Yoon Gi acercaba su boca como si fuera a comerse una hamburguesa. La verdad es que me puse muy nervioso y le acabé pegando sin querer al tratar de apartarme.

Pero aunque quería irme de allí para no cometer ninguna cosa de la que luego me arrepentiría, el muy cabrón se me tiró encima y siguió mordisqueando mi camisa.

—Yoon Gi, por todos los...¡Ah!

Me mordió el pezón tan fuerte que creí que me quedé sin él. Su actitud estaba sobrepasando el limite de lo absurdo. Nunca lo había visto tan borracho.

—¡Kookieeee!—gritó de repente, dejando caer su cabeza en mi pecho— ¿Por qué eres tan blandito? ¿Te puedo... Co...co...?

—¡¿Qué?!

Me mareé y mi cuerpo no respondió. No sé que quiso decir con aquello pero si era lo que malpensaba me moriría.

—Comer...

—No, mierda.

Yoon Gi hizo un puchero y se acomodó torpemente sobre mí. Esa posición había sido tantas veces parte de mis fantasías, oh joder... Pero no debía dejarlo continuar con lo que fuera a hacer.

—Yo...—me miró a los ojos y luego miró mi nariz—Soy idiota. Soy un imbécil, nadie me ama. Me gusta tu nariz.

—Yo lo hago—le dije sin querer. Mis sentimientos debían salir algún día, maldita sea.

—¿Quieres que nos casemos?—me preguntó mientras sonreía.

—Sí, pero cuando aceptes mis sentimientos estando sobrio, ¿ok?

—No sé qué dices, pero ok.

Me agarró la cara con ambas manos y se volvió a acercar con intención de besarme. No hice nada para evitarlo y se me paró el corazón cuando me metió la lengua en la boca. El muy idiota me dio el beso que siempre había soñado. No resistí ante la tentación y le correspondí el beso con todas las ganas que tenia guardadas sólo para él.

No nos separamos en ningún momento. Acaricié sus cabellos y seguí profundizando el beso.

Después sentí una de sus manos intentando meterse dentro de mi pantalón para tocar mis pocas nalgas.

Tuve que pararlo, no debíamos seguir. No estaba bien, para ninguno.

—Yoon Gi, basta—lo empujé y traté de levantarme—Esto está mal, estás muy borracho.

—¡Estoy bien, mirame! —se intentó levantar pero se cayó de costado.

Entendía que no era consciente de lo que hacia pero por un momento me enojé. Si hubiera sabido que le gustaba, entonces podría haberme confesado con toda tranquilidad, pero no... Él prefería fingir ser todo un hetero.

Lo arrastré hasta su habitación y lo dejé en la cama. Él me seguía mirando como si creyera que me quedaría.

—Jung Kook, ámame —estiró sus brazos y volvió a hacer un puchero.

—Me voy a casa.

Debía irme, debía hacerlo o si no las cosas acabarían muy mal.

—No, por fassss—Yoon Gi se levantó y me abrazó. De repente sentí que algo mojaba mi cuello. Eran sus lágrimas —.No quiero estar solo.

No podía verlo así. Me partió el alma verlo llorar, pero no sabia si era porque me iba a ir o porque dentro de él aun había dolor por su ex.

—Está bien, me quedaré pero si prometes una cosa.

—Lo que... Sea.

Lo volví a dejar en la cama y le quité las zapatillas.

—Te quedarás aquí quieto y yo iré al sillón a dormir.

No dijo una palabra y, en cuanto lo acomodé y tapé, se quedó frito. Lo miré durante un rato y toqué mis labios. Nos habíamos besado... Pero por alguna razón no me sentía bien.

Una vez que salí de su cuarto, me acosté en el sillón y observé todas las latas de cerveza sobre la mesita.

—Estúpido—susurré para mí mismo mientras que mis ojos se iban cerrando.

JJK: 27/02/2017