C I N C O
No puedo entender muchas cosas. Desde que Heejin ha vuelto y desde antes también. Chaewon es muy extraña, o yo de verdad soy paranoica, las coincidencias en ella y en mi yo de niño son extrañamente idénticas. Hay muchas cosas que no he podido explicar todavía, como el porqué todavía sigo pensando en Heejin cuando beso a una chica, o en mis sueños donde estamos juntas o incluso el porqué diablos tengo una erección cuando veo a Marie Jung en el programa de la mañana.
Es de verdad estresante.
Vuelvo a salir con Heejin esa mañana. Fuimos a comer comida rápida rápida desayuno -saludable, por cierto- hay varios juegos arcade en la tienda y tengo que pedirle permiso para salir y llamar a Jinsol. No puedo contarle directamente a Heejin sobre lo que pasa, así que, no tengo más que recurrir a mi otra amiga.
—Hola, soy Hyunjin.—Digo cuando contesta.—Estoy un poco a-asustada.
—Sí lo sé, dámelo en la boca.—Escucho y luego un chasquido de labios, debe estar con otra chica, como siempre.
—¿Hola? Si quieres puedo llamar después.
—No, no. Esta bien. Dime que fue lo que te asustó.
Me doy la vuelta mirando dentro del local otra vez, ahi esta Chaewon jugando en una de las maquinas y Heejin leyendo el periódico.—Bueno...¿Cómo explicarte? Eh...y-yo, de, de, de algún modo me quedé con Chaewon esta semana.—Digo tartamudeando.—Y pues hay, algunas similitudes y...también coincidencias, que me hacen pensar que debería hablar con Heejin...tal vez creas que estoy loca pero.—"Sí" escucho de su parte.—Pero creo que pensamos lo mismo...es, es como ¡si fuera yo!
—La niña puede se tuya...no sé, porque siento que lo dices...uh...oh, ¿por qué no vienes y lo platicamos?
—¿¡Por qué no me lo habías dicho!?—Grito levantando los brazos.
—Se me olvidó, por favor... no..n-no, no lo recordaba.—Se excusó.—Fue hace siete años, estabas borracha y hablabas tonterías, y no sabia que la señorita Marie Jung podía hacer eyacular a una persona como tú.—Iba a hacer un hueco en el piso por dar tantas vueltas, estaba segura.—¿Y qué tiene?
—¿Qué tiene?¿No lo sabes? Hansol es el donante, ¿no sabes que significa?
—¿Quién es Hansol?
—Hansol es el donante. Ya te lo había dicho.
—Okey, perfecto. Así que Hansol fue el donante...pero hubo un intercambio, ¿un intercambio de qué?
—Dios mio.—Me quejé tirando mi cabello.—No lo había pensado.
—¿¡Qué!?¡Dime!—Me dijo, estaba más desesperada que yo.
—El ingrediente del recipiente...lo intercambié por mi...—Apunte disimuladamente a mi entrepierna.
—Ajá.. Ajá.. Wow, es como una película, tuviste acceso a ese...ingrediente.
—¿Acceso? No lo s-—De repente los recuerdos llegan, y siento que voy a desmayarme.
Jinsol suspira.—No me lo digas.
A pasos lentos voy hasta una de las sillas frente a ella.—Creo que lo hice.—Murmuro de forma lenta.
—¿En serio?¿Lo...cambiaste?
Cubro mi rostro.—Uso mi esperma, por Dios...
Jinsol hizo una mueca.—No me gusta esto.
—Dios mio, creo que me desmayé en el baño.—Hablo ahogada.
—Oye, ¿Heejin sabe que tiraste la esperma en el baño?
—No, por dios. Lo cambié.
—Dios mio, mierda.—Grita.
—Yo, yo embaracé a Heejin.—Siento que voy a morir, mis manos aprietan mi rostro con fuerza antes de soltarlo.
—Me va a dar un infarto.—Jinsol dice poniendo sus manos en su corazón.
—¿Cómo pude olvidar esa estupidez?
—Lo olvidaste porque estabas cooompletamente borracha, y reprimirse todo eso, ¿entiendes?—Suspiro aún aturdida.—Es como lo que te dije de los perros, si tienen hambre entonces buscarán y comerán algo peor.
—Oh dios, soy una horrible persona.—Me levanto tomando mi abrigo.—Tengo que decirle a Heejin.
—Oh no, no puedes decirle.
—¿Le... le escribo una carta?
—Hazlo, pero con tus abogados.—Trata de bromear.
Me pongo mi abrigo y camino hacia la puerta.—Nada de abogados, solo se lo diré.
—Sí, esta bien...antes de que te vayas, la verdad son buenas noticias, felicidades, eres madre.
—Que graciosa.
De los veinte minutos que pude demorar caminando, me demoro la mitad, y es que estoy ansiosa y solo corri hasta su departamento. Intento calmarme, tomo todo el aire que es posible y luego toco la puerta con algo de fuerza.
Esta se abre pero no hay nadie, bueno, sí, pero no la noté, es muy pequeña.
—Hola, Hyunjin.—Saluda con su típica expresión de tristeza o lo que sea, lleva un pijama con animales extraños, algo amorfos y el cabello húmedo.
Ahora que la veo, no puedo dejar de pensar, ella es mi hija, y es igual a mi. Me agacho lentamente a su altura.—Hola, wonnie...¿Por qué estas despierta?
—Insomnio.—Me responde antes de irse a la sala, supongo que me dejará entrar.
—¿Y tu mamá?
—En el baño...—Se adentra más a la sala mientras voy detrás de ella.—Mamá, Hyunjin está aquí.
—Voy ahora.—La escucho gritar.
Chaewon se sienta en el sofá, mientras yo doy vueltas en mi eje buscando las palabras que decir, aunque es difícil con el ruido de la televisión, Chaewon no deja ni un canal, pasa todos los canales escuchando no más de tres segundos cada uno antes de cambiarlo, noticias, caricaturas, programa de comedia, noticia, caricatura, programa de comedia, una y otra vez. Me acerco a ella.—¿Qué haces?
—Viendo televisión..
—No, tu solo estas cambiando los canales.
—Noo, veo todo a la vez.
Ruedo los ojos.—Dame eso.—Le quito el control remoto y ella se queja.—Escucha, tienes que comportarte mejor o puede convertirse en un mal hábito.
—¿Y por qué se me va a ser un mal hábito?—Pregunta incrédula.
—Te lo digo...porque soy la mejor amiga de tu madre.
—Eso no quiere decir que seas mi amiga...así que dame el control.—Empezamos una guerra de sí y no, donde ella intenta sobre el sofá llegar a mi y quitarme el control remoto.
—Hyunjin.—Me doy la vuelta.—¿Qué haces aquí?
—Necesito hablar contigo.—Digo firmemente.
Ella se sorprende.—Sí, claro.
Le devuelvo el control a Chaewon y apunto a la puerta.—Afuera.—Voy hasta la puerta y siento los pasos de Heejin detrás de mi, siguiendome. Antes de salir logro escuchar como le dice a Chaewon rápidamente que estará afuera y luego ella enciende la televisión otra vez.
Ambas nos quedamos afuera.—Escucha esto...no se como decirlo. Pero, voy a empezar. Eh, eres la persona más importante en mi vida.—Ella asiente y una risa nerviosa sale de mis labios.—Es difícil. En verdad es lo más difícil que he dicho y.. quiero que... que sepas que yo haría lo que sea por ti, Heejin. Y también necesito que sepas que lo último que quiero es perderte.—Digo sincera.—Pero algunas cosas tienen que decirse por incómodas que parezcan-
—Espera, Hyunjin...Creo que sé lo que tienes que decirme.
Niego con la cabeza.—Heejin, no creo que lo sepas.
—Hyunjin, desde que volví...nos hemos...conocido mucho mejor.—Intento interrumpir pero ella no deja de hablar.—Y creo que fue porque nos extrañabamos... yo mentiría al decir que no me di cuenta de que hay conexión.—Dice tomando mis manos.—Y energía nosotras.
¿Qué?
¿Dónde está yendo esto? No me parece que estemos hablando de lo mismo.
—¿Sabes? A veces siento esa energía.
—¿Energía?
—Sí...¿eso tratabas de decirme?...que tienes...s-sentimiento por mi.. ¿cierto?
—...sí, exacto.—No es del todo una mentira.—Pero.—Estoy muy confundida.
Ella suelta mis manos y yo sigo confundida en mi lugar.—Oh por Dios... ¿Qué?—Ella se aleja.—Quiero...no, es complicado, mi mente trabaja mal, mi mente piensa cosas que no
—¿Qué?
—No hablemos de esto..no pasó y...tú, ¿entiendes?—No, la verdad.—Sí, tu lo entiendes.
Vuelve a entrar, me quedo unos segundos pensando, pero ella ha cerrado la puerta a la entrada a los intercomunicadores.
—Abre la puerta.—Pide por el intercomunicador de su departamento.
—No.—Escucho de Chaewon.
Toco el vidrio para que me mire pero ella no quiere hacerlo.—¿Tienes algo con Hansol?
—No es...no es el momento.—Vuelve al intercomunicador.—Chaewon.
Me doy la vuelta para abrir la puerta.—Pero tienes algo con Hansol.
—Solo hemos pasado un poco se tiempo juntos.
—¿Solo citas?
—Sí...
Toca el intercomunicador pero lo deja de hacer a penas oye mi pregunta:—¿Chaewon lo sabe?
—No.—Sisea.—Silencio.
—¿Chaewon lo sabe?—Vuelvo a preguntar más alto.
Ella bufa.—No, puse reglas claras sobre eso...Chaewon no va a abrir, ya la conozco.—Vuelve al intercomunicador y casi grita.—Chaewon.—La puerta de al interior del edificio se abre y me apresuro en ir tras ella.
—¿Qué estuvieron haciendo?
—Leyendo.
—¿De qué?
—No lo sé...sobre botes.
—Que divertido es estudiar.
Ella me mira mal y luego toca la puerta varias veces.—Chaewon, abre la puerta.
—Hazlo tú.—Heejin bufa y abre la puerta. Chaewon la mira a unos metros de la puerta sentada.—¿Qué pasa?
—Me estaba congelando.—Heejin va a su habitación sin decir nada.
Yo no entro, me quedo mirando por donde se fue y luego miro a la más pequeña.—Se molestó.—Me dice algo triste. Suspiró y me acercó a ella sentándome a su lado.—¿Tiene un novio?—Me pregunta inocente.
Niego.—Unas cuantas citas no dicen eso.
Ella suspira.—Tengo seis años.
Frunzo el ceño.—¿Qué?—Digo sin entender.
—En el autobús dijiste que tenía cinco, pero no tengo seis —Suspira otra vez.—. Ya casi los cumplo.—Asiento lento.—¿Quieres venir a mi fiesta?
Una sonrisa aparece en mi cara.—Sí, vendré a tu fiesta.
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