en la estancia, Louis había ido al comedor en busca de reponer el agua y las frutas que ya se habían terminado.
No era un mal educado que gustaba de escuchar conversaciones ajenas, eso estaba claro, pero cuando se acercó al librero en busca de una buena lectura para matar tiempo, y notó la puerta de la habitación entreabierta con una charla muy interesante sobre el amor, no lo pudo evitar.
Y se dio cuenta de que no había estado tan equivocado todo este tiempo, Louis era completamente ciego al no ver las señales que le eran enviadas con cada saludo y cada despedida, con cada mirada o incluso con el mismo silencio que luego existía entre ellos.
"Él me gusta, Gem."
"¿Y tú le gustas a él?"
"No lo sé, a veces siento como si lo supiera, y otras veces como si no le importara."
Zayn ahora estaba más interesado en la posible relación ajena. Era increíble, el príncipe podía mostrarse firme y elegante, pero también era sumamente dulce y tierno. Era perfecto para su amigo.
Pero no, él no sería su cupido claramente, solo intentaría aportar su granito de arena para que el castaño pronto aceptara su cariño por el menor.
Porque si, Zayn estaba seguro de que Louis también añoraba a Harry.
Louis era quién ahora, se encontraba solo en la estancia del ojiverde. Zayn mencionó algo sobre estar enfermo antes de salir corriendo de ahí, por lo cual, ahora sospechaba que era puro cuento de su amigo para descansar un momento y tomar aire fresco.
Lo entendía, a veces era muy agotador, y él se encargaría de cubrir su puesto por unos minutos.
El sonido de algo rompiéndose se escuchó al interior de la pieza del príncipe, y como resorte, el ojiazul se levantó de su silla, corriendo hasta toparse con la puerta que se hallaba cerrada. Se aventuró a tocar dos veces.
"¿Su alteza? ¿Está todo bien?" Preguntó aumentando un poco su tono de voz con la intención de que traspasara el muro.
"¿Louis? ¡Entra!"
A la orden, Louis no dudó más y empujó el gran portón con una mano, mientras que con la otra estaba preparando la daga con la que ahora cargaba diariamente.
Gracias Zayn.
Cuando visualizó el interior, lo primero que hizo fue buscar a Harry, quién se encontraba arrodillado en el suelo, recogiendo lo que parecía ser piezas de una taza.
"¿Su majestad? ¿Qué ocurrió?"
El ojiverde le miró con asombro, antes de restarle importancia a lo acontecido. "Nada grave, se me resbaló la tetera y se rompió." Confesó, sin despegar la mirada del suelo.
Louis se relajó, soltando la daga. Rascó su oreja, y después avanzó hacia el pequeño desastre ocasionado por el menor. Se hincó con delicadeza frente a él, comenzando a recoger los pedacitos de la tetera que yacían esparcidos aún.
"No se preocupe, su alteza. Yo lo levanto."
"No, déjalo, fue mi torpeza, yo..." El príncipe se enderezó, sentándose ahora sobre sus talones. "No alcancé a sostenerla."
"Estos accidentes pasan." Louis seguía sin mirarlo y el ojiverde estaba a punto de gritar. "Se puede cortar."
El rizado no quitaba la vista del mayor enfrente suyo, lo veía levantar con tranquilidad los fragmentos de porcelana. Apretó sus labios sintiendo una leve molestia invadirle, ¿por qué Louis no le hacía caso? Se estaba impacientando.
Gemma estará muy decepcionada de él.
Sin más que decir, se levantó del suelo, sintiendo la decepción inundar cada espacio de si mismo.
No podía obtener nada, simplemente él era gris ante los ojos del mosquetero que solo estaba ahí por lealtad a su rey, por más que quisiera, si no veía respuesta, iba a desistir.
Quizá el día que estuvo a punto de besarlo solo se dejó llevar por el momento o quizá imaginó que era otra persona, o simplemente quería un beso y ya, nada más de ahí.
Aunque la idea no le gustara, si Louis le hablaba con sinceridad y le decía que lo único que quería de él era eso, un beso o una caricia, el aceptaría.
Porque no le iba a importar romper su corazón y entregárselo por piezas, al final, si se rompía era él quién estaba dentro.
Y bueno, quizá la idea de tirar su tetera al suelo y pedirle ayuda al ojiazul no era tan buena, pero fue lo único que se le ocurrió cuando su hermana le dijo que "intentara llamar su atención".
Bastante ingenioso, ¿no?
"Listo, el piso está libre." Murmuró Louis, depositando los últimos cachitos en el cesto de basura, y luego levantó su rostro, encontrándose con la mirada más intensa que el príncipe le había otorgado. Sintió su cuerpo temblar.
"Gracias, Lou." El ojiverde levantó un poco las comisuras de sus labios, antes de extender su mano para ayudarle a levantar.
"No tiene que agradecer."
Louis tomó su mano, y Harry no tardó nada en alzarlo. Ambos se observaron un par de segundos, el mayor estaba intentando entender lo que los ojos ajenos le trataban de decir.
"¿Te molesta si te llamo Lou?"
"Uhm, no, está bien para mí, si no le hace sentir incómodo, su alteza."
Harry mordió su labio inferior, mientras negaba en respuesta. "No, incluso tú puedes tutearme, si gustas." El ojiverde dio un paso hacía adelante, acortando la distancia entre ambos.
"¿T-tutearlo? No, eso no se puede hacer, su majestad..." Louis estaba hiperventilando ante la cercanía.
"Claro que se puede, si yo te lo permito, todo se puede."
La garganta del mayor se secó, hasta ese momento, pudo notar que el príncipe era un poco más alto que él, escasos centímetros pero que hacían la diferencia. Observó sus facciones, su nariz, sus pómulos, sus pestañas y sus mejillas rosas. No podía dejar a un lado lo atractivo que era.
"Está bien, pero siempre y cuando estemos solo nosotros, no podría tutearlo con su familia alrededor." Respondió Louis, recobrando la compostura. "Si le llegara a llamar por su nombre frente a la reina o al rey, me mandarían al calabazo por irrespetuoso."
El príncipe estuvo de acuerdo, no quería que nada malo le ocurriera. Pero ahora tenía otras cosas en que pensar, estaba siguiendo los consejos de Gemma, se estaba mostrando seguro de si mismo, ¿qué seguía ahora?
Gracias a los miles de pensamientos de incertidumbre que en menos de un respiro llenaron su mente, tuvo que romper la conexión de miradas que tenían, observando una esquina de su habitación.
La desconfianza le invadió de nuevo, la duda y la inestabilidad, todo había recaído en él de golpe, dejándolo más intranquilo que nunca.
Eso, hasta que sintió una mano posarse en su mejilla, obligándole a voltear el rostro. Louis era quién buscaba sus ojos ahora.
"¿Qué ocurre?"
El castaño sintió la tensión que había en el ambiente cortarse de repente, la actitud del príncipe había cambiado tan de repente que se cuestionó si había dicho algo mal o si al contrario, no había dicho nada.
"¿Tendría que ocurrir algo?"
"No lo sé, yo pregunto." Retiró su mano del rostro ajeno, quién ahora lo veía casi con tristeza. "¿Dije algo malo?"
Harry bufó ante las palabras, ¿era en serio? Prefirió no decir nada, y con sus dedos, golpeó el borde del sombrero del ojiazul, desacomodándolo ligeramente. Louis sonrío ante la acción, siendo él quién acortó un poco más la distancia entre ambos.
"¿Seguro que todo está bien?" Volvió a preguntar, retirando su sombrero y sosteniéndolo con una mano, con la otra, acomodó un poco su cabello.
"S-sí." Ahora el nervioso era Harry y eso le aturdía, se suponía que era él quién debía coquetearle, no al contrario.
"Entonces puedo llamarte Harry?" Louis subió y bajo sus cejas con una sonrisita asomándose por sus labios.
"Pues sí, ese es mi nombre."
El príncipe recobró su posición, llevando su mano al brazo del mosquetero, rodeando con sus dedos la mayor parte del bícep.
"Muchas gracias por limpiar, Lou."
"No tienes que agradecer."
Y si Harry no hubiese sentido su orgullo lastimado al inicio, al no notar ni un poco de interés en el castaño, seguramente lo hubiera besado. Quizá le hubiera atacado los labios en ese preciso momento, olvidándose de todo lo demás.
Si, lo más probable es que el hubiera tomado la iniciativa.
Pero simplemente decidió acercarse y depositar un suave besito en su mejilla, sintiendo al mayor tensarse bajo la acción.
Luego, se alejó lo suficiente, como para mirar el rostro del contrario. La cara de Louis era un poema completamente.
"Ya te puedes ir, gracias Lou."
El ojiazul se mantuvo inmóvil viendo a Harry girarse y caminar rumbo a su baño, al cual entró, cerrando la puerta con delicadeza.
Decir que Louis estaba anonadado era poco, ¿Harry coqueteando? ¿En qué momento había ocurrido eso?
La imagen que tenía del menor era de inocencia pura, de un cuento de hadas con final feliz y aunque no estuviera equivocado, quizá también tenía otro lado que él aún no descubría.
Todo esto solo lo estaba obligando a rendirse ante sus pies y rogarle que lo sostuviera por toda la vida. Que nunca le soltase y que jamás lo dejara caer.
Porque el corazón de Louis, ya estaba en sus manos.
Hola holaaa♡.
Me disculpo por la tardanza, pero justo hoy tuve que entregar mi proyecto de cierre de semestre y recién me desocupé. Pero oficialmente estoy de vacaciones.
También les quería decir que posiblemente mañana actualice muy temprano o muy tarde ya que no estaré en mi casa y se me complicará un poquito.
Espero disfruten el cap. de hoy, no vemos mañana. ♡
Besitos, les amo.
-María Tommo.
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