Dejé la última caja con mis pertenencias sobre la mesa y Yoon Gi me ayudó a sacar todo.

Me mudé con él, definitivamente. Decidimos vivir juntos ya que la relación se volvió muy seria. Mis padres nos ayudaron con las cosas, a trasladar muebles y demás. Estaba tan feliz que no podía ocultarlo. Me lancé sobre Yoon Gi y lo besé y abracé. Era todo como un hermoso sueño.

Y sí, me di cuenta que estaba soñando otra vez con lo mismo...

Me desperté gruñendo y golpeé la almohada repetidas veces. La até del ventilador y la usé de saco de boxeo. Estaba solo en casa así que nadie podía decirme nada. Imité los movimientos de Rocky Balboa y resoplé. No era fácil pelear con una almohada... Podía audicionar para una pelicula de Jackie Chan, ¡por favor!

Mi teléfono  sonó varias veces y tuve que contestar. Puse el altavoz y grité a todo pulmón. 

-¿Hola? ¿A quién estás matando?

-A mi almohada. ¿Qué quieres vomita zapatos?

Mi enojo sin sentido lo descargué sin querer sobre la desgracia de Jin, pobre... Aun me seguía riendo al recordar lo que me contó. Era un mal amigo, lo admito.

-Ah, vaya, bueno gracias por el cumplido, estúpido.

-Perdón, no quise decir eso- suspiré y me senté para calmarme-. He despertado de mal humor.

-No te pregunté, pero ok... En fin, escucha una cosa. Voy a declararme.

-¡¿Qué?!-grité, impactado.

-Que le diré a mi negro que me gusta.

-¡Pero si lo amas!-volví a gritar.

-Ya, pero no quiero espantarlo. ¿No ves que es hetero? sólo le diré que me gusta, que me agrada. Eso. Luego iré dando más pasos, ¿entiendes mi estrategia?

Era bastante astuto de su parte hacer aquello. La verdad es que la cara de macho de Nam Joon daba miedo, y me sentiría muy mal por Jin si fuera rechazado.

Por eso, se me ocurrió algo. Mi mente voló en segundo trayendo consigo una gran idea.

-Espera, puedo ayudarte con eso.

-¿Yo te pedí ayuda?

-No. ¿Acaso no quieres?

-Pfff, no...- me quedé en silencio y luego Jin tardó en contestar- ¡Bueno, sí quiero!

-No puedes resistirte a mi ayuda.

Sonreí satisfecho y le expliqué lo que pensé. Quería organizar una especie de cita, ya que Yoon Gi era amigo de Nam, éste no tendría problema en unirse. Iríamos a comer y, en todo ese transcurso, hablaríamos maravillas de Jin y le lanzaríamos indirectas a Nam. Después, si todo iba bien, saldríamos a pasear y los dejaríamos solos. Era un genio, sólo debía convencer a Yoon Gi.

-¡Kook, te amo!- dijo Jin con toda la felicidad del mundo.

-Ugh, cuidado con lo que dices amigo.

-Iré a perfumar mis calzones rosas. Me dan suerte.

Después de escuchar "calzón rosa" colgué, no era necesario saber que los perfumaba, es decir, ¿quien lo hace, por Dios?

Más tarde llamé a Yoon Gi y le conté la idea. Estaba de acuerdo sólo porque creía que era una buena persona queriendo unir a otras, que amor... Hasta me daban ganas de pedirle matrimonio.

-¿A donde iremos a comer?

-Pues al puesto callejero obvio, ¿no pensaras en un restaurante?

-De hecho sí. Nam es un tipo algo elegante y por lo que vi Jin también parece serlo.

-Yoon Gi no jodas, estoy contando moneditas. Tienes un novio pobre.

Oí su risa al otro lado y sin dejar de sacar moneditas de mi hucha, me sorbi la nariz, ya sentía el llanto y el dolor de gastar.

-Yo pagaré por ti, no seas tan dramático.

-Pero... Pareceré el aprovechado pobretón.

-Si lo eres, no pareces.

Me ofendí y sin saber qué contestar a la gracia de Yoon Gi, colgué.

Era pobre, pero honrado. Bueno, eso suponía. Aunque un buen bistec no le haría mal a mi estómago.

JJK: 07/06/2017

Volví ahre.