
Capitulo 10 - Parte 1
Luego de pasar un buen rato en el spa recibiendo unos masajes increíbles, decidimos ir a la habitación a aplicar las mascarillas faciales qué, según Camille, ayudarán a que mañana nuestros rostros luzcan como nuevos.
—¡Deberíamos brindar por tu gran día! ¡Pediré champagne! —exclamé emocionada y ella aceptó sonriendo.
—Está bien, pero solo un copa porque no quiero despertarme con aliento alcohólico.
—Mañana todo será perfecto, eso te lo aseguro. —afirmé sonriendo.
Dos horas después, estamos viendo películas y recordando los viejos tiempos. Honestamente, ha pasado mucho tiempo desde que me sentí tan feliz.
—Elly, quiero que sepas que somos y siempre seremos hermanas, te quiero mucho y quiero que seas feliz. —declaró tomando mis manos en el sofá en el que estamos sentadas.
—Yo también te quiero, cariño. Estaré bien y muy feliz mientras tú estés bien con y tu preciosa familia. Mañana será el día más hermoso para ti y también lo será para mí. —afirmé y nos abrazamos.
Compartimos una copa de champagne, brindando por el maravilloso futuro que le espera a Camille y aunque sé que ella quiere hablarme de él, le agradezco internamente por no hacerlo, mi vida no es tan fácil de «arreglar». Él y yo pertenecemos a mundos diferentes ahora y nunca volveremos a estar juntos.
Cuando terminamos de beber nuestra copa, decidimos irnos a dormir. Camille llamó a Gabriel para preguntarle por su bebé y gracias a Dios todo está bien.
Estoy feliz y emocionada, porque mi mejor amiga finalmente encontró la felicidad junto al hombre que ama.
—Amor, ya estoy en mi habitación. —me acosté en la cama con una sonrisa porque no puedo evitar sentirme emocionada.
—Será muy difícil dormir sin sentir tu cuerpo a mi lado. —su voz suena muy sexy y como un susurro en mi oído.
—¡Mañana es nuestro gran día! ¡Estoy tan feliz! —exclamé alegremente.
—No sabes cuánto tiempo llevo esperando que seas mi esposa. Te amo tanto, Camille.
—Y yo te amo, eres el hombre más maravilloso del mundo. —hablamos unos minutos más, hasta que nos despedimos.
Mi novio saldrá muy temprano de casa para ir al hotel con Adrien. Yo iré a recoger a Miguel, pues nos prepararemos en el lugar donde será la boda.
Es una hermosa casa al lado de un lago. Yo quería una boda tranquila y romántica, con nuestros amigos más cercanos y sus compañeros de equipo por supuesto, Gabriel me complace en todos mis gustos y tendremos una hermosa boda.
—Solo unas horas más y serás mía para siempre. Debo haber hecho algo demasiado bueno en mi vida, para merecer este maravilloso premio. Te amo por siempre mi dulce ángel, dulces sueños, preciosa.—Gabriel.
Sonreí cuando leí su hermoso mensaje e involuntariamente puse mi celular contra mi pecho, como si lo estuviera abrazando, luego respondí su mensaje.
—Eres el mas dulce del mundo y cada minuto me enamoras más, te amo por siempre, mi cielo. Buenas noches y si puedes, sueña conmigo porque yo soñaré contigo. —Camille.
Minutos después de enviar el mensaje, me quedé dormida abrazada a una almohada, esta noche soñé con el hermoso color de sus ojos.
Al día siguiente
—¡Camille, despierta! —escuché a Ella y abrí los ojos, un poco fastidiada porque me despertó justo cuando estaba soñando con mi sexy futuro esposo.
—¿Eh? ¿qué pasa? —pregunté sentándome en la cama.
—¡Camille, hoy es tu día! ¡Ve a darte una ducha! ¡Debemos desayunar para que Mark nos lleve a recoger a Miguel! —escuché a mi mejor amiga y abrí los ojos de inmediato.
Es cierto, hoy es el día.
Sonreí ampliamente y Ella se sentó frente a mí, tomando mis manos sin dejar de sonreír.
—¡Elly!
—Sí, cariño, es hoy. —afirmó sonriendo.
—¡Esto es maravilloso! ¡Estoy tan feliz!
Ella pidió el desayuno mientras yo me daba una ducha. Después del maravilloso día de spa de ayer, mi piel se siente más suave de lo normal y no puedo esperar a que Gabriel me toque. Me costó mucho trabajo y un baño de agua helada para dejar de sentirme caliente, pensando en las manos del hombre que amo en mi cuerpo.
Cuando logré terminar de ducharme, me puse ropa deportiva, y salí a desayunar con Ella, quien me espera lista para que después de comer algo de fruta, podamos ir inmediatamente a buscar a mi bebé y a Joe.
Alguien llamó a la puerta de la habitación y mi amiga la abrió, Steven y Tom entraron a saludarme muy felices.
—¡Camille me alegro mucho de verte! —exclamó Steven y me dio un abrazo.
—¡Camille hermosa! ¡Estoy tan feliz por ti! —exclamó Tom y también me abrazó.
—¡Hola chicos! ¡Yo también estoy feliz de verlos! Muchas gracias por venir a mi boda. —añadí sonriendo.
—Te queremos mucho y lo sabes, por eso teníamos que estar aquí. De hecho Max llega en dos horas porque también quiere estar contigo en tu día especial. —afirmó Tom.
—Camille, deberíamos irnos ahora o se nos complicarán los tiempos. —añadió Ella e inmediatamente noté la tensión entre ellos. Me parece que las cosas no van bien porque ella no se ha portado bien últimamente, luego hablaré con ellos para intentar arreglar las cosas.
—Sí Elly, vámonos. Chicos, debemos irnos, pero los veo luego, ¿está bien? —señalé con emoción.
—Por supuesto. Ella, avísanos cómo va todo, ¿está bien? ¿hablaste con Josh? —preguntó Steven seriamente.
—No, pero él ya sabe que mi hermana se casa hoy y debo estar con ella en todo momento. Él debería ir con ustedes a la boda.
—Está bien, Ella, nos ocuparemos de él y nos vemos luego. —respondió Steven.
Salimos juntas cargando la maleta de Ella, en la que está empacado su vestido y todo lo que necesita para prepararse para la boda. En mi caso sólo llevo el maletín pequeño que traje anoche, porque mi vestido y todas mis cosas ya están en la casa donde será la boda.
Hay una habitación que prepararon para que los estilistas trabajen en mi peinado, maquillaje y me ayuden a vestirme.
Durante todo el camino, Ella solo habló de la boda y me preguntó muchas veces si tengo todo listo, si necesito algo y cosas así, sin embargo yo no puedo dejar de lado el hecho de que hoy volverá a ver a Adrien y él estará con su esposa.
—Elly.
—Cami, sé de lo que quieres hablar y por favor te pido que no lo hagas. Te prometo que todo estará bien porque no permitiré que nada arruine tu día especial. —declaró tomando mi mano.
—Elly, yo solo quiero saber si estás bien. Dime si puedo hacer algo por ti.
—Todo lo que quiero es que seas muy feliz, quiero que te cases con el amor de tu vida y seas feliz con él y tu bebé. —afirmó tratando de sonreír.
—¿Y tú? ¿Cuándo vas a ser feliz? —pregunté con tristeza.
—Estoy feliz ahora porque te tengo a ti, a papá y a Miguel. No necesito nada más. —respondió y preferí dejar el tema, aunque solo por un rato.
Unos minutos después llegamos a mi casa, fui a buscar a mi principito y lo encontré desayunando con Joe y la niñera. Me imagino que Gabriel ya se fue al hotel a ver a su familia y a Adrien.
—¡Hola, mi amor! ¡Mami ya esta aquí! —exclamé alegremente, Joe sonrió al verme y mi bebé dijo la palabra más hermosa del mundo.
—Mami...
—¡Hola, mi pequeño! —lo tomé en mis brazos, luego saludé a Joe y a la niñera de mi hijo, quien me informó que ya tiene todas las cosas del bebé listas para irnos. Luego de agradecerle, nos dejó para ir a buscar algunas cosas más que le pedí.
Ella saludó a Joe y luego tomó a Miguel en sus brazos, él sonríe feliz con ella. Mi bebé la reconoce y le gusta mucho estar con ella, lo cual me hace muy feliz.
Minutos después, salimos de la casa. Mark se hizo cargo del transporte de todos porque yo estoy demasiado emocionada y nerviosa para conducir, Ella no ha conducido un automóvil durante años y Joe no puede, por lo cual Mark es la opción perfecta para todos. Mientras mi amiga habla con su papá y ambos juegan con mi bebé, yo aproveché para llamar a Gabriel.
—¿Cómo estás, hermosa? —susurró en cuanto contestó el teléfono.
—¡Hola, mi amor! Estoy feliz, nerviosa y emocionada al mismo tiempo, además te extraño mucho.
—Yo también te extraño, preciosa. En muy poco tiempo estaremos juntos. ¿Ya estas en la casa? —preguntó.
—Aún no, vamos de camino ¿cómo estás? ¿Cómo están Lena y Daniel?
—Ellos estan muy bien, muy felices y con muchas ganas de verte. Ahora estoy con Adrien, iremos a comer algo juntos en el restaurante del hotel, te manda saludos.
—Muchas gracias, cariño y gracias a Adrien. —en cuanto pronuncié el nombre del mejor amigo de Gabriel, Ella se giró para mirarme, sin embargo cuando lo notó, volvió su atención a Miguel.
Hablé unos minutos más y luego colgué, justo cuando llegamos a nuestro destino.
El lugar en el que se casarán Camille y Gabriel es hermoso. Una casa de campo muy grande, con un gran jardín al lado de un pequeño lago.
Las mesas y todo el lugar está decorado con flores blancas naturales, lo que le da un toque romántico. Definitivamente es la boda de ensueño de mi amiga, y Gabriel la complació en todos sus gustos, el lugar es tan hermoso como ella.
—Camille, este lugar es maravilloso. —afirmé alegremente.
—Sí, es hermoso y se ve tal como lo imaginé. Estoy tan feliz, siempre soñé con casarme en el campo, en una ceremonia sencilla, pero muy romántica. No necesito más que esto, solo quiero ser la esposa de Gabriel para siempre. —declaró sonriendo emocionada.
—Y lo serás, en unas horas serás la esposa del amor de tu vida. Estoy muy feliz por ti y te deseo toda la felicidad del mundo. —declaré con sinceridad.
Después de abrazarnos y dar un paseo por el jardín para asegurarnos de que todo está perfecto, entramos a la casa con Joe y Miguel para empezar a prepararnos.
Los estilistas ya están aquí y Camille necesita tiempo para estar lista, pues la boda es a las 6 de la tarde y son casi las 2.
Tres horas después
Fui a ver a Miguel, y mi sobrino se ve hermoso con un pequeño traje de diseñador, es azul con una camisa blanca. Sus ojos azules se destacan y lo hacen parecerse cada vez más a Camille, su cabello es tan rubio como el de ella y sus ojos son también el mismo color que los de mi amiga.
—¡Wow pero qué lindo bebé eres! —exclamé acercándome a darle un beso a mi sobrino. Le pedí a su niñera que le traiga agua y lo llevé a ver a su madre.
Cuando entramos a la habitación principal de la casa, en la cual mi amiga se está preparando, la encontramos en el centro de la habitación usando el vestido de novia más hermoso que he visto, pues definitivamente Camille es la novia más hermosa que he visto. Ella sonríe ampliamente mientras los estilistas la ayudan a hacer que su maquillaje y peinado sean perfectos.
—Mami. —susurró Miguel llamando su atención, el pequeño caminó hacia ella y Camille se agachó con cuidado para ver a su bebé.
—¡Mi amor! ¡Mi pequeño príncipe, te ves muy apuesto, te pareces a tu papi! —exclamó sonriendo y luego se volvió para mirarme.
—¡Elly, te ves preciosa!
—Gracias amiga, pero tú te ves preciosa y ese vestido es perfecto para ti. Estoy segura que Gabriel no podrá dejar de mirarte. —declaré emocionada.
—Muchas gracias, Elly. —respondió sonriendo, luego mi papá entró a la habitación y también la elogió, es imposible no darse cuenta de que se ve hermosa.
—¡Oh cariño! ¡Te ves tan hermosa! Gabriel es un hombre muy afortunado. —declaró mi padre, dejando un beso en la frente de mi amiga.
—¡Muchas gracias, Joe! Tú también te ves muy guapo.
—Eso es verdad, papi. Te ves realmente guapo. —añadí sonriendo.
—¡Mi preciosa Ella, ustedes dos parecen haber salido de un concurso de belleza! —exclamó mi padre riendo, mientras toma a Miguel en sus brazos.
—Cami, ¿está bien si llevo a Miguel al jardín un rato? Mientras tú terminas de prepararte. Papá, tú también tienes que terminar de prepararte porque solo queda una hora para la ceremonia.
—Sí, muchas gracias, Elly, será mejor que lleves al bebé a jugar afuera mientras yo termino aquí. —respondió mi amiga.
—Está bien. Volveré en un rato para ver si se necesitas algo, ¿está bien?
Mi amiga aceptó, así que salí con mi sobrino en brazos y le pedí a su niñera que nos acompañe al jardín.
Fue una buena idea traer a Miguel a jugar en el jardín. Camille necesita tiempo a solas para terminar de arreglarse y es mi deber como su Dama de honor asegurarme que todo sea perfecto esta noche.
—Miguel, ven cariño, juguemos por aquí. —susurré.
Luego llevé al pequeño al jardín que está lejos del lago. La verdad no quiero correr riesgos mientras el bebé juega y trato de mantenerlo tranquilo, no quiero que ensucie su hermoso traje.
Minutos después, se nos acercó una bebé de la misma edad que mi sobrino y es posible que sea hija de uno de los compañeros de Gabriel. Me puse un poco nerviosa cuando me di cuenta que la ceremonia es en solo treinta minutos.
—¡Hola princesa! ¿Cuál es tu nombre? Yo soy Ella y él es Miguel. —sonreí tratando de agacharme a su tamaño para escucharla, ella me mira un poco asustada y sus ojos me recuerdan a...
—¿Amy? ¿Estás ahí, princesse? —su voz respondió a mi pregunta. Esta hermosa bebé es su hija, me puse de pie y volteé.
Sinceramente quiero llegar al día en que no me sienta tan vulnerable cuando él está cerca.
Sus ojos me hacen sentir demasiado y la verdad es que no puedo evitar que mi corazón lata frenéticamente cuando lo veo. Está parado frente a mí, vestido con un traje azul y una camisa blanca, su cabello rubio está recogido en una cola de caballo y se ve hermoso.
—Ella...
—Hola. —saludé, intentando con todas mis fuerzas disimular las ganas que tengo de arrojarme a sus brazos.
—Papi. —la voz de la pequeña bebé, nos hizo salir de nuestro trance.
—¿Sí princesse, dime? —preguntó, arrodillándose junto a la pequeña niña que se ve exactamente como él. Es muy hermosa y verlos juntos es maravilloso. Me quedé unos segundos mirándolos hasta que Miguel me distrajo.
—Elly. —susurró mi hermoso sobrino y no puedo controlar la emoción al escucharlo decir mi nombre como Camille lo dice.
—¡Oh, mi niño guapo! ¡Dijiste mi nombre! Ven aquí, precioso. —exclamé y lo abracé, tomándolo en mis brazos.
Comencé a bromear con él dando vueltas mientras ríe a carcajadas. Cuando me di cuenta que no estamos solos, me detuve y bajé a Miguel, el niño se acercó a la hermosa pequeña y Adrien la dejó ir a jugar sin dejar de mirarla. Puedo ver lo mucho que ama a su hija y por alguna razón eso me puso muy triste, tal vez porque esta hermosa niña es hija de otra mujer.
—Felicitaciones por la gira. —señaló sin mirarme, sé que está herido y no puedo hacer nada para remediarlo, pues le prometí a mi papá que lo dejaría ir.
—Gracias. —respondí y ajusté un poco mi vestido y mi cabello.
—Te ves tan hermosa. —susurró y tuve que volverme para mirarlo, lo que vi en sus ojos fue tristeza y nostalgia.
—Gracias, tú también te ves genial. Siempre te ves bien, quiero decir... —añadí tartamudeando porque estoy muy nerviosa.
—¿Por qué estás tan nerviosa? —preguntó mirándome con tristeza.
—Uhm no lo sé. Disculpa, debo ir a ver si Camille necesita algo. —me disculpé tratando de huir, pero no me dejó, su mano tomó la mía y me detuvo. —Adrien, por favor no hagas esto, de verdad debo ir a ver a Camille.
—Amy es la única luz en mi vida, soy tan infeliz que ni siquiera puedo jugar bien al fútbol. —afirmó señalando a su hija y sin poder mirarme.
Mi corazón se rompió al escucharlo, así que puse mi mano en su rostro y él cerró los ojos.
—Aférrate a ella, Amy es tu fuerza y yo siempre... —no terminé de hablar porque alguien nos interrumpió.
—¡Adrien! ¿Qué diablos estás haciendo con esta mujer? —exclamó Rachel, su esposa.
Inmediatamente nos separamos y tomé la mano de Miguel para irme.
—Vamos cariño, debemos ir a buscar a mami. —caminé sin mirar a Adrien y su esposa, sin embargo ella no pudo quedarse callada.
—¡Las cosas son diferentes ahora, Ella! ¡Estamos casados y tenemos una hija! —exclamó y aunque su tono de voz no me gustó, tuve que aguantar las ganas de gritarle en la cara que su esposo todavía me ama.
—Felicidades. —pronuncié en tono de burla y seguí caminando.
—¡Sal de nuestras vidas, maldita perra!
—¡Rachel!
—¿Qué pasa, Adrien? ¿Vas a defenderla incluso frente a nuestra hija?
—¡Rachel, cállate un maldito momento! —exclamó Adrien y me miró suplicante, sin embargo no pude evitar acercarme a la horrible mujer que tiene la vida que una vez soñé.
—No vuelvas a insultarme en tu maldita vida, ¿me escuchaste?
—¡Aléjate de MI FAMILIA!
—¡Que te jodan, Rachel! —sentencié y me alejé con mi pequeño sobrino.
Definitivamente necesito alejarme de ellos, debo lograr olvidarme de Adrien.
Al llegar a la casa, encontré a mi papá esperándome en la puerta.
—Cariño, ¿estás bien? —preguntó.
—Sí, papá. —respondí y caminé dos pasos más, pero mi papá me detuvo.
—¿Hija, por qué lloras?
—Papá, estaré bien, solo necesito un minuto ¿podrías quedarte con Miguel mientras bebo un poco de agua?
—Por supuesto cariño, ve y te espero aquí. De hecho, Camille también te está esperando.
—¡Oh! Sí, iré a verla. —respondí nerviosa y con lágrimas en los ojos.
Recién estoy asimilando lo que acaba de pasar, Adrien de verdad se casó con esa horrible mujer y yo me siento miserable.
—Mi pequeña, ven aquí, cálmate, todo estará bien. —susurró mi papá y me abrazó.
—Papá, él se ve tan triste, es tan difícil verlo así, no puedo mantener la distancia.
—Elly, piensa en lo que te dije, debes estar segura de lo que quieres antes de acercarte a él.
—Lo sé, papá y por eso me mantendré alejada de él incluso si eso me está matando.
—Cariño, ¿estás segura?
—Sí, papá, especialmente hoy. Le prometí a Camille que me aseguraría que todo sea perfecto en su boda, así que lo haré. Ahora debo ir a verla, es casi la hora de la boda, por favor lleva a Miguel con Gabriel y la organizadora de bodas, para que esté listo con Amy.
—De acuerdo, iré a ver a Gabriel, debe necesitar un poco de calma ahora mismo. —añadió mi papá.
Mientras subo las escaleras que me llevarán a la habitación donde está mi mejor amiga, decidí no contarle sobre el incidente con Adrien y su familia. Quiero que este día sea maravilloso para ella, entré a su habitación y ella camina nerviosa.
—¿Camille?
—¡Ella! ¡Dios mío! ¿Dónde estabas? Estoy teniendo un ataque de nervios y te necesito.
—Tranquila cariño, todo está bien, cálmate. Te vas a casar con el amor de tu vida en unos minutos, te ves preciosa y todo es perfecto, así que quiero que sonrías, siempre sonríe. - declaré tomando sus manos.
—¡Te quiero mucho, Elly! ¡Gracias por todo!
—¡No cariño, gracias a ti! —respondí tomando sus manos.
Alguien llamó a la puerta del dormitorio y Camille me pidió que la abra. La madre de Gabriel se ve muy bonita y es tan joven que cuesta creer que sea madre de dos hombres.
—¡Lena! —exclamó mi amiga.
—¡Oh querida, te ves tan hermosa! Mi hijo tiene mucha suerte de tenerte. —afirmó la futura suegra de Camille tomándola de las manos, traté de salir de la habitación pero Lena y Camille me pidieron que me quede.
—Solo quiero darte mi bendición como tu madre. Desde que te conocí has sido una hija para mí y hoy tú y mi hijo recibirán la bendición de Dios para su hermosa familia.
—Gracias Lena, realmente aprecio tu amor.
—Quiero agradecerte por hacer feliz a mi hijo. Él te ama mucho, quiero pedirles que se amen siempre y nunca dejen de ser honestos el uno con el otro, eso es lo más importante. —afirmó y Camille se puso muy nerviosa, espero que le haya contado a Gabriel todo sobre Brian y Jorge.
—Por supuesto Lena, gracias. —la mujer le dio un beso en la frente y salió de la habitación dejando entrar a mi papá.
—Cariño, ya es hora. —anunció sonriendo, él llevará a Camille al altar en lugar de su padre. Camille se quedó callada y no se mueve, realmente está muy nerviosa —Mi hermosa niña, Gabriel está en el jardín sintiéndose el hombre más afortunado del mundo. Te está esperando, cariño. —insistió tomando las manos de Camille.
—Sí, vamos. —respondió sonriendo.
Mi papá tomó su mano y juntos caminaron. Yo me encargué de que el fotógrafo que tomó las fotos en la habitación, tome todas las fotos con mi papá y también conmigo, estas fotos definitivamente me acompañarán a todas partes.
Es un día hermoso, caminamos mientras acomodo su vestido detrás de ella, el lugar está lleno de las personas más importantes para los novios y me alegro por ellos.
Cuando llegamos, mi mamá fue a ver a Camille y yo me quedé a saludar a todos los invitados que ya están aquí.
Adrien está a mi lado junto a mi hermano, ambos hacen bromas y tratan de hacerme sentir menos nervioso, este sentimiento es totalmente nuevo para mí, estoy feliz, emocionado y nervioso al mismo tiempo, ahora entiendo a mi ángel, ella estaba así desde ayer, sonreí al recordarla.
—¿Gabriel, estás escuchando? —preguntó Daniel.
—¿Eh? No, realmente no te escuché.
—Tranquilo hermano, todo estará bien. Es casi la hora de la ceremonia, mira, mamá viene.
—Gabriel, trata de mantener la calma, esperaste tanto este día y hermano, estoy feliz por ti. Te deseo toda la felicidad del mundo junto a la mujer que amas. —declaró Adrien.
—¡Gracias hermano! ¡Significa mucho para mí que estés aquí!
—Cariño, ya es hora, tu novia está lista y se ve hermosa. —anunció mi mamá.
Sonreí pensando en mi dulce ángel, ella siempre se ve hermosa, incluso cuando sólo yo la puedo ver, natural y sin maquillaje, en casa con nuestro bebé, Camille es la mujer más hermosa del mundo.
La música empezó a sonar y los niños entraron, Adrien lleva a Amy de la mano y Ella lleva a mi hijo. Cuando llegaron a sus posiciones, tomé a mi madre del brazo y caminamos juntos hacia el altar en el cual está esperándonos el sacerdote. Mi madre me dio un beso en la frente y yo me quedé esperando a la mujer de mi vida.
Entonces la música cambió y comenzó la marcha nupcial. El sonido de los violines tocando a un lado del jardín es realmente hermoso, todo es hermoso y perfecto, Camille cuidó cada detalle y realmente disfruté viéndola tan emocionada preparando este maravilloso día.
Me siento muy feliz, sin embargo nada me preparó para lo que sentí cuando la vi aparecer del brazo de Joe. En realidad es un ángel bajado del cielo y es mi ángel.
Su vestido blanco se ajusta perfectamente a su pequeña figura y cae al suelo con un pequeña cola en su espalda. Su hermoso cabello dorado cae en ondas y tiene pequeñas flores blancas por todas partes, las flores en su mano son rosas blancas y rosadas.
Toda ella es una visión angelical, mientras camina hacia mí, siento que soy el hombre más feliz y afortunado del mundo. Ella sonríe y es como si nadie más estuviera aquí, solo somos ella y yo.
El mundo podría colapsar a nuestro alrededor, pero no me importaría si pudiera seguir viéndola caminar hacia mí con la sonrisa más hermosa que he visto. Cuando se acercó a mi lado, Joe puso una de sus manos entre las mías y besó su frente.
—Gabriel, hazla muy feliz. Los quiero mucho, hijos míos. —declaró el hombre mayor, con la voz quebrada.
—Gracias Joe. —contestamos, él se alejó y yo la miré por una fracción de segundo, totalmente hipnotizado por su belleza.
—Te ves hermosa, ángel.
—Tú te ves guapísimo.
Le di un beso en la mejilla y comenzó la ceremonia. Todo es hermoso, cada momento, cuando dijimos nuestros votos y cuando nos pusimos los anillos en los dedos, ella sonríe todo el tiempo y no puedo estar más feliz.
—Los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia.
Al escucharlo, me acerqué a mi esposa y la tomé en mis brazos, la besé muy dulcemente y nunca olvidaré la forma en que sonreía.
—¡Te amo muchísimo! —declaró.
—¡Te amo mucho más, Camille!
Todos empezaron a aplaudirnos y los dos nos reímos. Mi mamá y mi hermano me abrazaron, también Ella, Adrien y Joe.
Camille saluda a todos y toma mi mano sin soltarme, luego caminamos juntos hacia los jardines para las fotos. Nuestros invitados se dirigieron al área donde será la celebración. La tomo por la cintura y ella me rodea el cuello con los brazos.
—¡Te amo, mi hermosa esposa! —exclamé y ella rio a carcajadas.
—¡Te amo y estoy muy feliz! ¡No puedo creer que finalmente soy tu esposa!
—¡Mía! ¡Tú eres mía y yo soy tuyo para siempre! —declaré y la besé apasionadamente.
—¡Dios mío! Te necesito tanto, mi amor! —susurró con la voz entrecortada por el deseo.
—Y yo te deseo con todo mi ser, este vestido es pura tortura mi amor.
—Esa es la idea, cariño. —respondió coqueta, luego los fotógrafos nos pidieron que posemos para las fotos.
Después de pasar varios minutos posando entre risas y besos, finalmente pudimos ir a celebrar con nuestros invitados.
—¡Señoras y señores, el Sr. y Sra. Fernández! —nos presentó uno de los músicos que se encargará de amenizar la fiesta.
Entramos tomados de la mano y riendo alegremente. Todos se levantaron y nos aplaudieron, fuimos a la pista de baile y la melodía que empezó a sonar me pareció muy familiar.
Camille se sorprendió y nos volteamos para ver quien canta esa canción, encontramos a Ella parada con los músicos y con un micrófono en la mano.
—Buenas noches a todos, quiero tomarme unos minutos para hablarles de Camille y Gabriel. —declaró con una amplia sonrisa —Mi mejor amiga es la mejor y más dulce mujer del mundo. Yo le debo mucho de lo que hoy soy a ella y a su espíritu incansable. Te quiero mucho, hermanita. —añadió y se le quebró la voz, por lo cual tuvo que tomar aire antes de continuar. Camille solo la observa sonriendo y con los ojos llenos de lágrimas de felicidad —Gabriel, yo sé que no empezamos bien y me costó mucho trabajo aceptar que eres el único que puede hacer feliz a mi hermana, por eso quiero aprovechar este hermoso día para disculparme por todo y al mismo tiempo agradecerte por ser el hombre que cuidará de ella y de su hermoso bebé. ¡Felicidades a los dos y sean muy felices! ¡Salud! —exclamó levantando su copa de champagne hacia nosotros, mi bella esposa tiene lágrimas en los ojos, sin embargo esta vez sé que son de alegría y emoción, porque yo siento lo mismo que ella.
Todos brindaron con nosotros y aplaudieron el hermoso discurso de la mejor amiga de mi esposa. Luego, Ella hizo una señal a la banda detrás de ella y la melodía de antes se volvió a tocar.
—Quiero dedicar esta canción a la feliz pareja, sé que les gusta mucho y se llama «Breathe».
La voz de Ella es como un canto de sirena, me llama y me envuelve. No puedo evitar contemplarla mientras canta la canción favorita de Camille y Gabriel. Su voz suena mejor que nunca y se ve hermosa, más bella que nunca. Yo la amo con todo mi corazón y nunca podré olvidarla.
—¿Podrías al menos esconderlo un poco? Todos notarán que la amas a ella y no a mí. —la voz de la mujer con la que me casé arruinó por completo mi momento privado.
—Rachel, ¿podrías dejarme solo por esta noche? —pedí en voz muy baja, no quiero que la gente que está sentada a nuestro alrededor se dé cuenta del problema.
—¿Quieres que te deje en paz para que puedas ir tras ella como siempre? ¿No te das cuenta que esa mujer solo juega contigo?
—¡Basta! —exclamé y la miré con odio, luego me levanté de la mesa y me acerqué a Daniel.
En realidad la odio y vivir con ella es un infierno en la tierra, lo único bueno de este matrimonio es mi princesita.
—¿Adrien? ¿Estás bien? —preguntó el hermano de mi mejor amigo.
—Sí, estoy bien. —respondí mirando de nuevo a la hermosa mujer que canta frente a mí, desde aquí la veo mucho mejor y luce absolutamente cautivante.
—¿Cómo van las cosas con Rachel? Parece que estuvieron discutiendo hace un rato. —preguntó Daniel.
—Todo está muy mal y no se puede arreglar porque no la amo, lo único que nos une es nuestra hija.
—Es por Ella, ¿verdad? Todavía la amas. - preguntó.
—Sí, es por Ella aunque eso tampoco se puede arreglar. —afirmé con tristeza.
La música terminó y Ella bajó del escenario, luego tocaron otra melodía y es hora del baile con los padrinos. Me levanté y fui a buscar a Ella, pues como indica la wedding planner, debemos bailar con los novios y luego juntos.
—Ella ¿vienes? —pregunté, ella solo asintió y caminamos juntos hacia la pista de baile, dejando a su novio muy molesto por la situación.
Camille baila con Joe y Gabriel baila con su madre, hicimos los cambios y sonreí al ver a Camille porque sonríe de felicidad .
—¡Felicitaciones Camille! —exclamé mientras bailamos.
—Gracias «padrino» jajaja —respondió alegremente.
—Estoy muy feliz por ustedes, de verdad les deseo toda la felicidad del mundo.
—Muchas gracias. Adrien, habla con Ella por favor, encuentra el momento y aprovecha este día.
—Camille, eso es imposible.
—No lo es, por favor no te rindas. Ella quiere hacerlo, quiere rendirse, no la dejes ir por favor. —suplicó la esposa de mi amigo.
Continuará
¡Hola a todos!
Les dejo un nuevo capítulo y la boda está aquí.
Era demasiado largo, así que lo dividí en dos partes, espero que les guste y me dejen sus comentarios.
La segunda parte viene pronto y será muy interesante porque un evento lo cambiará todo.
La canción que canta Ella está en multimedia.
Gracias por leer y no olvides votar.
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