En la noche me quedé con Yoon Gi porque había una terrible tormenta y por supuesto que no iba a salir para que me cayera un rayo en la cabeza.

Habíamos comido ramen y después nos enganchamos a ver una película bastante infantil. No sé porqué, pero Yoon Gi la disfrutó bastante y eso que se la pasaba mirando cosas de acción y suspense.

A la hora de dormir, había un gran problema. Nunca me quedé en su casa más allá de aquella vez; pero siempre dormí en su sillón y esta vez iba a ir a su cama. Y no, yo no lo sugerí, fue él.

Sentía que iba a desmayarme. Aun no me atrevía a entrar a en su cuarto. Sólo observé escondido por la puerta y oh... Yoon Gi se estaba cambiando. Su manera de quitarse la ropa era tan sensual...

—Kook—me llamó de repente y pegué un salto hasta tirarme al sillón, con el cual me pegué.

—¿Qué? Estoy aquí, en el sillón. No me moví, no pienses nada raro.

—¿De qué hablas?—se asomó por la puerta y se rió. Tenia una playera en su mano y me la lanzó —Toma, no tengo otra cosa.

Agarré la playera y en cuanto dio la vuelta, la olí. Como sospeché, le gustaba la fragancia que yo usaba. Me cambié y me quedé en boxers, no pensaba dormir con jeans y además Yoon Gi no me prestó nada para abajo. Que pillo.

Entré al cuarto y vi que Yoon Gi ya se había metido y hasta tapado. Me miró sonriente y palmeó a su lado para que fuera. Corrí como avestruz y me oculté bajo las sábanas; sentí vergüenza y no pude salir para tomar aire, me iba a morir.

—Jung Kook, no me digas que tienes vergüenza —Yoon Gi se metió bajo la sabana conmigo y me miró burlón.

¿Qué le pasaba a este estúpido? De un día para el otro se le fue la timidez; no me parecía normal verlo comportarse así.

—Estamos medio en pelotas, en tu cama, claro que tengo vergüenza joder—me tapé la cara como una niñita de cinco años—¿Acaso tú no?¿Dónde quedó ese "no me siento cómodo"?

—Bueno, es algo que debo superar—me agarró la mano y temblé —.Quiero estar contigo y no quiero comportarme como un idiota, además sólo vamos a dormir.

Me agradaba que al menos pensara en eso; entendía que no era fácil para él, pero verlo hacer el esfuerzo me ponía realmente feliz. Así que decidimos acostarnos, Yoon Gi se quedó de costado y yo mirando su espalda. Si debíamos avanzar, tenia que hacer algo. Entonces pasé un brazo sobre su cuerpo e intenté abrazarlo.

—¿Está bien si hago esto?—le pregunté.

—Sí...

Me acerqué más a él y quedamos muy juntos, apoyé mi cabeza en la almohada y mis labios tocaron su cuello sin querer, pero no me aparté. Juro haber escuchado un sonido extraño salir de su boca cuando lo hice, y como no estaba seguro, lo hice a propósito de nuevo.

—Mmm...—volví a escuchar con más claridad. ¿Estaba gimiendo?

—Y-Yoon Gi...¿qué mierda?—elevé un poco mi cabeza y él en seguida se giró para mirarme.

—No hagas eso.

Nuestros labios estaban tan cerca que no pude resistir besarlo. Le robe un largo y baboso beso necesitado y como el maldito desesperado que era lo abracé contra mi cuerpo. Él correspondió mi beso y me agarró del cabello. Aquello me había excitado, al igual que oír su respiración entrecortada.

Si esa noche íbamos a hacerlo, estaba listo para subir al cielo y quedarme allí por siempre.

Me subí arriba de Yoon Gi como una perra en celo y él me agarró por las caderas, bajando sus manos hasta mi trasero. No debía sentirme tan vulgar, pero tenia ganas de gritarle a Yoon Gi que me la metiese. Joder, esperé mucho por eso, entiendan mi desesperación sexual.

Me empecé a mover sobre él y sentí cómo me agarraba las nalgas con fuerza. gruñi y lo besé fogosamente. Cuando nos separamos para tonar aire, Yoon Gi me miró a los ojos y lo dijo.

—Hagámoslo, Kook.

Gracias, Santa Ramona toda poderosa.

JJK: 14/03/2017