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S E I S

Aunque no esperaba algo así, Heejin me había enviado la dirección y esperaba que fuese un lugar tranquilo, un parque, o incluso su propio departamento, pero lo que veo es un lugar con música rock, que detesto, muchos niños gritando y el más grande detalle, muchos muros de escalar. Y es extraño, para una niña que dice odiar los deportes, esto me parece muy "deportivo."

Me acerco a Heejin que habla con otra mujer, supongo que es una madre de los niños.—Hola.—Saludo cuando veo que la mujer se va junto a una niña a un muro de escalar. me acerco a ella dándole un beso en la mejilla.—¿Podemos hablar de la otra noche? Lo que me dijiste sobre la energía.

—Por favor...

—De eso quiero hablar, es importante y-—El sonido de las cuerdas me interrumpe, miro hacia un lado y puedo recordar la cara de este idiota.

—Buena fiesta.—Me dice abrazando a Heejin por los hombros.—Es divertido, ¿quién dijo que era para ñiños?

—Tú...—Están saliendo.

—Hyunjin.—Dice él y toma mi mano para estrecharla.—Te reconocí.

—¿Me reconociste?

—Sí, eres la que estaba en la fiesta de Heejin. Estabas histérica.

Sonrío incómoda.—Sí, que buena memoria.—Lo ignoro y vuelvo mi mirada a Heejin.—¿Dónde está Chaewon? Le compré un regalo.—No tienen que adivinar qué es.

—Está.. por allá.—Apunta junto a un suspiro.

Me doy la vuelta. Chaewon está de brazos cruzados frente a un muro. Hay un instructor queriendo colocarle uno de esos cinturones de seguridad para que suba pero ella niega con cada intento. Lo sabía.

—Llevaré el regalo donde están los demás.—Hansol me dice quitándome el sobre de las manos y se larga, por fin.

—Hansol esta aquí —Heejin cierra los ojos.—, y carga los regalos. ¿Pero que llevas puesto?

—Son...shorts deportivos.—Asiento aguantando la risa, son horribles.—No digas nada, están lindos.

—Podrías prestarmela.—Bromeo.

—No quiero hacerlo.—Chaewon dice hacia Hansol. el asegura el arnés sobre ella de todos modos.

—Tranquila, será divertido.

—No lo creo.

—Chaewon, la razón de hacer tu cumpleaños aquí es para que escales. No desperdiciaremos una buena pared.—Chaewon no responde.—¿Estás lista?

—¿Dónde quería hacer, Chaewon su cumpleaños?—Pregunto a Heejin.

—En un refugio...era un refugio de animales y bueno. Pero decidimos que era mejor hacerlo aquí.

—Error.—Interrumpo.

—Pero es bueno para ella, porque Hansol es alto y atlético y tam-

—¡Es muy difícil!

—¿Qué está haciendo?—Heejin grita. Rápidamente volteó hacía donde el grito vino. Chaewon está aferrada sobre la muralla de escalar, se ve asustada.

—¡Bajame!—Pide.

Heejin se acerca a la pared y yo voy detrás de ella no perdiendo de vista a la niña.—Chaewon, es muy arriba.—Se acerca al instructor.—Es demasiado alto.

—Tranquila, señora. La cuerda lo soporta.

—¡Chaewon, esta bien, suéltate!

La niña niega rápidamente.—¡Tengo miedo!

—Solo tranquilízate y diviértete.—Gritó el instructor.

Hice una mueca y busqué por mi alrededor un arnés, por suerte había más de uno.—Chaewon, cuenta hasta tres y suéltate.—Dije mientras tomaba el arnés.

—¡Tengo miedo!

Iba a colocarme el arnés pero Hansol se colocó en frente de mi asegurando la cuerda en su cintura.—Yo voy por ella.—El corrió hacia el muro escalando rápidamente.—Ya voy, pequeña. No te preocupes.

—¡No me toques!—Se quejó Chaewon al ver al idiota a su lado.

—Estoy cerca.—Dijo él sin importar como chaewon negaba.—Aquí estoy. Tranquila, déjame ayudarte.—Chaewon se soltó, no por su voluntad supongo. Hansol se soltó dejandose caer con la niña en brazos que se removia en ellos.

—Suéltame gorila, suéltame ya.—A penas tocaron el suelo Chaewon saltó del agarre de Hansol pero este volvió a tomar su brazo.—Odio esa estúpida pared, y es la peor fiesta que he tenido.—Con el arnés corrió hacia Heejin con sus ojos llenos de lágrimas.—Mami, no quiero estar aquí.

—Tranquila, ya estas bien.—Chaewon se abrazó a su madre y tomó mi mano por un segundo.—Vamos a ver tus regalos, ¿sí?

Heejin se la lleva y Hansol se acerca a mi con la mirada perdida.—Tranquilo. No te preocupes, Hansol, el estará bien.

Se fuerza a sonreír.—Sí... tú la conoces bien, ¿no?—No tanto, así que voy a responder negativamente, pero habla otra vez.—Te invito un trago, Hyunjin.

Hago una mueca. Quiero negarme pero me empuja a ir al bar, la verdad es incómodo estar con el, y espero verme lo bastante lesbiana para que nadie crea que esto es una cita porque será un infierno. El pide el mismo trago para los dos, bebo un poco más que el, necesito beber un poco para olvidar que estoy con este idiota que, estoy segura, dió la idea del lugar para el cumpleaños de mi hija.

—Es hermoso, ¿has ido a los valles de Gyeong-gido?

—No, pero crecí en Suji-gu.

—Tengo una cabaña ahí, precioso lugar, todas las vacaciones voy con mi familia desde hace treinta años.—Me explica, la verdad no me interesa.—Cuando pueda llevaré a Heejin, ¿que te parece?¿Quieres otra cerveza?

Titubeo.—N-no, no. Yo... tengo que irme, creo.—Me levanté.—Te agradezco todo y te-

—La niña me odia, Hyunjin.—Me dice, creo que va a llorar.

Me detengo de ponerme la chaqueta.—No, no creo que chaewon te odie.

—No, si es cierto. Me ha dicho un par de veces.—No se que decir.—Es que es muy rara...tiene unas costumbres, se preocupa por todo, cuestiona todo...es realmente...

—Neurótica.—Completo.

—Sí, eso es.

—¿Y cual es el problema?

—Bueno, no estoy acostumbrado a eso.

Vuelvo a sentarme con pesar.—La neurosis es una forma intensa de la percepción... tienes que tratarla bien, de una forma estricta un poco duro. Lo harás bien, pero tienes que ayudarla, cuando exprese una idea, un punto de vista, es como darle por su lado y no llevarle la con-

—Perfecto.—Me interrumpe. Creo que estaba hablando algo importante para que el tenga esa sonrisa horrible que tiene.—Tú sabes de estas cosas, pero creo que no es muy bueno.

—Gracias, ¿por qué es bueno?

—Eso es, me gusta como hablas Hyunjin. Yo sé que la niña lo superará, en unos meses seremos una familia. El tiempo lo cura todo ¿verdad?—Trato de sonreír aunque quiero ahorcarlo.—Hace meses planeaba tener hijos con una mujer que no veré nunca más.

—¿Hace meses?

—Sí.—Asiento forzando una sonrisa.—Estoy loco por la mujer que pagó por mi esperma. No puedo decirle que no. Chaewon saldrá de esto.—Me dice dandome una palmada en la espalda.—No importa que sea callada o rara, la llevaré con un psiquiatra. ¿Otra cerveza?

Lo voy a matar.

.

—El tipo no paraba de hablar, hablaba y hablaba. Y me dijo que quiso tener hijos, le hablaba como si fuera su mejor amiga.—Le pedí a Jinsol que me acompañará a una tienda de fotografía, ella solo estaba escuchando.—Me pedía consejos de como ser padre de mi hija, ¿entiendes? Decía todo eso con su sonrisa, y que quiere llevar a Heejin de vacaciones.—Me acerco a los estantes llenos de cuadros de fotos.

—Hyunjin —Me llama, hago un sonido para que siga—, ¿que hacemos aquí?

—Venimos a cambiar este marco para Chaewon.—Digo mirando los estantes y levantando el marco en mis manos para que ella lo vea.—Quiere otro para su colección.—Jinsol se burla.—Pero lo quiere con foto.

—Te interesan muchos sus pasatiempos.—Toma mi brazo para llamar mi atención.—Pero lo primero que ibas a hacer era decirle a Heejin. ¿Qué estas esperando?

—Traté pero no pude. Da vuelta la página.—Le resto importancia cambiando de pasillo.

—Doy vuelta la página per-

—Ella dijo esa noche que teníamos una conexión.

—Uy~ Interesante, ¿que más?

—Es muy raro. Pero todo el tiempo que estuve con ella parecia decir: sálvame.

—¿Y sus ojos que decían?

—Todo, por eso sé que tengo sentimientos hacia ella.

Ella sonríe y sé lo que va a decirme.—Oh, ¿en serio? Y solo han pasado ¿13 años?

—No tienes que volver a decirlo. Me llevas diciendo eso siempre. ¿Qué debo decirle?—Pregunto irritada.

Ella levanta los brazos y los hombros en señal de no saber.—Tengo muy buenas noticias; amas a la madre de tu hija.

—Pero Heejin está enamorada de Hansol. Se que intente decirle la verdad...pero si lo hago perderé todo, ¿verdad?

—¿Y...si no lo haces?—Me dice con una sonrisa, se lo que intenta decirme.

—Jamás seré otra cosa que la tía Hyunjin.—Suspiré.

—Que feo.

Ignoro su comentario y veo a alguien de la tienda.—Oiga. Quiero este marco y este no, ¿me los cambia?—Apunto a cada marco. El hombre asiente y me apunta a la caja para pagar.—Bien.

.

Después de una larga charla, vuelvo al trabajo. Estamos en una reunión extensa, el cielo se oscurece. Estoy algo cansada, pero no lo suficiente para dejar este asunto de lado.

—Claramente, vemos que no es pos-—Me detengo al sentir el sonido de mi celular, es un número desconocido.—Disculpen.

Me levanto de mi silla y voy al otro lado de la oficina para que nadie logre escuchar mi conversación y tampoco interrumpir la reunión que debe continuar sin mi.

—¿Hola?

—¿Hyunjin?

—Sí.—Es Heejin. Ella suspira aliviada.

—Es un alivio, estoy en Gyeong-gido y ahm..

Miento si no me molesta lo que escucho, estoy celosa de que siga hablando con ese idiota después de lo del cumpleaños.—¿Fuiste con Hansol?

Ella no tarda en responder.—Sí, tiene una cabaña aqui.

—Sí, desde hace 30 años.—No puedo quitarme esa tonta charla de la cabeza, menos ahora que sé que de verdad la invitó.

—Así es...¿Como lo sabes?

—El me lo dijo.—Me encojo de hombros, aunque no puede verme.

—No sabia que conversaban.—Suena más como una pregunta.

—Sí...somos amigos.—Respondo sin ánimos.

—Oh, mierda.—Otra voz suena, demasiado robotica.

—¿Qué es eso?

—Olvidé ponerle monedas.—Dice entredientes.

Frunzo el ceño.—¿No hay servicio de celular allá?

—Aparentemente no.—Suspira.—Hyunjin, Chaewon prefirió pasar el fin de semana con Mijoo, lo deje ahí para que logre tener una amiga —No entiendo donde va esto.—, pero su madre me llamó para decirme que chaewon, lamentablemente, tiene piojos.

—¿¡Piojos!?

—Tranquila, no es como si fuera cáncer. Y por favor no hagas esta situación más Hyunjin de lo que ya es.

—Oye, usaste mi nombre como verbo.—Me burlo.

—Sí lo hice, a veces lo hago. ¿Podrías ayudarme por favor? confío mucho en ti. Y eres la única persona en Seúl que podría estar con ella.—Tiene razón.—No estaba segura de pedirte esto, pero nuestro vuelo sale esta mañana y no hay vuelos esta noche.

—Está bien. ¿Quieres que la lleve al médico?

—No es muy grave, Hyunjin, son piojos.

—Okey, quieres que la lleve a casa y vea la televisión con ella...

—Sí, perfecto, perfecto. Pero hay un par de cosas que tienes que hacer antes, ¿tienes un lápiz?

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