Al día siguiente me desperté con una sonrisa. Es más, creo que dormí con una sonrisa en la boca toda la noche porque me dolía muchísimo.

Me levanté y lavé mi cara. Me peiné y vestí con lo más fashion que tenía en mi armario. Me eché desodorante atrae Yoon Gis y salí en dirección a nuestro encuentro.

Sí, a las tres de la mañana se me antojó decirle que desayunaramos juntos en una cafetería. Y mi príncipe hermoso me contestó a los pocos segundos con un emoji sonriente y un corazón. UN CORAZÓN.

Salí de casa para nuestro encuentro y por el camino fui pensando en mi regalo por lo del día anterior. Que Yoon Gi me pagara la máscara de iron man no contaba.

Caminé por diez minutos y a lo lejos lo vi. Sostenía dos cafés; me entregó uno con leche y, aunque creí que estaríamos dentro del local, a Yoon Gi se le dio por caminar.

—¿Qué tal dormiste?

—Bueno, si dejamos de lado que te mandé un mensaje en la madrugada... ¡Bien!

Yoon Gi sonrió más ampliamente. Me cortó la respiración y si no hubiera sido porque me agarré de su brazo, seguro estaría tirado en el Suelo hiperventilando. Respiraba hondo y expulsaba el aire de forma brusca.

—¿A donde te gustaría ir?—me preguntó mientras miraba al frente.

—No lo sé, a donde tú quieras a...Yoon Gi—me mordí la lengua como un idiota y encima me quemé con el café.

—Yo quiero ir a mi casa, hace mucho frío —se quejó como siempre—Pero me gustaría hacer algo interesante.

—Bueno, podemos ir a tu casa y ver una película, charlar...

No sé por qué había propuesto eso con lo nervioso que estaba. La situación era tan diferente a cuando lo stalkeaba en todos lados... No me haría bien estar a solas con él, en su piso de 2x2.

Pero al final acabamos ahí. Nos sentamos en el sillón y pusimos una película de acción. Todo era sangre, violencia, persecuciones. Una peli que cualquier macho vería.

Mientras que yo comía palomitas, Yoon Gi fue a buscar una manta para taparse. Pero mi sorpresa fue que era para ambos. En cuanto sentí la manta sobre mis hombros, lo miré avergonzado y le sonreí, sin darme cuenta que mi mano en busca de palomitas estaba tanteando en el aire.

—Hace demasiado frío, ¿no crees?

—Ah, sí... Bueno, yo tengo calorcito, fiuu...—me di aire con la mano y me pegué sin querer en la cara.

Yoon Gi se empezó a reír de mi torpeza y, ciertamente, estaba dando pena. Pero no me importaba, era feliz.

Pasada la hora y media de película, Yoon Gi había apoyado su cabeza en mi hombro. Así que cuando acabó, se acomodó y se estiró. No supe qué hacer después de eso, mi caja de palomitas estaba vacía y seguía con hambre.

—Espero que no te hayas aburrido.

—No, para nada.

Él recogió las cosas de la mesita y volvió a sentarse a mi lado. No sabíamos qué decir, por lo que tuve que armarme de valor para preguntarle eso que siempre había deseado.

Se suponía que era el momento.

—Yoon Gi, yo... Quiero...—empecé a tartamudear —Me gustaría, digo me pregunto si, ¿quieres que seamos novios?

Cerré los ojos después de decirlo, no quería ver su cara. Me daba mucha vergüenza y además, su silencio me asustaba. Creí que diría que no, porque suponía que no estaba listo para eso, pero mi mente cambió de parecer cuando sentí sus labios tocar los mios.

No fue un pequeño beso. Ambos movimos nuestras cabeza y saboreamos nuestras bocas sin prisa. Lo tomé de los hombros y me acerqué un poco más hacia su cuerpo hasta que quedamos pegados.

Mi cara sentía calor; era un sueño estar besándolo así, tan sincero y tan dulce. NO COMO CUANDO SE EMBORRACHÓ.

—Jung Kook—se separó de mi boca y me miró fijamente —seamos novios.

—¡Joder, me voy a morir!

Me alteré un poco y levantei voz casi en un grito.

—Pero—agachó su cabeza y mi sonrisa desapareció —quisiera ir despacio, es la primera vez que estoy con un hombre y siendo tú no quiero arruinar nada, mucho menos nuestra amistad.

—Yoon Gi, no te preocupes, lo entiendo—mentiroso que era— No quiero que estemos incómodos. Se que trataste de metermela estando borracho, pero esto es diferente. Iremos lento, pero por favor no dejes de besarme.

Si Yoon Gi quería ir despacio, lo iríamos. No había prisas, con el simple hecho de que fuéramos novios era más que suficiente.

JKK:10/03/2017